lunes, 16 de septiembre de 2024

Pasión por la tierra, pasión por la empresa: Todo lo que he aprendido con la aventura de crear las bodegas familiares Matarromera

Estimad@s amig@s

Sinopsis

Hace treinta años, en 1988, Carlos Moro se lanzó a una aventura incierta: recuperar la tradición familiar de cultivar viñedos y dedicarse a la elaboración del vino. En 1995, Matarromera, su vino más emblemático, sería escogido el mejor del mundo. Ahora, décadas más tarde, posee una de las empresas bodegueras más prestigiosas e innovadoras de España, con multitud de reconocimientos nacionales e internacionales y presencia en seis denominaciones de origen.

¿Cuál ha sido el secreto de su éxito? Como él mismo explica, la suya es una empresa profundamente arraigada en la tierra, pero es también un proyecto profundamente innovador. Conocer el pasado es imprescindible para construir el presente. En el caso del vino, Bodegas Familiares Matarromera ha adoptado algunos preceptos de los monjes procedentes de la Borgoña que se instalaron en Santa María de Valbuena en los siglos XII y XIII. Los religiosos trajeron consigo cepas y técnicas de esa región vinícola francesa que Moro ha puesto al día, bajo el principio de que se puede aplicar la máxima modernidad a algo absolutamente clásico.

Porque la empresa que olvida sus orígenes y la historia difícilmente puede crear un presente con proyección de futuro.

 

«La vida son decisiones,

las decisiones son a la vez son a la vez elecciones

y renuncias»[i]

 

Prólogo[ii]

Recorriendo las páginas del libro, vamos conociendo a Carlos Moro, sus desafíos y preocupaciones, sus ideales y sus objetivos, los obstáculos e incomprensiones con que se encontró y cómo la fortaleza de sus convicciones le permitió superarlas.

(…) como constantes vitales nos encontramos a un hombre valiente, inconformista, apasionado por la innovación, un fuerte apostador por la diversificación y convencido de la importancia y el valor de trabajar en equipo. ¿Son quizá éstas las calves de un éxito profesional? (…)

 

El legado que queda de estás décadas de trabajo es un importante grupo agroindustrial caracterizado por la innovación permanente y la búsqueda de la excelencia como divisa de la casa (…) la historia (…) enraizada en la tierra donde nació y creció, y con la misma fuerza, en los valores que se ponen de manifiesto (…)

Ese amor por la tierra y ese respeto por los valores aprendidos en su casa y puestos en práctica en su trabajo (…)

 

«Si hay pasión,

siempre hay espacio para la innovación»[iii]

 

Introducción

(…) una aventura singular. Una aventura arriesgada, como debe serlo toda aventura que se precie, pero apasionante y enriquecedora, tanto en los aciertos como en los errores; tanto en los éxitos, que no han sido pocos, como en los fracasos, que alguno también ha habido.

 

(…) me asombro de lo que hemos llegado a construir los que formamos Matarromera (…) hemos conseguido triunfar con un producto que no es solo tangible, sino plenamente sensorial (…)

 

«Nosotros somos antes que nada agricultores,

 luego viticultores

y finalmente bodegueros»[iv]

 

¿Qué podemos aprender de un agricultor?

-     ¿Qué queremos aprender de él? Su pasión, entrega, visión, ejemplo, capacidad de innovar, cariño, alma, pasión, paciencia, superación…

 

Faltan personas ejemplares y sobran ejemplos. Leer a Carlos Moro es un como abonar el campo. Cuando lo abonas coge brío, crece más fuerte, saludable… Pasión por la tierra, pasión por la empresa nos aporta ese entusiasmo que hemos perdido, necesitamos volver a la senda que nos ayude a levantarnos por la mañana y querer remar para construir mejores empresas, mejor sociedad y donde seamos personas ejemplares.

 

No me cansaré de decirlo, no bajemos las manos, defendamos, luchemos por aquello que nos apasiona, protejamos el legado y construyamos un mejor futuro.

 

«No te des por vencido,

encuentra la manera»[v]

 

Pasión por la tierra

(…) cuando me pongo con un proyecto es para hacerlo lo mejor posible, sin medias tintas. Me entrego al máximo y busco la forma de alcanzar la excelencia (…)  

 

(…) si no tengo proyectos nuevos en la cabeza, siento que no aprovecho el tiempo (…)

 

(…) el paso por la Administración me enseñó la importancia del principio de objetividad, del concurso de méritos, del cumplimiento de la norma, de los procedimientos administrativos, que son muy importantes y a veces se olvidan en las empresas (…)

 

(…) me gusta actuar con libertad y autonomía, ampliar mi criterio y justificarlo, y si me equivoco, asumirlo (…)

 

No habría aceptado un único socio inversor, y menos aún mayoritario, pero sí me pareció una buena idea incorporar una veintena de pequeños accionistas para capitalizarme (…) personas con un vinculo afectivo con el proyecto (…) embajadores de la bodega y de sus vinos (…)

 

(…) cuando había que tomar una decisión sobre cómo construir o qué materiales emplear, mi pregunta siempre era la misma: “¿Es necesario para hacer el mejor vino del mundo?” (…)

 

(…) el negocio del vino no es simplemente un negocio: hace falta ponerle cariño, alma, pasión, paciencia y mucha, mucha dedicación.

 

(…) la apuesta, igualmente decidida, por la investigación, concretada con el departamento de I+D+i[vi] que ha alcanzado ya importantes hitos (…) la diversificación, expresada en productos como los vinos sin alcohol Win, los aceites Oliduero, el aguardiente Heredad de Aldor, los cosméticos Esdor[vii], los complementos alimenticios Vinesenti (…)  

 

(…) un esfuerzo inversor importante para una empresa de nuestro tamaño, que ha día de hoy factura poco más de 20 millones de euros anuales (…) fue posible porque Matarromera era una empresa financieramente muy sólida, austera y con un estricto control del gasto.

 

Pasión por la empresa

Cuando trabajas en un sector o con un producto determinado, tienes que conocer su historia para saber de dónde vienes y decidir adónde quieres llegar (…)

 

(…) la empresa que olvida sus orígenes y la historia difícilmente puede crear un presente con proyección de futuro.

 

(…) nuestro modelo se apoya en:

• La sostenibilidad, el medioambiente y la lucha contra el cambio climático.

• El desarrollo de productos más naturales, saludables y ecológicos.

 

De mis antepasados también he heredado un valor que es el del “buen hacer” ya sea a nivel de las personas o de las empresas, sin la voluntad y la determinación de hacer las cosas bien, difícilmente puedes llegar a crear algo valioso, para ti y para la sociedad (…)

 

(…) la ejemplaridad. Como creador y fundador de la compañía, he procurado dar ejemplo y ser un reflejo de esto que digo y defiendo: la honestidad, el esfuerzo, la búsqueda de la excelencia (…) como líder, tiendo a pedir un esfuerzo grande a mis colaboradores, que la mayoría entrega generosamente, quiero creer que en parte porque me ven a mí convencido y entregado (…) acaban considerando suya la empresa.

 

(…) liderar la organización dejando enraizados en ella los valores y las iniciativas para que se proyecten en el futuro.

 

En nuestra familia siempre hemos creído que debemos desarrollar proyectos con ilusión, esforzándonos por hacer los mejores vinos y crear entornos de trabajo de calidad y excelencia, pero manteniendo una fuerte ética personal y colectiva basada en el compromiso y en una finalidad social, en el más amplio sentido de la palabra.

 

«La familia siempre

es la mejor compañía»[viii]

 

Pasión por la tierra,

Pasión por la empresa

Todo lo que he aprendido con la aventura de crear las bodegas familiares Matarromera

Carlos Moro

Deusto

 

Link de interés

Cosas que me enseñó la vida gracias a la empresa

La batuta invisible: El liderazgo que genera armonía

Fundación Carlo Moro

MI-136 Matarromera: Innovando sobre el vino  

 

«La familia es el cimiento que

sustenta el legado»[ix]

 

ABRAZOTES


[iii] Carlos Moro

[iv] Ídem

[v] Ídem

[vi] Diez patentes propias y dos compartidas

[vii] (…) tenemos treinta productos de cosmética facial y corporal [mascarillas, exfoliantes, aceites, serums, cremas hidratantes, etc.] (…)

[viii] Carlos Moro

[ix] Ídem

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