Estimad@s amig@s
Sinopsis
Esta antología
recoge el pulso de la sociedad. El lector encontrará relatos audaces,
decisiones valientes, reconstrucciones existenciales y empresariales. Los
autores están unidos en una comunidad —Protagonistas.org—
ilusionada con trasformar el mundo con trabajo esforzado y límpidos valores.
Comparten un mensaje: los obstáculos, lejos de ser una condena, pueden
convertirse en una oportunidad para quienes se atreven a observarlos con
perspectivas renovadoras. Lo relevante no es lo que sucede, sino lo que cada
uno hace con lo que acaece.
En coordenadas históricas
donde el ruido lo invade todo, proponen surfear el caos de forma consciente y
convertir la incertidumbre en plataforma para la transformación. Interpelan al
lector desde la conciencia de que toda catarsis arranca por reconocer lo que ya
no somos. ¡Puede construirse una visión integral del liderazgo en tiempos
convulsos! Hablan de arrojo y coherencia, de la necesidad de conectar el alma
con la misión profesional. Liderar no es solo hallar respuestas, sino, quizá,
sobre todo, plantear las preguntas adecuadas.
En un mundo donde la IA
avanza indefectiblemente, estas páginas son una declaración de confianza en la
trascendencia de la criatura humana, en su capacidad de aprender, reinventarse
e inspirar. Todo para cimentar un futuro mejor desde una técnica embebida de
ética.
«No comprendo cómo se
puede pasar ante un árbol
sin sentirse feliz
con solo verlo;
hablar con un hombre y no ser feliz amándolo.
¡Cuántas cosas bellas surgen a cada paso!
Mirad al niño
contemplar la aurora divina,
observad los ojos que
os miran y os aman»[i]
Prólogo[ii]
Pocas cosas caracterizan tanto
al ser humano como la ignorancia. Durante décadas, la humanidad ha vivido en
una certidumbre inconsciente. En la actualidad lo hacemos en una incertidumbre consciente.
La falsa ciencia, la errada formación, son peores que la incultura. Una sana
ingenuidad es un yermo que puede ser labrado y sembrado; el engreimiento, un
terreno repleto de cizaña muy difícil de extirpar. La formación en la verdad
nos ayuda a soportar las simplezas de los nescientes.
La rudeza y la protervia son
los progenitores de la envidia, la ira y de muchos más vicios (…) “La
ignorancia, mezclada con la pasta de que
está hecho el hombre, la ennegrece. Está herrumbre incurable alcanza la
intimidad del hombre y se convierte en mal”[iii]. Quien
voluntariamente se empecina en la tosquedad acaba siendo reo de multitud de
delitos, siquiera por omisión (…) valga la chanza, un asno puede rebuznar
cuanto quiera, que no hará temblar a las estrellas. Y estrellas son todos los
colaboradores de la obra que el lector tiene entre sus manos.
La criatura humana ha de
aprender a surfear en la incertidumbre, fruto de la sucesión permanente de
crisis (…)
(…) sin ilusiones, la
humanidad fallecería por desesperación, aburrimiento o colectiva depresión.
Quien pretendiera despojarse de toda quimera quedaría indefectiblemente
desguarnecido. Las utopías constituyen la piedra miliar que
nos ayuda a sobrevivir. Potenciarlas en quienes nos rodean y en nosotros mismos
resulta esencial. Si alguna persona llegase a conocer plenamente la realidad
con indefectible crudeza, quizás optaría a sentarse al borde del camino y
llorar hasta su muerte (…)
Quienes vamos acopiando lustros
sabemos que es difícil que se dé goce sin dolor, paz sin discordia, reposo sin
temor, salud sin fragilidad, luz sin sombras o risa sin lágrimas. La naturaleza
favorece siempre a quienes desean ayudar a los demás. Criticar se ha convertido
para algunos en un penoso hábito destinado a rechazar las aportaciones ajenas
(…)
Algunos criticones, cuando
redactan algo para molestar al juzgado, se defienden asegurando que cumplen con
su deber (…) sucede en ocasiones que quienes ejecutan exquisitamente su trabajo
son despellejados por irresponsables que nada aportan (…)
(…) la locura a la cordura
son limítrofes, poseen fronteras tan imprecisas que difícilmente pueden
certificarse si nos encontramos en uno u otro territorio. Ojalá una sana
enajenación nos acompañe en las sucesivas etapas de la existencia. Quienes
siempre parecen cuerdos tal vea sea porque sus locuras son excesivamente
proporcionadas a su edad y patrimonio. Las personas somos fieramente
inmoderadas y tal vez no serlo configuraría una chifladura de otro tipo.
Debemos ser entusiastas de desequilibrios que mejoren el mundo mucho más que de
presuntas verdades que abaten.
Las personas superficiales
se parapetan en la suerte y crecidamente en las circunstancias. Quienes bregan
creen en la causalidad y los efectos de sus actos (…)
«El hombre se
descubre cuando se mide con un obstáculo»[iv]
¿Con cuántos obstáculos nos hemos visto la cara?
Ø ¿Salimos victoriosos del enfrentamiento?
Ø ¿Qué herramientas usamos?
Crisis, transformación, evolución vs oportunidad, inmovilismo,
retroceso ¿Qué
elegimos?,
¿Por qué lo hacemos?, ¿Qué objetivo perseguimos?
Hacernos preguntas, dudar, ponernos a prueba, todo
entra dentro de la dinámica de transformación cuando entramos en crisis.
Para evolucionar y salir reforzados tenemos que tomar conciencia de
dónde estamos, hacía donde queremos ir “qué camino elegir”, trazar un plan de
acción y ejecutarlo.
Crisis, transformación, evolución es una obra escrita a 28 relatos escritos
de manera independiente, pero con un hilo conductor bien diseñado. Se pueden
leer, releer, consultar antes, durante y después de una crisis, en pleno
proceso de transformación o consolidando la evolución, lo importante es que
seamos capaces de capturar valor a través de esta obra y mejorar.
«La dificultad no es
superar la adversidad.
Sino encontrar el
valor para enfrentarla
y transformarla en
una oportunidad»[v]
La crisis como oportunidad
El seductor[vi]
Que difícil es separar lo
que ocurre en nuestro ser, y qué necesario es reconocer que somos mucho más que
nuestras circunstancias. Qué seductor es pasar el tiempo buscando las causas,
los culpables, mientras nuestras energía se va consumiendo en altibajos de
inseguridad y confusión.
(…) observar en el aquí y
ahora la crisis, a sustituir resistencia por fluidez, abrir el alma a la
institución. En cualquier situación, aun en aquellas que son irreversibles, el
ser humano puede decidir sua actitud, cómo enfrentarse a ellas.
De la crisis a la acción[vii]
(…) ¿Cómo podemos interiorizar
y reconocer la crisis como una palanca de cambio u oportunidad?
Las personas con una
mentalidad más flexible, abierta y con fuertes habilidades de afrontamiento
suelen reinterpretar los desafíos como oportunidades, mientras que aquellas con
mayor enfoque en la seguridad, el control o la evitación pueden percibirlos
como crisis o amenaza.
¿Crisis?... ¿Qué
crisis?[viii]
(…) todas estas crisis han
estado caracterizadas por una serie de rasgos comunes (…)
• No son espontáneas.
• Provocan mucho sufrimiento.
• Generan incertidumbre.
• Son un punto de inflexión.
La historia está jalonada de
momentos determinantes en los que la capacidad de las crisis como palanca de
transformación quedó sobradamente probada (…)
• La peste bubónica
• La Segunda Guerra Mundial
• La crisis de 2008
• El Covid-19
No todas las crisis tienen
un resultado positivo ni transformador. En muchas ocasiones, la crisis no deja
aprendizajes, o estos se olvidan tan pronto como comienza la recuperación. En
estos casos, el ser humano está condenado a repetir sus errores, a volver a
tropezar con la misma piedra.
Entre las condiciones que
deben darse para que una crisis sirva para mejorar y actúe como palanca
transformadora destacan:
• Reconocer la existencia de
la crisis
• Voluntad de cambio
• Reflexión y colaboración
• Creatividad y atrevimiento
(…) no podemos ni debemos
negar los efectos negativos de una crisis. Haríamos muy mal, de hecho, en jugar
al avestruz, mirar para otro lado como si no pasara nada (…) sí podemos, desde
la honestidad, el espíritu critico y la voluntad de crecimiento, tomar sus
enseñanzas para diseñar un futuro distinto y mejorado.
Una debilidad oportuna[ix]
(…) ¿Tenemos capacidad
en la organización para desarrollar un macroproyecto de estas
circunstancias?
La crisis como palanca de
transformación
Otorgar un sentido
deliberado al cambio[x]
Siempre he pensado que las
situaciones a las que denominamos “crisis” son grandes oportunidades para
elegir cómo queremos ser y estar en el mundo (…)
(…) diferenciar entre cambio
y transformación. El cambio sucede de forma involuntaria, pudiendo ser externo,
temporal o reversible, mientras que la transformación es el cambio con sentido,
deliberado, precedido por una intención, y generalmente implica un viaje sin
retorno ni vuelta atrás.
(…) en tiempos de crisis, los
líderes deben proporcionar una dirección clara, comunicar eficazmente y
demostrar empatía y resiliencia. En la tormenta de una crisis, los lideres
deben ser faros de esperanza y guiar a sus equipos a través de la
incertidumbre.
¿Podemos relacionar por
tanto la fortaleza del liderazgo y su influencia con al perdurabilidad y la
fortaleza de las organizaciones? (…)
(…) palancas de
transformación (…)
• Fomentar una mentalidad de
crecimiento
• Promover la innovación y
la creatividad
• Fortalecer la resiliencia
organizacional
• Comunicar con
transparencia y empatía
• Desarrollar un enfoque de
liderazgo colaborativo
Del caos a la claridad. Un
viaje psicológico hasta la transformación[xi]
El miedo es una emoción
natural que protege, pero también puede paralizar. En contextos de
transformación (…) emergen tres formas comunes de miedo (…)
• Miedo a la pérdida[xii]
• Miedo al proceso[xiii]
• Miedo al resultado[xiv]
Desde la psicología del
cambio, una persona resiliente cumple con tres principios fundamentales:
• Reinterpretación de la
adversidad como desafío y no como derrota.
• Búsqueda de apoyo social y
profesional.
• Focalización en aquello
que puede controlar, evitando quedar atrapada en lo que ya no se puede cambiar.
(…) las crisis no destruyen
lo que somos; solo nos ponen frente al espejo para que decidamos en quién
queremos convertirnos.
¿Peligro, oportunidad o transformación?[xv]
Ø ¿Cómo queremos ver la crisis?
o
¿Por
qué?
o
¿Cuál
es nuestro plan de acción?
De la fragilidad a la
fortaleza: el viaje que no planeé[xvi]
(…) no importa si estás en
un momento de crisis, cuentas con algo más de estrés de lo que es habitual e ti
o te encuentras perfectamente (…)
• Practica la autocompasión.
• Escucha a tu cuerpo.
• Encuentra una actividad
que te permita liberar el exceso de estrés.
• Establece el autocuidado
como una prioridad.
• Aprende a desconectar de
tus pensamientos.
Una brutal toma de tierra
fue la gran palanca de mi transformación evolutiva[xvii]
La vida es un proceso de
evolución constante. En cada etapa necesitamos actualizar nuestra identidad,
nuestros valores de aplicación, creencias, capacidades, habilidades y
conocimientos para adaptarnos a los cambios que nos rodean. Cuando no
realizamos estas actuaciones al ritmo evolutivo adecuado surgen las crisis de
crecimiento.
Si quieres suavizar la
crisis de rendimiento has de asumir a vida en evolución continua, que han
nacido con compromiso de expresar la luz que llevas dentro y que eso implica
aprender a sacar tu mejor versión como ser humano en cada una de las etapas de
la vida (…)
El mecanismo de evolución
Al principio fue el orden[xviii]
(…) contagiar a las personas
de la percepción de una necesidad urgente, despertar del sueño a los que están
sentados en el sillón de los hábitos y se aferran al equilibrio con la
esperanza de que nadie altere su estabilidad (…)
(…) ¿Significa que la
crisis son necesarias para el cambio? No forzosamente, aunque lo facilitan
enormemente (…)
Si analizamos las crisis
como puntos de paso en los que tenemos que tomar una decisión, nos enfrentamos
a ellas con mayor claridad y menos resistencia. En vez de restaurar el pasado,
nos centraremos en encontrar un punto favorable en la nueva estructura del
sistema.
Cambiar es adaptarse, transformarse
es evolucionar[xix]
Aunque no podemos controlar
los cambios, sí podemos elegir cómo respondemos a ellos. Podemos elegir
responder al cambio con resistencia o con apertura (…)
(…) todos los cambios que
estés viviendo hoy son los que van a transformarte en tu mejor versión mañana.
El conflicto es el origen
del cambio[xx]
(…) las crisis son señales
de alarma que nos alertan acerca de la necesidad de cambiar. Son despertadores
que avisan a nuestra conciencia de que algo anda mal en nuestra vida. La
cuestión es qué hacemos cuando nos hemos dado cuenta del conflicto en el que
estamos inmersos. Incluso aun siendo conscientes de la incomodidad que rodea
nuestra vida, cambiar se convierte en un dilema, porque nos coloca ante la incertidumbre,
y el mayor miedo es aquel que se desata ante lo desconocido (…)
Afrontar una crisis implica
hacer frente a esta cuestión: ¿Qué hacemos ahora, cuando somos
conscientes de nuestra realidad? (…)
(…) la crisis son una
oportunidad para esculpir quiénes queremos ser (…) debemos deshacernos de lo
sobrante, para encontrar lo que realmente somos, a través del cambio que nos
conduzca al crecimiento, y de este modo alcanzar una vida más plena y con más
sentido.
La vuelta a casa[xxi]
¿Y si viéramos cada crisis como una oportunidad de crecimiento y transformación?
Ø ¿Es posible?
o
¿Cómo
lo podemos hacer?
La crisis como desafío
Abrazar los desafíos[xxii]
La crisis (…) nos
proporcionan la oportunidad de aceptar el cambio exterior a través del cambio
propio; de tomar la senda de la transformación personal en lugar de permanecer
asidos a la pataleta resistiva. Un proceso que debe llevarnos a evaluar y
cuestionar el falso determinismo con que nuestras redes neuronales interpretan
y juzgan el mundo exterior, y que no son sino función directa de hábitos,
creencias y comportamientos protegidos por el esquema de premios y castigos con
que opera nuestro cerebro.
La crisis como umbral: una
mirada humanista para liderar la transformación[xxiii]
¿Y si la crisis no fuera el
final, sino el verdadero inicio? Vivimos tiempos en los
que la palabra “crisis” se repite como un mantra colectivo. Nos la sirven en
bandeja: crisis económica, social, climática, tecnológica… ¿Y si en vez de
tragarla sin digerir la masticamos con conciencia?
Toda gran crisis, por
destructiva que sea, contiene el potencial de ser la puerta de entrada a un
nuevo paradigma.
En plena crisis necesitamos
marcos que nos ayuden a pensar más allá del corto plazo. Y la filosofía,
aunque no de recetas, sí abre horizontes.
El miedo, para poder
transitarlo, necesita tener su sitio entre nosotros. Solo entonces podemos
darle la mano y avanzar juntos.
En cualquier crisis, ante la
necesidad de decidir, el miedo está presente:
miedo a los límites, a lo que vendrá después, a lo desconocido, a la
transición… Démosle su espacio, dialoguemos con él, escuchemos qué viene a decirnos.
Y desde ahí, tomándolo de la mano, con determinación y valentía, demos el paso.
Una crisis organizacional es
una señal, un aviso de que algo necesita ser observado, revisado, transformado.
Es una grieta por donde pueda entrar nueva luz.
¿Y si la crisis no fuera un
problema a resolver sino una puerta a cruzar?
La crisis no pide permiso, pero tú decides si te arrodillas ante ella o la conviertes en tu aliada más poderosa.
¿Estás listo para cruzar ese umbral?
Retar y cuestionar: el
equilibrio entre crecer y profundizar[xxiv]
Retar motiva a las personas a explorar nuevos caminos, mientras que cuestionar las invita a reflexionar y asegurarse de que están en el camino correcto (…)
¿Por qué es poderoso retar? (…)
¿Por qué es importante cuestionar? (…)
¿Cuándo retar? (…)
¿Cuándo cuestionar? (…)
Reto es impulso: mueve,
sacude, abre caminos. Cuestionar es profundidad: da fundamento, evita errores,
aporta rigor. Juntos permiten avanzar con confianza, sin perder el sentido. Un
liderazgo maduro sabe cuándo empujar y cuándo detenerse a pensar. Sabe crear
entornos donde se puede crecer sin temer equivocarse.
Preguntar bien es una forma
de liderazgo. Porque liderar no es tener todas las respuestas; es atreverse a
hacer las preguntas que otros prefieren evitar.
Crisis y sueño[xxv]
El miedo al fracaso y la
pérdida puede mantenernos atados a lo conocido (…)
Para transformar nuestra
crisis en una palanca de cambio nos hará falta:
• Reconocer la situación (…)
• Soñar con un futuro mejor
(…)
• Salir de la zona de
confort (…)
• Gestionar el miedo (…)
• Ser perseverantes (…)
Crisis y liderazgo
Crisis que transforman el
liderazgo e impulsan el bienestar organizacional[xxvi]
El momento es ahora. Solo
los líderes completos, que sepan cómo potenciar sus habilidades racionales y
emocionales, serán capaces de generar el bienestar necesario para lograr
equipos seguros y motivados e impactar positivamente en la creación de culturas
organizacionales exitosas, sostenibles, productivas y felices.
La crisis, ¿transforma o deforma?[xxvii]
Ø ¿Qué transforma?
Ø ¿Qué deforma?
Cuál será el destino de una
empresa al navegar una crisis estará condicionando en gran medida por su
cultura y liderazgo. La dirección que consiga tomar la empresa, la conducción
del proceso y su ejecución dependerán de las personas implicadas. La entrega,
el esfuerzo y el compromiso serán primordiales.
Una crisis, como todo
cambio, se lleva realidades y trae oportunidades (…)
¿Cómo se lidera una crisis? El
mejor liderazgo en una situación de crisis (…) será aquel que consiga los
mejores resultados posibles, mitigando las consecuencias negativas y
aprovechando las oportunidades en el corto, medio y largo plazo. Que la
organización salga transformada y no sea deformada (…)
Liderar crisis implica generar
confianza. El gobierno de las propias emociones será determinante en quien
procura generar ánimo a los demás.
La acción del liderazgo[xxviii]
Las crisis ponen a prueba todo:
los valores, la coherencia, la capacidad de soportar el dolor sin rendirse y la
fuerza para generar confianza en medio de la incertidumbre. También revelan una
de las cualidades más importantes del liderazgo: la de convocar lo mejor del
otro, incluso cuando ha dejado de verlo en sí mismo.
(…) responder a algunos
interrogantes clave que nos convocan en la coyuntura actual:
• ¿Qué nos orienta y
sirve de para no perder el rumbo en medio del caos?
• ¿Qué marca la
diferencia entre líderes que se estancan y los que trascienden?
• ¿Qué hay que tener en
cuenta para tomar decisiones correctas?
• ¿Qué enfoque debe tener
hoy la discusión estratégica?
• ¿Qué nuevos roles están
llamados a asumir los equipos de liderazgo?
• ¿Por qué es importante
preservar la salud emocional y relacional en medio de la presión?
(…) la acción del liderazgo
ético y consciente puede transformar la adversidad en
oportunidad y convertirse en el principio de un futuro más humano, justo y
esperanzador.
Una llamada de atención
Crisis, cambio
y liderazgo[xxix]
El mantra de que “a la gente
no le gusta el cambo” se erige como un muro psicológico, una profecía
autocumplida que a menudo paraliza incluso los intentos más necesitados de
evolución.
Este liderazgo humanista se
nutre de valores como la autenticidad, la transparencia y la colaboración. Es
un liderazgo que no teme mostrar su vulnerabilidad, que reconoce que el error
es parte del aprendizaje y que la diversidad de
perspectivas es una fuente de riqueza.
Cuatro movimientos para
crecer en una crisis[xxx]
¿Qué se aprende en la
crisis? ¿Qué se crece? (…)
Comprender la vida y a
nosotros mismos[xxxi]
• Revisar y entender,
echando la vista atrás, cuáles han sido esas “crisis” que hemos experimentado,
esos puntos de inflexión críticos que han marcado distintas etapas de nuestra
vida. Identificarlas, tratar de buscar su significado y qué supusieron en
nuestra vida y, sobre todo, en nosotros mismos.
• Controlar nuestro
pensamiento para evitar caer en escenarios catastrofistas (…)
• Empoderarnos,
reprogramarnos (…)
• Ampliar nuestra mirada de
la vida, del mundo (…)
• Sentirnos privilegiados, apreciar
lo que tenemos y ser agradecidos por los recursos y dones que nos han dado para
superar las dificultades diarias (…)
• Ir paso a paso, solucionar
lo que está en nuestra mano (…)
• Rendirse a lo inevitable
(…)
• Evitar los términos
negativos (…)
• Cultivar una mejor versión
de nosotros mismos y ser observadores de quiénes estamos siendo (…)
• Cultivar en tiempos de
calma la templanza (…)
• Asumir la responsabilidad
de tener que actuar adecuadamente a cada momento al ser
ejemplo de otros, personas de influencia, referentes, protagonistas (…)
«Los hombres quieren
volar,
pero temen el vacío;
no saben vivir sin certezas.
Por eso cambian el vuelo por las jaulas.
Las jaulas son el
lugar donde viven las certezas»[xxxii]
Epílogo[xxxiii]
Estamos al inicio de una
nueva era que está reescribiendo las reglas de nuestro tiempo. La inteligencia
artificial, la automatización, y la digitalización están remodelando no solo el
tejido empresarial, sino la forma en que vivimos, trabajamos, nos relacionamos
y lideramos (…)
(…) no solo están cambiando
las tecnologías: están cambiando las personas.
«Lo importante no es
lo que pasa,
sino lo que hacemos
con lo que pasa»[xxxiv]
Crisis, transformación, evolución
Link de interés
• Filosofía
para directivos: Filosofía para mejorar el liderazgo y la gestión empresarial
• Entrevista
a Aristóteles: Filosofía para líderes y emprendedores
• Liderazgo
ético: La sabiduría de decidir bien
• El
poder de la diferencia: La diversidad como valor estratégico de la empresa
«El mayor peligro en tiempos de turbulencia
no es la turbulencia
en sí misma;
es actuar con la lógica de ayer»[xxxv]
ABRAZOTES
[i] Dostoievski
[ii] Javier Fernández Aguado
[iii] Victor Hugo
[iv] Antoine de Saint-Exupéry
[v]
[vi] Lourdes Pérez-Sierra
[vii] Alberto Garzón García
[viii] Fernando
Botella
[ix] Pasqual Prous
[x] Raquel
Davó
[xi] Javier
Luxor
[xii] De lo conocido a lo seguro
[xiii] A las dificultades del camino
[xiv] A que el esfuerzo no merezca la pena
[xvi] Arantxa Lozano
[xvii] Fernando Sampedro
[xviii] Tomas Otero
[xix] Noelia
Sierra
[xx] Jose Javier Torre
[xxiii] Clara
Auffray
[xxiv] Álvaro Merino
[xxv] Cristian Viladoms
[xxvi] María López-Herranz
[xxvii] Lourdes Cascón Ansotegui
[xxviii] Luis Pulgar Finol
[xxix] Rafael Lucero
[xxx] María José Sánchez Yago
[xxxi] Marta Prieto Asirón
[xxxii] Dostoievski
[xxxiii] Manuel
Monterrubio
[xxxiv] Epicteto
[xxxv] Peter F. Drucker
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