lunes, 14 de octubre de 2013

Gestión de la Reputación Corporativa

Estimad@s amig@s

Sinopsis
Empresas como Mango o Mercadona, entre muchas otras, han asumido que la reputación es su activo de mayor valor, ya sea porque forma parte de su ADN o porque han sufrido una crisis reputacional. Estas organizaciones han entendido que pueden tener unos productos y servicios excepcionales, unas estrategias claras, o los empleados con mayor talento, pero todos estos aspectos pueden no servir de nada si son incapaces de gestionar su reputación.

La reputación es uno de los activos más importantes para cualquier organización e incide directamente sobre los resultados, por lo que es imprescindible conocer qué es exactamente la reputación, si nuestra organización cuenta con ella, y si tiene la capacidad y las herramientas para incidir sobre las percepciones y opiniones que existen sobre ella.

“Un stakeholders es cualquier individuo o colectivo
que puede afectar o es afectado por la organización.”
R. Edward Freeman

Introducción
La reputación corporativa se ha de ir creando poco a poco y con visión a largo plazo. Las nuevas tecnologías de información y comunicación hacen que las opiniones y percepciones vayan a toda velocidad por las redes, lo que implica que cada vez sea más importante tenerla en cuenta en el día a día. Quien actúe de forma correcta y sepa gestionar adecuadamente su reputación, tendrá un factor de diferenciación y de posicionamiento muy importante respecto a otras marcas y organizaciones.

Hacer una reflexión de qué posición tenemos con nuestras partes interesadas y qué visión tienen de la organización es un ejercicio de madurez y no ha de crear ningún tipo de duda o temor. A veces uno puede pensar que está muy bien posicionado o que actúa correctamente y que otros tengan una opinión muy distinta al respecto o, también, que la percepción sea en sentido contrario...

La adecuada gestión de los intangibles es un aspecto crucial en cualquier organización, así como una necesidad y una oportunidad…
Enric Casi

“Lo peor que le puede pasar a un hombre
es coger odio a los razonamientos”
Platón

Qué difícil es construir una sólida reputación corporativa, y que fácil es destruirla. Puede parecer de perogrullo pero es así. Nuestros grupos de interés cada día están más informados y a su vez nos exigen más transparencia.

No nos podemos permitir fallarles, esperan mucho  de nosotros, no en vano somos sus marcas admiradas. Interactúan con nosotros en el on y el off-line, nos recomiendan a su comunidad, son fieles y a pesar de la crisis nos siguen comprando.

Ellos han hecho una gran apuesta por nosotros, por tanto cuidemos nuestra reputación y les estaremos cuidando a ellos. Si queremos una relación basada en la confianza y el largo plazo, la apuesta por la reputación tiene que ser clara, solida, firme, y partiendo el mensaje desde la alta dirección y calando los mensajes en todas las personas-grupos de interés de la organización.

“La cara no es jamás opaca del todo;
el alma se muestra a través de sus muros”
Aldous Huxley

Debemos tener presente que cada día una organización afronta una crisis reputacional. Por ello, las organizaciones están empezando a darse cuenta que la reputación es su principal activo para incrementar las ventas, fidelizar a los clientes, atraer y mantener el talento y las inversiones o garantizar unas buenas relaciones con los proveedores…
… hoy las compañías aún no están preparadas para anticiparse, prepararse y dar una respuesta eficaz a estas crisis. Esto es debido a dos motivos principales:
·         La confusión entre intangibles; especialmente la confusión entre la reputación, la marca y la imagen corporativa.
·          Los retos que ofrece la buena gestión de la reputación que pasan tanto por entender la reputación como una capacidad organizacional, como los cambios del entorno en el que las empresas desarrollan tu actividad.

La reputación es el conjunto de valoraciones que los stakeholders internos (trabajadores, directivos, propietarios, etc.) y externos (proveedores, partners, clientes, inversores, etc.) realizan sobre la entidad.

La reputación se caracteriza por:
·         Su multidimensionalidad
·         Es un activo a largo plazo
·         Depende de una amplia variedad de stakeholders
·         No se puede controlar

La reputación de una compañía depende directamente de las decisiones estratégicas que ésta toma a lo largo del tiempo… el último responsable de tener una reputación favorable o desfavorable es la dirección general.

·         Gestionar la reputación implica anticipar e integrar los intereses de los stakeholders es la toma de decisiones.
·         Integrar va más allá de gestionar las relaciones de la empresa con los individuos o colectivos con los que se relaciona, requiere interacción, inclusión y apertura al cambio.
·         La anticipación tiene por objeto la prevención y preparación de una eventual crisis a partir de las decisiones tomadas hoy, con el objetivo de poder controlar y mitigar el riesgo reputacional futuro.
·         Es necesario asumir que la reputación es un activo estratégico y que el riesgo reputacional es una categoría muy importante de riesgo. Por ese motivo, los responsables de la gestión efectiva de la reputación de la compañía son la dirección general y las personas más representativas de las unidades y funciones críticas de la organización.

“Desde los tiempos de Adán,
 los necios están en mayoría.”
Casimir Delavigne


“Sólo hay un principio motriz:
el deseo”
Aristóteles

Recibid un cordial saludo

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