viernes, 10 de marzo de 2023

Net Positive: Netamente positivo: Cómo las empresas valientes prosperan dando más de lo que reciben

Estimad@s amig@s

Sinopsis

En el libro Net positive, el expresidente mundial de Unilever  aumentó la rentabilidad de sus accionistas en un 300%. Al mismo tiempo que la compañía ocupó la posición número 1 del mundo en materia de sostenibilidad durante once años. Paul Polman revela por primera vez cómo hacerlo. En colaboración con Andrew Winston, una de las voces más inspiracionales del mundo en temas de sostenibilidad empresarial, Paul Polman, muestra a los líderes empresariales cómo enfrentarse a los mayores y más urgentes desafíos de la humanidad —el cambio climático y la desigualdad— y construir, de este modo, un negocio próspero.

En este libro Paul Polman y Andrew Winston revelan los secretos del éxito de Unilever y abren el telón de algunas de las cúpulas empresariales más poderosas del mundo. El manifiesto de Net positive sostiene con audacia que las empresas del futuro se beneficiarán solucionando los problemas del mundo, no creándolos.

Juntos, los autores desmontan los mitos empresariales más extendidos. Desde la idea de que la única función de las empresas es maximizar los beneficios, hasta la ingenua esperanza de que la responsabilidad social corporativa salvará a nuestra especie del desastre. Su visión es que estos enfoques están destinados al fracaso. En cambio, muestran a los líderes empresariales cómo hacer que sus compañías actúen con valentía y tengan un “impacto positivo neto”, es decir, que prosperen devolviendo al mundo más de lo que reciben.

Las empresas «Neta Positiva» dan rienda suelta a la innovación, crean confianza, atraen al mejor talento. Emocionan a los clientes y se aseguran un éxito duradero. Todo ello contribuyendo a crear sociedades más fuertes e inclusivas y un planeta más sano.  Sanen al mundo primero —argumentan— y como resultado satisfarán a sus inversores.

¿Es este beneficio para la empresa y la humanidad demasiado bueno para ser verdad? No lo creas. Los directores generales más inteligentes del mundo ya están llevando a sus organizaciones por el camino del Net positive y se están beneficiando de ello. ¿Crees que puedes permitirte quedarte atrás?

 

«La nuestra puede ser la primera generación que acabe

con la pobreza y la última que aborde el cambio climático

 antes de que sea demasiado tarde»[i]

 

Prefacio[ii]

El mundo empresarial afronta una enorme responsabilidad ante los grandes desafíos globales que representan el cambio climático o la desigualdad social. Un compromiso que no podemos postergar ni delegar, sino que debemos asumir con prontitud porque la consecuencia de no hacerlo comprometería al planeta y a las generaciones futuras.

¿Es posible ejercer una actividad empresarial que sea competitiva y rentable, a la vez que responsable y sostenible? (…) el activo más importante de toda compañía lo definen sus valores, su propósito (…) el compromiso que una empresa adquiere y demuestra con la sociedad.

 

(…) un líder con propósito que fundamenta el crecimiento en la ética y los valores (…)

(…) una urgencia que viene marcada por la necesidad de avanzar de la mano del desarrollo sostenible, el único camino que nos va a permitir seguir creciendo mientras protegemos el planeta.

Net positive es una lectura eminentemente práctica, a partir de la experiencia de uno de los ejecutivos más reconocidos en las últimas décadas, y se trata de uno de los temas que más ha revolucionado la agenda económica y empresarial de los últimos años: la sostenibilidad, entendida no solo como un compromiso sino tambien como una oportunidad.

(…) las compañías que hacen suyo el discurso de la sostenibilidad crecen y perduran, mientras que aquellas que no trabajan con propósito están abocadas a desaparecer (…) las marcas con propósito crecen el doble de rápido que las que no tienen y representan aproximadamente un 70% del crecimiento de Unilever.

 

(…) el consumidor es, cada vez más, un ciudadano sensibilizado, consciente de la realidad que le rodea, exigente con las marcas que adquiere y consume y que (…) le definen. El consumidor actual, más activista que nunca, demanda sostenibilidad y está dispuesto a penalizar a aquellas compañías que no hacen bien las cosas. Ahora la calidad del producto viene determinada por conceptos como el origen ecológico, la sostenibilidad y las certificaciones.

 

El denominado propósito de las compañías, su porque, su razón de ser es lo que les permite tener una meta clara que garantice el éxito del negocio (…) Sostenibilidad con propósito: Hacer el bien haciéndolo bien (…) las marcas con propósito crecen, las compañías con propósito perduran y las personas con propósito prosperan.

La sostenibilidad, entendida como el principio por el cual debemos asegurar las necesidades del presente sin comprometer las de las próximas generaciones, no debe ser la meta, debe ser el camino por el que debemos transitar compañías, administraciones y personas. En el caso de las compañías, tenemos la responsabilidad de proteger el entorno donde operamos. En el caso de las grandes compañías, el entorno no es otro que nuestro planeta. Las marcas deben comprometerse con los consumidores a través del desarrollo sostenible (…) una marca con propósito (…) es aquella que marca la diferencia en el ámbito social o medioambiental, al tiempo que es relevante y motivante para el consumidor.

(…) los ODS sirven de brújula para que muchas compañías encuentren su propósito, y ayuden a dar respuesta a algunos de los desafíos a los que el planeta se enfrenta (…) es clave que desde la dirección general de las compañías se apueste y se impulse una estrategia de sostenibilidad que encaje con la visión y el propósito de la empresa (…) se decida que contribución puede hacer la empresa a las necesidades de la sociedad (…)

(…) crear vínculos con el entorno y comprender el mundo en el que vivimos y operamos.  


«No es tu responsabilidad terminar el trabajo

[de perfeccionar el mundo],

 pero tampoco eres libre de desistir de ello»[iii]

 

Prólogo[iv]

El mundo está cambiando a un ritmo cada vez mayor. Lo retos existenciales a los que se enfrenta la humanidad ―el cambio climático y la desigualdad, sobre todo― se han acelerado y han alcanzado puntos de inflexión (…)

¿Cómo avanzamos y navegamos en un mundo tan complicado?

 

(…) las empresas pueden tener un impacto positivo en la sociedad, contribuyendo a mejorar el mundo. La cuestión es cómo animar a más empresas a integrar la sostenibilidad en sus estrategias y actividades.

(…) ¿Qué aporta tu empresa para construir un mundo mejor?

Una empresa netamente positiva (…) es aquella que mejora el bienestar de todas las personas a las que afecta. Asume la responsabilidad de todos los impactos que tiene, sean voluntarios o no. Sirve a muchos grupos de interés y crea valor para los accionistas como resultado, no como objetivo principal. Adopta una visión a largo plazo de la creación de valor y favorece la colaboración pues solo a través de ella podemos afrontar los grandes desafíos globales.

Vivimos tiempos inciertos. La guerra y la aceleración de los retos mundiales han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas humanos y naturales. Nos han recordado lo frágil que es la paz y que no podemos dar por sentada nuestra seguridad, incluida la energética y alimentaria.

Es hora de que las empresas trabajen no solo para su propio beneficio sino para el de todos… que trabajen con la sociedad y los gobiernos para resolver nuestros mayores retos sistémicos… Que promuevan un mundo prospero, más seguro, más limpio y mejor (…) es hora de que las empresas se beneficien tambien resolviendo los problemas del mundo y no creándolos. Las empresas que no interioricen esta ambición acabaran en el cementerio de los dinosaurios (…)

 

«Ayer fui inteligente y quise cambiar el mundo.

Hoy soy sabio,

así que me estoy cambiando a mi mismo»[v]

 

Introducción[vi]

¿Cómo podíamos vivir hace tan solo veinte años sin Google, Amazon o Spotify? (…)

(…) no entenderán como no éramos capaces de no medir el impacto social y medioambiental de nuestra actividad ni, menos aún, que causáramos un impacto “negativo”, fruto de nuestra actividad productiva para conseguir los mayores beneficios posibles (…)

¿Cómo es posible que os dejaran beneficiaros económicamente a costa del deterioro del planeta y/o la generación de desigualdad social?” (…) “¿Por qué condenasteis la subsistencia de la humanidad, agotando todos los recursos naturales de la tierra, para enriqueceros unos pocos?

(…) la empresa es un ente que debería proporcionar bienestar y progreso a la sociedad, haciendo un uso inteligente e íntegro de los recursos que nos procura el planeta y repartiendo las ganancias entre sus empleados y la sociedad. Debería ser una máquina de progreso perfecta.

 

Afirmar que la sostenibilidad es hoy un objetivo clave para cualquier corporación no supone ningún descubrimiento, incluso diría que el termino “sostenibilidad” empieza a estar en desuso. Me gusta más hablar de regenerar o compensar que de sostener lo que hemos deteriorado o no funciona.

 

(…) ya no es cuestión de una moda, una estrategia de marketing o un tema coyuntural; es un problema estructural, de supervivencia de nuestro modelo de vida e incluso de subsistencia.

 

La tecnología es una de las herramientas más poderosas para hacer frente al enorme desafío del impacto social y el cambio climático (…) a través de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial o el big data (…)

Sostenibilidad y tecnología están llamadas a ser pareja de baile (…)

 

(…) gestionar las empresas con una doble contabilidad, la economía y lo social (…) tendrán un director de impacto, que debería medir el impacto social y medioambiental que genera la compañía (…) debería maximizar el impacto positivo de la empresa en la sociedad y el planeta (…)

 

«Soy prisionero de la esperanza»[vii]

 

Prefacio[viii]

(…) los beneficios no deben provenir de la creación de los problemas del mundo, sino de su resolución.

(…) hacer un libro centrado no en el “por qué”, ya que la mayoría de nosotros estamos convencidos de la dirección que hay que tomar, sino en el “cómo”, que es lo que más nos cuesta (…) quienes ocupamos puestos de responsabilidad sabemos que negarlo, culpar a otros o huir de ello no es la respuesta.

(…) se hace preciso un tipo diferente de liderazgo, en el que la valentía sea un factor importante. Valentía para asumir la responsabilidad del impacto social total que produces, mucho más allá de las actividades propias de la empresa. Valentía para fijarte las mayores ambiciones ―aquellas que son necesarias―, incluso sino dispones de todas las respuestas (…) a medida que las empresas sean capaces de competir cada vez más sobre la base de la confianza, la solidaridad y los cuidados, irán desempeñando un papel más importante.

(…) el coste de la inacción es significativamente mayor que el de la acción (…)

 

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(…) ninguna gran empresa cuestiona seriamente la presencia de la sostenibilidad de su agenda. Hemos ganado la primera batalla, pero siguen existiendo grandes problemas. Nuestro modelo económico, que sobrexplota los recursos, fomenta el consumo desenfrenado y vierte la riqueza en unas pocas manos, no está abocando al precipicio (…) no vamos lo suficientemente rápido.

Necesitamos que las empresas vayan mucho más allá de reducir algunas emisiones de carbono y de ser menos malas: el trabajo debe pasar al territorio del impacto positivo (…) el mundo necesita más lideres valientes dispuestos a comprometer a sus organizaciones con un cambio profundo y a servir al mundo.

(…) ningún líder puede construir una gran empresa por solo (…) las empresas tambien necesitan principios clave, estrategias, tácticas, socios y los elementos intangibles de la cultura, el propósito y la inspiración. Cada organización es única, pero hay ideas y lecciones procedentes de los pioneros que puedan ayudar a todas las empresas a hacerlo mejor (…)

 

«Nada puede ser más grande que un negocio,

 por pequeño que sea, que este gobernando por

 la conciencia, y nada puede ser más mezquino

 o insignificante que un negocio, por grande que sea,

 gobernado sin honestidad ni fraternidad»[ix]

 

Introducción

Por qué la mayonesa venció al Kétchup

La opa hostil que cuenta una historia más profunda

Para ser empresas que vendían productos similares (…) no podían tener dos modelos de negocio diferentes (…) Unilever -> operar en beneficio de los numerosos grupos de personas a los que la empresa afectaba (…)

(…) Unilever aprendió que siempre que faltaba focalización en el propósito, el rendimiento de la empresa se resentía (…) dejarse absorber por una organización con una misión incompatible, era potencialmente desastroso desde el punto de vista estratégico y financiero.

(…) el modelo de negocio era demasiado importante como para ponerlo en manos de personas que no tenían ningún sentido de la creación de valor a largo plazo (…)

 

(…) ¿En qué modelo de negocio vas a invertir? (…)

 

Todas las empresas se enfrentan ahora a un enorme dilema: persistir en el modelo del accionista que obliga a tomar decisiones miopes, perjudica a las empresas y pone en peligro el bienestar colectivo… o construir empresas que crezcan y prosperen a largo plazo sirviendo al mundo (…) dando más de lo que reciben.

 

Una empresa con impacto neto positivo sirve a los demás, siguiendo la guía moral más antigua que tenemos, La Regla de Oro: “Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti” (…)

La pregunta definitiva es: ¿El mundo es mejor gracias a que tu empresa está en él?

 

(…) Unilever se opuso a los inversores para dejar de presentar informes trimestrales, lo que permitió a la organización pensar a largo plazo (…) un líder orientado al propósito sabe que está allí para algo más grande que él mismo. Sirve al mundo de hoy y a las generaciones futuras.

 

«Cualquiera que piense que se puede tener un crecimiento infinito

 en un entorno finito es un loco o un economista»[x]

 

¿Podemos conseguir un impacto neto positivo en nuestra compañía?

¿La propiedad de la compañía está dispuesta a impulsar los cambios necesarios para que se produzca ese impacto?

¿Cómo podemos llevarlo a cabo?

¿Quién debe liderar el cambio?

 

Net positive muestra la transformación que Unilever de la mano de su exCEO Paul Polman llevo a cabo. Necesitamos ser cada día mucho más respetuosos con el medioambiente de lo que fuimos ayer, el problema es que muchas veces somos nosotros mismos por acción o por omisión.

 

Casos como el de Unilever o libros como Net positive nos sirven para tomar conciencia, encontrar una hoja de ruta, se puede hacer, pero para ello hay que tener una firme voluntad de querer hacerlo. Necesitamos que todos los stackeholders de la empresa se alineen en torno al propósito generar un impacto neto positivo.

 

«Si quieres cambiar una marca en la mente de los consumidores,

primero tienes que cambiarla en la mente de los empleados,

 especialmente en los lideres»[xi]

 

Net Positive

Netamente positivo: Cómo las empresas valientes prosperan dando más de lo que reciben

Paul Polman

Andrew Winston

Profit editorial


Link de interés

SM-1671 Unilever (2017): El Consejo de Administración y el CEO en el gobierno corporativo y la estrategia

Transformarse para perdurar: Consejos de Administración y gobierno de la empresa en épocas de cambios disruptivos

Impacto positivo: La mentalidad y el framework Purpose Launchpad para mejorar tu start-up, tu organización y el mundo

Dirección por misiones: Conectando a las personas con la estrategia a través del propósito

El arte de la ejecución en los negocios

Empresas que sobresalen

El hombre en busca de sentido

  El tsunami tecnológico (¡Y cómo surfearlo!)

El poder de la diferencia: La diversidad como valor estratégico de la empresa

 

 «Hasta hace poco,

parecía arriesgado ser líder;

 ahora es más arriesgado ser un rezagado»[xii]

 

ABRAZOTES


[i] Ban Ki-moon

[iii] Rabí Tarfón

[iv] Ana Patricia Botín

[v] Rumi

[vii] Desmond Tutu

[viii] Paul & Andrew

[ix] Lord William Lever

[x] Ken Boulding

[xi] Marc Mathieu

[xii] Juan Luciano

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