lunes, 4 de agosto de 2025

La mediación en la Empresa Familiar: Reflexiones de un mediador

Estimad@s amig@s

Prólogo[i]

Las empresas familiares constituyen 89 % de las empresas españolas, crean el 67 % del empleo y representa el 57 % del PIB del sector privado. En todas las familias y empresas hay conflictos. En este tipo de organizaciones, por lo tanto, existe una doble complejidad. La tipología de sus conflictos es inabarcable: conflictos intergeneracionales, disputas personales y antiguas entre hermanos, trasfondos puramente empresariales, problemas derivados de la gestión financiera, incidencia de crisis matrimoniales en la gestión de los negocios, y así un largo etcétera.

¿Se puede llegar a resolver un conflicto de este tipo, en continua escalada, sin la ayuda de un tercero? No siempre. En estos casos, es necesaria la figura de la persona mediadora. Este libro da claves sobre cómo abordar estas situaciones, con un enfoque práctico a partir de la experiencia personal de un mediador.

Existen múltiples publicaciones de análisis de conflictos de la empresa familiar y también sobre la metodología de la mediación. Este libro enlaza los dos campos y además se sustenta sobre la experiencia práctica. Ahí radica la singularidad de esta obra.

“Es una obra imprescindible para aprender a analizar los conflictos, para mediar, para pensar las estrategias adecuadas, para extraer “apuntes”, para adquirir competencias profesionales y, en definitiva, para asumir con seguridad y sentido de la responsabilidad el encargo de mediar en un conflicto en este ámbito. Cada página es un regalo para quienes opten por especializarse en la mediación empresarial y, específicamente, en el contexto de las sucesiones de liderazgo en la pequeña y mediana empresa.”

(…) no basta con la voluntad y el buen talante, ni tampoco con la formación teórica. La actividad de mediar es sumamente difícil y compleja, por lo que es preferible que la introducción de esta metodología sea lenta (…) que se consolide en base al prestigio de los buenos mediadores y de los resultados prácticos que pongan de manifiesto su potencialidad y utilidad (…)

(…) existe una enorme dificultad para el aprendizaje y la adquisición de las habilidades y competencias esencia les para intervenir en mediaciones complejas (…)

(…) [nunca hay dos casos iguales].

La tipología es inabarcable: conflictos intergeneracionales, disputas personales y antiguas entre hermanos, trasfondos puramente empresariales, problemas deriva dos de la gestión financiera, incidencia de crisis matrimoniales en la gestión de los negocios (…) son muchas las cosas que hay que tener en cuenta: desde la necesidad de controlar los espacios visuales, el orden de intervenciones, el abordaje de las narrativas, la elección del método más apropiado (…) Todo ello sin menospreciar la necesidad de dominar el lenguaje propio del conflicto empresarial.

 

«El único conocimiento verdadero

es saber que no sabes nada»[ii]

 

La mediación en la Empresa Familiar de Manel Canyameres es el libro que nos ocupa hoy, nos introduce a través de reflexiones basadas en su experiencia como mediador en este oficio desconocido para algunos, obviado por otros, y como no con intrusos que dicen tener el expertís necesario para abordar el proceso.  

Ø  ¿Cuánto conocemos de la figura del mediador?

Ø  ¿Lo llamaríamos si tuviésemos un conflicto en nuestra Empresa Familiar?

o   ¿Conseguiríamos en consenso de las partes para tener una primera entrevista contratar al profesional?

 

«La autoridad moral se conquista

 por la coherencia entre el hacer y el ser»[iii]

 

(…) protocolos donde se redunda en la creación de órganos que no solo son duplicidades, sino que se confunden con los órganos de la propiedad de la empresa (…) lo importante es que exista un espacio de diálogo como socios y como hermanos.

(…) es importante insistir en que el protocolo debe ser elaborado con la participación activa y el consenso de todos, no por mayorías frente a minorías (…)

 

Tipologías de los conflictos en la Empresa Familiar

            A)  De origen familiar[iv]

   Herencias

   Divorcios

   Otros familiares sobrevenidos

   Divergencias familiares históricas

   Cultura, religión, política…

B)  De origen empresarial[v]

C)  De origen mixto familiar-empresarial

   La sucesión

   Salida de la empresa[vi]

   Conflicto de rol

   Comunicación familia-empresa

 

Fases del conflicto

(…) la escalada del conflicto se va retroalimentado de modo que (…) aparece un bucle de retroalimentación en el que a medida que aumenta la hostilidad de una de las partes, se va desestabilizando la otra parte (…)

(…) el silencio[vii], es muy habitual dentro de la Empresa Familiar, puede adoptar diferentes formas y producir variados efectos.

A)  La fase latente[viii]

B)   Fase de reconocimiento[ix]

C)  Fase de escalada

D)  Fase de cronificación

 

El abanico de situaciones y conflictos que surgen en la Empresa Familiar ofrece una gran variedad de formas de intervención para su resolución, ya sea directamente por sus propios miembros a través del diálogo y la negociación, o bien con el apoyo de terceros: asesores, consultores, abogados (…)

(…) la intervención de un mediador permite facilitar la comunicación y el dialogo, sin que los miembros de la Empresa Familiar pierdan el poder de decisión (…)

 

(…) son las partes las que deben llegar a un acuerdo, y no el mediador (…) han de tener la voluntad de alcanzar un acuerdo dentro del proceso de mediación. Si no es así, no tiene sentido iniciar la mediación (…)

 

La confidencialidad es otro de los principios básicos de la mediación (…) el mediador consigue generar confianza, y las partes se abren al conflicto (…)

(…) el silencio[x] es una característica propia de la Empresa Familiar, y como se ha visto al tratar la voluntariedad, no siempre se está a disposición de reconocer la existencia del conflicto, y menos aun de forma pública y abierta.

 

(…) la imparcialidad es la base del proceso de mediación en cuanto a que el mediador no está para resolver el conflicto [si para ayudar a resolverlo] (…) no debe posicionarse para que las partes puedan llegar a un acuerdo por sí mismas (…)

 

La honestidad y sinceridad del mediador ayudarán a que las partes puedan percibir la neutralidad de este en su vertiente más humana (…) mostraran sus posibles debilidades y su capacidad de reconocerlas (…)

 

(…) ¿Puede destrozarse la relación familiar para salvaguardar la empresa? ¿O con tal de preservar la familia se acepta liquidar la empresa? (…) ¿Debemos preservar el interés social de los puestos de trabajo?

Ø  Son preguntas difíciles de responder que cada uno deberá hacerse y buscar la mejor de las respuestas dependiendo que queramos preservar la Empresa Familiar, la familia, la empresa, los puestos de trabajo, etc.

 

Particularidades del proceso

   Aceptación de la mediación

   Análisis del conflicto

   Multipartes

   La agenda

 

Para que pueda iniciarse una mediación en la Empresa Familiar es necesario que alguien, aunque sea una sola persona, entienda y acepte la existencia de un conflicto [xi](…) y que reconozca que debe ser afrontado (…)

 

La figura del mediador, ya de por sí poco reconocida en el mercado, aparece como extraña dentro de la Empresa Familiar. Puede percibirse como un intruso que se mete en los asuntos más personales, más íntimos (…) de entrada, provoca cierto rechazo a la hora de ser informado de lo que sucede dentro de la empresa (…)

 

(…) hay mediaciones que están abocadas al fracaso cuando se inician en un momento que no es el adecuado o cuando el mediador no es el idóneo.

Ø  Las partes deben ser conscientes —concienciarse si es el momento de arrancar o parar un proceso de mediación.

Ø  Un proceso de mediación tiene en el centro a personas[xii] y puede que no encuentren la química —un espacio de confianza— dentro del que poder gestar un acuerdo que satisfaga a las partes.

 

(…) es trascendental que el poder de decisión esté presente en la mediación, con las partes del conflicto sentadas alrededor de la mesa y con plena capacidad de decisión, ya sea directamente con su presencia o de forma indirecta (…)

 

(…) no generar más expectativas de las necesarias. “Estoy aquí para ayudar”. Humildad. Exponer qué puedo hacer y sobre todo qué no puedo hacer.

Ø  Conocer las líneas rojas que las partes quieren marcar será clave para aumentar el retorno del proceso de mediación.  

 

(…) aunque la confidencialidad es frágil dentro de la Empresa Familiar es frágil y difícil de garantizar, no por ello el mediador dejará de mantener de forma rigurosa su propia confidencialidad.

 

(…) el mediador deberá cuidar el contenido y el lenguaje para que ninguna de las partes se sienta excluida en su exposición, evitando cualquier connotación negativa o inculpatoria.

 

En cada sesión. Establecer la duración prevista. Si se prolonga, preguntar si están en condiciones de continuar y anunciar el tiempo estimado adicional. Evitar que la sesión se termine por agotamiento o en un punto de máxima tensión (…) preparar la finalización de la sesión.

 

(…) la dinámica de la mediación debe generar la confianza suficiente para garantizar esa voluntad de asumir y cumplir el acuerdo (…) el objeto del mediador no es solo el acuerdo, sino que este sea efectivo.

Con la distancia del tiempo es interesante realizar un análisis sobre cómo ha sido la mediación y si el resultado efectivamente ha perdurado en el tiempo (…)

(…) es recomendable una posterior supervisión de los acuerdos (…) se trata de proponer a las partes, una vez finalizada la mediación, celebrar un encuentro transcurridos unos meses (…)

 

Para adquirir la condición de mediador son necesarias unas determinadas competencias y habilidades (…) tener interiorizada una actitud que algunos denominan postura mediadora. Detrás de esa actividad profesional hay unos valores que la sustentan (…)

 

Con una base de conocimientos y habilidades, cada mediador desarrollará en la práctica su propio estilo de mediación, fruto de su bagaje personal y de su forma de comunicar y empatizar (…)

 

Las bases éticas constituyen el fundamento que soporta la actuación del mediador, no tanto por lo que debe hacer sino por cómo debe hacerlo (…)

 

(…) sensaciones propias del mediador en la Empresa Familiar.

   Desesperación[xiii]

   Pérdida de neutralidad[xiv]

   Exceso de información[xv]

   Cansancio

   El exceso de ego[xvi]

   El miedo al fracaso

   La desconexión final

 

«El mediador

 no hace el acuerdo»[xvii]

 

La mediación en la empresa familiar

Reflexiones de un mediador

Manel Canyameres Sanahuja

REUS editorial

 

Link de interés

Sobre el conflicto

Los ojos del otro

Empresas Familiares: Generación a generación

El protocolo familiar: La experiencia de una década

Ay, mis ancestros! El legado transgeneracional y los lazos ocultos en el árbol familiar

Prevención y gestión de riesgos: Bases conceptuales y aplicaciones

La sucesión en la Empresa Familiar

El arte de callar

• El arte de la prudencia

Historia del silencio: Del Renacimiento a nuestros días

Una subasta acaba con 17 años de pleitos por la marca Churruca

La estructura del conflicto: El análisis de conflictos por patrones

Manual de Gestión y resolución de conflictos: Principios, consejos y herramientas para mediadores y negociadores

Cómo abordar los conflictos estructurales: Herramientas útiles para problemas complejos

Mapeo de conflictos: Técnica para la exploración de los conflictos

• Claves en la consultoría de Empresa Familiar: Libro de casos

Ser humano en los conflictos: Reflexión ética tras una vivencia directa en el conflicto vasco

Elogio del conflicto

Dirigiendo con valores

• Liderazgo ético: La sabiduría de decidir bien

• Creados para la grandeza

Código de Conducta Europeo para Mediadores

El ego es tu enemigo: Vence a tu mayor adversario

• El líder sin ego

• El poder en la empresa

Las 50 leyes del poder en El Padrino

 

«En teoría,

no existe diferencia entre teoría y práctica;

 en la práctica sí la hay»[xviii]

 

ABRAZOTES

[i] Pascual Ortuño

[ii] Sócrates   

[iv] Pp., 25 (…) radican en el seno de la familia pero afectan a la Empresa Familiar. son conflictos clásicos familiares que al no ser resueltos dentro del ámbito familiar se traspasan a las relaciones empresariales (…)

[v] Pp., 30-31 (…) las batallas internas de jerarquía de mandos, posicionamientos y toma de decisiones que encubren ambiciones, deseos de reconocimiento y luchas de poder (…)

(…) la divergencia de la visión estratégica y económica de la empresa (…) política de inversiones y endeudamiento (…) asunción de riesgos o el reparto de beneficios (…)

[vi] Pp., 37 (…) la salida de la Empresa Familiar requiere una asunción personal interna del que sale [desde la frustración de expectativas no realizadas unida al sentimiento de libertad] (…)

[vii] “Solo de debe de dejar de callar cuando se tiene algo que decir más valioso que el silencio”, Abate Dinouart

[viii] Pp., 46 (…) puede tener un largo proceso de incubación, incluido un periodo de hibernación, que debemos tener muy presente en el momento que exploten sus efectos si no se ha podido intervenir antes (…)

[ix] Pp., 48 La complejidad (…) provoca que aumente la escalada del conflicto, deriva del enfrentamiento entre los que reconocen su existencia (…) puede tener una leve voluntad de afrontarlo, y el que lo niega, o lo reconoce, y se desentiende de su resolución (…)

[x] Pp., 135 El silencio, como parte del tiempo, es también un aspecto que debe gestionarse en la mediación (…) el silencio puede ser una forma de deteriorar la comunicación y provocar la escalada del conflicto (…) en la mediación puede tener un efecto ambivalente (…) el silencio [tarea ardua para el mediador] puede inducir a una meditación interior o a un alto de la discusión acelerada que permita una continuación distinta (…) un silencio excesivamente dilatado puede provocar incomodidad en las partes y agravar el clima de mediación (…)

(…) la experiencia y la pericia del mediador permitirán que estas situaciones no se produzcan o se eviten, posiblemente teniendo preparada una pregunta en la recámara para romper el silencio y continuar adelante.

[xi] Estallado, inminente o latente

[xii] Pp., 109 (…) la base de la mediación en la Empresa Familiar la forman las personas que asisten a la mediación y no el conflicto en sí mismo (…)

[xiii] Pp., 189 (…) el antídoto es la paciencia activa y facilitar el orden y la priorización de las cuestiones para encontrar el tema clave que permitirá que el resto de los temas se desmoronen o se encarrilen.

[xiv] Pp., 189 (…) hay que verificar con las partes la imparcialidad del mediador. Su respuesta le legitima a seguir.

[xv] Pp., 189 (…) uno puede entrar en la casa, pero no en la cocina.

[xvi] Pp., 190 (…) el poder de la información, que no de la verdad, pone a prueba el ego del mediador.

[xvii] Wicquefort

[xviii] Jan L. A. Van De Snepscheut 

viernes, 1 de agosto de 2025

Convencer o morir: El peligroso arte de la política en la época dorada de la China antigua

Estimad@s amig@s

Sinopsis

Un viaje fascinante a la China antigua para descubrir cómo se forjaron las estrategias de persuasión política más sutiles y peligrosas de la historia

A lo largo de la convulsa historia de China, los consejeros políticos —figuras de sabiduría y sacrificio— se debatieron entre el arte de la palabra y el riesgo mortal de su oficio. En Convencer o morir, Juan Luis Conde nos invita a descender a ese fascinante mundo de intrigas cortesanas, luchas dinásticas y la persistente tensión entre la persuasión y la violencia.

Conde, clasicista, traductor y ensayista de referencia, ofrece un relato hipnótico que ilumina el papel crucial de los consejeros: shì itinerantes que, con la palabra como única arma, se enfrentaban a reyes caprichosos y soberanos despóticos. Desde la figura trágica de Yi Yin, el cocinero convertido en estratega, hasta el refinado arte de la disuasión en la corte de los Reinos Combatientes, esta obra revela la potencia retórica como herramienta de resistencia y como teatro de poder.

En un tiempo en que la retórica política aún resuena en las decisiones de los gobiernos contemporáneos, este libro traza un puente entre la retórica de ayer y la política de hoy, proponiendo una lectura tan rica en saber cómo comprometida con el presente.

 

«Si la producción de significado constituye

la inteligencia del lenguaje,

 en cierta manera en la agudeza el lenguaje

se hace el tonto»[i]

 

¿Cuándo comunicamos persuadimos?

Ø  ¿Cómo lo hacemos?

Ø  ¿Qué mensajes esperan recibir nuestros interlocutores?

 

Convencer o morir de José Luis Conde es una obra que retrata la China antigua, el papel de los consejeros y a la vez también compara con otras corrientes como la griega con Platón, Aristóteles, etc., o más actual el Cardenal Mazarino. ¿Cuánto margen de mejora tiene nuestra comunicación?, ¿Por qué le damos tan poco peso? Es una pregunta que suelo hacer /me periódicamente, sigo sin entender como no interiorizamos su importancia.

 

¿Si mejoramos la comunicación que impactó conseguiremos en el resto de habilidades que diariamente hacemos uso? No tenemos excusa para coger papel y lápiz y plantear un plan de mejora, o mejor aún ponernos en manos de un consultor de comunicación que nos ayude. Nuestro público objetivo seguro que agradece cada paso que damos en pos de la mejora continua.

 

«Una zorra ve un racimo de uvas e intenta alcanzarlas.

 Al darse cuenta de que está demasiado alto,

 desprecia las uvas diciendo:

¡No están maduras!»[ii]

 

La mitología nunca está lejos de la política (…)

 

(…) “El lenguaje se orienta sobre todo a la acción. Le importa menos informar con claridad que dirigir la conducta”. La lengua china muestra sus fortalezas “para tomar ventaja sobre el adversario, para influir en la conducta del amigo o del cliente” (…)

 

La historia de los consejeros chinos está marcada por una constante: ambiciosos o desprendidos, calculadores o idealistas, les cuesta un enorme sacrificio y esfuerzo conseguir que les hagan caso. Están allí para poner coto al poder, para enderezar sus pasos (…) su intento de que el rey o emperador les preste oído termina muy frecuentemente en fracaso.

(…) la impotencia del consejero en conseguir la atención del poderoso adquiere si cabe mayor dramatismo (…)

 

En el cronograma de la historia de China una línea virtual separa a los consejeros del período legendario de los del periodo histórico (…)

 

En Europa, la impronta de la retórica tal como fue teorizada por los griegos, en especial por Aristóteles, ha marcado de manera definitiva el concepto de argumentación, los recursos, las estrategias y las reglas con las que usamos las palabras para convencer a unos y otros (…)

 

(…) en sus diálogos con el poder, los consejeros se referían a sí mismos humildemente como “servidor” (…)

 

(…) el consejero político no solo pone en juego su capacidad de persuasión sino también, literalmente, su vida (…)

 

Los asuntos salen bien si se mantienen en secreto y fracasan si se divulgan. Ni siquiera hace falta que el consejero revele deliberadamente el secreto: basta con que se le escape algo que tenga que ver con lo que el soberano quiere ocultar. En ese caso, está en peligro.

 

Si el soberano comete faltas y el consejero habla con franqueza de rectitud y moral, poniendo así en cuestión sus vicios, en este caso está en peligro.

 

La anécdota posee un raro poder documental. Gracias a su aire teatral, permite que nos hagamos una buena idea de las características y condiciones del trabajo persuasivo que debían desarrollar los consejeros políticos en la época de los Reinos Combatientes.

 

Cómo puede el débil doblegar al fuerte por medio de la palabra

(…) “¡Que las armas se rindan a la toga![iii] quería decir que los guerreros debían obedecer al gobierno civil (…)

 

(…) nada de impresionar con palabras. Deben dirigir la conversación como una esgrima sin violencia cuyo desarrollo han planeado con ingenio y programado cuidadosamente de antemano, a sabiendas de que un sinfín de imprevistos puede inutilizarla (…) esa estrategia que contrarresta con sabiduría a la fuerza no es menos “discurso” persuasivo.

 

Las técnicas retóricas chinas parten de la necesidad de enfrentarse a la máxima dificultad: a un interlocutor impermeable, obtuso, caprichoso, susceptible en grado máximo, narcisista, canalla incluso y, al mismo tiempo, todopoderoso. Para el consejero, ejercer de asesor para un personaje semejante no solamente augura una seria posibilidad de fracaso en su oficio, sino que supone arriesgar el propio pellejo a las peores consecuencias (…)

 

(…) ¿Qué falta hace recurrir a la fuerza? Quien tiene que recurrir a la fuerza para convencer, se rebaja (…)

 

Un buen estratega somete a las tropas enemigas sin necesidad de que haya combate, conquista las ciudades enemigas sin necesidad de que haya un asalto, destruye el reino del enemigo sin necesidad de prolongar la campaña mucho tiempo. Así, será inevitable que, con sus tropas al completo, controle. Todo bajo el Cielo y, gracias a ellos, los soldados no se embotaran y la ganancia podrá ser completa. Este es el método de la estrategia de ataque.

 

(…) “el ejército victorioso primero vence y después busca la batalla”[iv] (…)

 

(…) el camino chino pretende evitar cualquier riesgo, prevenir la menor incertidumbre sobre la eficacia persuasiva de su discurso y para ello prepara por adelantado a su auditorio para que le crea con independencia de lo que tenga que decir (…) el orador chino solo habla cuando su auditorio ya está con-vencido (…) primero convencer, después hablar.

 

Aconsejar es persuadir a alguien y persuadir a alguien, ayudarle

Para embellecer el discurso hay que servirse del ornato y para servirse del ornato, ampliar o reducir.

La réplica necesita de un lenguaje afilado y un lenguaje afilado es el que alivia la discusión.

Llevar razón requiere hacer claridad y hacer claridad, someter a comprobación.

Refutar es contradecir lo que dice alguien y contradecir lo que dice alguien, hacer que asome lo que oculta.

 

El adulador usa el alago para que se piense que es leal.

El pedante usa la erudición para que se piense que es inteligente.

El lenguaje llano y decidido sirve para aparentar valentía.

El análisis pesimista sirve para ganarse la confianza.

La crítica serena de los defectos ajenos sirve para imponerse.

 

(…) se define el instrumento empleado por cada unas de estas cinco actitudes discursivas por un decidido sesgo psicológico, a veces sorprendente sagaz e irónico:

Adivinar los deseos del otro y complacerlos: eso significa “halago”.

Grandilocuencia y abundancia de citas literarias: eso significa “erudición”.

No dudar y hablar sin rodeos: eso significa “decisión”.

Elegir la estrategia y presentarla adecuadamente: eso significa “análisis”.

Señalar los defectos ajenos para encubrir el error propio: eso significa “crítica”.

 

(…) tipos de discurso:

Enfermo es el discurso de alguien alicaído.

Asustado es el discurso sin control de alguien sobrecogido.

Ansioso es el discurso sin fluidez de alguien incomunicado.

Furioso es el discurso sin orden de alguien frenético.

Alegre es el discurso sin centro de alguien disperso.

Emplea en tu beneficio estas cinco maneras de hablar cuando las hayas perfeccionado.

 

(…) han de ser dominados por el consejero, son su baúl de recursos, disponible a voluntad previo ensayo. Cuando el estudiante los haya perfeccionado, si el talento de actor acompaña al orador, los humores discursivos pueden impostarse. Como si fuesen un armario bien provisto, el guardarropa del orador, este puede abrirlo y elegir una prenda distinta en función de la circunstancia u oportunidad del ejercicio persuasivo.

(…) la primera y suprema regla de cualquier proyecto persuasivo: para que pueda ser eficaz, para tener éxito, el discurso debe resultar adecuado (…) al auditorio al que se dirige y pretende persuadir, el cual debe estudiarse desde distintas perspectivas tipológicas.

 

(…) cuando hables con alguien inteligente básate en la erudición; cuando hables con un erudito, en la argumentación; cuando hables con un polemista, ve al grano.

Cuando hables con un noble trata del poder; cuando hables con un rico, del lujo; cuando hables con un pobre, del beneficio; cuando hables con alguien de clase baja, de la humildad.

Cuando hables con alguien valiente hazlo con osadía; cuando hables con un necio, con agudeza.

Estas son las técnicas correctas, pero la gente a menudo las contraviene.

 

Para asegurar el éxito de su tarea de asesor político, para conseguir que le hagan caso y persuadir eficazmente, el consejero del periodo de los Reinos Combatientes debe manejar de manera satisfactoria dos clases de informaciones (…) la relativa a las condiciones generales de la política, la milicia y la economía de un Estado [el poder] (…) la específica a la psicología del auditorio, el poderoso (…) el conocimiento profundo del poder, se obtiene estudiando con aplicación tanto la estructura interna de cada estado como las relaciones internacionales, y en ella depende determinar el sentido de los consejos que se tratarán de ofrecer al soberano, y también a cuál de los soberanos se ofrecerán esos consejos (…) el conocimiento del poder no sirve de gran cosa sin el conocimiento del poderoso.

 

(…) para persuadir a alguien es más útil el oído que la boca, más importante escuchar que hablar. Para tener éxito el orador ha de transformarse en auditorio.

 

(…) “Si el otro habla sin sentido no lo rechaces a la primera: respóndele con preguntas. Él recapacitara y la verdad aflorará de forma natural.

 

(…) para generar movimiento hay que moverse, para hacer hablar hay que hablar. “Si quieres llegar alto, primero haz de humillarte. Si quieres recibir, primero has de dar” (…)

 

(…) empieza por conocerte a ti mismo. Al conocimiento propio seguirá después el conocimiento de los demás.

 

(…) para conseguir el objetivo último de conocer y entender al otro, primero hay que conocerse y comprenderse a sí mismo. El conocimiento propio toma precedencia sobre el conocimiento ajeno y este se hace depender de aquel (…) “Quien conoce al oponente y se conoce a sí mismo cien batallas librará y no conocerá peligro” (…)

 

Si un hombre inteligente aconsejase o hiciera propuestas a un monarca, este las discutiría con sus allegados; pero, como los allegados a los monarcas no son necesariamente inteligentes, todo quedaría en que propuestas inteligentes habrían de ser aprobadas por necios. Si un hombre honrado aconsejase o hiciera propuestas a un monarca, este las discutiría con sus allegados; pero como sus allegados no son necesariamente honrados, todo quedaría en que propuestas de buena fe habrían de ser aprobadas por hombres de mala fe.

En el mundo que dibuja el Maestro Han Fei los necios juzgan a los inteligentes y los réprobos a los honrados, los mediocres e incapaces se colocan y la gente de mérito no encuentra modo de acceder a un puesto (…) “Hoy se prefiere otorgar cargos a incompetentes antes que a los que se lo merecen”[v] (…)

 

¿Qué sucede si el consejero no ha penetrado en el interior del soberano, no ha conseguido superar la barrera que fraguan las apariencias y no ha llegado a “calar” hasta su verdad oculta? (…)

 

Las dotes[vi] de un buen consejero son múltiples y exigentes (…) el buen consejero debe doblarse, de inicio, en un observador detectivesco y analizar de forma meticulosa a su empleador (…)

 

Si los monarcas mostrasen lo que aborrecen, sus ministros sabrían qué tipo de cosas habrían de ocultarles y, si mostrasen lo que aprecian, sus ministros sabrían que cualidades habrían de fingir ante ellos. Si llegasen a conocer los deseos de sus monarcas, los ministros sabrían qué postura les convendría adoptar.

 

(…) “los movimientos de la expresión revelan nuestros pensamientos e intenciones con más verdad que las palabras, las cuales pueden falsificarse”[vii] (…)

 

(…) las palabras francas son molestas para los oídos, pero el soberano lúcido las escucha, porque sabe que traerán consecuencias beneficiosas.

 

«No es tarea fácil dirigir a hombres;

empujarlos,

 en cambio,

 es muy sencillo»[viii]

 

Convencer o morir

El peligroso arte de la política en la época dorada de la China antigua

Juan Luis Conde

ARPA

 

Link de interés

Si quieres convencer (y hasta manipular) al otro, aprende de los chinos

Los consejeros reales de la China clásica: de la gloria política a morir asados a la parrilla

Inteligencia política: El poder creador en las organizaciones

El poder en la empresa

Las 50 leyes del poder en El Padrino

Persuasión: La clave del éxito en la comunicación de los negocios

• ComunicAcción: El arte de persuadir con palabras

Así persuaden los líderes: Lo que debes saber para influir positivamente en las personas

Influencia online: Psicología del comportamiento para impulsar tu negocio digital, mejorar la conversión y aumentar el engagement

La persuasión: Las palabras en las relaciones de ayuda

El arte de la guerra

Breviario de los políticos

El príncipe

 

«La civilización es la victoria de la persuasión

sobre la fuerza»[ix]

 

ABRAZOTES


[i] Byung-chul han

[ii] Esopo

[iii] Cicerón

[iv] El arte de la guerra

[v] Cardenal Mazarino

[vi] En la doctrina tradicional católica, cada una de las cuatro cualidades que poseen los cuerpos gloriosos de los bienaventurados, es decir, claridad, agilidad, sutileza e impasibilidad

[vii] Charles Darwin

[viii] Rabindranath Tagore

[ix] Platón