viernes, 5 de enero de 2018

Aprendiendo a perder; Las dos caras de la vida

Estimad@s amig@s

Sinopsis
Aceptar el acto humano de perder es la mejor forma para emprender un camino hacia la realización personal
Si ganar es una motivación legítima y natural, si alcanzar nuestra cima es un objetivo admirable, los tropiezos del camino han de ser incluidos en nuestra álgebra personal. La aceptación tranquila, humilde y consciente de una realidad irrefutable, el acto humano de perder, es la mejor plataforma para desafiar los límites y ganar partidos «imposibles».
Quién soy es una pregunta transcendental, decisiva, radical, muy difícil de plantear y contestar sin la presencia didáctica de la pérdida. Hay mucho de sabiduría, autenticidad y libertad encerrada en la experiencia humana de perder. Es ella la que nos instruye y explica enseñanzas valiosas sobre la vida, su dureza, y sobre nosotros mismos.
¿Qué es el éxito? ¿Quién lo define? ¿Sabe perder? ¿Cuál es su particular recuento de victorias y derrotas? Como en los partes de guerra, ¿cuál es su balance final de pérdidas? ¿Lastran su odisea personal o la guían y enriquecen dotándolo de una mirada más realista, humilde y sabia? ¿Qué es el éxito? ¿Quién lo define? Estas son algunas de las preguntas que el autor se plantea a lo largo del texto.

«Si tropiezas en el triunfo,
y llega la derrota,
y a los dos impostores les tratas de igual modo,
serás hombre,
hijo mío»
Rudyard Kipling
  
Introducción
(…) ganar sigue siendo importante, una meta legitima y ambiciosa. Desconfió de un deportista que ganar o perder es irrelevante, que lo importante es participar (…) sin adversarios que nos desafíen y amenacen en nuestra posición, tendremos a dormirnos en los laureles (…) elimine el aire fresco de la competencia, su inquieta y perturbadora presencia, y nos acecha el aburguesamiento progresivo que nos debilita e incapacita para el futuro.

(…) la posibilidad y experiencia de la derrota prestigia, completa y ennoblece la vitoria (…)

«Nuestra energía sale de nuestra debilidad»[i]

«Los niños necesitan fracasar. Necesitan sentirse tristes, inquietos y enfadados. Cuando impulsivamente los protegemos del fracaso los privamos de aprender (…) al fomentar un triunfo barato se producen fracasos muy caros»[ii]

«Un error es un manifiesto de lo que soy, es un bache en el camino que intento, es una advertencia de que no estoy tomando en cuenta mi realidad. Cuando haya escuchado a todos mis errores habré crecido»[iii] (…) escuchar, crecer, aprender, secuencia impecable de todo hombre o mujer ilusionados y comprometidos en su cultivo personal (…)

(…) si la inteligencia y la humildad no guían nuestros pasos, ¿qué valor tiene no arrojar la toalla? (…)

«Quién soy es una pregunta trascendental,
decisiva,
radical,
muy difícil de contestar (…)»

¿Qué pasa si cerramos la puerta el error? Cuando cierras la puerta al error, la verdad se queda fuera[iv]. ¿Dejar fuera la verdad que nos puede suponer? Pérdidas, estrategias equivocadas, malas decisiones, etc.

No debemos cerrar puertas a error, aprendizaje, contrariedades, todo bien conducido genera aprendizaje, y el aprendizaje genera crecimiento.

Hemos denostado mucho a las personas que pierden partidos, empresas, o apuestas, hemos creado una generación de «ganadores ficticios». Si no ganan se frustran y si ganan se sienten invencibles. Dónde queda la «humildad», las ganas de superarse, mejorar, luchar por crecer. No somos tan buenos. Errar nos hace más fuertes, si somos capaces de sacar aprendizajes.

«El que no se encuentra de verdad perdido
(…) no se encuentra jamás,
no topa con la propia realidad»[v]

(…) ¿Cuáles son mis talentos? ¿Qué principios me inculcaron de pequeña? ¿Cuáles son las prioridades y valores de mi vida? ¿Qué persigo en mi carrera, por qué? ¿Qué sitio ocupa el trabajo? ¿Qué peso tiene mi familia? (…) ¿Quién soy? (…)

Poder, estatus, jerarquía, fama (…) suelen ser celadas engañosas que nos desvían del camino recto (…)

«Si no se es humilde,
la realidad nos inunda y la vida nos rompe»



Link de interés

«Sábete Sancho,
que no es un hombre más que otro si no hace más que otro (…)» 
Miguel de Cervantes

Recibid un cordial saludo


[i] Emerson, R. W., Ensayos escogidos
[ii] Seligman, M., La auténtica felicidad
[iii] Prather, H., Palabras a mí mismo
[iv] R. Tagore
[v] Ortega y Gasset, J., La rebelión de las masas

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