lunes, 4 de noviembre de 2024

El aprendedor: Del abismo a la cima, de pedir cheques de comida a gestionar miles de millones de euros

Estimad@s amig@s

Sinopsis

El aprendedor no es un libro de emprendimiento al uso.

Es una travesía vibrante, donde se narra la odisea de Curro Rodríguez, presidente y fundador de Ly Company Group y Ly Holding Capital, un empresario tenaz y rebelde que jamás aceptó lo políticamente correcto ni encajó en los moldes de la conformidad.

Curro comenzó desde lo más humilde, vendiendo caracoles. De ahí, emprendió un camino lleno de retos y no paró de reinventarse: desde la industria del pescado y el marisco hasta el negocio del agua envasada. Hoy, tras décadas de trabajo incansable, ha fundado más de 30 empresas por todo el mundo y gestiona miles de millones de euros.

Su historia no es solo un viaje por negocios arriesgados en España y en países muy complicados, sino una aventura humana cargada de emociones intensas y aprendizajes cruciales. Este libro va más allá de simples lecciones de empresa, es una crónica de risas, llantos y, sobre todo, de esfuerzo constante y momentos de incertidumbre, donde cada derrota se convierte en aprendizaje y cada obstáculo en una oportunidad para avanzar. Al final de cada capítulo, el autor comparte esas valiosas enseñanzas, nacidas de la experiencia real en el campo de batalla empresarial y personal, donde el síndrome del impostor y la inevitable gestión del fracaso son constantes compañeras de viaje.

Una lectura inspiradora, imprescindible para quienes quieren entender la vida desde la perspectiva de alguien que jamás aceptó las reglas del juego y, aun así, ganó.

 

«la forma más segura de fracasar,

 es abandonar. No te rindas,

 nunca te rindas, porque

la noche siempre luce más oscura

 justo antes del amanecer»[i]

 

Prólogo[ii]

La historia de Curro Rodríguez representa una oda a la capacidad de adaptarse a las peores circunstancias, y también a las mejores, sin dejar de ser uno mismo (…) siendo siempre su mejor versión (…) por esa generosidad innata y esa humildad, su día a día y esta obra son un aprendizaje continuo para compartir esa experiencia con quienes buscan emprender el mismo camino de la búsqueda del éxito (…) éxito de lograr en la vida lo que uno se propone.

 

Su afición por la montaña es además una gran metáfora de su propia vida: da igual a qué distancia esté la cima o a qué ritmo subas para alcanzarla; lo único que importa es que jamás dejes de ascender hasta llegar allí.

 

«Para alcanzar tus sueños empresariales y económicos,

 se necesita inquietud y pasión»[iii]

 

introducción[iv]

Durante 23 años en los equipos médicos del 061 de Andalucía recibí numerosos avisos que me acompañaron a lo largo de mi carrera (…) estas experiencias me aportaron resiliencia y, sobre todo, me enseñaron a relativizar los problemas. En cada guardia, enfrentándome a ambientes hostiles, situaciones trágicas, la desesperanza de pacientes y familiares y las alegrías por salvar vidas, me di cuenta de que la empatía, la sonrisa, la educación, el optimismo, el compromiso y la motivación resultan esenciales en la vida. También son las claves de las muchas historias de fracaso y éxito que voy a contar en estas páginas y que están basadas en mi experiencia y en la realidad del emprendimiento en varios países.

La vida, aunque me llenó de ruinas y fracasos, me ha llevado a lo que hoy podemos definir como éxito, y quiero que mis vivencias, anécdotas, atajos y consejos puedan servir a otras personas. Siento esa responsabilidad social y espero que todo lo vivido sirva de utilidad a quienes lean o compartan mi historia.

 

«Quien apuesta por ti merece tu respeto,

lealtad y reconocimiento indefinidos»[v]

 

Para aprender y emprender hacen falta ambición, superación, constancia trabajo duro, sacrificio, personas que nos ayuden en el camino y otras que nos podrán piedras para evitar nuestro progreso, pero no por ello deberemos de rendirnos. 


El abismo puede estar al igual que la cima (éxito) cerca, deberemos estar listos para el siguiente movimiento, pero para ello es necesario tener visión, arrojo, equipo y empuje. De nada sirve tenerlo en la cabeza, sin capacidad de hacer, hacer-hacer y dejar hacer. 

 

El aprendedor es como Curro Rodríguez ha querido titular este libro que comentamos hoy, también lo podríamos llamar relato vivencial, inspirador, o libreta de cosas que aprender, aunque ya se sabe que nadie escarmienta en cabeza ajena.

 

Me quedo con personas a las que leer, ya que creo que tienen mucho que enseñar… es cuestión de humildad y ganas.

 

«Tú tienes el reloj

y ellos tienen el tiempo»[vi]

 

(…) es fundamental viajar y ver con tus ojos cómo, qué y quién vive ahí fuera para experimentar lo peor y lo mejor de esos países. Por suerte o por desgracia, he tenido que viajar, trabajar y a veces sufrir (…)

En muchos países he pasado momentos muy difíciles (…) las he pasado canutas. En otros he disfrutado, he negociado, he llorado, he ido armado o me he arruinado, pero he vivido cientos de experiencias que ahora llega el momento de legar y transmitir con el propósito de poder ayudar, dar, ofrecer y aportar a otras personas.

 

El objetivo debe ser siempre tu proyecto, apoyado en la calidad del producto o servicio, con su dosis de sostenibilidad y de solidaridad y, sobre todo, entender el marketing como la promoción de tu objetivo, su creación y la fórmula para que el consumidor acceda a ese producto o servicio. Ese es el verdadero sentido del marketing: ¿qué hace que una persona te escoja a ti?

 

(…) aprender cada día y a desaprender lo inútil; a rodearme de las águilas y no a nadar con los patos; a planificar el objetivo; a escoger bien al socio; a elegir mi camino en la vida antes de que la vida lo elija por mí, y a aceptar consejos de quienes tuvieron éxito (…)

 

Cuando se te acaba el dinero, cuando ya no hay tarjetas, cuando ya no puedes pedir más dinero a nadie porque ya te han prestado, cuando ya no puedes trabajar más horas… ahí te das cuenta de que el dinero es contable y finito (…)

 

(…) es justo reconocer que todo lo que me ocurrió en ese tiempo, incluidas las malas experiencias, también fue consecuencia de decisiones erróneas por mi parte. Siempre tuve la libertad de no asociarme con ciertas personas o de retirarme a tiempo, pero a menudo la ambición que siempre me ha caracterizado y el instinto de superación me llevaron a meterme en más y más jardines.

 

(…) soy un ferviente defensor de la escalabilidad. Al iniciar un negocio, es fundamental que sea escalable, que los limites los pongas tú y no el mercado (…)

 

(…) lo que no se hacia yo lo innovaba; lo que se hacia lo intentaba mejorar. Y continuamente explotaba nuevas especies que pudieran dar un volumen y rendimiento mejores al mercado.

 

(…) un socio puede llevarte al éxito o al mayor de los fracasos, puede elevarte a un circulo virtuoso o sumirte en uno vicioso. Elegir al socio adecuado, o simplemente no escoger a ninguno, es una de las decisiones más importantes de nuestra vida empresarial o de cada proyecto (…)

 

(…) cuando un socio te maltrata, siempre sale más caro en términos personales, psicológicos y económicos no separarse de él cuanto antes. Si estás en una posición de dependencia, resulta crucial cortar esa relación (…)

 

(…) cada persona tiene un talento único para enseñarte algo; solamente hay que tener la humildad de aprenderlo. Para mi esa es la verdadera humildad, no la falsa modestia que muchos exhiben.

 

(…) para tener un proyecto ganador, no es necesario inventar una idea nueva, aunque eso puede funcionar, sino tomar una existente y mejorarla.

 

(…) la verdadera ayuda proviene de quienes arriesgan contigo sabiendo que puede suponer un gran perjuicio para ellos. Es en esos momentos cuando el valor de su apoyo se vuelve realmente significativo.

 

(…) cuando una empresa quiere ser grande, hay que pensar en grande (…)

 

Mi último consejo es aprender a controlar el ego, uno de los peores enemigos del éxito. El ego te ayuda a valorarte e ir manejando el síndrome del impostor (…)

 

«No se puede tener más miedo a fracasar

que ganas de triunfar»[vii]

 

Epílogo[viii]

Un buen emprendedor tiene que ser capaz de convencer a muchos de que su idea de negocio se convertirá en un éxito rotundo (…)

 

Como todo gran visionario, Curro es perfectamente consciente de que él, y sus excelentes aptitudes de comunicación, depende conseguir convencer a inversores, socios, colaboradores, clientes y, cómo no, entidades financieras (…) saber escuchar a todo el mundo, con interés y la máxima empatía (…) poder comprender las necesidades de su equipo, de los inversores y de los potenciales clientes.

 

(…) conoce y maneja como nadie ese difícil arte de coordinar, delegar, comunicar y lograr que las personas del equipo desarrollen sus habilidades y aporten lo mejor de si mismas; y todo lo anterior unido a una excepcional capacidad de organización y planificación (…)

 

«El egoísmo

trae desgracia»[ix]

 

El aprendedor

Del abismo a la cima, de pedir cheques de comida a gestionar miles de millones de euros

Curro Rodríguez

LID editorial


Link de interés

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Pozos sin fronteras

Fundación Ly Company

 

«El mayor peligro no reside en tener

una meta demasiado alta y no lograrla,

 sino en tener una meta

demasiado baja y lograrla»[x]

 

ABRAZOTES


[i] Morgan Freeman

[iii] Curro Rodríguez

[iv] A mis excompañeros del 061 y por todas las vidas que salvan.

[v] Curro Rodríguez

[vi] Dicho popular 

[vii] Curro Rodríguez

[ix] Curro Rodríguez

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