Koldo Saratxaga, a través de su modelo que incluye a todas las personas que componen la organización y hace de la diversidad su valor para sumar.
“Solo si conseguimos que las personas se ilusionen, se comprometan, se consideren dueñas del éxito, lograremos que sientan los colores que llevan y que no sean vulnerables a ofertas mejores. Tenemos que crear un entorno en el que no existan oportunidades mejores que las que ya conocen y de las que disfrutan”.
En la actualidad se demanda:
“… El compromiso de la responsabilidad individual e involucra no solo las manos y los músculos de las personas, sino principalmente su cerebro, su corazón y su estomago”.
Antes se demandaba:
“Cada vez que pido un par de brazos, me vienen con un cerebro.”
Es un modelo exigente sobre todo con los líderes que deben crearlo, de quienes requiere que sepan suscitar la ilusión y la pasión en las personas, con el fin de promover en ellas la creatividad, y que logren darles espacios de libertad para sentir el proyecto como propio.
“Un líder es líder cuando los demás le hacen líder, cuando los demás se sienten cómodos con su estilo y decisiones, con su capacidad de riesgo y acierto, con su humildad, con su coherencia , con su servicio, con su respeto a la diversidad, con su confianza en los que le acompañan, con su generosidad, con su visión de futuro”.
Un modelo que es el resultado de la superación de un reto apasionante.
“Necesitamos ampliar nuestro campo de acción, necesitamos personas con mas experiencias y conocimientos internos, con una relación mucho más transversal con el total de nuestra organización, con una visión de conjunto del proyecto global, con un sentimiento de pertenencia al conjunto y no a un departamento aislado, y que sientan la necesidad de la ayuda de las demás personas para lograr la fidelidad del cliente como objetivo final”.
UN NUEVO ESTILO DE RELACIONES
Para el cambio organizacional pendiente
Koldo Saratxaga
FT Prentice Hall
MARZO, 30
“He visto grandes empresas convertirse en la sombra de sí mismas porque alguien pensó que podían seguir siendo dirigidas en la forma en que siempre lo habían sido y, aunque la dirección pudo haber sido excelente en su día, su excelencia se deriva de su estar alerta a los desarrollos del momento y no del seguimiento servil de las practicas del pasado (…) podría casi darse como norma cuando alguien considera que ha encontrado su método, lo que debería hacer es empezar una profunda investigación sobre sí mismo para describir si alguna parte de su cerebro se ha dormido”.
Henry Ford
Recibid un cordial saludo