viernes, 28 de abril de 2023

Endurance: La prisión blanca

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Sinopsis

En diciembre de 1914, sir Ernest Shackleton y una tripulación de veintisiete hombres embarcaron en el Endurance rumbo al Polo Sur, con el objetivo de cruzar por tierra la Antártida, el último continente inexplorado. Un mes más tarde, el barco encallaba en el hielo del mar de Weddel sin poder tocar tierra, en las proximidades del Círculo Polar Antártico. Shackleton y sus compañeros sobrevivieron a la deriva en una de las regiones más inhóspitas del mundo antes de poder abandonar la nave y emprender un viaje de más de 2.000 kilómetros para alcanzar el puesto de mando más cercano a la civilización.

La odisea de Shackleton y sus compañeros es una de las más increíbles del siglo XX. Alfred Lansing tuvo acceso a los diarios de los miembros de la expedición y conoció a varios de los supervivientes. La voluntad y la energía demostradas por aquel grupo de hombres en su titánica lucha contra las fuerzas desatadas de la naturaleza superaron los límites conocidos de la resistencia humana. Endurance es una obra maestra de la literatura marítima y el relato definitivo de la fatídica expedición.

 

«Fortitudine vincimus»[i]

 

Prólogo[ii]

(…) Shackleton se consideraba un fracasado, aunque había logrado regresar a su país con todos sus hombres vivos (…) su historia quedo totalmente eclipsada por otro fracaso mucho más dramático: la muerte en 1912 de su compatriota el capitán Robert Scott y de los cuatro camaradas que iban con él. Ocurrió en la carrera por la conquista del Polo Sur, que ganaría finalmente el noruego Roald Amundsen.

El afán de Scott por llegar a la meta el primero aun a costa de la vida, su decepción por saberse perdedor, el sufrimiento de los últimos días, que dejo plasmado en una emotiva carta a su esposa… Todo ello convirtió al militar en un mártir, en una leyenda que ocupaba plenamente el imaginario popular como héroe Antártico.

 

(…) nunca culmino con éxito alguna de sus expediciones en las tierras polares (…) todas las que dirigió acabaron en un rotundo fracaso (…) uno de los exploradores polares más conocidos del mundo sea el que nunca triunfó. Es una paradoja que nos ofrece pistas de la excepcionalidad de una persona que consiguió su última y más perdurable victoria varias décadas después de muerto.

 

(…) aventurero, su tremenda capacidad como líder incuestionable, su actitud siempre positiva ante la adversidad, su afán en la lucha contra dificultades que a la inmensa mayoría parecían imposibles de superar, su valía para lograr mantener a su equipo cohesionado cuando todo a su alrededor se estaba desintegrando y cuando las posibilidades de supervivencia se hacían cada vez más remotas.

La lucha de Shackleton (…) es el triunfo del espíritu humano ante la adversidad más absoluta, ante la desesperanza, ante el miedo, y se convierte también en un ejemplo imperecedero de cómo las cualidades personales de un auténtico “jefe”, como le llamaban sus hombres, puede hacer superar lo insuperable (…)

 

(…) supo que la forma de ganárselos para su causa era con una mezcla de increíble fortaleza y valor como los que él tenía (…) poner en marcha la imaginación para que el equipo funcionara, incluso con estrategias que pudiesen resultar estrambóticas (…) utilizar la psicología para gestionar el equipo sin fisuras; y que logro transmitir una genuina preocupación por el bienestar de sus hombres (…)

 

(…) su habilidad para gestionar al equipo se percibe en numerosos detalles (…) fuertes divisiones en facciones dentro del grupo, el cuestionamiento del líder (…) la generación de bandos que resultan irreconciliables y hasta el motín abierto (…)

 

(…) no toleraba ningún privilegio con la comida o con la ropa, y hasta realizaba en igualdad de condiciones las tareas manuales más duras y menos agradables (…) el explorador llegaba al punto de enfadarse cuando descubría que el cocinero le había puesto más cantidad o que su comida era de mejora calidad que la del resto del equipo.

(…) utilizó su optimismo y su seguridad para ganarse la plena confianza de todos y hacer cundir la idea de que, si el grupo seguía cohesionado, saldrían adelante durante el duro invierno antártico.

 

«Busco voluntarios para un viaje peligroso.

Se ofrece: sueldo exiguo, frio intenso

 y se garantizan largas horas en absoluta oscuridad.

 Un regreso incierto.

Honores y reconocimiento en caso de finalizar el viaje con éxito»[iii]

 

   ¿Fue Shackleton un líder?

-     - ¿Por qué?

-     ¿Qué atributos podemos identificar en la persona del explorador?

   ¿Qué aprendizajes podemos sacar de los 26 tripulantes del Endurance?

-     - ¿Por qué?

 

Endurance la prisión blanca nos ofrece otra visión sobre la gran gesta llevada a cabo por Shackleton y su equipo. A día de hoy sigue siendo difícil entender como en un entorno o tan extremo como el que tuvieron que pasar, todos consiguieran volver a casa. ¿Cómo consiguieron mantener la unidad de acción a pesar de la incertidumbre, el hambre, la oscuridad, el hielo, la congelación, etc.?

 

Nos puede servir no sólo para entender que a pesar de tener todo en contra, hay un ultimo movimiento, nunca debemos de dar la partida por perdida. La fortaleza mental del equipo humano del Endurance pudo ser una de las grandes palancas que les sirvió para sobrevivir, pero no olvidemos que sin el liderazgo de Shackleton pudiera ser que no hubiesen vuelto a casa sanos y salvos.

 

«Fortitudine vincimus»[iv]

 

La orden de abandonar el barco se dio a las cinco de la tarde. Para la mayoría de los hombres, sin embargo, no fue necesario recibir ninguna porque para entonces todos sabían que el barco estaba acabado y que había llegado el momento de abandonar cualquier intento de salvarlo. Nadie demostró miedo o aprensión. Durante tres días habían estado luchando sin tregua y habían perdido. Aceptaron la derrota casi con apatía. Estaban demasiado cansados para preocuparse.

 

Pocos hombres han soportado tanta responsabilidad como Shackleton en ese trance. Si bien sabía que su situación era desesperada, en ese momento no podría haber imaginado los esfuerzos físicos y emocionales a los que se verían sometidos, los rigores que tendrían que afrontar, los sufrimientos que padecerían.

 

Aunque no se puede negar que Shackleton era un inadaptado e incluso un inepto para la mayor parte de la situaciones de la vida cotidiana, poseía un talento, un genio casi de verdadero jefe, que compartía solo con un puñado de hombres en la historia. El explorador era (…) “El líder más grande que nunca puso Dios en la tierra, sin excepción”. A pesar de todas sus debilidades e insuficiencias (…)

 

(…) hablando con suma convicción, señalo que ningún objeto tenía el más mínimo valor cuando se trataba de la supervivencia y los exhortó a que no cayeran en la sensiblería a la hora de llevar peso innecesario, con independencia de su valor.

 

(…) la adaptabilidad del ser humano es tal que de vez en cuando tenían que recordarse que se encontraban en una situación desesperada (…)

 

(…) la última decisión debería tomarla cuando todavía estuvieran a tiempo de actuar (…)

 

(…) temía a la desmoralización más que a cualquiera de sus peores enemigos: el frio, el hielo y el mar (…)

 

(…) habían mantenido la actitud que Shackleton se esforzaba incesantemente en inculcarles: una fe absoluta en sí mismos (…) que podían si era necesario, sacar fuerzas y determinación frente a cualquier obstáculo y vencerlo.

 

El objetivo principal seguía siendo salir de allí, aunque ahora se tratara de una frase vacía (…) no tenían una meta, ni siquiera un objetivo mínimo hacia el que dirigirse. Se enfrentaban hacía una incertidumbre absoluta (…)

 

La indomable confianza en sí mismo del jefe de la expedición daba como resultado un optimismo (…) encendía el espíritu de los hombres (…) era lo que hacía de Shackleton un gran líder.

(…) esa misma autosuficiencia le cegaba a veces ante la realidad. Esperaba que todos los que le rodeaban reflejaran también su optimismo y se mostraba casi petulante cuando no lo hacían (…) tal actitud se debía a que dudaban de él y de su capacidad de llevar la expedición a buen término.

 

Los primeros minutos fueron cruciales, de locura. Los hombres se esforzaron por remar al unísono, pero estaban torpes, les faltaba práctica y la ansiedad obstaculizaba sus movimientos. El hielo que les rodeaba atascaba los remos y las colisiones eran inevitables (…)  

 

(…) Shackleton buscó en el rostro de sus hombres la respuesta a la pregunta que más le preocupaba: ¿Cuánto más podían aguantar? No existía un único veredicto. Algunos parecían a punto de derrumbarse, mientras que otros mostraban la inequívoca determinación de seguir adelante. Pero al menos todos habían sobrevivido a la noche.

 

(…) la sensación general, al menos en apariencia, era de confianza. ¿Cómo podía ser de otro modo? Cualquier otra actitud habría sido el equivalente a admitir que estaban condenados irremisiblemente. No importa qué posibilidades tenga, un hombre no pone su última esperanza en algo y luego espera que ese algo fracase.

 

La moral fluctuaba según el estado del tiempo y según la banquisa se acercaba o se alejaba (…)

 

La vida se contabilizaba por periodos de horas o quizá solo de minutos: una sucesión inacabable de pruebas dirigidas a librarse del infierno particular del momento (…)

 

«Nunca para mí la bandera estará arriada,

nunca será el último intento»[v]

 

Endurance

La prisión blanca

Alfred Lansing

Península

 

Link de interés

Lecciones de liderazgo: Las 10 estrategias de Shackleton en su gran expedición antártica

•  Atrapados en el hielo: La legendaria expedición a la Antártida de Shackleton

La sociedad de la nieve: El relato definitivo de una vivencia extrema donde el liderazgo y la capacidad de superación fueron decisivos

La brújula de Shackleton: Enseñanzas de un explorador polar sobre el éxito personal

El liderazgo al estilo de los Jesuitas: Las mejores prácticas de una compañía de 450 años que cambió el mundo

 

«Para la dirección científica, dadme a Scott;

para un viaje rápido y eficaz a Amundsen;

pero cuando estéis en una situación desesperada,

cuando parezca que no existe una salida,

 arrodillaos y rezad para que venga Shackleton»

 

ABRAZOTES


[i] Resistir es vencer

[iii] Más de cinco mil personas se presentaron a la convocatoria

[iv] Resistir es vencer

[v] Shackleton 

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