viernes, 28 de febrero de 2025

Si Leonardo da Vinci fuese tu CEO: Cómo liderar con genialidad

Estimad@s amig@s

Sinopsis

En una era marcada por la disrupción tecnológica y la inteligencia artificial, el valor del trabajo está en plena transformación. Para prosperar es vital abandonar los modelos tradicionales y reinventar nuestra cultura empresarial.

¿Qué tipo de empleados necesitaremos? ¿Cómo será el líder pos-IA? ¿Qué tipo de empresa triunfará? ¿Qué valores y competencias tenemos que reforzar para ser un empleado de éxito en unos trabajos rodeados de tecnología? ¿Cómo podemos generar un hábito del cambio para adaptarnos a nuevos ecosistemas?

Si Leonardo da Vinci fuese tu CEO ofrece respuestas a estas y otras preguntas fundamentales, explorando el liderazgo inspirador de Da Vinci y el concepto empresa renacentista. Su legado nos invita a conectar disciplinas y pensar creativamente, porque, a medida que la experticia se convierte en un recurso que la IA puede manejar, es fundamental desarrollar una mentalidad innovadora.

¿Estamos ante un renacimiento humano?

Este libro presenta, además, una hoja de ruta para desarrollar las competencias clave del siglo XXI, inspiradas en los siete valores que Leonardo describió en su Tratado de pintura: curiositá, dimostrazione, sensazione, sfumato, arte /scienza, corporalitá y connessione, porque para que la tecnología nos sea útil, debemos priorizar nuevos valores en el trabajo.

Prepárate para desafiar las estructuras tradicionales, adoptar un enfoque más humano, integral y transformador en tiempos de cambio y enfrentar los desafíos del futuro con la genialidad de un verdadero maestro.

 

«Hay tres tipos de hombres:

aquellos que ven,

 aquellos que ven cuando se les muestra

 y aquellos que no ven»[i]

 

Introducción

(…) Hemos de posibilitar, educar, formar y crear profesionales con más poder de imaginación y menos poder de memoria. La memoria, como valor del experto, se hunde en una visión pretecnológica, que con las diferentes revoluciones tecnológicas: Internet, big data y ahora con la explosión de la inteligencia artificial incide en el menor valor de la memoria como valor del profesional (…) , la memoria necesita la imaginación, pero el énfasis está en la capacidad de reinventar, coinventar, copiar creativamente, interrelacionar inverosímilmente los conocimientos diversos. En fin, la capacidad de imaginación es la clave competencial del profesional pos-IA.

(…) Leonardo refleja esa capacidad de generar nuevas ideas y no solo ser el técnico especializado en su profesión (…)

(…) La excelencia profesional en un futuro cercano no se cifrará en una buena ejecución con eficacia y eficiencia profesional como lo hacemos ahora. Lo excelente será lo más imaginativo de tu área pero que produzca eficacia y eficiencia. ¿Pero la imaginación y la creatividad se pueden exigir como valor profesional? ¿Puede ser uno excelente por ser disruptivo y creativo? ¿Se puede hacer una organización eficiente con muchos profesionales que estén instalados en la imaginación y en la creatividad? (…)

¿Por qué los éxitos anteriores son la mejor predicción de los éxitos futuros cuando estamos inmersos en un profundo cambio tecnológico? (…)

 

(…) preguntas que cambian nuestra forma de ser un profesional valioso:

• Si la tecnología es una obra humana que modifica nuestra respuesta de adaptación al entorno, ¿Cómo no vamos a cambiar nuestro saber profesional?

¿Por qué solo nos preocupamos de cuestiones éticas sobra la IA y no sobre los cambios de conducta y psicológicos que conlleva?

¿No debemos tener unas nuevas actitudes hacia la tecnología? ¿Una nueva cultura de trabajo?

¿No tienen que cambiar la cultura y la estrategia empresarial?

¿No tiene que cambiar el estilo de liderazgo?

 

(…) ¿Tenemos que renovar nuestra forma de pensar?, ¿los sueños, la imaginación, lo creativo y lo pasional son el reto que hoy tenemos para ser profesional?

Y ¿Cómo cambiar? (…)

• Hay que cambiar el modelo del líder: ¿líder leonardino?

• Hay que cambiar el modelo de empresa: ¿empresa leonardina?

• Hay que cambiar el concepto del éxito profesional: ¿trabajo leonardino?

 

Los empleados que quieren tener éxito profesional en este momento de disrupción tecnológica con la IA deben ser curiosos, con pensamientos críticos, sensibles, resilientes, con una visión sistémica, que busquen el bienestar y que se basen en generar conexiones singulares y creativas (…)

 

¿El valor profesional no está en saber, sino en entender cómo preguntar para adquirir más conocimientos y de una manera diferencial a los demás?

¿El valor profesional está en tener experiencias? ¿O el valor está en aprender críticamente de nuestros fracasos y éxitos?

¿El valor profesional está en tener inteligencia competitiva o en la capacidad de gestionar emociones en las diferentes soluciones que nos ofrece la IA?

¿El valor profesional está en tener certezas o en gestionar tu incertidumbre como un elemento natural de tu trabajo?

¿El valor profesional está en el éxito organizativo o en el bienestar de propósito? ¿Se puede tener resultados profesionales sin bienestar personal?

¿El valor profesional está en conocer mucho de una materia? ¿O está en conexionar tus conocimientos originalmente con otros?

 

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?

El mejor hábito es el de saber cambiar.

 

«El peor mal que se puede hacer un artista

es creer que su obra

deberá parecer buena a sus propios ojos»[ii]

 

Leonardo decía: “La mente es como un paracaídas, solo funciona cuando se abre”, con los cambios que están aconteciendo a partir de la irrupción de la IA ¿Cómo podemos seguir echando más candados a nuestra mente?

 

Por negar, podemos negarlo todo, pero ¿tiene sentido?, ¿nos reporta algo? Javier Cantera explora a través de la figura de Leonardo da Vinci como liderar con genialidad, si diseccionamos al personaje ¿Qué aprendizajes podemos sacar?

 

A lo largo de infinidad de preguntas, cuadros, esquemas, Cantera va desgranando pacientemente las nuevas habilidades que necesitan los CEOs en la nueva era de la IA, en ningún momento habla de debilidades. A lo largo de la obra se trabaja sobre las fortalezas del líder, y las del equipo con la mejora continua y la excelencia en el centro, con capacidad de hibridación y altas dosis de pensamiento crítico.

 

Estamos ante un libro que nos puede ayudar a pensar y escribir nuestro plan de mejora. La era IA puede ser una excelente oportunidad para salir más fuerte, solo es cuestión de actitud, abre la mente, déjala fluir, hazte preguntas, busca respuestas, piensa fuera de la caja, se creativo, no te dejes oxidar por una máquina.

 

« Admiro aquellos que pueden

sonreír en la adversidad»[iii]

 

Propósito

(…) ¿Qué quieres ser de mayor?

 

Bienestar

(…) ¿Cómo quiero vivir mi día a día?

 

Los fracasos son oportunidades si queremos aprender, actuamos con rapidez para solucionarlo, reflexionamos con datos fehacientes sobre el error y planteamos su aprendizaje como un elemento clave en nuestro crecimiento profesional.

Las empresas leonardinas (…) se revuelven contra la ortodoxia (rebelde honesto), gestionan para el futuro (buen antepasado) y aceptan el error como una variable de crecimiento (expertos en fracasos) (…)

 

Si la rebeldía, saber ser antepasado y crecer en los errores, configuran nuestra época, tenemos que pensar que no podemos abordar el cambio tecnológico y el de la cultura del trabajo sin un cambio en la percepción de un profesional.

 

¿Cómo hacer que una experiencia[iv] sea significativa?

¿Por qué? Su valor per se

¿Para qué? Enganche con el propósito

¿Qué? Aprendizaje recibido

¿Cómo? Decisiones tomadas en la experiencia

¿Quién? Desarrollo personal que implica pensar en ti

¿Cuándo y cuánto? Contexto de la experiencia

 

¿Qué significa ser un líder leonardino?

• Conocimiento de sí mismo[v]

• Transparencia en las relaciones[vi]

• Procesamiento equilibrado de la información[vii]

• Moral internalizada[viii]

• Líder con equilibrio personal

• Líder orientado a abrazar el cambio

• Líder con una visión positiva de la vida

• Líder con la gestión emocional para adaptarse a la situación

 

Modelo de elementos leonardinos

Ser curioso

¿Qué has aprendido en el día de hoy?

Tener experiencias

¿Qué experiencias positivas o negativas has tenido hoy?

Gestionar emociones

¿Qué has sentido el día de hoy?

Gestionar incertidumbre

¿Qué lucha te has encontrado en el día de hoy?

Integrar lo imaginario y los datos

¿Qué has imaginado en el día de hoy?

Equilibra tu vida

¿Qué tiempo has dedicado a ti como persona en el día de hoy?

Identificar patrones

¿Qué conexiones distintas he hecho en el día de hoy?

 

Momentos de la curiosidad

Observación

Atención focalizada en la realidad

Exploración

Manipular la realidad para conocerlo mejor

Investigación

Probar (acierto y error) varias ideas de funcionamiento

Aprendizaje

Elegir e interiorizar la solución más interesante

 

Desde lo emocional al hábito, pasando por la comprensión y el análisis, es el proceso natural de aprendizaje de una experiencia

¿Cómo se aprende de una experiencia?

Emocional

Vivir el ¿qué?

Racional

Comprender el ¿por qué? Y el ¿para qué?

Procesal

Analizar el ¿cómo?

Automatización

Incorporar el ¿cuándo? Y ¿cuánto?

 

Competencias leonardinas

Curiositá

Capacidad de aprendizaje

Dimostrazione

Fluir

Sensazione

Inteligencia emocional

Sfumato

Resiliencia

Arte /scienza

Integración de datos e imaginación

Corporalitá

Bienestar

Connessione

Capacidad de reflexionar

 

La curiosidad como palanca del liderazgo

Actitud de aprendizaje

Solo sabes que no sabes nada

Capacidad de asombro

Sorprenderte con los nuevos saberes

Categorizar lo aprendido

Relacionar lo nuevo con lo sabido

Aplicar lo aprendido

Buscar la practicidad de lo aprendido

 

Humildad: aceptar lo que no se sabe.

Honestidad: explicitar lo que no se sabe.

Ambición: querer saber todo lo que se pueda.

Generosidad: no dejar de esforzarte para aprender.

 

Esquema del pensamiento crítico

Saber dudar

¿Por qué no puede ser otra cosa?

Saber argumentar

Meditar el proceso

¿Qué estoy haciendo?

Saber ser ecuánime

Disposición a considerar otras visiones

¿Puedo aceptar las discrepancias?

Saber cambiar

Poder cambiar de opinión

¿Y por qué no puedo cambiar de opinión?

 

Líder resiliente

Asertividad

Saber decir no

Positivismo

Todo es susceptible de mejorar

Contextualismo

Todo tiene su momentum

Actitud resiliente

-     Focalizar con realismo

-     Usar el optimalismo: optimismo inteligente

-     Identificar el ruido de contexto condiciona las decisiones

Creatividad

Siempre hay otra alternativa

Proactividad

Si no la busco no la encuentro

• Doble visión

El corto plazo no tapa el medio plazo

Acción resiliente

-     Buscar soluciones impredecibles

-     Intentar buscar soluciones a una situación

-     Entender que el presente me ocupa y el futuro me preocupa

 

 

«Así como el hierro se oxida por falta de uso,

tambien la inactividad destruye el intelecto»[ix]

 

Si Leonardo da Vinci fuese tu CEO

Cómo liderar con genialidad

Javier Cantera

LID editorial


Link de interés

Pensar como Leonardo da Vinci: Siete lecciones para llegar a ser un genio

Hazlo tan bien que no puedan ignorarte

El arte de llevar la contraria

El polímata

El síndrome de Homer Simpson y otros perfiles psicológicos en la empresa

La salud mental en la empresa: Cómo crear trabajos saludables y mejorar la salud mental de tu equipo

Talento, empresas y cultura: Manual de gestión de equipos y talento para firmas y despachos profesionales

 

«Nunca me canso de ser útil»[x]

 

ABRAZOTES


[ii] ídem

[iii] Ídem

[iv] “La experiencia no es solo lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”, Aldous Huxley

Ø  (…) “Solo una cosa es más dolorosa que aprender de la experiencia y es no aprender de la experiencia”, Laurence J. Peter. Lo importante no es tener experiencias sino aprender de la experiencia

[v] Self awareness

[vi] Relational transparency

[vii] Balanced processing

[viii] Internalized moral perspectives

[ix] Leonardo da Vinci

[x] Ídem 

lunes, 24 de febrero de 2025

Civilización artificial

Estimad@s amig@s

Sinopsis

El sueño utópico de la ciencia, imitar el cerebro humano sin sus imperfecciones, y la vertiginosa aceleración de la IA, nos conducen sin remedio hacia una «civilización artificial» en la que cohabitaran seres humanos y máquinas. Incisivo, aunque esperanzador, Lassalle analiza las consecuencias culturales, geopolíticas y filosóficas de este fenómeno.

Se habla mucho de las extraordinarias oportunidades y riesgos de la IA. Sin embargo, no se piensa apenas en lo que supone filosóficamente para la humanidad impulsar el desarrollo de «algo» que está siendo programado para ser «alguien» consciente. Un «alguien» sintético al que se dota de capacidades cognitivas inimaginables, pero sin la conciencia ni los condicionantes morales que acompañan la existencia del creador a quien replica: el ser humano. La IA es «algo», todavía. Aunque no sabemos por cuánto tiempo. Va camino de convertirse en la apoteosis de una ciencia que, heredera de Hobbes, ha creído que el conocimiento es poder. 

José María Lassalle analiza con gran lucidez el reto del nihilismo tecnológico sobre el que sigue asentada nuestra sociedad. Una corriente liderada por Estados Unidos y China para alcanzar la hegemonía mundial mientras Europa busca una alternativa más humanista: una IA amigable, gobernada por una sabiduría aristotélica que reserve a los seres humanos un rol decisorio y decisivo dentro de la civilización artificial hacia la que nos dirigimos.

 

«El ser humano es sabio no solo porque sabe cosas del mundo,

 de la historia o de culturas lejanas a la suya.

Es sabio si sabe vivir;

 si deja vivir,

 si ayuda a los otros a vivir felizmente»[i]

 

Introducción

¿IA humana o nihilista?

Civilización artificial analiza el reto del nihilismo, cuando podemos adjetivarlo con su consumación digital. Desnuda de sentido y propósito, la técnica es hoy una experiencia básicamente nihilista. Una voluntad de poder incesante que incrementa su capacidad de provocar cambios sin propósitos (…) nacida hace siete décadas del empeño utópico de la ciencia moderna de imitar la inteligencia humana, solo quiere superarla desprovista de sus defectos (…) ahora, corre descontrolada y a velocidad de vértigo hacia la meta de una consciencia que le hará creerse perfecta.

 

Nos adentramos en el umbral de experiencias tecnológicas que desbordan lo conocido y para las que no tenemos códigos éticos que nos ayuden a juzgarlas. Se trata de un cambio tan revolucionario que afecta a (…) la condición humana (…)

Nos corresponde a las generaciones humanas vivas decidir si queremos influir en ello o no. Podemos todavía corregir el futuro cuando no está cerrado. ¿Queremos impedir que se imponga un nihilismo tecnológico que maximice la voluntad de poder de la IA como apoteosis de sí misma? ¿O deseamos ofrecer una alternativa humana que ponga el poder de la IA al servicio de un propósito superior, que nos haga evolucionar del Homo digitalis que somos, al Homo deus que podemos ser?

(…) para afrontar una empresa tan titánica no sirve conocer a la manera de expertos que afirman, sino disponer de la sabiduría de los que preguntan (…) siendo inevitable la IA, ¿la queremos nihilista o humana? ¿Perfecta o imperfecta?

 

«La sabiduría es la única libertad»[ii]

 

A medida que voy leyendo —profundizando en el campo de la inteligencia artificial, más claro tengo la necesidad de atraer filósofos y expertos en ética a nuestras empresas. Necesitamos comprender los retos y oportunidades que trae consigo la disrupción de la IA.

 

¿Qué papel queremos que juegue el ser humano dentro de unos años cuando la inteligencia artificial esté lo suficientemente madura y haya superado al humano?

Ø  ¿Quién liderará y quién será el liderado?

o   La gobernanza debe ser humana, éste tema no tendría que ser discutible, pero para ello deberíamos de construir argumentos sólidos sobre la supremacía del humano sobre la máquina.

Ø  ¿Estamos preparados para ser liderados por maquinas?

o   ¿Será un liderazgo ético o estético?

Ø  ¿Queremos ser jugadores pasivos?

Ø  ¿Qué podemos hacer para ser protagonistas activos?

 

¿Qué preguntas deberíamos de estar haciéndonos y ni nos las planteamos?

Ø  ¿Por qué estamos abdicando nuestro derecho a decidir en la máquina?

Ø  Cuándo la máquina nos supere, ¿qué será de nosotros?

Ø  ¿Qué papel debe jugar la formación para no dejarnos superar por la IA?

Ø  ¿Qué competencias deberemos adquirir?

Ø  ¿Qué preguntas deberíamos hacernos?

Ø  ¿Qué debates éticos deberíamos estar manteniendo?

 

Civilización artificial de José María Lassalle es un ensayo interesante para ayudarnos a reflexionar sobre el futuro pero pensando en el presente. Si queremos que las personas estén en el centro a medio plazo será mejor que empecemos a buscar respuestas, formular preguntas, debatir, hacernos a un lado no es una opción. La partida se está jugando y nosotros somos los peones a no ser que pasemos a un rol activo y demos pasos adelante que protejan el futuro de las siguientes generaciones.

 

«Todos los que no son sabios son esclavos»[iii]

 

(…) los sistemas de IA que se experimentan en la actualidad podrán adquirir muy pronto funciones intencionales o casi conscientes. Un futuro que sitúan en la frontera de 2050 y que puede ser distópico si no se introduce, al menos en Europa, en sesgo de sentido en el diseño de la IA que hemos de promover en nuestro continente.

Un sesgo humanista que atribuya a la naturaleza artificial de la misma un propósito de fondo que corrija la evolución nihilista que experimenta la IA desde sus orígenes (…) introducir una mirada humano-céntrica que acompañe el proceso de transición crítica que nos conduce hacia un modelo de civilización artificial que surge de la desestabilización y cuestionamiento de los fundamentos de nuestra civilización democrática e industrial.

 

(…) ¿Qué sucedería si se fabricarán máquinas que piensen por ellas gracias a la IA? ¿Admitiríamos que puedan disfrutar de una existencia cognitiva equiparable a la nuestra? ¿Tendrían también nuestra autonomía moral? ¿Qué estatus jurídico les atribuiremos? ¿Las someteríamos al poder de sus creadores debido a su condición innata de criaturas? ¿Les colocaríamos en un plano de igualdad con sus creadores? ¿Qué sucedería si las máquinas pensaran más y mejor que sus artífices? ¿Las situaríamos por encima? ¿Aceptaríamos que ayudarán a algunos seres humanos a ponerse por encima de otros? (…)

Para abordar sin miedo estas preguntas sería bueno que la humanidad pensara ya en definir el propósito ético de la civilización artificial que se dibuja inevitablemente en el horizonte (…)

 

(…) ¿Por qué obstaculizar este proceso o prohibirlo por miedo a lo que pueda surgir de él? ¿Querríamos impedir que siga escalando el poder de la IA adoptando la actitud de un nuevo movimiento ludita que destruya (…) ¿Por qué renunciar a ellas si han demostrado a lo largo de la historia que son la mejor herramienta para liberarnos de las necesidades que nos oprimen y que dificultan nuestra irrenunciable búsqueda del bienestar?

 

(…) recuperar el valor de la sabiduría (…) resignificarla y darle al ser humano un proyecto cognitivo que ponga en valor su inteligencia frente a la mente de la máquina (…) el ser humano encuentre el valor operativo que le haga cualitativamente insustituible en su relación con aquella (…)

 

(…) si llegara a suceder que las máquinas decidieran de forma genérica sobre la vida humana, ¿Qué impediría que sustituyeran a los seres humanos en las decisiones finales? ¿Cómo impedir este desenlace si los sesgos de la IA priman diseños basados en patrones de eficiencia utilitaria? (…) ¿Cómo subordinarla a posteriori a que acepte una decisión que pueda restringir su búsqueda de aumentar el poder por el poder mismo? (…)

 

(…) ¿Queremos que esta nueva forma civilizatoria sustituya al ser humano como centro de las decisiones que nos afectan? ¿Podemos impedirlo bajo la tutela de un Ciberleviatán benevolente que adopte el diseño de una plataforma global que maximice el orden como si fuera una experiencia masiva de consumo por parte de la humanidad a través de un catálogo de aplicaciones políticas digitalizadas?

 

(…) quien tiene la propiedad de los algoritmos disfrute de un control pleno sobre la riqueza que genera el uso de los datos (…)

 

(…) nada está dicho definitivamente (…) la IA puede ser una herramienta al servicio de una sabiduría humana que sea capaz de imaginar el futuro de la especie más allá de un planeta que pronto se le quedará más pequeño de lo que ya es en la actualidad.

 

¿Quién se impondrá? Difícil saberlo cuando el calentamiento geopolítico del mundo sube el listón competitivo entre ambas superpotencias y provoca una ansiedad extraordinaria en los estados mayores de ambos imperios tecnológicos (…) los modelos de innovación en IA contraponen dos lógicas completamente diferentes (…) los chinos apuestan por planificar de forma verticalizada la investigación mediante inversiones públicas masivas y centralizadas por el Estado, que controla el proceso y la cadena de valor de principio a fin (…) los norteamericanos lo hacen a partir de una competencia horizontal entre las famosas GAFAM (…)

 

(…) China defina como prioridad geopolítica liderar el proceso de innovación que conduzca a una IA fuerte que le ayude a sobrevivir en medio del caos global (…)

 

(…) ¿Qué sucederá cuándo se consiga una réplica perfecta de la inteligencia humana que esté liberada de sus defectos cognitivos y sus imperfecciones orgánicas y culturales? ¿Dónde estará entonces el valor de la inteligencia humana frente a otra sintética que será infalible cuando piense? (…) ¿Qué podremos aportar los humanos frente a máquinas que no se equivocarán al disponer de un sentido común inspirado en el nuestro, pero asistido por una potencia de cálculo y una inteligencia estadística infinitamente superior a la que tenemos nosotros?

 

(…) las máquinas con IA tienden naturalmente a sustituirnos después de aprender de nosotros. Un proceso que no va de la mano de políticas formativas impulsadas para que los humanos adquieran capacidades adecuadas para colaborar con ellas (…)

 

(…) la humanidad tendría que lidiar con el problema de ver cómo las máquinas podrían reclamar el derecho a ocupar el lugar más alto de la cadena del ser de una civilización artificial edificada sin una ética humanista detrás (…) ¿Cómo justificar que aceptaran la primacía de la humanidad sobre ellas? ¿No podría suceder que la máquina considerase al hombre inferior y obrará en consecuencia? (…) ¿Cómo impedir que las máquinas nos vieran como criaturas que estorbamos en el avance del progreso tecnológico con nuestras decisiones falibles y nuestros errores? ¿No estaríamos asomándonos a una posible cancelación como especie?

 

(…)  un rol que, a la vista de cómo evoluciona la IA, puede llevarnos a una vida potencialmente pasiva y prepolítica que nos desposea de una condición humana que, hasta ahora, se ha orientado hacia desarrollar una acción que fuese autónoma de los otros, pero, también, colaborativa cuando fuese necesario. Una condición que hacia al ser humano competente para ser la medida de todas las cosas (…)

 

«Hemos de trabajar para que las maquinas nos necesiten

más de lo que las necesitaremos a ellas»[iv]

 

Civilización artificial

José María Lassalle

Arpa editores

 

Link de interés

Contra el populismo

Ciberleviatán

El liberalismo herido

• ¿Ética o ideología de la inteligencia artificial? El eclipse de la razón comunicativa de una sociedad tecnologizada

• El auge de los robots: La tecnología y la amenaza de un futuro sin empleo

• Qué haremos cuando las máquinas lo hagan todo: Artificial IntelligenceBots & Big Data

• En qué piensan los robots Bienvenidos a la era de la inteligencia artificial: todo lo que cambiará y todo lo que permanecerá

• Ética para máquinas

Humanidad aumentada: El impacto de la inteligencia artificial en Marketing, Comunicación y Experiencia de Cliente

 

«winner-takes-all»[v]

 

ABRAZOTES


[ii] Séneca

[iii] Ídem

[v] El ganador se lo lleva todo