Estimad@s amig@s
Sinopsis
Tras
el impacto generado por la caída de gigantes como Lehman Brothers o Enron,
Collins ha dedicado otro lustro a estudiar qué factores arrastran a las
grandes empresas a la ruina. ¿El declive puede ser detectado con la suficiente
antelación para corregirlo?, ¿cuán hondo puede caer una compañía para
que su recuperación sea inevitable?, ¿cómo se puede corregir una mala
situación?
En
consecuencia, se trata de saber cuáles son los síntomas y las fases
de la caída. Sólo siendo capaces de predecirla y detectarla
se puede revertir a tiempo.
Toda organización, no importa lo grande que sea, es vulnerable. No existe ninguna ley que garantice la supervivencia,
pero como concluye este trabajo de
investigación, algunas empresas
logran sobrevivir a las crisis
siendo aún más fuertes que antes.
«El declive
se puede detectar.
El declive se puede
evitar.
El declive se puede
revertir»
Jim Collins
Prólogo
El propósito de este libro es presentar una perspectiva ─basada
en un trabajo de investigación─ sobre cómo puede llegar el declive incluso a
aquellos que aparentemente son invencibles, de modo que los directivos puedan
tener más posibilidades de evitar un destino trágico.
Jim Collins
«Perdurar o
caer, sobrevivir o desaparecer
depende más de lo que tú te hagas a ti mismo que de lo que el mundo haga por ti»
Jim Collins
Desgraciadamente todos los
días caen empresas, lo importante es ser
capaz de identificar modelos, patrones de comportamiento, tanto de fracasos como de éxitos y en la medida de las posibilidades de cada uno adaptarlos a
su organización e intentar que no seamos los próximos en caer.
Además de lo anterior hay
que añadir el factor suerte. Estar en
el momento adecuado en el sitio adecuado puede significar caer o sobrevivir. No te estoy invitando a jugarte a los
chinos, los próximos movimientos estratégicos de tu empresa, pero si aprovecho
para poner de manifiesto que muchas veces el factor suerte puede ser determinante.
«Ésta es la
lección: no cedáis nunca, no cedáis nunca, nunca, nunca, nunca, nunca ─ante nada, grande, pequeño o insignificante─, nunca cedáis, excepto en
cuestiones de convicciones de honor y sentido común. Nunca cedáis a la fuerza; nunca
cedáis al poder aparente incontenible del enemigo»
Winston Churchill
(…) no hay que tratar de presentar las respuestas correctas, hay que centrarse en plantear buenas
preguntas.
─Cuando estás en la cima
del mundo, eres la nación más poderosa de la Tierra, la empresa más prospera de
tu sector, el mejor jugador de un deporte, tu propio poder y el éxito pueden
ocultar el hecho de que ya estás encaminándote hacia el declive (…)
Veo el declive de una empresa como una enfermedad, con
sus diferentes etapas: más difícil de detectar pero más fácil de curar en las
primeras fases y más fácil de detectar pero más difícil de curar en las fases tardías
(...)
Toda empresa es vulnerable, independientemente de lo
grande que pueda ser. No importa lo que hayamos logrado, no importa lo lejos
que hayamos llegado, no importa cuánto poder hayamos acumulado, somos vulnerables
al declive (…) Cualquiera puede caer y la mayoría termina haciéndolo.
Fase 1: La arrogancia nacida del éxito
(…) hibris es el orgullo
desmedido, de hacer caer a un héroe (…) o una arrogancia desmesurada que causa
sufrimiento al inocente.
(…) arrogancia
en los saltos indisciplinados dados en áreas en las que una compañía no puede llegar
a ser la mejor (...) arrogancia en
la persecución del crecimiento por parte de una empresa (…) arrogancia en las decisiones audaces y
arriesgadas tomadas cuando todo está en contra (…) arrogancia
en la negación de la posibilidad de que la empresa pueda estar en peligro
debido a amenazas externas o erosión interna (…) arrogancia: la negligencia arrogante.
El éxito de Wal-Mart
preocupaba a Walton. Se inquietaba pensando cómo inculcar su determinación y su humilde y a la vez extraordinaria curiosidad en la compañía para que permaneciera más allá de su vida
(…)
Indicadores de la fase 1
· Derecho al éxito, arrogancia.
· Derecho al éxito, arrogancia.
·
Se descuida
el engranaje primordial
·
«Qué»
sustituye a «por qué».
·
Declive
de la orientación al aprendizaje.
·
Minimización
del papel de la suerte.
Fase 2: la persecución indisciplinada del crecimiento
(…) los que crearon las
empresas excelentes de nuestra investigación distinguieron entre el valor de la acción y su precio, entre accionistas y especuladores
y reconocieron que su responsabilidad consistía en construir valor para el accionista, no en maximizar el valor para
el especulador.
«Crecimiento
en la eficacia,
crecimiento en el
impacto distintivo,
crecimiento en la
creatividad,
crecimiento en las
personas»
Jim Collins
Si tuviera que elegir un indicador por encima de los
demás como señal de alarma, sería la decreciente proporción de puestos clave
cubiertos con personas adecuadas (…) ¿Cuáles
son los puestos clave en nuestra organización? ¿Qué porcentaje de esos puestos
podemos decir con seguridad que están ocupados por las personas adecuadas? (…)
¿Qué expectativas de recambio tenemos
para el caso de que una persona adecuada deje un puesto clave?
« (…) perdimos
a mucha gente joven porque no éramos una meritocracia»
Bank of America
Los líderes que fracasan en el proceso de sucesión
colocan a la empresa en el camino del declive (…)
Indicadores de la fase 2
·
Búsqueda
insostenible del crecimiento y confusión entre grande y excelente.
·
Saltos
discontinuos e indisciplinados.
·
Proporción
decreciente de personas adecuadas en los puestos clave.
·
El dinero fácil mina la disciplina en los
costes.
·
La
burocracia mina la disciplina.
·
Sucesión
problemática en el poder.
·
Intereses
personales por encima de los intereses de la organización.
Fase 3: la negación del riesgo y el peligro
Las empresas excelentes hacen grandes apuestas, pero evitan las que
podrían provocar boquetes por debajo de la línea de flotación. Cuando tomemos decisiones arriesgadas y hagamos
apuestas teniendo datos contradictorios, planteémonos (…)
1. ¿Cuál es la ventaja obtenida si las cosas salen bien?
2. ¿Cuáles son los inconvenientes si las cosas salen muy mal?
3. Realmente podemos vivir con esos inconvenientes?
1. ¿Cuál es la ventaja obtenida si las cosas salen bien?
2. ¿Cuáles son los inconvenientes si las cosas salen muy mal?
3. Realmente podemos vivir con esos inconvenientes?
Indicadores de la fase 3
·
Acentuar
lo positivo, minimizar lo negativo.
·
Grandes
apuestas y objetos audaces sin validación empírica.
·
Asumir
riesgos enormes basándose en datos ambiguos.
·
Erosión
de la dinamiza de un equipo saludable.
·
Externalización
de la culpa.
·
Reorganizaciones
obsesivas.
·
Distancia
altiva.
Fase 4: La búsqueda desesperada de la salvación
(…) el sello de la mediocridad no es querer cambiar.
El sello de la mediocridad es la inconsistencia crónica.
Cuando nos encontramos en una situación difícil,
cuando estamos a punto de caer, nuestro instinto de supervivencia ─y nuestro
miedo- puede hacer que nuestra reacción y nuestro comportamiento sean
contrarios a los adecuados para nuestra salvación (…)
Indicadores de la fase 4
·
Una
serie de soluciones mágicas
·
Búsqueda
de un líder salvador
·
Pánico
y prisa
·
Cambio
radical y «revolución» a bombo y platillo
·
El
bombo y platillo precede a los resultados
·
Alza
inicial seguida de decepción
·
Confusión
y cinismo
·
Reestructuraciones
crónicas y erosión de la situación financiera
Fase 5: Capitulación: ser insignificante o morir
No
todas las empresas merecen perdurar. Quizá la sociedad está
mejor librándose de las empresas que han pasado de ser excelentes a ser
terribles, no permitiendo que continúen perjudicando a sus accionistas con
sus grandes deficiencias. La autoperpetuación empresarial no tiene sitio
legítimo en un mundo con recursos escasos; la mediocridad empresarial debería ser eliminada o transformada en excelencia.
« (...) no
somos prisioneros de nuestras circunstancias,
de nuestros reveses, de nuestra historia, de nuestros errores, ni de las derrotas más asombrosas que nos
puedan haber ocurrido por el camino. Nos
liberan nuestras decisiones»
(…) las grandes naciones
pueden caer y recuperarse. Las grandes empresas
pueden caer y recuperarse. Las grandes instituciones
sociales pueden caer y recuperarse.
Y los grandes individuos pueden caer y recuperarse.
Siempre y cuando uno no sea eliminado del juego (…)
«El fracaso
no es tanto un estado físico como un estado mental. El éxito es caer y levantarse, una
y otra vez, sin fin»
Link de interes
Empresas
que sobresalen
Empresas
que perduran
« (…) el
dinero aprieta.
La esperanza se
desvanece.
Las opciones se
estrechan»
Recibid un cordial saludo
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