miércoles, 25 de septiembre de 2019

Mala sangre; Secretos y mentiras de una startups en Silicon Valley


Estimad@s amig@s

Sinopsis
En 2014 Elizabeth Holmes era considerada como la mujer Steve Jobs: una brillante alumna que abandonó Stanford, cuyo mágica nueva empresa prometía revolucionar la industria médica con una máquina que haría las pruebas de sangre significativamente más rápidas y fáciles. Respaldados por inversionistas importantes, Theranos vendió acciones en una ronda de recaudación que valoró a la compañía en más de 9.000 millones. Solo había un problema: la tecnología no funcionaba. Durante años, Holmes había engañado a inversionistas, funcionarios de la FDA y a sus empleados. Cuando John Carreyrou destapó escándalo en 2015 en el Wall Street Journal fueron amenazados con demandas. En 2017 el valor de la compañía era cero y Holmes se enfrentaba a una acción legal potencial del gobierno e inversores.

«Cuando golpeas al rey,
debes matarlo»

Prólogo
Lo que atrajo (…) el talento y la experiencia (…) puede que ella fuera joven, pero estaba rodeada de un elenco de estrellas (…)

(…) no era frecuente encontrarse con ejecutivos de ese calibre en una pequeña startups.

(…) el mercado que perseguía la empresa era enorme. Las compañías farmacéuticas gastaban cada año decenas de miles de millones de dólares en ensayos clínicos para probar medicamentos. Si Theranos pudiera hacerse indispensable para ellas y lograr una fracción de aquel gasto (…)

(…) el pronostico del palo de hockey. Demostraba que los ingresos se estancaban durante algunos años y luego se disparaban mágicamente en línea recta.

(…) los ingresos podrían llegar a los 1.500 millones de dólares, según mostraba la presentación en PowerPoint.

«¿Qué intentarías hacer
si supieses que no podías fallar

Mala sangre lleva al extremo una cultura de «fingirlo hasta lograrlo». No es fácil comprender como Holmes consiguió levantar 900 millones de dólares en sucesivas rondas de inversión, tener un consejo con grandes ex-estadistas, y que al final todo se resuma en humo.

Hay muchas startup que se quedan en la orilla, o que encuentran su particular valle de la muerte una vez que están facturando, pero se me hace muy difícil entender como la regulación sanitaria, el consejo, los inversores, etc., nadie se daba cuenta de que el producto no cumplía los requisitos.

La salud es un sector estratégico, y a la vez muy regulado, puede ser que la promesa de disrumpir le sonara bien a todos los «actores» y se dejasen llevar, pero al final creo que la ambición pudo más que la prudencia, la laxitud más que los controles y la avaricia y el exceso de poder los emborrachó.

«Sed corteses,
Sed Profesionales,
Pero tened un plan para matar a todos los que conozcáis»
Perro Loco[i]

(…) teniendo en cuenta todo lo que sabes ahora de está empresa ¿de verdad quieres ser dueño de más participaciones?

En el Valle, las apariencias son primordiales (…)

(…) en su implacable deseo de ser la fundadora de una startup de éxito, había construido una burbuja a su alrededor que la estaba alejando de la realidad (…)

(…) colocar las máquinas de la startups en las farmacias Walgreens podría abrir una nueva fuente de ingresos para el minorista y suponer un cambio radical (…)

(…) el valor del miniLab residía en la miniaturización de la tecnología de laboratorio existente (…)

(…) hacer hincapié primero en el tamaño del sistema y después en como funcionaba era empezar la casa por el tejado (…)

(…) «Si alguien cree que no está trabajando en lo mejor que haya construido el ser humano o si es escéptico al respecto, entonces debería irse» (…)

Eslóganes
• «Una pequeña gota lo cambia todo»
• «La prueba del laboratorio, reinventada»

(…) consideraban como un cínico u opositor a cualquier persona que planteara una preocupación o una objeción. Los empleados que persistían en hacerlo solían ser marginados o eran despedidos, mientras que los aduladores eran ascendidos (…)

(…) les dijo a los empleados allí reunidos que estaba creando una religión. Si alguno de ellos no creía en ella, debería irse (…) cualquier persona que no estuviese preparada para mostrar una total devoción y una absoluta lealtad a la empresa debía «irse a la mierda».

(…) buscaba inversores a largo plazo. No espere informes trimestrales durante un tiempo, le advirtió, ni por supuesto, una oferta pública inicial (…)

(…) le conquistaron (…) las proyecciones financieras (…) pronosticaban 330 millones de dólares en ganancias sobre unos ingresos de 1.000 millones en 2015 y 505 millones en ganancias sobre unos ingresos de 2.000 millones de dólares en 2016 (…)

(…) ¿Por qué Elizabeth Holmes se mostraba siempre tan reservada sobre su tecnología? ¿Por qué nunca había contratado para el consejo de administración a nadie con conocimientos básicos en ciencias biológicas de la sangre? ¿Y por qué ni una sola empresa de capital riesgo con experiencia en el cuidado de la salud invertía dinero en la compañía? (…)

(…) Theranos se estaba quedando sin gasolina, habiendo consumido la mayor parte de los 900 millones de dólares que había levantado, en costas legales (…)

Publicitar tu producto para obtener financiación mientras ocultas su verdadero progreso, con la esperanza de que la realidad eventualmente se ponga al día con la exageración (…)

(…) forzó una resolución que asignaba 100 votos a cada acción que ella poseía lo que le otorgó el 99,7 por ciento de los derechos de voto (…)

«A aquellos a quienes los dioses destruirán,
primero les haces enfadar»


«Podemos traer y echar gente.
La empresa es lo que importa»
Elizabeth Holmes

Recibid un cordial saludo

No hay comentarios: