Estimad@s amig@s
Sinopsis
Entre muchas otras cosas,
una empresa es ante todo servicio, una comunidad de personas que sirven a otras
con el fin de satisfacer sus necesidades más importantes. Pero ¿Qué hace que
una empresa funcione? ¿Existe la empresa perfecta?
Analizando temas fundamentales
en el ámbito de las organizaciones como la ética y la cultura de
la empresa; la responsabilidad social corporativa; el sentido del
trabajo; la sostenibilidad; los stakeholders; la misión,
la visión y los propósitos de una empresa, La empresa, una comunidad
de personas, analiza la realidad de un mundo complejo creado por y para las
personas.
Dirigido a directores de
empresa, a personas que han decidido embarcarse en el proyecto de crear o
dirigir una empresa, a todos los trabajadores de una organización y a los
estudiantes de Administración de Empresas interesados en la creación y las
claves del éxito de una empresa, en estas páginas el autor nos
guía en el camino de la buena empresa: ética, responsable,
sostenible y rentable.
«La empresa es
algo muy sencillo.
El
trabajo de los directivos es cuidar a los empleados.
El
trabajo de los empleados es cuidar a los clientes.
Clientes
satisfechos cuidan a los accionistas.
Es
un círculo virtuoso»
Prólogo
«¿Por qué no escribes un
libro sobre la empresa?» (…) «Podría llamarse Dirigir es servir…».
La idea me gusto. Dirigir es servir. La empresa es servicio. La empresa es una
comunidad de personas que sirven a otras personas al mismo tiempo que
satisfacen sus necesidades personales.
«(…) la
remuneración variable de los altos directivos
equivale a pagarles para mentir dos veces:
una
al fijar los objetivos,
y
otra al determinar su consecución (…)»
M. C.
Jensen
El profesor Antonio
Argandoña nos invita en La
empresa, una comunidad de personas, a
reflexionar sobre el enfoque humanista de la gestión de las empresas. Utilizando
como herramientas la cultura empresarial de la compañía.
Estamos viviendo tiempos
nuevos, donde la cultura empresarial cobra más sentido si cabe que antes, donde
debemos de apostar por seguir construyendo el propósito de la compañía,
mejorando la propuesta de valor hacia los stackeholders, construyendo unas
mejores empresas, para a su vez cimentar una mejor sociedad.
«La dirección de
empresas está entre las más nobles profesiones, si se practica bien.
No hay
otra ocupación que ofrezca
más vías para ayudar a otros a aprender y a
crecer,
a
asumir responsabilidades,
a
ser reconocido por sus logros
y a
contribuir al éxito de su equipo»
Chris
Christensen
(…) me gusta especialmente
la definición de empresa que daba un directivo con muchos años de experiencia. Giovanni Angelli (…)
Una empresa está formada por
personas con diferentes historias, diferentes culturas, diferentes
inclinaciones, diferentes aspiraciones, diferentes trabajos… Y todas estas
personas, de diferentes edades y culturas, con diferentes empleos, tienen que
llevar a cabo el milagro de trabajar juntas, de modo que los resultados de la
empresa sean los adecuados. Hoy y mañana.
(…) «Hoy y mañana».
Porque la empresa es una entidad viva, con vocación de continuidad, y
son las personas, no las maquinas, la tecnología o el capital, las que van
conduciendo la empresa a lo largo de su vida. La continuidad de la organización
exige rentabilidad (…)
Si los directivos esperan
que sus empleados vayan más allá de un mero cumplimiento formal de su contrato,
tendrán que preguntarse cómo conseguir ese extra de interés, dedicación,
compromiso y lealtad (…)
El propósito o misión es el para
qué de la empresa, su razón de ser, su finalidad última, aquello que los
que la dirigen y trabajan en ella quieren que sea (…)
El propósito es la
contribución que la empresa hace a la sociedad a través de sus miembros, «los
de la casa». No es un deseo acerca de su posición relativa respecto de otras
compañías (…)
(…) la misión seria la
puesta en práctica del propósito (…)
(…) el propósito permite
identificar lo que es importante y lo que no lo es y comunicar a la
organización un sentido de lo que quiere hacer (…)
(…) debe ser un propósito
siempre en construcción, no porque haya que volver a discutirlo continuamente,
sino porque habrá que acomodarlo a las circunstancias cambiante (…)
(…) el propósito no es algo
fijo, inamovible, sino que, teniendo vocación de ser duradero, se va definiendo
y redefiniendo y, por tanto, puede cambiar ―y, en ocasiones, debe cambiar―.
(…) una misión que no se
materialice es inútil; más aún, puede hacer daño si lesiona la credibilidad y,
por tanto, la confianza.
Los objetivos están al
servicio de la misión; una misión sin objetivos está muerta, y un objetivo sin
misión es ciego. Los objetivos son medios para conseguir el propósito (…)
(…) dirigir es
coordinar las acciones de un conjunto de personas, identificadas por los roles
o funciones que les son asignados, de modo que el resultado obtenido coincida
con el objetivo de la organización, dadas las condiciones del entorno (…)
(…) «en mi empresa no eres
un número; te exigen pero te echan una mano cuando lo necesitas». El «ambiente»
de una empresa no lo marcan los aspectos materiales (…) sino el trato humano,
que respeta los derechos y niega los caprichos
En la empresa humanista
se tienen en cuenta todos los intereses de los trabajadores (…)
¿Cuál es el beneficio que
hay que maximizar? (…)
(…) lo que no se justifica es
que la empresa deba gestionarse para obtener siempre el máximo beneficio
posible, ni que deba gestionase de acuerdo con el interés exclusivo de
sus propietarios (…)
Lo importante es que los
directivos tomen sus decisiones teniendo en cuenta siempre las tres dimensiones
relevantes: la eficacia o rentabilidad, necesaria en una actividad
económica; la atractividad, para que las personas se sientan siempre
bien acogidas y tengan oportunidad de desarrollarse; y la consistencia o
unidad, de modo que los aprendizajes sean siempre positivos (…)
(…) la cultura organizativa
tiene caracteres duraderos, pero no es inamovible, aunque sus cambios suelen
ser lentos. Se forma, se conforma y se reforma a lo largo del tiempo, porque es
una creación de personas.
(…) la cultura corporativa
será (…) la consecución de la ejemplaridad de sus conductas y de la coherencia
entre lo que dicen y hacen; los empleados entenderán qué significa responsabilidad,
compromiso o confiabilidad no por los discursos de los directivos, sino por sus
acciones diarias.
Crear confianza exige ejemplaridad
en las actuaciones de los directivos: competencia profesional al servicio de la
empresa; ayudar a otros directivos y empelados a desarrollarse como personas;
humildad para reconocer sus limitaciones y fallos; actuar con justicia, fortaleza,
coraje, serenidad y generosidad; transmitir a los empleados la idea de que
están trabajando en algo que es más grande que ellos mismos; crear empatía;
mostrar creatividad para superar los retos y adaptarse a nuevas circunstancias,
además de capacidad para conseguir que las cosas se hagan.
(…) el proceso de gobierno
es continuo y combina pasado, presente y futuro. El futuro atrae, el presente
exige, el pasado sedimenta (…)
¿Qué cualidades debe tener
un directivo como profesional? Para la tarea de diagnóstico
necesitará objetividad; para la fijación de objetivos, magnanimidad y ambición,
también ambición del cargo si está orientada al servicio, y audacia o capacidad
de riesgo, y para el mando de sí mismo y de los demás, fortaleza y constancia.
(…) un directivo excelente
de ser un directivo ético y, si no es ético, no será un buen directivo (…)
«Una organización está
enferma cuando la promoción laboral llega a ser más importante para los
empleados que cumplir con su trabajo; cuando se está más preocupado por evitar
errores que por asumir riesgos; cuándo se está más preocupado por paliar la
debilidad de sus miembros que por construir sobre sus fortalezas; cuando las
buenas relaciones llegan a ser más importantes que realizar el trabajo y
conseguir los objetivos».[i]
La calidad ética de una
empresa es la consecuencia de la calidad ética de sus personas, sobre todo de
sus directivos (…)
Convivir no siempre es fácil,
porque exige madurez: trata de comprender a las personas (¿por qué
piensan o actúan así?), aunque no compartas sus puntos de vista. Renuncia q
querer ganar siempre, a tener razón en todo, a salirte siempre con la tuya. Procura
crear armonía; no te limites a soportar al que piensa o actúa de otra manera.
«La empresa emplea al hombre entero, pero no tiene derecho
a tomar el hombre entero».[ii]
(…)
«Dirigir es
servir
a quienes se manda»
La
empresa, una comunidad de personas
Cultura
empresarial para un tiempo nuevo
Link de interés
• Huellas;
Construyendo valor desde la empresa
• Fundamentos
de la dirección de empresas
• Teoría
de la acción humana en las organizaciones; la acción personal
• Dirección
por misiones; Conectando a las personas con la estrategia
a través del propósito
• Consistencia; La estrategia de la empresa es la estrategia de
las personas
«Algunos piensan
que es malo que las empresas tengan beneficios; yo, en cambio,
pienso
que lo malo es que tengan perdidas»
Winston
Churchill
Recibid un cordial saludo
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