domingo, 30 de enero de 2022

Humanizar la soledad: Comprenderla y acompañarla

Estimad@s amigos

Sinopsis

La soledad tiene tantas caras como rostros tienen los seres humanos.

Es inspiración donde el amado suena con la amada. Es tema de canciones románticas. Es lugar filosófico de encuentro con las ideas y los interrogantes de la vida. Es territorio psíquico donde caben la cordura y la locura, el optimismo y la depresión, la pasión por la vida y las ideaciones suicidas, las serenidades y las obsesiones y las sensateces y las demencias. Es protectorado del alma que facilita la apertura de espacios de experiencia mística. Es terreno de encuentro con nosotros mismos. Es calabozo vital impuesto por la necesidad de compañía no satisfecha.

La soledad forma parte de la vida. Pero hay una soledad indeseada que hace sufrir. Una particular sensibilidad ante esta soledad se está urdiendo en nuestros días.

Estas páginas buscan comprender esta experiencia para humanizarla, para acompañarla saludablemente, para hacerla fecunda cuando es inevitable, para matarla cuando es evitable mediante acompañamientos acordes a la dignidad humana.

 

«La soledad no es estar solo.

Es estar vacío»

Séneca

 

Introducción

Escribir sobre la soledad, como una idea única, es como querer alcanzar un sueño paradójico, ya que todos los seres humanos tenemos una opinión sobre ella y cada un da una versión diferente al otro sobre la naturaleza. La soledad tiene tantas caras como rostros tienen los seres humanos, lo cual hace difícil definirla.

 

Puede ser hipótesis y teoría. Puede ser intuición, discernimiento, sagacidad e imaginación o también ceguera, inhibición, retraimiento y desesperación. Se puede presentar algo pasajero, puntual y efímero o como una manifestación crónica, permanente, endémica y grave.

 

(…) ¿Estamos condenados a la soledad?, ¿Es algo tan humano que forma parte de todos y cada uno de nosotros?

 

¿Odiamos o amamos la soledad?, ¿La buscamos o huimos de ella?, ¿La aceptamos como parte consustancial a nosotros o la disfrazamos con engaños, trampas, seducciones o fingimientos para no reconciliarnos son su “presencia”?, ¿Es posible acoger la soledad del saber estar con nosotros mismos en un mundo lleno de ruidos, redes sociales y distractores?, ¿Nos dejamos atrapar por la algarabía escandalosa de está época, llena de griterío, huyendo de lo fundamental? (…)

 

¿La soledad es un lugar, es un vacío, es un encuentro, es un sentimiento?, ¿Qué es la soledad?, ¿Hay asuntos vitales que requieren de la soledad o es un espacio que hay que esquivar?, ¿Por qué huimos de ella, qué es entonces lo que hace odiosa la soledad para muchos? (…)

 

«Siempre he amado el desierto.

Uno se sienta en una duna,

no ve nada, no oye nada.

Sin embargo,

a través del silencio algo palpita y brilla»[i]

 

La soledad la podemos abordar como una fortaleza o como una debilidad, para ello será necesario conocerla, ¿Qué es la soledad?, ¿Cómo me afecta?, ¿Qué he aprendido de, y en soledad?, Cómo puedo ayudar a personas que la sufren?

 

Humanizar la soledad puede ser una obra que nos ayude a entender como podemos acompañar a personas que sufren la soledad, como sacar partido de ella, y sobre todo como humanizarla. Aquellos que la sufren lo que más pueden apreciar -esperar de nosotros es comprensión y ayuda ¿Cómo podemos ayudarles? Desde la empatía, el acompañamiento, construyendo un espacio donde se sientan acogidos, no juzgarlos, conociendo los verdaderos motivos de su soledad, ayudando de manera desinteresada, estando a su lado sin que sientan invadidos…

 

«Te llamas soledad,

y sin embargo…

caminas, junto al que está solo,

¡qué triste…

es llamarte soledad!

cuando estas siempre,

junto al que ama.

 

¡Deberían llamarte,

amiga del alma!»

Anónimo

 

(…) se focaliza la soledad en la vejez, en la ancianidad, olvidándonos de las múltiples caras de la soledad. Hay niños que están solos, adolescentes y jóvenes que se sienten solos. Los pobres se sienten muy solos, los refugiados viven una soledad intensa y la raíz de eso es la falta de conexión social que se relaciona con lo que en sociología se denomina “pertenencia” (…)

 

(…) el problema de la soledad comienza cuando (…) el problema de la soledad comienza cuando estar con nosotros mismos y estamos con los demás para taponar el vacío que provocan las relaciones superficiales (…)

 

Sentirse solo (…) es un sentimiento punzante, particular completamente privado que provoca mucho malestar, genera ansiedad, preocupación y zozobra, y la persona lo vive como signo de debilidad (…)

 

(…) saber estar en compañía ayuda a saber estar en soledad (…)

 

(…) podemos hablar de diferentes tipos de soledades, como la soledad física, la soledad cognitiva, la soledad emocional, la soledad social y la soledad espiritual.

 

La soledad provoca múltiples preguntas, ¿Qué he hecho o para llegar a esto?, ¿Por qué todos me han abandonado?, ¿Por qué son tan egoístas, con todo lo que yo he dado? La persona siente miedo a estas preguntas (…) la soledad tiene un efecto reflectante y de reflexión (…)

 

La soledad existencial es tremendamente peligrosa, porque en ella se amontonan las ideaciones suicidas. Nada tengo, nada vale la pena, para qué vivir. Nada pierdo con la muerte. Relatos que hemos escuchado, con frecuencia, de aquellos que sienten esta soledad existencial.

 

En la adolescencia, todos se preguntan “¿Quién soy?” (…) hay que ir construyendo el “yo real” que se va configurando a través de muchas variables, pero una principal es, “¿Cómo me ven los demás?” (…) ¿Qué es lo que los demás ven en las redes? (…) ¿Se puede construir una relación así?, ¿Se falsea a veces el “yo real” con el objetivo de alcanzar un “me gusta”?, ¿Qué busca el adolescente con el “me gusta”?

 

La timidez es otro factor que puede empujar hacia la soledad y desde ahí al acoso (…)

 

Hablar de soledad fecunda es hablar de madurez, de inteligencia emocional, de autoconocimiento, de saber estar consigo mismo y de haber tenido en la vida oportunidades de crecimiento personal (…)

 

La soledad y con ella el silencio, son potenciadores de la creatividad (…) en la soledad, siempre que no se viva con angustia, el cuerpo y el espíritu se relajan. En una mente sosegada, las ideas fluyen (…) para crear, hay que dejar que la mente sea libre y para liberarla hay que silenciar los ruidos que frenan y obstaculizan la creatividad.

 

La soledad puede y deber ser un eslabón que nos una a los demás a través de los valores de la solidaridad y la hermandad con el que sufre (…)

 

Debemos parar, debemos pensar, debemos entender y no podemos ignorar que plantearnos cuestiones tan vitales requieren y exigen silencio (…)     

 

«Antes o después la soledad

nos visitará»

 

Humanizar la soledad

Comprenderla y humanizarla

Consuelo Santamaría

José Carlos Bermejo

Desclée de Brouver

 

Link de interés

Centro de humanización de la salud

La soledad el gran mal del siglo XXI

 

«¿Por qué en general,

se rehúye de la soledad?

Porque son muy pocos los que

Encuentran compañía consigo mismos»

Carlo Dossi

 

Recibid un cordial saludo

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