Estimad@s amigos
Sinopsis
La soledad tiene tantas
caras como rostros tienen los seres humanos.
Es inspiración donde el
amado suena con la amada. Es tema de canciones románticas. Es lugar filosófico
de encuentro con las ideas y los interrogantes de la vida. Es territorio
psíquico donde caben la cordura y la locura, el optimismo y la depresión, la
pasión por la vida y las ideaciones suicidas, las serenidades y las obsesiones
y las sensateces y las demencias. Es protectorado del alma que facilita la
apertura de espacios de experiencia mística. Es terreno de encuentro con
nosotros mismos. Es calabozo vital impuesto por la necesidad de compañía no
satisfecha.
La soledad forma parte de la
vida. Pero hay una soledad indeseada que hace sufrir. Una particular
sensibilidad ante esta soledad se está urdiendo en nuestros días.
Estas páginas buscan
comprender esta experiencia para humanizarla, para acompañarla saludablemente,
para hacerla fecunda cuando es inevitable, para matarla cuando es evitable
mediante acompañamientos acordes a la dignidad humana.
«La soledad no es
estar solo.
Es estar vacío»
Séneca
Introducción
Escribir sobre la soledad,
como una idea única, es como querer alcanzar un sueño paradójico, ya que todos
los seres humanos tenemos una opinión sobre ella y cada un da una versión
diferente al otro sobre la naturaleza. La soledad tiene tantas caras como
rostros tienen los seres humanos, lo cual hace difícil definirla.
Puede ser hipótesis y teoría.
Puede ser intuición, discernimiento, sagacidad e imaginación o también ceguera,
inhibición, retraimiento y desesperación. Se puede presentar algo pasajero,
puntual y efímero o como una manifestación crónica, permanente, endémica y
grave.
(…) ¿Estamos condenados a
la soledad?, ¿Es algo tan humano que forma parte de todos y cada uno de
nosotros?
¿Odiamos o amamos la
soledad?, ¿La buscamos o huimos de ella?, ¿La aceptamos
como parte consustancial a nosotros o la disfrazamos con engaños, trampas,
seducciones o fingimientos para no reconciliarnos son su “presencia”?, ¿Es
posible acoger la soledad del saber estar con nosotros mismos en un mundo lleno
de ruidos, redes sociales y distractores?, ¿Nos dejamos atrapar
por la algarabía escandalosa de está época, llena de griterío, huyendo
de lo fundamental? (…)
¿La soledad es un lugar, es
un vacío, es un encuentro, es un sentimiento?, ¿Qué es la
soledad?, ¿Hay asuntos vitales que requieren de la soledad o es un
espacio que hay que esquivar?, ¿Por qué huimos de ella, qué es entonces lo
que hace odiosa la soledad para muchos? (…)
«Siempre he amado el
desierto.
Uno se sienta en una
duna,
no ve nada, no oye nada.
Sin embargo,
a través del silencio
algo palpita y brilla»[i]
La soledad la podemos abordar
como una fortaleza o como una debilidad, para ello será necesario conocerla, ¿Qué
es la soledad?, ¿Cómo me afecta?, ¿Qué he aprendido de, y
en soledad?, Cómo puedo ayudar a personas que la sufren?
Humanizar
la soledad puede ser una obra que nos ayude a entender
como podemos acompañar a personas que sufren la soledad, como sacar partido de ella, y sobre todo como humanizarla. Aquellos que la sufren lo que más pueden apreciar -esperar de nosotros es comprensión y ayuda ¿Cómo
podemos ayudarles? Desde la empatía, el acompañamiento, construyendo un
espacio donde se sientan acogidos, no juzgarlos, conociendo los verdaderos
motivos de su soledad, ayudando de manera desinteresada, estando a su lado sin
que sientan invadidos…
«Te llamas soledad,
y sin embargo…
caminas, junto al que
está solo,
¡qué triste…
es llamarte soledad!
cuando estas siempre,
junto al que ama.
¡Deberían llamarte,
amiga del alma!»
Anónimo
(…) se focaliza la soledad
en la vejez, en la ancianidad, olvidándonos de las múltiples caras de la
soledad. Hay niños que están solos, adolescentes y jóvenes que se sienten
solos. Los pobres se sienten muy solos, los refugiados viven una soledad intensa
y la raíz de eso es la falta de conexión social que se relaciona con lo que en
sociología se denomina “pertenencia” (…)
(…) el problema de la
soledad comienza cuando (…) el problema de la soledad comienza cuando estar con
nosotros mismos y estamos con los demás para taponar el vacío que provocan las
relaciones superficiales (…)
Sentirse solo (…) es un
sentimiento punzante, particular completamente privado que provoca mucho
malestar, genera ansiedad, preocupación y zozobra, y la persona lo vive como
signo de debilidad (…)
(…) saber estar en compañía ayuda
a saber estar en soledad (…)
(…) podemos hablar de diferentes
tipos de soledades, como la soledad física, la soledad cognitiva, la soledad
emocional, la soledad social y la soledad espiritual.
La soledad provoca múltiples
preguntas, ¿Qué he hecho o para llegar a esto?, ¿Por qué todos me han
abandonado?, ¿Por qué son tan egoístas, con todo lo que yo he
dado? La persona siente miedo a estas preguntas (…) la soledad tiene un efecto
reflectante y de reflexión (…)
La soledad existencial es
tremendamente peligrosa, porque en ella se amontonan las ideaciones suicidas. Nada
tengo, nada vale la pena, para qué vivir. Nada pierdo con la muerte.
Relatos que hemos escuchado, con frecuencia, de aquellos que sienten esta
soledad existencial.
En la adolescencia, todos se
preguntan “¿Quién soy?” (…) hay que ir construyendo el “yo real” que se
va configurando a través de muchas variables, pero una principal es, “¿Cómo
me ven los demás?” (…) ¿Qué es lo que los demás ven en las redes?
(…) ¿Se puede construir una relación así?, ¿Se falsea a veces el “yo
real” con el objetivo de alcanzar un “me gusta”?, ¿Qué busca el
adolescente con el “me gusta”?
La timidez es otro factor
que puede empujar hacia la soledad y desde ahí al acoso (…)
Hablar de soledad fecunda es
hablar de madurez, de inteligencia emocional, de autoconocimiento, de saber
estar consigo mismo y de haber tenido en la vida oportunidades de crecimiento
personal (…)
La soledad y con ella el
silencio, son potenciadores de la creatividad (…) en la soledad, siempre que no
se viva con angustia, el cuerpo y el espíritu se relajan. En una mente
sosegada, las ideas fluyen (…) para crear, hay que dejar que la mente sea libre
y para liberarla hay que silenciar los ruidos que frenan y obstaculizan la
creatividad.
La soledad puede y deber ser
un eslabón que nos una a los demás a través de los valores de la solidaridad y
la hermandad con el que sufre (…)
Debemos parar, debemos
pensar, debemos entender y no podemos ignorar que plantearnos cuestiones tan
vitales requieren y exigen silencio (…)
«Antes o después la
soledad
nos visitará»
Link de interés
• Centro de humanización de la salud
• La
soledad el gran mal del siglo XXI
«¿Por qué en
general,
se rehúye
de la soledad?
Porque son muy pocos
los que
Encuentran compañía consigo
mismos»
Carlo
Dossi
Recibid un cordial saludo