lunes, 8 de enero de 2018

Persona, no consumidor; Antropología, neurociencia y hormonas para el marketing

Estimad@s amig@s

Sinopsis
¿Es usted fan de algún equipo de fútbol? ¿Le gustan los desfiles de moda? ¿Disfruta una buena charla con sus amigos o amigas? ¿Es un friki de La guerra de las galaxias? ¿De Harry Potter? ¿De Juego de tronos? ¿Ha pensado alguna vez que le gustaría ser un elfo? ¿Se emociona en cierto tipo de ceremonias? ¿Es de los que se pone una copa de vino y música para cocinar? Todos estos comportamientos y muchos más, son la expresión cultural actual de conductas equivalentes que se han dado desde tiempo inmemorial. Miles de años después de haber nacido como especie y a pesar de lo tecnológicos que nos consideremos, seguimos manteniendo nuestras palancas de actuación más primitivas y tribales.
Es cierto que el análisis del entorno, de los sectores y de las tendencias; el de los individuos, las familias y la sociedad en general, no deja lugar a dudas sobre la profundidad y rapidez del cambio que estamos viviendo. La disrupción es tan evidente que, necesariamente, abre la pregunta de si el consumidor está cambiando a la misma velocidad, como algunos sugieren. La respuesta es que sí y que no. Ya no somos espectadores; no nos conformamos con lo que nos cuentan. Ahora queremos participar, crear contenidos, opinar de todo, compartir con todos; queremos conversaciones, saber que los que quieres, o los que te interesan, están al otro lado..., a un solo ¡cling! Queremos experimentar y viajar, saber todo de todos, identificarnos y que nos identifiquen..., o no. Ahora podemos ser más primitivos que nunca, más tribales que nunca. Con quien queramos, como queramos, donde queramos, cuando queramos..., nunca antes habíamos sido tan cibernéticos y nunca antes podíamos ser tan tribales y primitivos.
Pero la utilización de nuevas disciplinas y técnicas de conocimiento, de las que se hace una revisión en este libro, nos están permitiendo descubrir que ciertos aspectos de nuestro comportamiento permanecen inalterables a lo largo de los últimos miles de años; la tribu, los mitos, los ritos, el poder individual y grupal..., todas las palancas que nos han hecho llegar hasta aquí no solo siguen vivas sino que cada vez parecen más activas debido, paradójicamente, a la importancia y relevancia de las nuevas tecnologías y al entorno actual de cambio de época.
En este libro se ofrece una introducción a esa visión evolutiva de la persona y se propone hacer una revisión imprescindible del comportamiento del consumidor, para convertirlo en el de la persona como consumidor incorporando, en la necesaria evolución de los modelos, lo que las técnicas y las nuevas disciplinas nos van mostrando. Al hacerlo no queda más remedio que partir de lo que nos debe guiar, que ya no debe ser el consumidor, porque éste es, meramente, un rol de algo mucho más grande y complejo: la persona.

«Para cambiar el mundo primero hay
que conocerlo y entenderlo»
  
Persona, no consumidor. los usuarios queremos ser tratados como personas y no como meros consumidores que hemos ido a este o aquel comercio a dejarnos la cartera.

Las personas hemos ido evolucionando a lo largo de la historia, ésta empieza con la escritura; todo lo anterior es prehistoria. Seguiremos progresando como lo hemos hecho desde Homínido de Denísova al Homo Sapiens y aun no podemos descartar llegar Homo Cyborg.

¿Y todo esto donde nos lleva? Volvemos a poner en el centro a las personas y no los consumidores. Nos debe guiar el enfoque a la misma, el espíritu de servicio a ésta,  a que viva una experiencia irrepetible que le genere confianza al interactuar.

«No importa lo lento que vayas,
siempre y cuando no pares»
Confucio



Link de interés

«La actividad más importante
que una persona puede desarrollar es la de aprender
para entender, porque entender es ser libre» 
Baruch Spinoza

Recibid un cordial saludo

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