Estimad@s amig@s
Sinopsis
¿Quién traza el dibujo de
una vida? En Autobiografía
de mi padre es el hijo quien asume esta tarea: «La
palabra de mi padre muerto reclamaba hablar a través de mí como no había
hablado nunca, más allá de nuestras dos fuerzas reunidas». Y así comienza a
narrarse, en primera persona, Simcha Apashevsky: nacido en un territorio
fronterizo de la Rusia meridional, huérfano de madre y superviviente de un
despiadado siglo con dos guerras mundiales y un holocausto.
Una cuestión obsesiona a
este modesto médico con vocación de intelectual: ¿Qué lugar ocupa la ética
en la vida social? Es decir, ¿Cómo podemos ser justos, e incluso felices,
en un mundo que no lo es? Padece asimismo un desarraigo interior: un
matrimonio desafecto, una familia a la que no comprende y un nuevo hogar,
Francia, donde debe ocultar su apellido judío.
Con este gran clásico de
1987, Pierre Pachet[i] reinventó
la literatura autobiográfica. En primer lugar, por su singular estilo: la vida
no se cuenta aquí como una sucesión de instantes parcelados, sino en su
duración, en su experiencia del tiempo. Pero también, gracias a una sutilísima
complejidad emocional: Pachet da voz a todas las edades de su padre, sin
juzgarlo ni tampoco idealizarlo, comprendiendo su vulnerabilidad y su ocasional
intolerancia, su luminoso y áspero envejecimiento.
«Un buen padre
vale por cien maestros»[ii]
Cuando mi padre murió, hace
veinte años[iii], sentí
un dolor muy intenso, físico y moral, pero sobre todo físico.
(…) no sabía siquiera lo que
había perdido. Había perdido a alguien cercano, quizá a la persona más cercana;
pero daba la impresión de haber dejado en mi unas raíces tan profundas y
oscuras que estaba como quien se despierta de una intervención con anestesia y,
conforme va sintiendo el dolor, pregunta algo a lo que nadie alrededor le responde:
¿Qué he perdido exactamente?, ¿Qué me han extirpado?
Por amor a la vida, me
propuse buscarlo.
Comencé aquella búsqueda justo
por donde mi padre me había enseñado: volviéndome hacia mi vida interior.
Ahí estaba el instrumento, era lo que heredaba de él (…) ¿Qué encontraba yo
en aquella vida interior cuando pensaba en mi padre? (…)
Mi padre no era en absoluto
un héroe . durante mucho tiempo, probablemente habría preferido que lo fuera. Al
menos para poder presumir.
«Cuando sientas que
tienes una de esas respuestas,
tómate el trabajo de
cuestionarla periódicamente»[iv]
¿Seriamos capaces de
escribir una biografía de nuestro padre?
¿Somos conscientes de lo que
perdemos cuando falta?
¿A qué preguntas encontramos
respuestas cuando pensamos en nuestro padre?
¿Cuánto dialogo hemos
perdido con él por egoísmo, falta de tiempo, pereza…?
Pierre Pachet es
esta breve Autobiografía
de mi padre nos invita a pensar en nuestro padre de otra manera. Se acerca
la navidad las fechas familiares por excelencia, el momento del año que más
echamos de menos a los que ya no están con nosotros, pero en vez de verlo como
un momento triste aprovechemos la oportunidad para todo lo contrario. Recordando lo que disfrutaba de la familia en navidad, como la vivía, las anécdotas que compartía…
No olvidemos nunca a nuestro
padre, nuestro ejemplo, consejero, mentor, cayado, confidente, acompañante, primer celebrante
de nuestros éxitos, y el que siempre estará ahí para ayudarnos sin pedir nada a
cambio.
«El mejor legado de
un padre a sus hijos
es un poco de su
tiempo cada día»[v]
(…) los hijos siempre se
asombran de la incomprensión de los padres porque olvidan su propia
indiferencia por todo lo que no sea ellos (…)
«Tengo recuerdos de
niño en los que te veía gigante,
hoy que soy adulto...
te veo aún más grande»[vi]
¿Qué pierde un hijo cuándo pierde
a un padre? No lo sabemos. “¿Qué he perdido exactamente?,
¿Qué me han extirpado?” La pregunta queda sin respuesta para todos. La única
respuesta será la vida de cada cuál; la sombra del padre acompañará a nuestros
pasos hasta el final.
La enfermedad
sin nombre acaba llegando (…)
«Lo que habéis heredado de vuestros
padres,
volvedlo a ganar a pulso ante vuestros
hijos»[vii]
Link de interés
• El
hombre en busca de sentido
• Asumir
lo efímero de la existencia
• ¡No
puedes despedirme, Soy tu padre!
«Gracias por haberme educado así.
Estoy orgulloso de ser como soy
y eso te lo debo a ti»[viii]
ABRAZOTES
[i] Pierre Pachet (1937-2016)
nació en París de padres judíos, él originario de Rusia y ella de Lituania.
Estudió Filosofía y Letras, fue profesor y escribió algunos de los libros
autobiográficos más singulares de la literatura francesa, como Adieu,
donde narra la enfermedad y muerte de su esposa, L’Amour dans le temps,
sobre el desgarro de su viudedad, Devant ma mère, sobrecogedor retrato
de la pérdida de memoria de su madre y Autobiografía de mi padre, obra que se
ha convertido en un gran clásico de la literatura memorialista, nunca antes traducida
al castellano. También es autor de lúcidos ensayos literarios sobre Baudelaire,
el nacimiento del diario como género o la literatura del sueño. Desde 1970 fue
uno de los pilares de la prestigiosa revista La Quinzaine littéraire.
[ii] Jean Jaques Rosseau
[iii] Este libro se escribió en 1985
[iv] Enrique Dans
[v] Anónimo
[vi] Anónimo
[vii] Anónimo
[viii] Anónimo
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