Estimad@s amig@s
Sinopsis
Lee Iacocca es todo
un mito en los Estados Unidos, el empresario que va directo al grano, el hombre
que refloto a la Chrysler y que en el intervalo acaparó la atención de los
medios de difusión, un personaje siempre noticiable al que muchos han instad a
presentar su candidatura para la presidencia de los Estados Unidos. Iaccoca
es la autobiografía sincera
y franca, siempre sugestiva, de un hombre que se ha convertido en la
personificación no solo de los más poderosos y brillantes directivos de empresa
de la nación, sino que es la viva encarnación del sueño americano.
Hijo de inmigrantes italianos,
Lee Iacocca se abrió camino espectacularmente por entre las huestes de
la Ford Motors Company, hasta que fue nombrado presidente de la compañía, cargo
del que se desposeyó ocho años más tarde, a raíz de una demoledora pugna por el
poder que casi acabo con él. Pero Lee Iacocca no perdió la cabeza y, en
calidad de director general de la Chrysler Company, supo convertir una empresa al
borde de la bancarrota en una compañía revalorizada que ha alcanzado un auge
prodigioso; para ello libro una
batalla que ha cobrado matices de leyenda y que ha hecho de su nombre un
símbolo de integridad que millones de norteamericanos conocen y respetan.
«No queremos ser los
más grandes,
sólo queremos ser los mejores»[i]
Unas palabras introductorias
(…) ¿Por qué Henry Ford
me despidió?, ¿Qué es lo que me llevo al éxito?, ¿Cómo me las
arregle para dar un giro en redondo a Chrysler?
«Por qué andar
si uno puede correr»[ii]
Prólogo
Yo era hijo de inmigrantes,
y a base de trabajar mucho conseguí llegar poco a poco hasta la presidencia de
la Ford Motor Company. Una vez en el cargo tuve la impresión de que me hallaba
en el techo del mundo; pero el destino me dijo: “Aguarda que aún no hemos
acabado contigo. ¡Ahora vas a saber lo que se siente cuando a uno le dan un
patadón y le echan del monte Everest!
El 13 de julio de 1078 me
despidieron de la empresa. Llevaba ocho años al frente y treinta y dos al
servicio de la casa. No había trabajado en otro sitio, y he aquí que, de
repente, me encontré en la calle. Era para volverse loco.
— ¿Qué
sensación le produce hallarse en este depósito después de ocho años en la
cúspide?
En la vida uno encuentra a
su paso millares de pequeñas encrucijadas, pero solo unas pocas bifurcaciones
de importancia, instancias en las que uno debe reflexionar a fondo y encarar la
realidad sin concesiones. Este era mi caso mientras me preguntaba qué hacer. ¿Abandonarlo
todo y retirarme? (…)
(…) con firmeza, suerte y la
ayuda de numerosos y buenos elementos pude resurgir de las cenizas (…)
«Hasta una decisión
correcta resulta equivocada
cuando se toma demasiado tarde»[iii]
Iacocca, fue
un personaje dentro del sector de la automoción, tanto por su paso por Ford como
después cuando llega a Chrysler. El libro que nos ocupa que sus autores lo subtitulan
como autobiografía
de un triunfador ―que podríamos llegar a tachar de pretencioso―, puede servir
de ayuda para entender cómo trabajar con un jefe “propietario” que no lleva
bien que nadie le haga sombra.
La segunda parte de la autobiografía
nos puede servir para entender que hacer cuando aterrizas en una compañía como
era Chrysler donde los procedimientos no estaban claros, o eran inexistentes, proliferaban
los reinos de taifas, y nos contratan para enderezar la situación.
• ¿Podemos sacar aprendizajes
del sector del automóvil, y extrapolarlos a otros sectores?
• ¿Se puede aprender de
un triunfador?
• ¿A qué /quién llamamos
triunfador?
• ¿Fue Iaccoca un
triunfador?
Todos los libros tienen
mensaje ―aprendizaje, solo tenemos que saber buscar, preguntar, reflexionar…
«A veces hasta el
mejor gerente
es como aquél niño que pasea un perro grande
y espera a ver dónde quiere ir el animal
para entonces llevarlo allá»[iv]
(…) los jesuitas, tras un
examen de conciencia cara a cara, me indujeron a la reflexionar sobre el giro
que estaba imprimiendo a mi vida.
(…) sopesar periódicamente
lo bueno y lo malo que había en mí se convirtió en la mejor terapia que he
conocido.
(…) Todo aquel que pretenda
convertirse en un empresario capaz de resolver dificultades debe aprender en
edad temprana como establecer un orden de prioridades (…)
(…) lo más importante que
puede hacer un buen gerente es saber escoger al personal más idóneo para cada
tarea.
(…) la política se selección
de personal de Ford consistía en visitar cincuenta universidades y seleccionar
a aun alumno por centro (…)
(…) el director general
tiene que ser más papista que el papa y tener las manos limpias como una patena
(…)
(…) la compañía necesitaba
con urgencia: fiscalización financiera (…) éste había sido el punto vulnerable
de la empresa (…)
(…) Henry Ford (…) tenía el
deplorable hábito de sacudirse de encima a los directivos con empuje y garra
(…)
A la edad de treinta y seis
años era director general de la división más vasta de la segunda compañía
industrial del mundo, pero a la vez era un hombre prácticamente desconocido. La
mitad de los que trabajaban en la Ford no tenían ni idea quién era yo, y la
otra mitad no sabían pronunciar mi apellido.
(…) formular periódicamente
a mis hombres de confianza unas cuantas preguntas que juzgo esenciales, y a su
vez ellos preguntan a sus colaboradores más allegados, y éstos a sus
subordinados, y así hasta llegar a la base. Preguntas como: ¿Qué objetivos
tiene previstos para los próximos noventa días?, ¿Cuáles son sus
proyectos, prelaciones y
expectativas? (…) ¿Qué medidas piensa adoptar para
llevarlos a la práctica?
(…) la técnica de está
interpelación trimestral pretende que los empleados, a todos los niveles, se
responsabilicen y se pidan cuentas a ellos mismos de su actuación (…) se obliga
al mando involucrado a reflexionar sobre sus objetivos (…) procedimiento eficaz
para recordar a la gente que no pierda de vista los planes que se ha trazado.
Si tuviese que resumir en
una palabra las cualidades que caracterizan a un buen empresario, la reduciría
al termino “resolución” (…) a la postre uno tiene que aglutinar todo el cumulo
de información, fijar un calendario y actuar.
¿Qué debe entender por
información suficiente la persona responsable de una decisión? (…)
La clave de una gestión
acertada no es la información, sino la gente, los colaboradores (…)
Hay sectores de la industria
en la que anticiparse a los tiempos es una gran ventaja (…) el ramo del
automóvil no puede ir muy rezagado con respecto al usuario, tampoco se puede
permitir el andar muy por delante de gustos coyunturales (…)
(…) todos los directores de
fabrica saben ―deberían saber― si la actividad del centro o taller que dirigen
procura beneficios a la compañía o si las partes o piezas que fabrican salen más
caras que comprándolas a proveedores externos.
(…) si surgía un problema de
envergadura, me limitada a esbozárselo. Si nuestros puntos de vista eran antagónicos,
procuraba airearlos solo en privado, cuando creía que estaba en condiciones de
atender a mis argumentos de forma desapasionada.
En mi calidad de director
general no podía permitirme gastar energía en disputas de poca monta. Mi obligación
era trazar un panorama global y situar cada cuestión en su contexto. ¿Cuáles
eran los objetivos de la empresa a cinco años vista?, ¿Qué tendencias de
relieve debían ser objeto de nuestra consideración?
La Ford se convirtió en una
empresa pública[v]
(…) en realidad Henry, nunca acepto el cambio. Desde su óptica, él era como su
abuelo, propietario legítimo y exclusivo de la empresa, y todos tenían que
hacer lo que a él se le antojara. Tratándose del Consejo de Administración,
creía ―más que la mayoría de los presidentes de las empresas― en la técnica de
la cría de champiñones, consistente en echarles “fertilizantes” a los
consejeros y mantenerlos “a oscuras” (…) esa actitud venía facilitada por el
echo de que Henry y su familia, poseedores sólo del 12% de las acciones,
detentaban en la práctica el 40% de los derechos de voto.
(…) la gente suele decir que
soy un hombre tajante, resuelto y firme cuando las cosas van mal. Y yo
pregunto: ¿Dónde estaban estás cualidades en los momentos en que hacían
falta de verdad?
(…) cualquier cosa ―sea
buena, mala o inocua―, susceptible de afectar a la dinastía se convierte para
la cabeza visible del clan en un problema latente.
(…) cuando uno asume un
cargo en una nueva compañía, dedica las dos primeras semanas a buscar indicios
o pistas que puedan darle la medida real de cómo funcionan las cosas (…)
(…) la empresa estaba
integrada por una infinidad de reinos de taifas, cada uno de ellos dirigido por
un gobernante estrella. Constituía un sinfín de imperios minúsculos, y a todos
les importaba un comino lo que estaban haciendo los vecinos de al lado.
En última instancia, el
conjunto de actividades empresariales puede reducirse a tres palabras: personal,
producto, beneficios (…)
«Si el tipo que va a venir
es demasiado competente,
me pondrá en evidencia y a la larga ocupará mi
plaza»[vi]
Autobiografía
de un triunfador
Link de interés
• Lo
que importa: Lecciones para la búsqueda de la excelencia
• Los Outsiders:
Ocho CEOs inconformistas y sus métodos radicalmente racionales
para tener éxito
«Si al morir cuentas
con cinco amigos de verdad,
puedes considerarte dichoso»[vii]
ABRAZOTES
[i] Lee Iaccoca
[ii] Nicola Iacocca
[iii] Lee Iaccoca
[iv] Lee Iaccoca
[v] Cotizada
[vi] …
[vii] Nicola Iacocca
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