Sinopsis
Las sucintas “historias” de
estos nueve empresarios son notorias porque hicieron algo relevante en sus
vidas que perdura en el tiempo, y por ello deben ser reconocidos, valorados y
recordados. Son las historias ilusionantes de siete hombres y dos mujeres
―todos ya fallecidos― que proceden de sectores variados: agencia de noticias,
empresas de distribución, componentes automovilísticos, transporte, hostelería,
escuela de formación empresarial… La mayoría inician su andadura desde
sencillas iniciativas personales. Uno muere poco después de los 40 años, otro
llega a los 106. Dos son extranjeros y siete españoles: tres andaluces y un
gallego, asturiano, madrileña y burgalés. Uno de ellos incluso “va para santo”.
Todos son empresarios modélicos, aunque no estén recogidos todos los que
también lo han sido.
El empresario trabaja con la
colaboración de otros, crea empleo y riqueza, invierte, delega tareas y
establece sus tiempos de ejecución con el objetivo temporal de permanencia.
Este es su gran cometido, y la diversidad de sus tareas reside su riqueza y
atractivo.
«En España la figura
del empresario ha estado mal considerada.
En la judía o
protestante,
cuando tienen éxito,
es porque Dios está
con él»[i]
Dejar huella, que bonito, difícil
y poco habitual en estos tiempos. Ricardo Velilla
glosa de manera breve en Empresarios
que dejan huella sobre la figura de 9 personas que antepusieron sus valores
y el espíritu de servicio por encima de todo lo demás.
En tiempos turbulentos, vacíos
interiormente, donde la inmediatez, el egoísmo, el ego, la falta de generosidad
con el prójimo priman, puede ser un buen momento para leer despacio estos
testimonios que nos ayuden a buscar en lo más recóndito de nuestro interior.
Dejemos aflorar ese espíritu
de servicio que nos caracterizó en el pasado, y que nunca debimos dejar hibernar,
la generosidad siempre debe presidir nuestros pensamientos.
«Toda ayuda
innecesaria
empobrece a quien la
recibe»[ii]
Rosario Martín Gutiérrez de
Cabiedes
Desde su puesto directivo
siempre mostró una gran visión estratégica y un enfoque riguroso en la gestión,
consciente de que la independencia y la neutralidad tradicionales en Europa
Press se sustentaban en una empresa sólida y bien administrada
financieramente.
(…) tuvo un gran respeto por
el trabajo de la Redacción, entendiendo y apoyando el papel crucial de los
periodistas en una sociedad democrática, sin interferir en su labor
profesional.
(…) “misión de permanencia” (…)
rasgo distintivo de la empresa familiar (…)
(…) los miembros de la
familia (…) “se formen fuera de la empresa familiar” y se incorporen a ella
“cuando tengan algo que aportar al proyecto”. Tal formación de las nuevas
generaciones “ha de basarse en el esfuerzo y la búsqueda de la excelencia” (…)
Magín Froiz Planes
“Lo primero es
defender al cliente y darle el mejor producto al mejor precio (…) defender a
mis trabajadores, si no, qué pinto yo en la empresa, sería un autónomo
trabajando solo. Y defender también al entorno social de la empresa. Hay que
cumplir con la sociedad, ser una persona seria, recta y responsable”.
(…) como en toda empresa
familiar, la sucesión y el mantenimiento del negocio es un asunto de gran
importancia, aunque delicado (…)
José Antolín Toledano
(…) aprovecharon la fuerte
expansión de la industria española del automóvil y desarrollaron una estrategia
a largo plazo basada en la búsqueda de socios de prestigio, en la
diversificación de productos y la innovación.
(…) proceso de internacionalización
con el objetivo de acompañar a los fabricantes de vehículos allí donde
necesitarán de sus productos (…)
Las bases del liderazgo de
José en el sector han sido la apuesta decidida por el desarrollo tecnológico,
el fomento del talento de sus colaboradores, una gestión inspirada en el
trabajo en equipo, la mejora continua, la búsqueda permanente de la calidad y
la excelencia, las alianzas internacionales, así como un olfato especial para
detectar con antelación de dónde venían y hacía dónde soplaban los vientos de
progreso.
Juan Robles Pérez
Casa
Robles se convirtió en una empresa familiar, que se ha hecho paso
a paso, depurando sus fogones hasta alcanzar un consolidado prestigio entre la
clientela local y forastera.
(…) el trabajo del hostelero
exige dedicación y sacrificio, más todavía si este se ha hecho desde abajo (…)
François Michelin
Michelin sostenía que las
mejores experiencias se aprendían en la fábrica, no en las aulas. Por eso,
comenzó a trabajar ―con nombre supuesto― (…) comenzar desde abajo le permitió
conocer cómo eran sus trabajadores; su dedicación y cercanía a ellos
incrementaban su lealtad.
Otro de los rasgos de su
manera de ser y actuar fue la necesidad de mantener una estricta
confidencialidad sobre el funcionamiento de su empresa.
“Las
fugas son suicidas (…) nos lleva años desarrollar un neumático nuevo o una
máquina nueva. Pero en cinco minutos un competidor podría copiar una idea o
innovación”.
“La
fabrica es un verbo cuyo sujeto es el cliente. El cliente es el origen y el fin
de todas las cosas”.
Pilar García Alonso
(…) “Una pionera de lo que
ahora llaman Mujeres Empresarias. Una emprendedora”.
(…) “Aquí no soy tu
abuela, soy tu jefa”; fue mi primera lección de respeto y disciplina.
José Cosmen Adelaida
De empresa familiar y
familia empresaria
(…) Cosmen perseguía un
modelo de gestión basado en las llamadas tres “erres”: “responsabilidad, reconocimiento
y retribución”, siguiendo la norma no escrita de que “para sobrevivir hay que
crear musculo” y de que en el mundo del trasporte actual hay que pasar del
simple “traslado” de mercancías y personas a “gestionar la movilidad” y
convertirse en una “empresa intermodal” y de movilidad sostenible.
(…) quien triunfa en él une
en su persona dos cualidades: instinto e inteligencia (…)
“Nuestros
padres (…) han sido un constante referente y transmisores de valores como la
honestidad, la humildad o el humanismo”.
Javier López de la Puerta
(…) inicia una larga carrera
de servicio a los demás: traída de aguas, viviendas sociales, hospital, reactivación
de empresas y creación de puestos de trabajo, que eran una obsesión constante.
Muy dotado como organizador
e impulsor de proyectos, sabe rodearse de los mejores colaboradores, que son
también sus amigos (…)
(…) sus dotes de hábil negociador
respetuoso y dialogante, de pacificador social comprometido, son
sobresalientes. Las nuevas generaciones de empresarios y altos directivos
agrarios tienen un referente al que imitar.
(…) tenía un “sentido
trascendente de servicio a la sociedad” (…)
(…) “pensar a lo grande sin
descuidar los detalles” (…)
Enrique Shaw Tornquist
(…) sobresalen en su vida tres
actitudes: la voluntad de ser coherente, la valentía para ir en contra de la corriente
y la moda, y la humanidad para ver siempre en el otro a alguien de quien
ocuparse.
“un hombre de enorme
coherencia entre lo que decía y hacía. Aunque alguna vez no hayamos estado de
acuerdo, él trataba de escuchar y entender al otro (…)”.
(…) La misión del
dirigente de empresa está vinculada al cumplimiento de tres deberes: el de
servicio, el de progreso y el de ascensión humana (…)
«Nada anda bien en una
sociedad
donde muchos están
mal»[iii]
Link de interés
• Juan
Robles, la sonrisa del tabernero
• Empresa
y responsabilidad: Conversaciones con Ivan Levaï e Yves Messarovitch
• Michelin
como alternativa directiva al éxito empresarial
• Sevilla.
Banquetes, tapas, cartas y menús
• Alsa
100 años. Desde 1923, hasta donde tú quieras
• El
evangelio de los audaces: Doce gobernantes que ejercieron el poder sin renunciar
a sus creencias
• Un empresario
en plenitud. Enrique E. Shaw y su eficaz desempeño
• Y
dominad la tierra…, palabras y escritos de Enrique Shaw
• La
empresa, comunidad de vida y relaciones humanas: el ejemplar caso de Enrique
Shaw
«El dinero tiene que
ser un servidor
y nunca un amo»[iv]
ABRAZOTES
[i] Adela Cortina
[ii] María Solano Altaba
[iii]
[iv] François Michelin
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