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Sinopsis
En las empresas de negocios
el poder más pleno, el poder que resulta más decisivo para el futuro de la
organización y, por tanto, para el futuro de las personas que la forman, se
ejerce en su proceso de gobierno y dirección.
En El
poder en la empresa, el profesor Gallo pretende
ayudar a comprender mejor la concepción y el ejercicio del poder en la empresa,
en sus órganos de gobierno y dirección, y por los hombres y mujeres que en ella
trabajan; asimismo, tiene el deseo de contribuir a la mejora de unos y otros en
su ejercicio.
El profesor Gallo
plantea diversas cuestiones esenciales del ejercicio del poder en la empresa:
• La exigencia de una finalidad
adecuada para un correcto ejercicio del poder.
• La escasez del poder más
pleno en la empresa.
• La incidencia de las
preferencias personales en el ejercicio del poder.
• Los límites voluntarios
del poder y la relevancia de la colegialidad en el gobierno de la empresa.
• La necesidad de la
educación para el ejercicio del poder.
«Ni la confianza,
ni
el éxito se pueden improvisar»
Prólogo
(…) la caída de la
reputación de las empresas no se debe, por lo general, a la baja calidad de sus
productos o servicios: se debe, realmente, al deficiente ejercicio del poder en
las organizaciones. En efecto, los abusos de poder motivados por la codicia o
el beneficio particular son numerosos en nuestra sociedad: la ocultación de
información, la violación de un contrato, la lesión de derechos legítimos de terceros
o el engaño en la descripción de las cualidades de un producto o servicio, son
manifestaciones de un perverso uso del poder en la empresa.
(…) la creciente importancia
del gobierno corporativo de las empresas en nuestra sociedad está relacionada
con los beneficios que una mejor calidad de gobierno puede tener sobre los
resultados de la empresa, y su capacidad de competir y proyectarse a largo
plazo (…) el buen gobierno modula el ejercicio del poder y ayuda a mejorar la
calidad de las decisiones a largo plazo.
(…) el ejercicio del poder
debe tener una finalidad adecuada (…) «El
poder, ¿para qué?». El poder
(…) debe ejercitarse para lograr los objetivos a largo plazo de la
organización, y que incluyen el aprendizaje positivo y la mejora de las personas
que la componen.
(…) el papel del equipo, la
colegialidad y la responsabilidad compartida del gobierno en una organización.
La colegialidad no sólo preserva mejor el poder de su posible abuso; es también
una garantía de una mejor calidad en la toma de decisiones.
«Las sociedades no
necesitan ideología para progresar,
sino
experiencia, sentido común y honradez:
sabiduría
para gobernar a las personas
y
experiencia para gobernar las cosas»
Platón[i]
Introducción
El poder como recurso
En las empresas de negocios
el poder más pleno, el poder que resulta más decisivo para el futuro de la
organización y, por tanto, para el futuro de las personas que la forman, se
ejerce en su proceso de gobierno y dirección.
(…) reto al desarrollo de la
auctoritas de las personas y un reto a la voluntaria y eficaz moderación
de la potestas de quienes ostentan el poder más pleno[ii].
Las personas, que (…) reciben
poder en la empresa, tienen la doble obligación de estar dispuestos a ejercerlo
y la de ejercerlo bien (…)
En el ejercicio del poder en
el gobierno y dirección de la empresa, el incremento de la auctoritas llega
a hacer innecesario el (…) uso del poder coactivo (…) justifica la potestas concedida
por la propiedad del capital. Es como si la potestas enriqueciera sus
cualidades y derechos en razón de la auctoritas que la persona alcanza
(…)
El modo de ejercer el poder
va creando hábitos, y la repetición de estos hábitos da lugar a lo que se
conocer como «estilos de dirección» (...) el estilo «incremental» propio de un
hábil político, cuyo extremo sería la manipulación; el estilo «directivo»
propio de quien prefiere enfrentar los problemas de cara, cuyo extremo seria la
dictadura; y el estilo «institucional», que superando los dos anteriores se
apoya en el desarrollo de las personas y el logro de la unidad por la vivencia
de los valores propios de una institución (…)
El ejercicio del poder pleno
en una sociedad de capital tiene otros retos que algunas veces quedan olvidados
(…) obligación que está unida a los
derechos de la propiedad, el deber de diligencia y de lealtad para actuar como
accionista activo y sereno (…) el reto propio de los miembros del Consejo de Administración
que debe llegar a ser un equipo de alto rendimiento, un verdadero colegio de
profesionales en el que todos, con la misma dignidad y con tipos de auctoritas
complementarios, cumplen con exactitud sus compromisos.
Moderar el poder y dejar de
decidir se sitúan en planos distintos; moderar es decidir prudencialmente,
dejar de decidir es inhibirse irresponsablemente (…)
Para ejercer bien el poder
hay que aprender a ejercerlo, es necesario desarrollar cualidades innatas que
se han recibido con el temperamento y adquirir otras que conformarán el
carácter de buen gobernante (…)
(…) el poder se ejercita en
un proceso, ejercer poder es vivir el proceso, y éste está formado por
bastantes más elementos que la toma de decisiones (…)
(…) aprender hábitos
operativos de alta calidad, que se desarrollan en el seno de la prudencia y de
la justicia en una espiral virtuosa formada por la paciencia[iii]
(…), la modestia[iv]
(…), la caridad[v]
(…) y la generosidad[vi]
(…)
«La autoridad se
tiene,
el
poder se recibe»
El poder en la empresa y
fuera de ella tiene que ir trabajándose, limándose, perfeccionándose, cimentándose,
siempre dentro de un marco de virtudes tales como lealtad, diligencia, fidelidad.
El poder en la
empresa siempre balanceando la auctoritas y
las potestas debe ejecutarse siempre pensando en ¿Qué es lo mejor
para la empresa y todos sus stackeholders? y como mejorar las habilidades
de las personas que ostentan el poder en la compañía.
«El saber humano
se
basa siempre en la experiencia»
Buena parte de los
propietarios de empresas familiares están convencidos de que el poder en la
empresa es suyo porque ellos la fundaron, construyeron o heredaron (…) lo mismo
piensa (…) administradores de empresas no familiares han recibido el mandato y
apoderamiento de los propietarios (…)
(…) los propietarios y
quienes tienen el poder en la empresa deben saberse administradores y no dueños.
Administradores en nombre de la comunidad de personas que es toda la empresa (…)
administradores con la responsabilidad de saber y querer ejercer el poder con
acertada profesionalidad, actuando convencidos de que su empresa no está para
hacer a ellos les venga en gana, en ningún caso de sufrir su ignorancia, ni
tampoco de hacer perdurable en el tiempo su voluntad (…)
(…) las funciones propias de
la auctoritas son el consejo y el control, mientras que las funciones
propias de las potestas son la ejecución y el mando para la consecución
de los fines.
(…) La potestas es
delegable a niveles inferiores de responsabilidad, pero en las auctoritas
no es posible la delegación.
Para que un propietario ejerza
bien el poder es preciso que alcance el mejor conocimiento profesional posible (…)
el aprendizaje, la formación, no deben terminar nunca (…)
(…) la moderación precisa de
«querer y saber escuchar», de «disposición para cambiar de opinión», y de
convencimiento de que se debe «aprender de la experiencia» (…)
(…) en la empresa son pocas
las personas que de verdad tienen la «facultad o potencia» de diseñar su
organización (…) imaginar o elegir la estrategia o situación final que la misma
debe alcanzar y pocas son las personas con la «probabilidad de imponer su
voluntad» (…)
(…) «con alguna frecuencia,
las personas analizan y diagnostican en función de su propia elección de futuro
(…) ven la realidad que más conviene a sus planes»[vii]
(…)
(…) ¿Cuál es el puesto de
trabajo de un miembro del Consejo de Administración?, ¿Cómo son las tres
dimensiones[viii]
de este puesto: qué responsabilidades debe desempeñar, con qué nivel
de autonomía puede actuar, y cuáles son los modos de integrarse con
otros consejeros, con los accionistas y con los miembros de la alta dirección?
(…) la profesión de gobernar
y dirigir una empresa es una profesión honesta que tiene una elevada influencia
en las personas que la forman (…)
(…) cuestiones criticas para
la construcción del bien común. ¿Están bien preparadas las personas con
poder en la empresa para ejercer este poder? ¿En que consiste eso de estar bien
preparado? ¿Cómo debería actuar la sociedad para proporcionar medios para que
se preparen, y cómo deberían actuar ellos para prepararse? ¿De qué
maneras se pueden llevar a cabo esta preparación?
«Si por moderar[ix],
se
entiende simplemente no ejercitar algo de forma plena,
la pregunta es,
¿por
qué? ¿Qué razón podría justificar eso?»
Link de interés
• Política
de empresa; El gobierno de la empresa de negocios
• Fundamentos
de la dirección de empresas
• Teoría
de la acción humana en las organizaciones
• Patologías
de los empresarios familiares
• Ideas
básicas para dirigir la empresa familiar
• El Futuro De La Empresa
Familiar
• La Empresa Familiar
Multigeneracional
• Los
Secretos De Las Empresas Familiares Centenarias
• Ética En La Empresa
Familiar: Texto Y Casos
• Diálogos
con Luis Manuel Calleja; Un recorrido por el buen saber del
político de empresa
• Gobierno
institucional: La dirección colegiada
• Una
escuela de pensamiento político para la alta dirección
• El
Consejo de Administración como ventaja competitiva
«Fuera de su lugar
nada es bueno.
En
su lugar,
nada
es malo»
Recibid un cordial saludo
[i] Pp., 534, La Republica
[ii] «Auctoritas… el “saber” reconocido. Potestas…
el “poder reconocido”»
[iii] No todo sale bien en la empresa.
[iv] No sobreestimar las propias
capacidades.
[v] Buscar el bien de los demás.
[vi] Desprendimiento.
[vii] Valero y Lucas, Política de empresa: El
gobierno de la empresa de negocios, EUNSA
[viii] à Dimensión responsabilidades
à Dimensión autonomía
à Dimensión integración
[ix] Moderar: «Templar, corregir o mitigar el rigor o el exceso» (Casares, 1981, pp., 563)
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