lunes, 24 de febrero de 2025

Civilización artificial

Estimad@s amig@s

Sinopsis

El sueño utópico de la ciencia, imitar el cerebro humano sin sus imperfecciones, y la vertiginosa aceleración de la IA, nos conducen sin remedio hacia una «civilización artificial» en la que cohabitaran seres humanos y máquinas. Incisivo, aunque esperanzador, Lassalle analiza las consecuencias culturales, geopolíticas y filosóficas de este fenómeno.

Se habla mucho de las extraordinarias oportunidades y riesgos de la IA. Sin embargo, no se piensa apenas en lo que supone filosóficamente para la humanidad impulsar el desarrollo de «algo» que está siendo programado para ser «alguien» consciente. Un «alguien» sintético al que se dota de capacidades cognitivas inimaginables, pero sin la conciencia ni los condicionantes morales que acompañan la existencia del creador a quien replica: el ser humano. La IA es «algo», todavía. Aunque no sabemos por cuánto tiempo. Va camino de convertirse en la apoteosis de una ciencia que, heredera de Hobbes, ha creído que el conocimiento es poder. 

José María Lassalle analiza con gran lucidez el reto del nihilismo tecnológico sobre el que sigue asentada nuestra sociedad. Una corriente liderada por Estados Unidos y China para alcanzar la hegemonía mundial mientras Europa busca una alternativa más humanista: una IA amigable, gobernada por una sabiduría aristotélica que reserve a los seres humanos un rol decisorio y decisivo dentro de la civilización artificial hacia la que nos dirigimos.

 

«El ser humano es sabio no solo porque sabe cosas del mundo,

 de la historia o de culturas lejanas a la suya.

Es sabio si sabe vivir;

 si deja vivir,

 si ayuda a los otros a vivir felizmente»[i]

 

Introducción

¿IA humana o nihilista?

Civilización artificial analiza el reto del nihilismo, cuando podemos adjetivarlo con su consumación digital. Desnuda de sentido y propósito, la técnica es hoy una experiencia básicamente nihilista. Una voluntad de poder incesante que incrementa su capacidad de provocar cambios sin propósitos (…) nacida hace siete décadas del empeño utópico de la ciencia moderna de imitar la inteligencia humana, solo quiere superarla desprovista de sus defectos (…) ahora, corre descontrolada y a velocidad de vértigo hacia la meta de una consciencia que le hará creerse perfecta.

 

Nos adentramos en el umbral de experiencias tecnológicas que desbordan lo conocido y para las que no tenemos códigos éticos que nos ayuden a juzgarlas. Se trata de un cambio tan revolucionario que afecta a (…) la condición humana (…)

Nos corresponde a las generaciones humanas vivas decidir si queremos influir en ello o no. Podemos todavía corregir el futuro cuando no está cerrado. ¿Queremos impedir que se imponga un nihilismo tecnológico que maximice la voluntad de poder de la IA como apoteosis de sí misma? ¿O deseamos ofrecer una alternativa humana que ponga el poder de la IA al servicio de un propósito superior, que nos haga evolucionar del Homo digitalis que somos, al Homo deus que podemos ser?

(…) para afrontar una empresa tan titánica no sirve conocer a la manera de expertos que afirman, sino disponer de la sabiduría de los que preguntan (…) siendo inevitable la IA, ¿la queremos nihilista o humana? ¿Perfecta o imperfecta?

 

«La sabiduría es la única libertad»[ii]

 

A medida que voy leyendo —profundizando en el campo de la inteligencia artificial, más claro tengo la necesidad de atraer filósofos y expertos en ética a nuestras empresas. Necesitamos comprender los retos y oportunidades que trae consigo la disrupción de la IA.

 

¿Qué papel queremos que juegue el ser humano dentro de unos años cuando la inteligencia artificial esté lo suficientemente madura y haya superado al humano?

Ø  ¿Quién liderará y quién será el liderado?

o   La gobernanza debe ser humana, éste tema no tendría que ser discutible, pero para ello deberíamos de construir argumentos sólidos sobre la supremacía del humano sobre la máquina.

Ø  ¿Estamos preparados para ser liderados por maquinas?

o   ¿Será un liderazgo ético o estético?

Ø  ¿Queremos ser jugadores pasivos?

Ø  ¿Qué podemos hacer para ser protagonistas activos?

 

¿Qué preguntas deberíamos de estar haciéndonos y ni nos las planteamos?

Ø  ¿Por qué estamos abdicando nuestro derecho a decidir en la máquina?

Ø  Cuándo la máquina nos supere, ¿qué será de nosotros?

Ø  ¿Qué papel debe jugar la formación para no dejarnos superar por la IA?

Ø  ¿Qué competencias deberemos adquirir?

Ø  ¿Qué preguntas deberíamos hacernos?

Ø  ¿Qué debates éticos deberíamos estar manteniendo?

 

Civilización artificial de José María Lassalle es un ensayo interesante para ayudarnos a reflexionar sobre el futuro pero pensando en el presente. Si queremos que las personas estén en el centro a medio plazo será mejor que empecemos a buscar respuestas, formular preguntas, debatir, hacernos a un lado no es una opción. La partida se está jugando y nosotros somos los peones a no ser que pasemos a un rol activo y demos pasos adelante que protejan el futuro de las siguientes generaciones.

 

«Todos los que no son sabios son esclavos»[iii]

 

(…) los sistemas de IA que se experimentan en la actualidad podrán adquirir muy pronto funciones intencionales o casi conscientes. Un futuro que sitúan en la frontera de 2050 y que puede ser distópico si no se introduce, al menos en Europa, en sesgo de sentido en el diseño de la IA que hemos de promover en nuestro continente.

Un sesgo humanista que atribuya a la naturaleza artificial de la misma un propósito de fondo que corrija la evolución nihilista que experimenta la IA desde sus orígenes (…) introducir una mirada humano-céntrica que acompañe el proceso de transición crítica que nos conduce hacia un modelo de civilización artificial que surge de la desestabilización y cuestionamiento de los fundamentos de nuestra civilización democrática e industrial.

 

(…) ¿Qué sucedería si se fabricarán máquinas que piensen por ellas gracias a la IA? ¿Admitiríamos que puedan disfrutar de una existencia cognitiva equiparable a la nuestra? ¿Tendrían también nuestra autonomía moral? ¿Qué estatus jurídico les atribuiremos? ¿Las someteríamos al poder de sus creadores debido a su condición innata de criaturas? ¿Les colocaríamos en un plano de igualdad con sus creadores? ¿Qué sucedería si las máquinas pensaran más y mejor que sus artífices? ¿Las situaríamos por encima? ¿Aceptaríamos que ayudarán a algunos seres humanos a ponerse por encima de otros? (…)

Para abordar sin miedo estas preguntas sería bueno que la humanidad pensara ya en definir el propósito ético de la civilización artificial que se dibuja inevitablemente en el horizonte (…)

 

(…) ¿Por qué obstaculizar este proceso o prohibirlo por miedo a lo que pueda surgir de él? ¿Querríamos impedir que siga escalando el poder de la IA adoptando la actitud de un nuevo movimiento ludita que destruya (…) ¿Por qué renunciar a ellas si han demostrado a lo largo de la historia que son la mejor herramienta para liberarnos de las necesidades que nos oprimen y que dificultan nuestra irrenunciable búsqueda del bienestar?

 

(…) recuperar el valor de la sabiduría (…) resignificarla y darle al ser humano un proyecto cognitivo que ponga en valor su inteligencia frente a la mente de la máquina (…) el ser humano encuentre el valor operativo que le haga cualitativamente insustituible en su relación con aquella (…)

 

(…) si llegara a suceder que las máquinas decidieran de forma genérica sobre la vida humana, ¿Qué impediría que sustituyeran a los seres humanos en las decisiones finales? ¿Cómo impedir este desenlace si los sesgos de la IA priman diseños basados en patrones de eficiencia utilitaria? (…) ¿Cómo subordinarla a posteriori a que acepte una decisión que pueda restringir su búsqueda de aumentar el poder por el poder mismo? (…)

 

(…) ¿Queremos que esta nueva forma civilizatoria sustituya al ser humano como centro de las decisiones que nos afectan? ¿Podemos impedirlo bajo la tutela de un Ciberleviatán benevolente que adopte el diseño de una plataforma global que maximice el orden como si fuera una experiencia masiva de consumo por parte de la humanidad a través de un catálogo de aplicaciones políticas digitalizadas?

 

(…) quien tiene la propiedad de los algoritmos disfrute de un control pleno sobre la riqueza que genera el uso de los datos (…)

 

(…) nada está dicho definitivamente (…) la IA puede ser una herramienta al servicio de una sabiduría humana que sea capaz de imaginar el futuro de la especie más allá de un planeta que pronto se le quedará más pequeño de lo que ya es en la actualidad.

 

¿Quién se impondrá? Difícil saberlo cuando el calentamiento geopolítico del mundo sube el listón competitivo entre ambas superpotencias y provoca una ansiedad extraordinaria en los estados mayores de ambos imperios tecnológicos (…) los modelos de innovación en IA contraponen dos lógicas completamente diferentes (…) los chinos apuestan por planificar de forma verticalizada la investigación mediante inversiones públicas masivas y centralizadas por el Estado, que controla el proceso y la cadena de valor de principio a fin (…) los norteamericanos lo hacen a partir de una competencia horizontal entre las famosas GAFAM (…)

 

(…) China defina como prioridad geopolítica liderar el proceso de innovación que conduzca a una IA fuerte que le ayude a sobrevivir en medio del caos global (…)

 

(…) ¿Qué sucederá cuándo se consiga una réplica perfecta de la inteligencia humana que esté liberada de sus defectos cognitivos y sus imperfecciones orgánicas y culturales? ¿Dónde estará entonces el valor de la inteligencia humana frente a otra sintética que será infalible cuando piense? (…) ¿Qué podremos aportar los humanos frente a máquinas que no se equivocarán al disponer de un sentido común inspirado en el nuestro, pero asistido por una potencia de cálculo y una inteligencia estadística infinitamente superior a la que tenemos nosotros?

 

(…) las máquinas con IA tienden naturalmente a sustituirnos después de aprender de nosotros. Un proceso que no va de la mano de políticas formativas impulsadas para que los humanos adquieran capacidades adecuadas para colaborar con ellas (…)

 

(…) la humanidad tendría que lidiar con el problema de ver cómo las máquinas podrían reclamar el derecho a ocupar el lugar más alto de la cadena del ser de una civilización artificial edificada sin una ética humanista detrás (…) ¿Cómo justificar que aceptaran la primacía de la humanidad sobre ellas? ¿No podría suceder que la máquina considerase al hombre inferior y obrará en consecuencia? (…) ¿Cómo impedir que las máquinas nos vieran como criaturas que estorbamos en el avance del progreso tecnológico con nuestras decisiones falibles y nuestros errores? ¿No estaríamos asomándonos a una posible cancelación como especie?

 

(…)  un rol que, a la vista de cómo evoluciona la IA, puede llevarnos a una vida potencialmente pasiva y prepolítica que nos desposea de una condición humana que, hasta ahora, se ha orientado hacia desarrollar una acción que fuese autónoma de los otros, pero, también, colaborativa cuando fuese necesario. Una condición que hacia al ser humano competente para ser la medida de todas las cosas (…)

 

«Hemos de trabajar para que las maquinas nos necesiten

más de lo que las necesitaremos a ellas»[iv]

 

Civilización artificial

José María Lassalle

Arpa editores

 

Link de interés

Contra el populismo

Ciberleviatán

El liberalismo herido

• ¿Ética o ideología de la inteligencia artificial? El eclipse de la razón comunicativa de una sociedad tecnologizada

• El auge de los robots: La tecnología y la amenaza de un futuro sin empleo

• Qué haremos cuando las máquinas lo hagan todo: Artificial IntelligenceBots & Big Data

• En qué piensan los robots Bienvenidos a la era de la inteligencia artificial: todo lo que cambiará y todo lo que permanecerá

• Ética para máquinas

Humanidad aumentada: El impacto de la inteligencia artificial en Marketing, Comunicación y Experiencia de Cliente

 

«winner-takes-all»[v]

 

ABRAZOTES


[ii] Séneca

[iii] Ídem

[v] El ganador se lo lleva todo

No hay comentarios: