Estimad@s amig@s
Sinopsis
A pesar de no gobernar el
Imperio romano directamente, Livia ha sido una de las mujeres más poderosas del
mundo. Esposa del primer emperador romano, Augusto, y madre del segundo,
Tiberio, se posicionó de forma determinante en el centro de la política romana.
En esta biografía de Livia,
considerada unánimemente la más completa desde cualquier punto de vista, Anthony
Barrett recurre a las fuentes antiguas para ir mucho más allá del retrato
parcial de una maquiavélica conspiradora y nos descubre a una Livia compleja
cuya prolongada influencia política contribuyó a dar forma al gobierno romano,
dejando sentir su ascendencia mucho después de su muerte.
«Quienes no se mueven
no notan sus cadenas»[i]
Prefacio
(…) astuta y siniestra, la
Livia de Phillips[ii] dedica
cada minuto del día a sus apasionadas aficiones: conjuras, maquinaciones, intrigas
y la alegre erradicación de un buen surtido de conciudadanos, ya fueran
extraños, amigos o incluso parientes próximos.
(…) Livia fue la primera
dama de Roma en sentido amplio, en tanto que ninguna otra mujer romana antes o después
de ella consiguió evocar un respeto y una devoción más profundos o más
duraderos… se las ingenió para sobrevivir a un cambio drástico del sistema
constitucional de Roma, sin crearse enemigos claramente identificables (…) ni
su estatus ni su posición quedaron nunca de manera adecuada (…) es el nexo
entre los dos mandatos que establecieron el modelo básico del gobierno del
Imperio romano durante los cuatro siglos posteriores. Como esposa de Augusto
debía encarnar la dignidad y la majestuosidad del recién creado principado,
conservando al mismo tiempo su función de símbolo decoroso y abnegado de las
virtudes domésticas.
(…) un papel que parecía mucho
más al de primera dama en sentido más estricto (…) en el Estado romano, las mujeres
con la posible excepción de las vírgenes
vestales, no podían desempeñar un papel público, por mucho poder e
influencia que pudieran ejercer de manera informal entre bastidores (…) esta ambigüedad
del cargo de Livia, un problema creado en gran medida por el propio Augusto, lo
que provocó la muy documentada tensión entre madre e hijo. Su incapacidad para
alcanzar, como mínimo, un modus vivendi aceptable para ambos contribuyó
a la decisión final de Tiberio de abandonar Roma (…)
(…) en la antigüedad abundaban
los rumores que decían que Livia tenía tendencia a eliminar a sus adversarios envenenándolos[iii]
(…)
«¿Cuándo volverá el
Estado
a
tener otro ciudadano como yo?»[iv]
¿Qué papel han jugado las
abuelas, madres, esposas, hermanas en la
empresa familiar?
En muchos casos su papel es
el de un liderazgo invisible, los focos no les apuntan, pero su labor tapada,
cosiendo, cohesionando, preparando la transición —formando al sucedido, ayudando
en el retiro al sucesor…
¿Cuántas conocéis que no están
en primera línea? Pero si no estuviesen por detrás liderado, probablemente
no estarían otros donde están, su labor abnegada, tapada, es digna de mención y
reconocimiento.
El liderazgo compartido,
no siempre se ve, pero se puede intuir… creo que debemos reconocer el sacrificio
y la generosidad de estas personas que siempre han estado a nuestro lado, que
han renunciado a su triunfo para dejar paso a otros, nuestro “éxito” es
su éxito y eso les llena, pero “al César lo que es del César” hay que reconocer
su ayuda. No somos mejores gestores por decir que lo hacemos solos, más bien lo
contrario. Si no me hubiesen aupado a sus hombros mis abuelas, madre,
hermanas, mujer y tantas y tantas compañeras de trabajo, estudios..., posiblemente no hubiese tenido las oportunidades profesionales y personales que
he tenido. Gracias, gracias y mil gracias por haberme apoyado, ayudado, haberme permitido crecer… Creo que pocas veces damos las gracias a esas personas que están detrás
de la cortina.
Es la segunda vez que me
enfrento a esta reflexión la primera fue con Yo, Julia pero
no fui capaz de encajar el personaje en la Empresa Familiar. Hoy lo vuelvo a
intentar con Livia: La
mujer más poderosa de Roma de Anthony A. Barret.
No necesitó ser presidenta, secretaria
del Consejo de Administración, consejera, Ceo…, para convertirse en una mujer
de gran influencia y conseguir que su historia trascendiera a lo largo de los
siglos. Fue esposa de Augusto y madre de Tiberio, emperadores romanos.
Ø ¿Cuánto trabajo por ayudar a Augusto?
Ø ¿Cuánto influyó en la formación de Tiberio?
Ø ¿Cómo ayudo a sucesor y sucedido para que la transición fuera ejemplar?
Ø ¿Qué podemos aprender?
o ¿Fue
Livia una buena coach -mentora del sucesor y sucedido?
§ ¿Cuáles
fueron sus habilidades?
A todo lo anterior tenemos que añadir que en época de los romanos la mujer no tenía precisamente un papel preponderante en la sociedad, lo cual añade una mayor dificultad a la empresa si cabe.
«Había que respetar la
disciplina
tanto en el duelo
como en la batalla»[v]
Link de interés
• Telle,
la madre coraje que se enfrentó a sus hijos en Gullón
• Galletas
Gullón: Los conflictos en la empresa familiar
• Y Julia retó a los dioses: Cuando el enemigo es tu propio hijo..., ¿existe la victoria?
«Encontré Roma como
una ciudad de ladrillos
y la dejé como una
ciudad de mármol»[vi]
ABRAZOTES
[i] Rosa Luxemburg
[ii] Yo Claudio
[iii] Aunque lo mismo se rumoreaba de otras
mujeres de la familia imperial.
[iv] Druso
[v] Tiberio
[vi] Augusto