viernes, 29 de marzo de 2024

Ideas que pegan: Por qué algunas ideas sobreviven y otras mueren

Estimad@s amig@s

Sinopsis

Una buena idea puede cambiarlo todo. Si quieres tener ideas poderosas y comunicarlas de manera efectiva para conseguir un cambio de conducta o modificar las opiniones de tus empleados, compradores, hijos, lectores o alumnos, Ideas que pegan es tu libro.

Provocativo, de amplias miras y divertido, los autores muestran los principios vitales de las ideas ganadoras a través de seis claves concretas para hacer que tus mensajes sean pegadizos. Ilustrado con ejemplos de sectores muy diversos —negocios, publicidad, educción, movimientos sociales, etc.—, los hermanos Heath explican por qué algunas ideas triunfan y otras fracasan en el intento.

Traducido a más de 25 idiomas, Ideas que pegan es un éxito de ventas en todo el mundo que está ayudando a miles de profesionales del marketing, creativos, ejecutivos de cuentas del mundo de la publicidad, directores de comunicación, directivos en general y a todas aquellas personas que quieren hacer que sus mensajes lleguen, impacten y se peguen en la memoria.

 

«A cada movimiento de un soldado americano le precede

una asombrosa cantidad de planificación (…)»[i]

 

Prólogo[ii]

Nos encontramos al inicio de la cuarta revolución industrial, la digital. Esta revolución va a suponer una transformación de todos los negocios, sean del tipo que sean. Nuestra industria ―la del marketing y la comunicación― sólo acaba de iniciar su transformación y ya estamos viviendo cambios continuos en la relación de marcas y consumidores.

Como en toda revolución, se necesitan grandes ideas que aprovechen las oportunidades que se presentan. La tecnología sin ideas no es nada. Y, en la cuarta revolución, las ideas solas sin tecnología tampoco serán suficiente.

Ideas que pegan nos ayuda a formular idas poderosas, ideas que trascienden e influencian a nuestra sociedad que está en continuo cambio.

 

(…) nos encontramos en una era en que la tecnología convierte al consumidor en el epicentro de la comunicación y en nuevo juez de la conexión social de las marcas

(…) las empresas deban esforzarse más que nunca generando ideas brillantes, ideas que pegan y que hoy necesitan de tres valores capitales: creatividad[iii], humanidad[iv] y tecnología[v] (…)

Combinar los tres valores requiere de un cambio profundo en la manera de trabajar creando ideas.

(…) en la era que vivimos ―la de la influencia―, las personas solo compartimos las ideas que realmente nos impactan entre las miles que escuchamos cada día.

 

Los seis principios[vi] en los que los autores van a sumergiros son: simple, unívocamente, inesperado, concreto, creíble, emotivo y sucesión de hechos.

 

«Se puede perder la capacidad de ejecutar el plan original,

pero nunca se pierde la responsabilidad de ejecutar la intención»[vii]

 

Introducción

¿Qué se pega?

A muchas buenas ideas les cuesta triunfar en el mundo, mientras que la ridícula historia (…) continua circulando sin ningún recurso que la apoye. ¿Por qué? ¿Solo porque (…) vende mucho más que otros asuntos? ¿O es posible conseguir que una idea loable y verdadera circule con tanta eficacia como este relato falso?

 

«Ningún plan sobrevive al contacto con el enemigo»[viii]

 

¿Sobrevive nuestro plan comercial al escrutinio de los clientes?

- ¿Por qué?

-     ¿Cuáles son sus puntos fuertes y sus oportunidades de mejora?

 

Hay una frase que repito más de lo que me gustaría en mis sesiones “los cementerios están llenos de ideas ―ideólogos”. No basta con tener una o cientos de buenas ideas, hace falta un plan, unos objetivos, un estudio de las necesidades del cliente, un buen encaje problema /solución, una buena comunicación, marketing, equipo humano… podríamos seguir, el objetivo es que reflexiones y seas consciente que no sólo por tener ideas el éxito está asegurado.

 

Ideas que pegan nos ayuda a reflexionar, trabajar el argumento. No dejes de buscar el pegamento que haga que tu idea triunfe, puede que pasen años hasta que lo consigas, pero no por ello hay que dejar de tenerlas.

 

«Desgraciados los hombres

 que tienen todas las ideas claras»[ix]

 

(…) “un diseñador sabe que ha alcanzado la perfección no cuando no queda más qué añadir, sino cuando no queda más que suprimir”[x]. Un diseñador de ideas sencillas debería a aspirar al mismo fin: saber hasta que punto puede exprimirse una idea antes de que empiece a perder su esencia.

 

(…) encontrar la esencia no es sinónimo de comunicarla. Puede que un directivo conozca las prioridades pero sea totalmente ineficaz a la hora de compartirlas y lograrlas (…)

 

¿Cómo podemos aplicar el principio de las ideas concretas a nuestros propios mensajes? Probablemente sea más fácil tomar decisiones si nos basamos en las necesidades de gente especifica: nuestros lectores, nuestros alumnos, nuestros clientes, etc.

 

¿Cómo conseguimos que la gente crea nuestras ideas? Tenemos que encontrar una fuente de credibilidad en la que apoyarnos (…)

 

¿Cómo podemos asegurarnos de no dejar que una gran idea, un Jared en potencia, pase desapercibida por delante de nuestras narices? El arte de reconocer no es complicado, pero tampoco es natural. Las ideas no levantan las manos para llamar nuestra atención, sino que tenemos que buscar las correctas deliberadamente (…) ¿Qué exactamente lo que estamos buscando?

 

Para que una idea sea contagiosa, útil y duradera, debe conseguir que el público:

• Preste atención.

• La comprenda y recuerde.

• esté de acuerdo o la crea.

• Le importe.

• Sea capaz de actuar al respecto.

 

«Nada tan peligroso como una idea amplia

en cerebros estrechos»[xi]

 

Ideas que pegan

Por qué algunas ideas sobreviven y otras mueren

Chip Heath

Dan Heath

LID editorial


Link de interés

La clave del éxito

¡Vamos! De 100 a 1.000 millones en 10 años

Aprende a pensar como un gurú: Las 10 fuerzas del pensamiento crítico

• Pensar estratégicamente: Modelos, conceptos y reflexiones

 

«Las ideas no son responsables

de lo que los hombres hacen de ellas»[xii]

 

ABRAZOTES


[i]

[iii] La creatividad es y será siempre el principal valor, el motor que nos hace plantearnos las cosas de una forma diferente.

[iv] La humanidad es la nueva exigencia del consumidor, que sólo confiará en las marcas que actúen de forma socialmente responsable.

[v] La tecnología es el nuevo ingrediente revolucionario que nos permite reinventar la relación con el consumidor y cambiar las cosas en el mínimo tiempo posible.

[vi] SUCCESS

[vii] Tom Kolditz

[viii] Ídem

[ix] Louis Pasteur

[x] Antoine de Saint-Exupery

[xi] Hipólito Taine

[xii] Werner Karl Heisenberg

lunes, 25 de marzo de 2024

Gestión de crisis en universidades: Casos, buenas prácticas y manual de crisis

Estimad@s amig@s

Sinopsis

Todas las instituciones, incluso aquellas que están bien dirigidas y gozan de buena salud económica y reputacional, pueden sufrir crisis: empresas públicas y privadas, organizaciones sin ánimo de lucro, partidos políticos y sindicatos, instituciones culturales o religiosas. Nadie es inmune.

Las universidades no son la excepción: en los últimos años, universidades antiguas y jóvenes se han visto afectadas por accidentes con víctimas, catástrofes naturales, controversias relacionadas con la libertad de expresión y de cátedra, mal gobierno corporativo, plagios, acoso sexual y un largo etcétera.

En la mayoría de esos casos, el perjuicio económico ascendió a millones de euros, dejaron heridas profundas en las relaciones con profesores, estudiantes y antiguos, y la recuperación no requirió meses sino años. Tres motivos relevantes para que rectores, decanos y autoridades educativas dediquen atención a cómo actuar en una crisis y, sobre todo, a cómo prevenirlas.

Este libro ofrece tres instrumentos para la mejora de la actividad de gobierno y de comunicación en instituciones de educación superior: casos de estudio, buenas prácticas de prevención y de gestión, y un modelo de manual que oriente la respuesta institucional en caso de crisis.

La colección de casos refleja de manera elocuente que son muchos los riesgos que amenazan a una institución universitaria, y pretende incentivar el deseo de prepararse para enfrentarse a esos desafíos. A continuación, se sistematizan las enseñanzas de esos casos y de otros muchos en quince buenas prácticas, para antes de la crisis (prevención), durante la crisis (gestión) y después de la crisis (recuperación). La tercera parte ofrece un guion para que cualquier universidad pueda hacer su manual de crisis por su cuenta, adaptado a sus circunstancias, o bien confiarlo a expertos, pero con un encargo bien preciso, que ahorre tiempo y dinero.

 

«Toda guerra tiene muchas facetas»[i]

 

Presentación

Todas las instituciones, incluso aquellas que están bien dirigidas y gozan de buena salud económica y reputacional, pueden sufrir crisis. Nadie es inmune. Si miramos las distintas listas de supercrisis que los medios de comunicación elaboran a final de cada año, encontraremos iconos empresariales (…) no pequeñas compañías, sino corporaciones gigantes.

Lo mismo vale para las organizaciones sin ánimo de lucro, tanto empresas públicas como la BBC o la Renfe, algunas ONG como el Comité Olímpico Internacional, Oxfam o Save the Children, o instituciones religiosas como la Iglesia Baptista, telepredicadores varios, la primera obispa luterana de Alemania, la arquidiócesis católica de Boston o los jesuitas. Por no hablar de partidos políticos, sindicatos, cargos electos o familias reales…

Las universidades no son la excepción: en los últimos años, universidades antiguas y jóvenes se han visto afectadas por diferentes tipos de crisis: accidentes con víctimas (…) catástrofes naturales como terremotos (…) huracanes (…) inundaciones (…) malas prácticas en materia de matrículas (…) o de becas (…) ideología de género (…) libertad de expresión (…) politización (…) mal gobierno corporativo (…) suicidios y muertes violentas (…) violaciones (…) plagios (…)  inversiones en paraísos fiscales (…) donantes deplorables (…) corrupción en las oposiciones a cátedra en muchas universidades italianas, etc.

En la mayoría de esos casos, el perjuicio económico ascendió a millones de euros, dejaron heridas profundas en las relaciones con profesores, estudiantes y antiguos, y la recuperación no requirió meses sino anos. Tres motivos relevantes para que rectores, decanos y autoridades educativas dediquen atención a cómo actuar en una crisis (…) a cómo prevenirlas.

La gestión de crisis (y sus disciplinas hermanas: el análisis de riesgos, la gestión de conflictos potenciales y la comunicación de crisis) son disciplinas bien establecidas en ámbito científico, en la vida diaria de muchas corporaciones, en los programas de escuelas de dirección y en los servicios de consultoría.

 

El método del caso es sin duda un modo eficaz de mejorar las habilidades directivas. Pero tienen una debilidad: dar la impresión de que las instituciones estudiadas son ejemplos de buena o de mala gestión. No es así: son simplemente ejercicios de entrenamiento personal. Como las simulaciones para pilotos, que ayudan a no practicar a volar con un avión lleno de pasajeros. En ningún momento se ha querido criticar a las universidades estudiadas ni a sus directivos, sino reflejar hechos sin valoraciones subjetivas. Es un modo de hacerse la pregunta: ¿yo qué haría en una situación semejante? ¿Estoy preparado para ello?

 

«Después de un fracaso,

los planes mejor elaborados parecen absurdos»[ii]

 

¿Cuánto podemos aprender sobre gestión de crisis de las universidades? Muchísimo, llevan años de adelanto sobre las empresas. La gran mayoría de crisis a las que hacen referencia los autores en esta extensa obra aún no las hemos vivido en las compañías. Sencillamente porque el público objetivo que provoca /sufre principalmente ese tipo de crisis se está incorporando al mercado laboral, ahora ―que nos llegarán es innegable, que nos estamos preparando, en algunos casos lo dudo.

 

 La incertidumbre es grande, pero para ello hay remedios. Un plan de crisis, entrenamiento, equipo humano cohesionado, liderazgo, mensajes coherentes con el propósito de la institución, empatía, respeto, profesionalidad…

 

Gestión de crisis en universidades, debe ser un manual de consulta para el gobierno y la alta dirección de las compañías. Dejemos de pensar en a mí no me va a pasar y empecemos a trabajar en buenas prácticas, en tener un manual y entrenar los procesos de mejora.  

 

«El verdadero valor se encuentra entre

la cobardía y la temeridad»[iii]

 

(…) tres equipos de trabajo (…) los que debían encargarse de recuperar la normalidad académica en otras ubicaciones (…) los que debían trabajar en la recuperación del campus (…) los que se ocuparían de todo lo necesario para que no volviera a suceder.

 

Lo que pareció una tragedia para la comunidad académica se convirtió en una oportunidad para repensar el campus, la seguridad de todos y de todo, y los protocolos de emergencia.

(…) hicimos una matriz de riesgos más exigente (…) identificar cuáles son los riesgos críticos y probabilidad de pérdida de la universidad (…)

 

Crear un entorno digital seguro no solo es clave para defendernos de ciberataques, que pueden tener consecuencias muy graves para la escuela, sino que tambien es indispensable para crear la confianza que nos piden los clientes y los propios trabajadores.

 

(…) existen dos tipos de empresas: las que conocen la importancia que tiene la ciberseguridad (…) y las que todavía no se han dado cuenta (…)

 

(…) ¿Cómo nos comunicamos con los que no quieren que nos comuniquemos con ellos? (…)

 

(…) ¿En qué se había diferenciado está crisis de las anteriores? ¿Qué tendría que haber aprendido en aquellas ocasiones? ¿Qué habría pasado si se hubiera puesto en lo peor desde el principio? ¿Cómo debería haber colaborado con el equipo de comunicación? (…) ¿Qué habrías hecho diferente?

 

El mensaje del rector marco el tono de todas las comunicaciones internas (…)

 

(…) el tono estaba claro: “sin rencor y sin miedo”, como había expresado el rector

 

(…) pedir a un experto independiente que investigara cualquier laguna en la información, edición y verificación de los hechos detrás de la historia (…)

 

El fracaso de ese artículo no se debió a la falta de recursos. El problema fue la metodología, los sesgos y os prejuicios (…)

 

Ø  Las universidades necesitan mucha más orientación sobre cómo dirigir los paneles que examinan la agresiones sexuales, ya que ni los decanos ni los profesores cuentan con las necesarias competencias legales (…)

 

¿Qué tendría que hacer el rector? ¿Cuál sería la posición que debería tomar la universidad en esta situación?

 

El gobierno de la universidad está encabezado por un presidente elegido por mayoría absoluta de los miembros electos del Consejo de Administración, en votación secreta. Su mandato dura cuatro años, al igual que los del Consejo de Administración y de los demás consejos.

El presidente es asistido en el ejercicio de sus funciones por la oficina del rectorado (…) presidente, los vicepresidentes, el director general de servicios, el jefe de gabinete y el director financiero.

 

Los tres consejos centrales de la universidad son: El Consejo de Administración que es el órgano deliberante (…) definir la estrategia de la universidad, aprobar el presupuesto y revisar las cuentas. El Consejo Científico trabaja sobre la orientación de la política de investigación y el presupuesto de investigación (…) el Consejo de Estudios y Vida Universitaria es consultado por el Patronato sobre áreas de docencia, formación y actividades culturales, deportivas, sociales o asociativas que se ofrece a los estudiantes.

 

(…) falta de escucha condujo finalmente al colapso en el liderazgo de la universidad.

 

(…) comunicación había preparado un informe forense, que consideró el contexto del evento, el desarrollo cronológico de la situación, una explicación del desarrollo de las reuniones, la coordinación interna y la percepción de las declaraciones, comentarios y lecciones.

 

Principales lecciones

Ø  Importancia de una respuesta rápida (…)

Ø  Docentes como canal adecuado con los estudiantes.

Ø  Los estudiantes como actor clave (…) necesidad de canales internos, debidamente segmentados.

Ø  En las redes sociales (…) participar en la conversación. En una crisis (…) reforzar el equipo para intervenir constantemente.

 

Ø  Contratar una empresa de Relaciones Públicas para la elaboración de un plan de crisis (…) especificando la composición de un equipo de crisis y el estableciendo sus protocolos, un análisis de riesgos y algunos escenarios para los tipos de crisis más frecuentes que afectan a la universidad.

 

(…) ¿Qué plan de comunicación sería efectivo con cada grupo de interés de la universidad? (…)

(…) una decisión equivocada en esto comprometerá nuestra identidad (…) somos una universidad, un lugar dónde podríamos y deberíamos discutir sobre todo porque creemos en la razón, y donde todos son bienvenidos (…)

 

(…) ¿Qué proceso de toma de decisiones sugerirías, qué medidas contendría tu plan y cómo comunicarías las decisiones (…)?

 

«No tomar una decisión es tomar una decisión»[iv]

 

Buenas practicas

Introducción

(…) todas las organizaciones, incluso las muy rentables, bien dirigidas y de sólida reputación, pueden sufrir crisis (…) las universidades no son la excepción: desde el inicio del siglo, universidades jóvenes o de tradición multisecular se han visto afectadas por catástrofes naturales; accidentes con víctimas o suicidios; polémicas sobre becas o la libertad de expresión; agresiones sexuales; plagios o falsedades en investigaciones…

(…) las organizaciones sufren menos daños y se recuperan antes si implementan lo que se considera mejores prácticas (…) que dependen de las reglas de excelencia en comunicación corporativa (…)

(…) los prejuicios económicos que causan las crisis son solo la consecuencia del deterioro en las relaciones con sus grupos de interés, el activo intangible más valioso de las organizaciones (…) el impacto económico de una crisis se debe atribuir más a la mala respuesta que al hecho que dio origen a la crisis.

Las crisis debilitan la credibilidad y la confianza, que son como la red de protección de los malos momentos (…) prima el enfoque preventivo, más eficaz que una aproximación reactiva, de control de daños (…)

(…) entendemos la crisis como una amenaza a los objetivos centrales de la organización, que llega por sorpresa y hay poco tiempo para tomar decisiones (…) su elemento clave es la incertidumbre: el tiempo o estado inestable en el que se avecina un cambio decisivo (…) la baja probabilidad y el acto impacto que los stackeholders perciben y amenaza la viabilidad de la organización (…)

 

(…) la crisis puede describirse como “un obstáculo extraordinario que constituye un peligro serio por la gravedad de sus efectos, la rapidez en que suceden, la incertidumbre sobre cómo evolucionará y la confusión que provoca la necesidad de tomar decisiones sin tener todos los datos a disposición (…)

La escasez de tiempo siempre ha sido clave. Un problema con tiempo para resolverlo no es para una crisis (…) si antes se disponía de “una hora de oro” (…) para dar una respuesta, hoy son quince minutos (…)

 

«Centrarse en la prevención

 es la premisa para una gestión de crisis efectiva»[v]

 

Antes de la crisis

La primera fase de la gestión de crisis cosiste en estar preparado para lo peor: identificar los riesgos, determinar las probabilidades que se desencadenan, reducir el grado de posibilidad y terminar una respuesta para cada situación (…)

 

«Los financieros lo llaman “reputación”,

los hombres de marketing lo denominan “fidelidad de marca”

 y la Bolsa les asigna un precio»[vi]

 

Durante la crisis

La decisión de convocar al comité de crisis ha de tomarse por la alta dirección, siguiendo los escenarios aprobados (…)

Los objetivos de esta primera reunión son:

Ø  (…) asegurarse de que se ha puesto en marcha el plan de contingencia.

Ø  Unificar la información disponible, ponerla en orden cronológico y establecer canales para la recogida sistemática de información (…)

Ø  Distribuir las responsabilidades entre los miembros del comité, recordar el método de trabajo y cómo se tomaran las decisiones (…)

Ø  Hacer el mapa de stackeholders, identificando los grupos de afectados: qué saben, qué daños han sufrido, sus temores y expectativas, cómo perciben la responsabilidad de la organización en lo ocurrido, y que demandarán de ella (…)

Ø  Poner en primer plano la atención a las víctimas (…) deberían ser siempre la primera prioridad institucional.

 

Es clave resistir la tentación de actuar antes de tener las ideas claras, y pensar con profundidad antes de tomar ninguna decisión.

 

Pensar antes de actuar se puede estructurar (…)

Ø  Recordar quién soy yo. La identidad institucional (…)

Ø  Definir el problema (…) he de mirar el problema con los ojos de los públicos: sus percepciones, sus temores, sus experiencias que significa para ellos.

Ø  Identificar de quién es el problema.

Ø  Prever cómo puede evolucionar la situación. Es esencial no concentrarse solo en el ahora, e imaginarse cómo podrían desarrollarse los acontecimientos (…)

Ø  Elegir el tono adecuado. La respuesta debe ser extremadamente serena y objetiva (…)

 

«Si hubiera que elegir entre un buen plan y un buen líder,

elija sin duda lo segundo»[vii]

 

Después de la crisis

Analizar las enseñanzas que se pueden aprender después de una crisis es la última fase de la gestión de crisis, y consiste en “la evaluación de la crisis y la determinación de lo que se ha perdido y se ha ganado (si acaso), y como convertir la crisis en la antesala del futuro”[viii].

 

(…) toda crisis es una lección de la cual se puede aprender algo. Hay que aprender de los errores, propios y ajenos, y comprobar si los protocolos estaban bien diseñados o no (…)

 

Un buen informe forense ayuda a convencerse de que hay que cambiar (…)  

 

«Lo relevante no es lo que se dice,

sino lo que se hace»[ix]

 

El manual de crisis de una universidad

Introducción

Podríamos definir el plan de crisis como el programa operativo que una institución debe seguir durante y después de una crisis para evitar o mitigar sus efectos negativos (…)

(…) no se ha de confundir el plan de crisis con los planes de emergencia y de continuidad de negocio. Estos últimos forman parte de la gestión de crisis, pero son solo un elementos técnico (…)

 

«El consenso es la negación del liderazgo»[x]

 

Gestión de crisis en universidades

Casos, buenas prácticas y manual de crisis

Yago de la Cierva

Mercedes Castelló

Paulina Guzik 

EUNSA 


Link de interés

• Centro de Gobierno y reputación de Universidades

Una experiencia memorable: Cómo cultivar la reputación de las universidades

• Gobierno de universidades: Desafíos, modelos y estrategias

La universidad cercada

Prevención y gestión de riesgos: Bases conceptuales y aplicaciones

Gestión del riesgo moral: Clave para la sostenibilidad

Códigos de conducta empresarial ¿Pueden contribuir al desarrollo ético de los empleados?

• Gobierno corporativo y gestión de riesgos: La importancia creciente de los programas de business integrity

• Gobierno Corporativo, control de riesgos y auditoría interna: El cambio y valor de las empresas del siglo XXI

• La supervisión de la prevención y control de riesgos desde el punto de vista del buen gobierno

Navegar en aguas turbulentas: Principios y buenas prácticas en comunicación de crisis

Liderazgo estratégico y gestión de la comunicación

 

«Non Ministrari

sed Ministrare»[xi]

 

ABRAZOTES


[i]

[ii]

[iii] Miguel de Cervantes

[iv]

[v] Olaniran and Williams

[vi] Stocker

[vii] Dezenhall

[viii] Fearn-Banks

[ix]

[x] Margaret Thatcher

[xi] “No ser servido sino servir”

viernes, 22 de marzo de 2024

Lo que un líder no debe delegar: Anticipar el futuro, atraer y desarrollar talento, modelar la cultura

Estimad@s amig@s

Sinopsis

Vivimos una era de cambios exponenciales y disruptivos en donde las empresas que no se adaptan rápido mueren, y en la que los liderazgos tradicionales y jerárquicos están en extinción. Por ello, las organizaciones deben prestar atención a los temas del futuro, talento, agilidad y cultura, y ajustar sus estilos de liderazgo si desean crear empresas admiradas.

Salvador Alva aborda el liderazgo con gran profundidad, llevándonos a escudriñar los cambios que se deben hacer para romper creencias muy arraigadas o, de lo contario, el inconsciente dirigirá nuestras vidas y lo llamaremos destino.

 

«La responsabilidad del líder es

preocuparse por el mañana»[i]

 

Introducción

El libro aborda uno de los problemas más importantes de la humanidad y del que poco se habla: el agotamiento del liderazgo jerárquico diseñado hace más de 300 años. Un paradigma que permanece hoy en las organizaciones que buscan sobrevivir en un mundo dinámico e interconectado con mercados e industrias en permanente competencia y disrupción.

 

(…) los líderes de las empresas más importantes del mundo se mantienen en su puesto durante un promedio de cinco años y muchos son despedidos. Poco se habla de esto porque no se analiza la raíz del problema o no se sabe cómo resolverlo (…)

Este libro desafía todas aquellas prácticas de gestión y creencias que aprendimos y que nos llevaron a crear organizaciones jerárquicas, rígidas, lentas,  ineficientes, improductivas y poco inclusivas, donde los empleados están desmotivados, sienten temor y se resisten a vivir el cambio como una forma natural de evolución. Y los líderes prefieren orillar el problema con metodologías de mejora continua que terminan siendo remedios paliativos e ineficaces para aliviar la intensidad de la enfermedad.

(…) reinventar su liderazgo para ir más rápido para lograr que la organización se apasione, innove y sea creativa, con una visión compartida y consciente (…) ven en el liderazgo la oportunidad de servir, inspirar y generar confianza (…)

 

(…) visión, organización y cultura (…) anticiparse al futuro, atraer y desarrollar talento y modelar la cultura para generar competitividad y valor (…)

 

«La mala noticia es que el tiempo vuela,

 la buena es que tú eres el piloto»[ii]

 

¿Delegamos lo que debemos delegar o lo que no nos gusta hacer?

¿Delegar es abdicar? No, delegar es repartir trabajo entre los miembros de mi equipo. Con los que periódicamente me iré reuniendo, recogiendo feedback de cómo van las tareas asignadas, ayudándoles, corrigiendo o dejando hacer dependiendo como vayan fluyendo los trabajos.

 

Delegar responsabilidades es una manera de desarrollar el talento, de dejar que los miembros del equipo crezcan, aflore el talento oculto que hay en la organización. Es otra forma de hacer de mentor, te voy enseñando a la vez que vas haciendo.

 

Antes mencione la palabra abdicar, endosar las tareas farragosas, que no nos gusta hacer, no es delegar, y si lo llamamos así nos estamos autoengañando. El líder delega aquello que pude delegar, pero nunca debería delegar aquello que nunca se hizo una primera vez. Lo debe de hacer él, aprender y después cuando se vuelva a dar el caso, explicar a la persona en la que delega como se enfrentó él la primera vez a la tarea. Se lo explicas y si lo quiere hacer como tú le han indicado perfecto, que quiere explorar nuevas formas, adelante, pero aprovecha en los puntos de control para darle feedback (siempre constructivo).

 

El desarrollo del talento se basa en construir, anticipar, corregir, dialogar, modelar. Lo que un líder no debe delegar de Salvador Alva nos sirve para mirar en nuestro interior y también para preguntarnos ¿sabemos hacerlo?, ¿queremos hacerlo? No dejemos de trabajar por el desarrollo del talento de la organización, son el futuro.

 

«No sigas el camino,

ve por donde no hay vereda y deja huella»[iii]

 

¿Por qué faltan líderes?

La competencia más importante para una persona en un mundo con cambios exponenciales es su capacidad creativa, de innovación, resiliencia y pensamiento crítico (…)

 

¿Por qué a pesar de ser casi 8000 millones de habitantes en el planeta es tan difícil encontrar líderes? (…) un líder es aquel que lleva a los demás a lugares a donde no se atreverían a ir solos (…)

 

¿Por qué es tan difícil encontrar líderes? (…) son muy escasos, hay que buscarlos, hay que enamorarlos (…)

 

(…) hace cincuenta años, la vida promedio de una empresa era de quince años y hoy se ha acortado el ciclo a cinco. ¿Qué hacer? Tenemos que organizarnos a partir de procesos centrados en el cliente y ajustar cuatro paradigmas y creencias que no nos dejan avanzar.

¿Quién es mi jefe?

¿Cuál es mi trabajo?

¿Quién es tu equipo?

¿En qué negocio estamos?

 

Los lideres que dirigen a la mayoría de las empresas han sido premiados por sus resultados en el pasado y hoy se les pide que transformen y evolucionen sus compañías hacia un mundo nuevo e incierto (…) ¿Quiénes lo han preparado para ello?, ¿Dónde están las escuelas que lo forman para enfrentar los desafíos y amenazas de sus negocios?, ¿Quién tiene la experiencia sobre un mundo qué aún no se inventó?

 

Toda empresa nace de una oportunidad en un momento determinado y en un ambiente competitivo (…)

Cuando el medio competitivo cambia (…) queremos forzar el modelo de negocio y la cultura para ajustarlos al nuevo entorno, produciendo un desalineamiento (…)

 

(…) una empresa admirada es como un camión “debe subirse la gente adecuada, bajarse la gente que no sirve, asignar a la gente correcta en el asiento adecuado y rotar los asientos hasta conseguir al mejor chofer”[iv].

 

(…) ¿Qué elementos son importantes para estar en la categoría de empresa admirada?

• Ser diferente

• Visión y foco

• Pensamiento global

• Innovación

• Enfocarse en el futuro

• Retener y atraer talento

• Cuidar el ambiente

 

(…) apoyar buenos proyectos que están en manos de lideres malos es una perdida de tiempo y de energía.

 

Competencias

• Pensamiento estratégico y de futuro

• Excelente ejecución /confiabilidad

• Experiencia

• Un líder que inspira

• Autoconfianza y sensibilidad a la cultura

• Desarrollan talento

• Carácter

 

(…) el líder que no tenga dentro de su organización a dos o tres reemplazos potenciales para su puesto no está desarrollando talento (…)

(…) ¿Quién es mi equipo? (…)

(…) mi equipo es aquel que me ayuda a que la empresa sea exitosa (…)

 

― Alinear la visión -> ¡Diseñarla!

― Alinear la organización -> ¡Hacer que suceda!

― Alinear la cultura -> ¡Vivirla!

 

Alineando e implementando la visión

Visión: ¿Por qué existimos?

Propuesta de valor, ¿Qué queremos ser?

Ventaja competitiva: ¿Qué nos asegura que llegaremos?

Estrategias: ¿Qué dirección seguiremos?

Nuestro plan de acción

Programa /ejecución: ¿Qué, quién y cuándo?

Lo que necesitamos hacer

Balanced scorecard: Medir y enfocar la estrategia

 

La velocidad y la innovación son los dos elementos primordiales para el éxito de una compañía en esta época. Ser bueno no es suficiente, ser el primero es lo más importante (…)

 

¿Qué no podemos hacer hoy, pero si lo hiciéramos, cambiaria los fundamentos del negocio?

 

«Lo imposible de hoy

creará el futuro»[v]

 

Lo que un líder no debe delegar

Anticipar el futuro, atraer y desarrollar talento, modelar la cultura

Salvador Alva

LID editorial

 

Link de interés

Tu vida: Tu mejor negocio

Reingeniería de la empresa

 

«Perdemos demasiado tiempo mirando hacia atrás.

 Camina hacia el futuro abriendo nuevas puertas

 y probando cosas nuevas;

 sé curioso porque nuestra curiosidad

 siempre nos conduce por nuevos caminos»[vi]

 

ABRAZOTES


[i] Salvador Alva

[ii] Michael Altshuler

[iii] Ralph Emerson

[iv] Collins y Porras

[v] Salvador Alva

[vi] Walt Disney