viernes, 19 de septiembre de 2025

Liderazgo ético: Cómo influir con el ejemplo

Estimad@s amig@s

Sinopsis

El líder es quien conduce a los demás hacia una vida plena.

El mundo actual necesita de personas inconformistas, provocadoras, que demuestren su valía enfrentándose a los problemas y poniéndose a la cabeza de la sociedad. Necesita de líderes.

En este libro el lector descubrirá quién es un líder, cómo puede formarse, cuáles deben ser sus características personales y sus prioridades. Para ello, el autor ha recurrido a las aportaciones de la filosofía clásica griega y de los nuevos conocimientos científicos, sobre todo los de la neurobiología.

A lo largo de sus páginas se mostrará cómo se va forjando el perfil del líder: hombres y mujeres generosos, nobles y esperanzados, capaces de esquivar cualquier tipo de corrupción y de adulación, dispuestos a actuar con prudencia, adquiriendo las mejores competencias técnicas para ponerlas al servicio de los demás.

Líderes serenos ante la adversidad y capaces de hacernos reflexionar sobre los fundamentos de la grandeza humana, esa que no se basa solo en nuestros logros materiales, sino, sobre todo, en la bondad. El líder es, en definitiva, quien conduce a los demás hacia una vida plena, aquella en la que podremos ser felices.

 

«La persona es buena

cuando su voluntad es buena»[i]

 

Nota

Al hablar de liderazgo hemos de precisar, en primer lugar, qué entendemos por líder (…) un líder es una persona que nos hace reflexionar sobre los fundamentos de la grandeza humana (…) Sócrates (…) nos enseñó (…) la sola legislación no es suficiente si el espíritu del ethos del líder no es bueno de por sí, pues es el ethos individual el que verdaderamente forja el carácter de un ciudadano.

(…) necesitamos figuras que actúen como Sócrates, quien en las decisiones clave, aquellas en las que se pone a prueba de forma radical el valor de un líder, plantea una disyuntiva entre el ser y el actuar (…) obra con coherencia y alcanza así la grandeza de ánimo que se alza por encima de cualquier género de claudicación, esa cualidad que Aristóteles llamo magnanimidad.

(…) el buen líder, el líder con excelencia, toma decisiones en función no solo del valor económico sino (…) del valor psicológico y ético de los actos humanos (…)

(…) sabe que en el actuar humano no se trata sencillamente de hacer “buenas obras”, sino de ser bueno uno mismo. Nos hacemos “buenos” o “malos” a través de nuestros actos de voluntad, y esto quiere decir que, al actuar, somos responsables de nuestras acciones a través de lo que elegimos y hacemos voluntariamente (…)

(…) a través de las acciones intencionales el ser humano se puede ir perfeccionando (…)

(…) ¿Qué tipo de persona soy o en quién me convierto cuando hago esto o aquello (…) cuando elijo voluntariamente esta o aquella acción? ¿Qué me mueve a hacer una cosa y no la otra? ¿A qué apunta mi vida como un todo cuando hago u omito esta o aquella acción?

 

«El alma noble cuenta con lo que “es”

y no con lo que “hace”»[ii]

 

Introducción

(…) para Sócrates, el primer problema de quien ha de tomar un decisión no debe ser prever o calibrar sus consecuencias, ciertas o probables, sino, ante todo, saber si aquello que decide es justo o injusto.

 

(…) ¿Qué tiene que ver la actuación de Sócrates con el liderazgo ético? (…) un aspecto crucial del liderazgo consiste en tomar decisiones (…) las decisiones clave (…) se pone a prueba de forma radical el valor de un líder, son las que plantean una disyuntiva entre el ser y el actuar. ¿Y qué distingue el alma noble del alma vulgar? (…)

 

(…) liderar supone, en primer lugar, invitar, animar, inspirar, entusiasmar y educar (…) el buen líder ve, descubre, sabe cómo “hacer salir” para que no permanezcan ocultas las mejores cualidades de las personas que trabajan con él: sabe detectar las riquezas escondidas, las cualidades, como diamantes en bruto que hay que pulir.

(…) la virtud ética procede de la costumbre, es un hábito que se adquiere mediante un entrenamiento práctico (…) ¿En qué consiste la envergadura de este héroe? ¿Qué es lo que le hace excelente? La coherencia entre su vida y su modo de actuar (…)

 

Constituirse en líder de una empresa no convierte al directivo en una suerte de superhombre (…)

(…) hacen falta (…) líderes con generosidad y nobleza de espíritu que huyan de toda adulación y de posturas retorcidas. Lideres con una fuerte e inquebrantable esperanza, una confianza[iii] casí provocativa y la serenidad de un corazón palpitante. Lideres que no se dejan arrastrar por la confusión generalizada y, sobre todo, que no se doblegan ante las tentaciones de tener cada día más.

 

«Los únicos que serán realmente felices

son aquellos que hayan buscado y descubierto cómo servir»[iv]

 

Reflexionar sobre liderazgo es un ejercicio que necesita tiempo, motivación, tener claro los “para qué” que irán surgiendo a lo largo de la travesía. Además de lo anterior el padre Alfred Sonnenfeld nos invita a ponerle apellido a nuestra reflexión “ética” esto puede ser una palanca o un freno, depende como queramos abordar ese liderazgo ético basado en la influencia del ejemplo.

Ø  ¿Podemos liderar sin ser ejemplares?

o   ¿A quién inspiráremos?

o   ¿Qué legado dejaremos?


Sonnenfeld nos propone o así lo he querido entender yo a lo largo de la lectura de Liderazgo ético un examen a nuestra conciencia a través de preguntas y reflexiones., pero con atributos claros de espíritu de servicio y ejemplaridad.

 

Nos invita a quitarnos la careta, si quieres servir ―sirve―, pero que salga del corazón, no desde la galería “lo hago para que me vean”, eso no sirve, es una cosa impostada, falsa, vacía…

 

¡Ser ejemplo!, es dar ejemplo. Un líder no solo inspira, enseña, hace hacer, el es el primero que va por delante, enseña, ayuda conoce, conversa, impulsa a las personas y no busca la recompensa o los premios fáciles. Quiere ser los hombros a los que todos quieren subirse.

 

No dejes para mañana lo que puedas descubrir hoy ¿Cómo puedo influir de manera ética en las personas? ¿Cómo puedo a través del servicio serles de ayuda?

 

«Lo que has de saber para liderar

 es saber dónde estás

y a dónde vas»[v]

 

Reflexión ética sobre el liderazgo

Queremos reflexionar de modo especial sobre dos palabras: liderazgo y ética. Una perspectiva específica de la ética es el liderazgo, que podríamos definir como aprender a vivir de modo que mi existencia alcance la plenitud a la que está destinada en su totalidad. Esto es algo que no depende de circunstancias cambiantes ni de quién ostente el poder. Depende de mí (…)

La experiencia nos dice que un empresario puede dedicar muchas energías a algo tan esencial como es su trabajo, pero al mismo tiempo puede descuidar su familia, su salud, su formación cultural. Esta falta de visión global se caracteriza por un enfoque parcial, quizás colmado de éxitos profesionales, pero que acaba conduciendo a una frustración existencial, a una falta de sentido profundo en el quehacer cotidiano. La consecuencia es una persona insatisfecha por haber equivocado su camino.

Ø  ¿Cómo llenamos la falta de visión global?

Ø  ¿Dónde buscar el sentido perdido?

o   ¿Cuál es el sentido de su vida?

§  ¿Cómo darle respuesta?

§  ¿Tenemos que dar /ayudar a encontrar la respuesta a los demás?[vi]

§  ¿La respuesta está en el camino?

·       ¿Es el camino la respuesta?

 

La misión del liderazgo y de la ética no es resolver acertijos o adivinanzas acerca de si algo se debe o no se debe hacer en estas o aquellas circunstancias (…) no pretende decir todo lo que cada uno debería hacer (…)

 

(…) reflexionar en nuestro interior, confrontarnos con las situaciones de nuestro entorno, examinar qué es lo que nos hace crecer como personas o qué es aquello con lo que nosotros mismos podemos dañar y malograr nuestra vida (…)

Ø  ¿Qué nos hace crecer?

Ø  ¿Cómo ayudamos al prójimo a crecer?

Ø  ¿Para qué crecer haciendo crecer?

 

El buen líder sabe captar las necesidades reales de las personas (…)

Ø  ¿Dedicamos tiempo a conocer a las personas que están en nuestro equipo?

o   ¿Escuchamos sus necesidades?

o   ¿Se sienten escuchados?

 

• El primer requisito del liderazgo: conduce a sí mismo

 

¿Cómo poder despertar en los demás la responsabilidad de vivir, por muy adversas que se presenten las circunstancias? (…) “Quién tiene un porqué para vivir, podrá soportar casi siempre el cómo[vii] (…)

(…) Conocer el “porqué” de tu existencia te ayudará a soportar casi cualquier “cómo”[viii].

 

Un buen líder ha de ser capaz de familiarizarse con los valores que son importantes para él; pero también tiene que saber descubrir valores sin dejarse cegar por apariencias superficiales (…)

 

«El ser humano es por naturaleza relacional.

Los conocimientos neurobiológicos

nos dicen que estamos hechos

para vivir en un ambiente de resonancia social

 y de cooperación»[ix]

 

Primer descubrimiento

El ser humano es, por naturaleza, relacional

El líder con excelencia ha de saber relacionarse con todos

El buen líder es alguien que sabe servir a la gente y resolver problemas. Destaca por sus habilidades para relacionarse con la gente y liderar equipos, comunicarse bien, transmitir una visión sabiendo contagiar su entusiasmo, esfuerzo y dedicación (…) no nace como tal, sino que se va formando, sabiendo gestionar, para ello, sus imperfecciones y las de los demás.

 

(…) un buen líder sabe dominar con señorío sus propios conflictos, su disarmonía momentánea, para no dejar que su mal momento personal influya en un trato hacia los demás.

 

Ser líder significa tener influencia sobre otras personas (…) el líder que sabe ejercer autoridad tendrá más influencia (…)

 

(…) el buen líder no nace como tal: llega a serlo a través del esfuerzo de sacrificar su egoísmo precisamente cuando nadie le puede obligar a ello.

 

«Esto de hecho, dice mi memoria.

 Esto no puedo haberlo hecho, dice mi orgullo,

y permanece inconmovible.

Finalmente, es la memoria la que cede»[x]

 

Segundo descubrimiento

Conócete a ti mismo

“Conócete a ti mismo”[xi] (…)

 

El sabio (…) debe preguntarse: ¿Quién soy yo? ¿Qué es lo que me mueve a actuar de esta y no de otra forma? ¿En qué cosas me vuelco realmente, cuáles me hacen vibrar? ¿Qué me pone triste? ¿Dónde pongo mi corazón? ¿Cuáles son mis motivaciones reales al tomar decisiones? ¿Me dejo perturbar fácilmente por emociones pasajeras y superficiales?

 

La sabiduría del “conócete a ti mismo” requiere capacidad de crítica hacia nosotros mismos, exigirnos para poder vernos tal como somos, sin doblez ni engaño (…)

 

Saber quién soy: reconocerme, tratarme y aceptarme. Solo así podré ser protagonista de mi vida (…)

 

(…) una persona que no reflexiona es incapaz de ser artífice de su vida. El buen líder, al encontrarse con alguien, sabe preguntarse cuál es el diamante que se halla oculto en él (…)

 

«El mayor obstáculo,

 cuando se trata de juzgar objetivamente lo que tenemos que hacer,

 reside en la falta de disposición para poner entre paréntesis

nuestros propios intereses»

 

Tercer descubrimiento

Lo que importa para llevar una vida lograda

(…) ¿Qué debo hacer? ¿Qué modo de actuar es aquí y ahora es correcto? (…) ¿Qué es el bien? (…)

 

No hay autoridad si existe hipocresía. Y la hipocresía implica renunciar a vivir en primera persona la aventura moral (…)

 

La hipocresía surge cuando con los labios se afirma algo que las obras niegan. Una persona hipócrita nunca será líder, aunque si pueda ser una persona con poder.

 

«Usted no puede esperar construir un mundo mejor

sin mejorar a las personas.

 Cada uno de nosotros debe trabajar

para su propia mejora»[xii]

 

Cuarto descubrimiento

Gestionar nuestras imperfecciones

Adquirir virtudes o hábitos buenos

¿Cómo puedo llegar a ser un buen líder? ¿Cómo puedo llegar a influir sobre las personas en pos del bien común?

 

(…) el líder ha de saber ayudar a comprender que no es lo mismo ser valioso que ser útil, que no es lo mismo el bien honesto y el bien útil (…)

 

Sin comportamiento ético personal no hay liderazgo ético


Un comportamiento ético, al estar apoyado en hábitos, implica que la ética personal y la profesional son inseparables: nacen del corazón y de la inteligencia de la persona que busca la verdad. Y esa coherencia nos hace lideres (…) en un buen líder sus buenas obras son consecuencia de que él mismo es una persona buena.

 

«Plantar un jardín

 es crecer en el mañana»[xiii]

 

Quinto descubrimiento

¡Puedes cambiar, no estamos predeterminados!

¿Homo cerebralis?

 

(…) “El carácter es la energía sorda y constante de la voluntad”[xiv] (…)

Ø  ¿Cómo modulamos el carácter para que sume voluntad?

(…) “El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad”[xv] (…)

Ø  ¿Cómo alinear talento y carácter para servir mejor a las personas?

 

¿Cómo puedo llegar a ser prudente? ¿Cómo puedo llegar a ser justo? ¿Cómo puedo llegar a ser paciente? ¿Cómo puedo llegar a ser decente y equilibrado? La contestación viene dada por las elecciones que hace nuestro yo (…) el querer no puede ser un “quisiera querer” (…) un querer decidido, que surge de lo más profundo[xvi] del propio ser (…)

 

Las costumbres hacen o deshacen a un ser humano. Refuerzan la libertad o la reducen

Ø  ¿Qué hacen tus costumbres por ti?

Ø  ¿Qué deberían hacer?

 

(…) el ser humano alberga un gran potencial de mejora si dispone de la motivación suficiente y lo desea de verdad.

Ø  Buscando en lo más profundo de nuestro ser ¿Qué nos motiva?

 

«Haciendo el bien nutrimos la planta divina de la humanidad;

formando la belleza,

 esparcimos las semillas de los divino»[xvii]

 

Sexto descubrimiento

Entender el “para qué” de mis actuaciones

La formación del sentido de los valores, del sentido de su jerarquía, de la capacidad de distinguir lo más importante de los menos importante, de una condición para el éxito de la vida individual vista en su totalidad y para la comunicación con los demás.

 

El líder con excelencia ha de saber invitar, animar, inspirar y entusiasmar a los demás para que encuentren tipos de motivación a más alto nivel (…) “(…) evoca primero en los hombres y mujeres anhelo del mar libre e infinito”[xviii]

Ø  ¿Qué evocamos en nuestro equipo humano?

o   ¿Cómo lo hacemos?

§  ¿Identificamos puntos de mejora?

 

(…) ¿Qué impulsa a un directivo a esforzarse por ser un buen profesional? (…)

 

«El que es prudente es moderado;

 el que es moderado es constante;

el que es constante es imperturbable;

 el que es imperturbable vive sin tristeza;

 el que vive sin tristeza es feliz;

 luego el prudente es feliz»[xix]

 

Séptimo descubrimiento

La prudencia perfecciona la capacidad ejecutiva del ser humano

¿Qué es la prudencia?

El prudente es competente porque se esfuerza por adquirir la mayor competencia posible y, al mismo tiempo, sabe poner esa competencia al servicio de lo bueno para el ser humano (…)

 

En el prudente siempre es correcto también el para qué. El prudente es la buena persona por excelencia, es el virtuoso (…) tiene el arte de saber discernir, aunque algunas veces acierte y otras se equivoque se da cuenta de cuándo lo hace. Al saber que se equivoca, vive en la verdad (…)

 

(…) la solertia es una facultad perfectiva, por la que el hombre, ante una situación difícil e inminente, vence toda tentación de autojustificación, cobardía o intemperancia (…)

 

El prudente es la persona buena por excelencia, el virtuoso. Aquel que tiene el arte de saber discernir. Sabe detectar que se ha equivocado para rectificar y emprender de nuevo el camino. La virtud de la prudencia tiende a aquellos objetivos que poseen relevancia para la vida como un todo, como vida humana (…) para llevar una vida lograda. La prudencia es la sabiduría en las cosas humanas. En el prudente siempre es correcto también el para qué.

 

«El amor no puede permanecer en sí mismo.

 No tiene sentido.

 El amor tiene que ponerse en acción.

 Esa actividad nos llevará al servicio»[xx]

 

Octavo descubrimiento

El líder tiene espíritu de servicio y, por eso, sabe servir

Ø  ¿Sabemos servir?

Ø  ¿Queremos servir?

Ø  ¿Para qué servir?

 

Hacia un liderazgo de servicio

(…) el liderazgo es el arte de influir sobre las personas para que trabajen con ilusión en la consecución de fines que merezcan la pena

 

¿Cuántas veces (…) las personas eluden esta actitud de servicio bien porque temen rebajarse, bien porque confunden servicio con esclavitud o ya sea por la divinización de una concepción equivocada de la libertad?

Ø  ¿Entendemos el valor de servir?

 

“Servir” puede definirse como ‘estar al servicio de otro’[xxi], ‘estar empleado en la ejecución de una cosa por mandato de otro’, o bien como ‘estar sujeto a otro por cualquier motivo, aunque sea voluntariamente, haciendo lo que él quiere o dispone’ (…)

 

(…) la importancia que tiene el esfuerzo por examinarse a uno mismo. La labor de examen nos ayuda a desenmascarar las múltiples desfiguraciones del amor desordenado hacia nosotros mismos y a derribar los montajes que hayamos podido forjar en torno a nuestro propio yo.

La inclinación al examen personal y el hecho a dejarse asesorar por una persona equilibrada a la que se está dispuesta a escuchar, aunque pueda doler o molestar lo que nos dice, son requisitos importantes para mantener la elasticidad y la libertad interiores (…)

Ø  ¿Qué nos aporta el examen interior?

Ø  ¿Con qué frecuencia lo hacemos?

Ø  ¿Tomamos notas?

o   ¿Las compartimos con un mentor /coach que nos ayude a mejorar nuestra manera de servir?

 

Cuando servimos a otros sabremos perdonar y reconocer su mérito. Cuando nos esforzamos en beneficio de los demás asumimos el riesgo de hacernos vulnerables y resultar rechazados, de ser menospreciados e, incluso, de sentirnos defraudados.

Ø  ¿Valoramos el retorno vía humildad[xxii] que recibimos sirviendo a los demás?

 

(…) la autoridad siempre se funda en el servicio y en el sacrificio por aquellos que dirigimos (…)

 

La maduración de la persona va ligada a la entrega, al don de sí mismo, a ese modo audaz de estar en el mundo.

 

«¿Qué son todas las acciones y los pensamientos

 de los hombres a lo largo de los siglos

frente a un solo instante de amor?»[xxiii]

 

Noveno descubrimiento

El liderazgo requiere aprender a amar

(…) cuanto más amor ponemos en nuestras acciones, mayor bien hacemos a los demás (…) mejores personas nos vamos haciendo (…)

(…) el buen líder no solamente sabe oír y percatarse de las dimensiones externas de las situaciones, no solamente sabe percibir y transmitir instrucciones más o menos despersonalizadas. Como quiere lo mejor para aquellos a quienes tiene a su cargo (…) es capaz de ponerse en la piel del otro (…) hace posible que brote la empatía (…)

Ø  ¿Qué habilidades nos definen como líder?

 

(…) Shackleton, sabiendo prescindir de aquello que no le era necesario, logró salvar a todos sus hombres (…) la austeridad no tiene por que estar reñida con la inteligencia (…)

Ø  ¿A qué estamos dispuestos a renunciar por ayudar a nuestro equipo?

 

Las palabras no pueden hacer justicia al coraje y alegría de mis hombres. Ser bravo, paciente y amable de corazón, soportar la agonía de la sed con risas y canticos, caminar al lado de la muerte durante meses y no estar triste, ese es el espíritu de mis hombres. Los admiro y respeto profundamente.

 

Ejercer con habilidad el liderazgo es una tarea difícil y tiene un coste. Convertirse en un líder con espíritu de servicio requiere una gran capacidad de motivación, información y praxis, como cualquier otra disciplina (…) no es algo que simplemente pueda aprenderse (…)

Ø  ¿Tenemos las alforjas llenas de motivación, información y praxis necesarias para ser consolidar nuestro liderazgo?

 

(…) para Aristóteles, un directivo “no ético” es una pobre persona que está usando sus talentos para autodestruirse (…)

Ø  ¿Para qué estamos usando nuestras habilidades?

 

(…) el buen líder sabe discernir cuál es el momento apropiado y el modo oportuno en que alguien puede afrontar una determinada tarea y sabe colocar a cada persona exactamente en el sitio donde mejor desarrollará sus facultades [xxiv](…)

 

«El buen educador,

 cuya magnanimidad es desinteresada,

consigue orientar los anhelos de los jóvenes hacia los ideales.

Es feliz viendo sus grandes metas y su ilusión por alcanzarlas,

 sin dejar de ser conscientes de que son los jóvenes mismos

los auténticos protagonistas de sus vidas»[xxv]

 

Decimo descubrimiento

La felicidad nace de una ilusión vital

(…) la libertad del bien líder es una libertad para la verdad (…)

 

En este libro se evocan algunos valores der ser humano: bondad, amistad, solidaridad, autenticidad, sencillez, inocencia, paciencia, fe, ilusión, tenacidad, compañerismo y entusiasmo por aprender. El libro es un símbolo de la búsqueda permanente del hombre de aquellos principios que enriquecen el espíritu y embargan el alma de una paz inefable.

Ø  Escarba, busca en tu interior, deja que afloren, pon a trabajar aquellos valores que te definen como un líder ético, comprometido con servir a los demás ―no tengas miedo a mostrarte― como una persona comprometida con el espíritu de servicio.

 

«No pretendas apagar con fuego un incendio,

ni remediar con agua una inundación»[xxvi]

 

(…) vale la pena vivir con coherencia ética, pues solo así seremos felices y contribuiremos a que quienes nos rodean anden también por caminos de plenitud.

Ø  ¿Cómo podemos trabajar, entrenar la coherencia para que se convierta en una fortaleza de nuestro liderazgo?

 

«No importa lo grande que se sea,

lo que falla en este caso es el saber cómo aplicarlo

 para conseguir lo que se quiere»[xxvii]

 

Liderazgo ético

Cómo influir con el ejemplo

Alfred Sonnenfeld

ESPASA

 

Link de interés

Liderazgo ético: La sabiduría de decidir bien

Ética a Nicómaco

El hombre en busca de sentido

Ser ejemplo: Pequeños grandes líderes

Entrevista a Aristóteles: Filosofía para líderes y emprendedores

Toma de decisiones y gobierno de organizaciones

Crecer haciendo crecer

Liderazgo y ética en la dirección de empresas: La nueva empresa del siglo XXI

Las 50 leyes del poder en El Padrino

• El poder en la empresa

El arte de la prudencia

El valor de la prudencia

• El mentor: Guía de mentoring para la gestión y el liderazgo empresarial

Mentoring: Técnicas para motivar, desarrollar las relaciones, potenciar el talento y mejorar la productividad

• El coach de Silicon Valley: Lecciones de liderazgo del legendario coach de negocios

Inteligencia emocional

Atrapados en el hielo: La legendaria expedición a la Antártida de Shackleton

Lecciones de liderazgo: Las 10 estrategias de Shackleton en su gran expedición antártica

Desde a adversidad: Liderazgo, cuestión de carácter

El principito

Las siete carpetas de Angelique: Un relato sobre la ética en la empresa

 

«Ningún líder de gran mérito

se dejara llevar en andas»[xxviii]

 

ABRAZOTES


[i] Alfred Sonnenfeld

[ii] Schiller

[iii] “La confianza es buena, el control es mejor”, Lenin

[v] Peter Drucker

[vi] El espíritu de servicio del líder

[vii] Friedrich Nietzsche

[ix] Joachim Bauer

[x] Friedrich Nietzsche

[xi] Templo de Apolo en Delfos

Ø  “Qué cada uno examine su propia conducta, y entonces podrá gloriarse solamente en sí mismo y no de otro”, San Pablo a los gálatas 6,4

[xii] Marie Curie

[xiii] Audrey Hepburn

[xiv] Henri Lacordaire

[xv] Johann Wolfgang Goethe

Ø  “El talento se forma en la quietud, el carácter en el torrente del mundo”

[xvi] Pp., 131 (…) lo abstracto no mueve.

[xvii] Johann Christoph Friedrich

[xviii] Antoine de Saint-Exepéry

[xix] Séneca

[xx] Madre Teresa

[xxi] “No vine a ser servido, vine a servir”

Pp., 166 Es precisamente en el servir donde se revela el señorío de una persona. La palabra ministro significa “servidor” (...)

[xxii] Pp., 177 el servicio engrandece al hombre (…)

[xxiii] Friedrich Hölderlin

[xxiv] Pp., 190 “El corazón del sabio sabe el tiempo y el modo, ya que casa cosa tiene su tiempo y su modo” [Eccl. 8, 5-6]

[xxv] Jutta Burggraf

[xxvi] Confucio

[xxvii] Juan Antonio Pérez López

[xxviii] Peter Drucker

No hay comentarios: