Sinopsis
Javier Fernández Aguado es
un referente indiscutible en la gestión de equipos gracias a sus modelos, adaptados
por cientos de empresas en todo el mundo. Con una profusa producción
intelectual aún en crecimiento, su trabajo, que hunde sus raíces en el
pensamiento clásico sin renunciar a la modernidad, analiza habitualmente la
naturaleza humana y la historia. Ofrece un sólido punto de partida con el que,
en una sociedad confusa y fragmentada, subrayar precisamente lo esencial.
Las aportaciones del mayor
experto en lengua española en gestión de personas y organizaciones (management)
han sido estudiadas en cientos de ensayos y artículos, y en dos simposios
internacionales sobre su pensamiento (2010 y 2019). Este libro es
un nuevo homenaje a una trayectoria impecable cuya trascendencia es global. Se
erige como una invitacion para conocer la profunda y eficaz obra de uno de los
más relevantes pensadores contemporáneos. Muchos lo conocen como el Peter
Drucker español.
«Nadie puede gobernar
sino se gobierna a sí
mismo»[i]
Prólogo[ii]
(…) pude constatar su
extraordinaria capacidad comunicativa, su habilidad para transmitir enseñanzas
profundas de una forma clara y amena. Su amabilidad y sencillez al hablar sobre
temas a veces muy complejos son absolutamente increíbles y captan nuestra
atención de una manera que nos hace querer saber cada vez más. Javier tiene la
virtud de captarnos, de involucrarnos en torno a un relato, porque su manera de
explicar la historia sea escrita o hablada tiene ese don especial (…)
(…) tiene la sabiduría de
hacernos recapacitar con sus palabras y con sus escritos. Nos impulsa a saber
más, a profundizar y devorar sus libros (…)
Su forma franca de describir
nos cautiva, nos engancha en la narración desde el primer minuto y queremos
seguir escuchando o leyendo hasta el final (…)
(…) ¿Cómo ha podido
escribir tantos libros sobre temas tan diversos? (…) con esa profundidad (…) asertividad (…) investigación
(…) capacidad de transmitirnos datos relevantes, profundos, precisos…
(…) logra hacernos
profundizar, querer entender las razones y cuestionarnos los porqués: ¿por
qué se repiten los patrones del pasado? (…) nos desafía a repasar las
causas y las consecuencias de nuestros actos (…)
«La historia no sirve
para nada,
pero quien no sabe de
historia no sabe nada»[iii]
Introducción
A lo largo de quince
conversaciones y diez reflexiones personales provenientes de veinticinco
países, presentamos a Javier Fernández Aguado, el profesor, escritor o
conferenciante, pero también a la persona dado que, de faltar alguna de las dos
facetas, la fotografía quedaría incompleta. A todos les agradezco su
generosidad al aceptar la invitación a participar en esta obra, bien aportando
su pluma, bien compartiendo una amable conversación.
Algunas consideraciones
sobre liderazgo
(…) “Hitler carecía de
formación en estrategia, de información sobre otros países, de dominio de
idiomas, apenas si había viajado… Solo su prodigiosa memoria, su capacidad de
comunicación y el miedo que había fomentado entre sus colaboradores explican el
seguidismo”.
(…) Publio Elio Adriano (…) fue
generoso, magnánimo y solidario, poseía un gran sentido de la realidad y
gustaba de mantener un trato cercano, aunque no por ello era menor su
exigencia. Prestó atención a su formación (…) afición por la poesía y la
literatura encontró espacio la aritmética (…) geometría (…) pintura (…)
(…) curiosidad desmedida y
el ánimo de mantener una vigilancia férrea y obsesiva (…) mantenía un ejército
de espías que le mantenían informado (…) vengativo, rencoroso y se dejaba
vencer por el resentimiento hacia quienes no se plegaban a sus caprichos.
Vanidoso en extremo, adolecía de una soberbia intelectual que le llevaba a
despreciar a cualquiera que poseyera más preparación que él.
(…) Antonino Pío, sucesor de
Adriano (…) capacidad para delegar, la gestión justa de los recursos, el
respeto a sus antecesores, la fortaleza, la humildad y la paciencia.
El arte de saber comunicar
(…)importancia (…) saber
leer y escribir en el Egipto faraónico (…) El tiempo dedicado a preparar a un
escriba rondaba la década, empezando a los diez años (…)
Dialéctica, mayéutica,
oratoria (…) Julio César (…) maestro en el arte de la comunicación (…) promoción
de su marca personal (…)
El lenguaje es un arma de
doble filo que sirve para construir o para aniquilar, para alabar o para
desdeñar. Una alteración en el orden de las palabras, un cambio en el tono, en
la velocidad o intercalar una pausa son suficientes para trastornar un contenido
(…)
Importancia de la formación
Unos iniciales planes de
formación, tan de rabiosa actualidad, encontraron espacio en el Imperio Romano
(…)
Gobernantes, directivos y
compañía
(…) un gobernante “ha de saber algo de algo y un poco de todo lo demás para desarrollar estrategias que lleven a sus subordinados a mejorar sus condiciones de vida, procurando, eso sí, no dañar a terceros”.
Ø “No estés orgulloso de tu saber, recibe consejo tanto del ignorante como del sabio”.
Ø “Si eres un jefe que imparte órdenes a un gran número de personas, busca toda ocasión de perfección a fin de que tu autoridad esté exenta de mal”.
Ø “Si eres un gran personaje, después de haber sido humilde, y si has hecho fortuna después de haber sido pobre en la ciudad que conoces, no olvides lo que te sucedió anteriormente”.
Ø “Debes hablar solo cuando sabes que comprendes. Es un artista quien habla en el consejo; la palabra es más difícil que cualquier otro trabajo, y su conocedor es aquel que la sabe usar adecuadamente”.
Ø “No repitas calumnias; no deberías oírlas, ya que son el resultado de un mal temperamento”[iv].
(…) “ausencia de perspectiva
propia de los directivos que, por egoísmo o falta de luces, solo piensan en sus
propios intereses y no en los del colectivo al que pertenecen o al que deberían
servir”.
Como ejemplo de una
organización cuya estructura directiva estaba diseñada para alcanzar el éxito
(…) la Orden del Temple. La elección de sus directivos no era banal. El proceso
de selección era riguroso y contaban con una regulación específica para llevar
adelante expulsiones (…)
Con independencia de que se
trate de gobernantes o directivos, lo que la historia ha dejado claro es que
aquellos que seleccionan mediocres e incompetentes, para evitar que una mente
clara les haga sombra, no han pasado a la historia por lo que aportaron (…) solo buscan gente de primera los que lo son.
Quienes son de segunda contratan profesionales de cuarta para parecer ellos de
primera (…)
Innovación y marca
(…) “hacer frente a la
competencia a través de una innovación que genere saltos de valor y que examine
vías alternativas de desarrollo en
mercados inexplorados”[v] (…)
La Orden del Temple dio un
paso más y a los servicios de seguridad añadió una eficaz banca privada (…) en 1139, Inocencio II les dotaría de su seña
más distintiva: la cruz sobre el hábito. La marca templaria diseñó así su logo.
(…) e estructura jurídica,
fueron capaces de defender su singularidad, incorporaron a sus filas a los
mejores de manera que su red de contactos se ampliara, fijaron un objetivo y se
mantuvieron fieles a él, se emplearon a fondo en la elección de sus directivos
para que fueran los mejores… Entre los errores que llevarían a su declive se
suma una profunda soberbia corporativa y que, producto de este sentimiento
altivo, no fueron capaces de reinventarse en su convencimiento de que su
organización resultaba insuperable.
(…) creación de una marca
personal, destaca Julio César (…) el objetivo de su obra La guerra de las
Galias era la promoción de su imagen (…)
(…) Seti I
podría ser un buen paradigma de cómo se combinan resultados e imagen de marca.
(…) “la capacidad de
reinventar, la flexibilidad para afrontar nuevas dificultades con soluciones
creativas es lo que permite que una persona, una institución o un país perdure
en el tiempo de forma efectiva”.
Organización territorial
(…) con independencia de la
civilización a la que se refiera, existen dos momentos diferenciados (…) el
aparato muestra su eficacia (…) cuando
la estructura administrativa se desboca, la solidaridad con el proyecto común
como nación desaparece, la casta parasitaria[vi] (…)
se multiplica, el programa común queda abocado al fracaso y comienzan a surgir
los primeros brotes nacionalistas.
Pocos personajes ha habido
con el arrojo y la visión preclara que demostró Antonino Pío (…)
se atrevió a racionalizar la Función Pública (…) “suprimió los salarios de
muchos que veía que los percibían a pesar de mantenerse ociosos, alegando que
no había cosa más vergonzosa, o incluso más cruel, que el que arruinaran a la
República aquellos individuos que no aportaban nada a ella con su trabajo”.
(…) Por el año 2350 a. C., la
preocupación por el cambio climático estaba a la orden del día, porque el final
de la fase húmeda neolítica produjo una terrible hambruna (…) la destreza de
los artesanos egipcios en el trabajo con piedra era muy apreciada en el
extranjero, sobre todo por los persas. Su rey trató de convocar al talento
cantero egipcio para que no solo levantaran estatuas de granito, sino también
para que le diseñaran los relieves de las paredes de su palacio en Persépolis.
La especulación era continua
en el Egipto de los faraones y el coste de un terreno podía multiplicarse por
seis dependiendo de su ubicación y de las circunstancias (…) en el siglo iii a.
C. era frecuente encontrar en Roma edificios de tres o más plantas, las
ínsulas. El precio de los arriendos era tan elevado que el subarriendo era
inevitable (…) Marco
Licinio Craso (…) constituyó un cuerpo de bomberos que
actuaba cuando el propietario del edificio siniestrado se avenía a liquidar a
un precio ventajoso para él (…)
Cicerón también hizo buena
fortuna gracias a sus edificios. Él no los quemaba, dejaba que se deterioraran
hasta hacerlos inhabitables. Una vez que los inquilinos marchaban, reestablecía
el inmueble y procedía al arriendo a precios más elevados (…)
(…) la estafa electoral
tiene la misma antigüedad que el derecho al voto. Además de destruir las urnas,
alterar las papeletas o falsear el recuento, en Roma existían otros trucos que
permitían cambiar el resultado de unos comicios (…)
«Anerriphtho ho
kybos»[vii]
María Victoria de Rojas analiza
en El
pensamiento de un español universal: Javier Fernández Aguado la
extensa obra del maestro del management. La tarea es titánica, el legado
literario que el homenajeado tiene escrito —y lo que aún le queda—, no se puede
analizar en dos tardes. Necesita de horas y horas de estudio, lectura,
relectura, entender el entorno...
Ese contexto que él hace
fácil, cuando lees sus obras y ves la correlación que hace entre personajes de
la antigua Roma, Grecia, el tercer Reich, Lenin, Stalin, y como la historia con
aciertos y errores se repite. Desgraciadamente qué poco aprendemos de nuestros
ancestros.
Javier señala que “somos las
conversaciones que mantenemos y los libros que leemos”. Conversemos más, leamos
más, reflexionemos más… aprender cada día es más fácil por la cantidad de
herramientas que tenemos, pero parece que mientras más accesible nos lo ponen más lo
rechazamos.
Poco más que añadir, más
allá de invitaros a leer los libros de Fernández Aguado. ¿Por cuál empiezo?
Es indiferente en todos hay aprendizaje.
«Cedant arma togae»[viii]
Gestión de lo imperfecto[ix]
(…) “La mayor perfección de
la persona es ser capaz de descubrir las propias limitaciones, las de los demás,
y las del entorno, y ser capaz de ofrecer mejoras realizables en esas
circunstancias”.
«Al joven le falta
prudencia,
al viejo le faltan
fuerzas.
Junta a los dos y
tendrás las dos en cada uno»[x]
El observador prudente[xi]
(…) es importante saber transitar
la farragosidad de la letra escrita y poder gestionar/brindar nuestra opinión
(…)
«La cultura es lo que
nos queda
después de que lo
olvidamos todo»[xii]
El crisol que nos reúne[xiii]
(…) “Esa ruta de liderazgo
en lo imperfecto, del liderazgo ético, para entender el liderazgo adaptativo y
comprender lo que yo he querido llamar liderazgo colectivo y liderazgo de
servicio, tiene su base en esa antropología de Javier Fernández Aguado”
« El
pensamiento no es otra cosa que un simple soplo.
Pero un soplo que
hace estremecer al mundo»[xiv]
Una relación transatlántica[xv]
“No hay que tener en cuenta
solo los KPIs[xvi],
sino también los KBIs[xvii],
los indicadores de comportamiento que queremos en nuestras organizaciones (…)
«Si una organización
se plantea solo como sumatorio de éxitos,
la falsedad quedaría
inmediatamente de manifiesto»[xviii]
Amigos, diferentes y
complementarios[xix]
(…) es una forma de vida un
tanto kantiana ya que Kant tenía muy organizadas sus jornadas con tiempo para
escribir, tiempo para pensar, tiempo para estudiar y tiempo para pasear (…)
«El dolor y el
sufrimiento son siempre inevitables
para una gran
inteligencia y un corazón profundo»[xx]
Un gran pionero del management[xxi]
(…) “Cada organización es un
mundo, pero las pasiones humanas se repiten una y otra vez: las luchas por las
parcelas de poder, los celos, la colaboración, la motivación, los perfiles
psicológicos… Un ejecutivo, un directivo, un empresario, debe tener en cuenta
todas esas dinámicas porque, al final, todos somos personas con una carga
pasional y emocional muy importante y los libros de Javier aportan maestría y
sabiduría” (…)
«Se mide la inteligencia del
individuo por la cantidad
de incertidumbres que
es capaz de soportar»[xxii]
Conversaciones con Javier Fernández Aguado[xxiii]
Ø “Gestionar lo imperfecto es, en realidad, lo único que podemos hacer. Sencillamente porque no existe lo perfecto.”
Ø “El modelo antropomórfico –entender las organizaciones según el paradigma de la persona– proporciona elementos extraordinarios para la mejora de las organizaciones. Estas, al igual que las personas, se entusiasman, y se deprimen, se alegran y se entristecen, exultan y se hunden”.
Ø “Es mucho mejor vivir en una incertidumbre asumida, que en una certidumbre ficticia, que es como vivíamos antes de la última crisis”.
Ø “Las organizaciones del futuro serán aquellas que sean capaces de convertir a las personas en el motor de la organización”.
Ø “Líder es quien consigue que aquellos que dependen de él quieran hacer lo que tienen que hacer”.
«Quien no sabe que no
sabe no puede poner en marcha
los mecanismos necesarios
para conquistar cotas altas»[xxiv]
El
pensamiento de un español universal: Javier
Fernández Aguado
Link de interés
• El
idioma del Liderazgo: 1.000 consejos para ser un verdadero líder y triunfar en
los negocios
• Egipto,
escuela de directivos
• El
encuentro de cuatro imperios: El management de españoles,
aztecas, incas y mayas
• 2000
años liderando equipos: Enseñanzas del management más exitoso
• Liderar
en un mundo imperfecto
• Liderazgo:
Concepto Proceso Maestría Personal
• Patologías
de las organizaciones
• Entrevista
a Aristóteles: Filosofía para líderes y emprendedores
• La
empresa en el cine, 70 películas para la formación empresarial
• Jesuitas,
liderar talento libre
• Entrevista
a Stalin: La lógica de un dictador
• 1010
Consejos para emprendedores
• El
alma de las organizaciones
«En su lecho de
muerte, Lenin comenta a Stalin:
—Espero que el pueblo
te siga a ti como me siguió a mí.
—Tranquilo, que, si
no me siguen a mí, pronto te seguirán a ti»[xxv]
ABRAZOTES
[i] Javier Fernández Aguado
[ii] Carlos Gonçalves
[iii] Javier Fernández Aguado
[iv] Ptah-Hotep
[vi] Asesores, clientes, amigos,
políticos…
[vii] Alea jacta est
Ø
La
suerte está echada
[viii] “Que se plieguen las armas a la toga”,
Marco Tulio Cicerón
[ix] Alejandro Szilágyi
[x] San Ignacio de Loyola
[xi] Alejandro V. Guzmán Stefanini
[xii] Javier Fernández Aguado
[xiii] Víctor Hugo Malagón
[xiv] Víctor Hugo
[xv] Iván Céspedes
[xvi] Key Performance Indicator
[xvii] Key Behaviour Indicator
[xviii] Javier Fernández Aguado
[xix] Richard Vaughan
[xx] Fyodor Mikhaylovich Dostoyevsky
[xxi] Manuel Pimentel
[xxii] Immanuel Kant
[xxiii] Maryna Narzabal
[xxiv] Patologías de las organizaciones
[xxv] Camaradas! De Lenin a hoy
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