viernes, 15 de diciembre de 2023

Roma: Estrategia de un Imperio

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Sinopsis

El Imperio Romano duró quinientos años, una cifra impresionante desde cualquier punto de vista, por lo que la economía y la miríada de acuerdos políticos y amenazas a las que tuvo que enfrentarse estuvieron en continuo cambio.

Tomando este principio como punto de partida, Lacey centra gran parte de la narración en los momentos históricos cruciales y en las personalidades implicadas para ofrecer un análisis exhaustivo, concluyente y cautivador del auge y la caída del Imperio.

Esta obra incorpora los trabajos más recientes de arqueólogos e historiadores del mundo clásico con la vocación de corregir los errores y omisiones de estudios anteriores. El resultado: la exposición más completa y rica en matices jamás publicada sobre el pensamiento estratégico romano y su ejecución.

 

«El pasado es siempre un prólogo»[i]

 

Introducción

A hombros de gigantes

(…) hacer un buen uso de sus estudios del pasado como prisma para mirar al futuro (…) el pasado es siempre un prólogo (…) la economía y financiación de la competición y el conflicto entre grandes potencias, factores sobre los que debe construirse la base de cualquier estrategia viable.

(…) sin una cierta base en las realidades económicas del Imperio es imposible comprender la toma de decisiones estrategia de Roma (…)

 

(…) los romanos no actuaron siguiendo un plan estratégico preconcebido. Su modo de enfocarlo fue siempre (…) el de las respuestas ad hoc a medida que se desarrolla una sucesión de acontecimientos de crisis (…) Roma no solo careció de una gran estrategia, sino que sus elites dirigentes fueron incapaces de pensar siquiera en términos estratégicos.

(…) para su época, los romanos eran pensadores estratégicos muy sofisticados, que poseían todas las herramientas para la planificación de estrategias a largo plazo y para actuar de acuerdo con las mismas (…)

 

«Me encontré una Roma de barro

y os la dejo de mármol»[ii]

 

¿Cuánto le debemos a Roma?

¿Se puede aprender de la estrategia de un Imperio que duro cinco siglos?

¿Cuáles eran sus puntos fuertes?

¿Y sus debilidades?

 

¿Cómo se aseguraban la lealtad?

¿Existía realmente, o variaba en función de los emolumentos que recibían?

 

“Los reyes necesitaban tres cosas para gobernar —dijo Confucio a su discípulo Tsze Kung— armas, comida y confianza. Si un gobernante no puede poseer las tres, en primer lugar debe prescindir de las armas, luego, si es necesario, la comida; pero nunca, nunca, debe perder la confianza” [Analectas de Confucio] (…)[iii] el gobernante del Imperio tenía las armas a través de las legiones, comida gracias a las grandes reservas de cereal de Egipto y confianza gracias a tener cautivas a las legiones —retribuciones que obtenían. Eran muy conscientes de la incertidumbre que se podía generar si dejaban de pagar a los portadores de las armas.

 

¿Cuán critico era la sucesión?

¿Había un proceso definido para llevarla a cabo?

¿Qué daño hicieron las guerras de poder internas?

¿Podían haberse evitado?

 

¿Qué podemos aprender de la logística romana?

¿Y de su dominio marítimo? El poder naval romano, era el pegamento que mantenía unido al Imperio. Mientras Roma mantuvo su supremacía naval, conservó también la capacidad de recuperarse de cualquier convulsión (…)

 

Roma, estrategia de un Imperio es un ensayo que puedes leer por satisfacer tu curiosidad, por aprender sobre estrategia, leer historia, buscar similitudes con la forma de gestionar una gran compañía. Es un libro para multitud de públicos, sólo tienes que tener las ganas de bucear en la obra de James Lacey.

 

«Voy al encuentro de un ejército sin jefe

y volveré al encuentro de un jefe sin ejército»[iv]

 

(…) la estrategia es siempre y en todo lugar una cuestión de fines, modos y medios vistos a través del prisma del “riesgo” (…)

 

(…) la complejidad aumenta cuanto más se reflexiona sobre las realidades practicas del pensamiento estratégico y su ejecución (…)

 

(…) en cualquier crisis solo había tres cosas que un emperador necesitaba saber: dónde estaba la crisis, a qué distancia de la crisis se encontraban las legiones disponibles más cercanas, y cuánto tiempo tardarían dichas legiones en cubrir la distancia entre estos dos puntos (…)

 

(…) en lograr de mostrar un pensamiento estratégico exiguo, la capacidad de emplear diferentes metodologías estratégicas en función de las circunstancias ―fines, modos y medios― demuestra una consistencia estratégica muy sofisticada.

 

(…) como afirmaba Cicerón, para que un senador “conociese el Estado” tenia que conocer la situación del ejército, el tesoro y los aliados, amigos y tributarios de Roma, además del afecto que le profesase cada uno a la urbe. Sería difícil encontrar una comprensión más sucinta de la base de todo pensamiento estratégico; la fortaleza financiera que sufraga a las fuerzas militares que eran la base del poder romano (…)

 

(…) sin ninguna teoría de la economía moderna ni ningún concepto real de cómo financiar guerras con deuda, la mayoría de los gobernantes pensaban que lo más conveniente para ellos era atesorar su riqueza para emergencias, como la guerra (…)

 

(…) la gran estrategia de Roma no era muy diferente de la de cualquier otro Imperio:

• mantener la integridad y estabilidad del Imperio

• proteger el Imperio de enemigos exteriores y,

• ampliar las fronteras del Imperio cuando fuese posible y rentable, pero siempre con la vista puesta en extender la influencia del Imperio allí donde la expansión física no fuese posible.

 

La infraestructura estratégica del Imperio consistía principalmente en la red viaria y las estructuras fortificadas, que incluían ciudades, pueblos y el limes a lo largo de las fronteras de Roma (…) otras infraestructuras, como canales, sistemas de irrigación y acueductos, eran cruciales para el mantenimiento de la economía romana (…) la base de todas las acciones estratégicas (…)

 

(…) Cesar, nunca licencio a sus legiones. Era muy consciente de que era la lealtad personal de las legiones lo que investía de legalidad sus dictados (…)

 

(…) los imperativos estratégicos personales de cualquier prínceps romano: “Mantenerse con vida, controlar la sucesión[v], recompensar a los clientes y ganar gloria”.

 

(…) la capacidad del sistema de transporte romano para trasladar tres legiones, sus fuerzas auxiliares y equipamiento desde regiones dispares del Imperio hasta un único punto amenazado seguía siendo su mayor activo estratégico (…)

 

(…) Roma necesitaba un emperador con visión de futuro, fuerte, vital y sobre todo, respetado por los soldados (…)

 

(…) excedente de trigo, era demasiado importante para la supervivencia de Roma (…) Marco Antonio utilizó los alimentos como arma en su guerra civil (…)

 

(…) la moneda romana siempre había formado parte del sistema de propaganda imperial: era un mensaje (…) decía a todo el mundo quien mandaba (…)

 

(…) Diocleciano trataba de demostrar que al rango de César debía llegarse por méritos y nos nacimiento (…)[vi]

 

(…) a un buen general no le lleva mucho tiempo examinar a una fuerza enemiga y determinar la capacidad de lucha que encierra (…)

 

(…) Roma luchó, fue derrotada, se levantó y volvió a luchar, todo ello sin una merma aparente de su capacidad para llevar a cabo campañas o ganar futuras batallas (…)

 

(…) cualquiera que mandase un ejercito de maniobra era susceptible de sublevarse. Eso se paliaba en cierta medida con la doble estructura de mando militar-administrativa: los soldados podían querer a su comandante, pero sabían que su paga y su comida procedían ahora de un administrador imperial distinto (…)

 

«Es con el hierro,

 no con el oro,

 como se libera la patria»[vii]

 

Conclusión

El Imperio Romano duró en su totalidad quinientos años, mientras que el Imperio en oriente, en solitario desde el siglo V tras la caída de occidente, conservó gran parte de su gloria y poder durante siglos (…) Roma solo cayó después de no querer o no poder obtener los recursos y mantener las estrategias que habían sustentado el poder y la gloria del Imperio durante todo ese tiempo.

El núcleo de esas estrategias (…) asegurar los cimientos económicos del Imperio, mantener una fuerza militar imbatible y disponer de una reserva aparentemente inagotable de soldados (…)

 

(…) uno de los secretos de la longevidad del Imperio era que, si una de sus partes se veía amenazada, podía contar con los recursos del conjunto para superar la crisis (…)

 

El colapso final de Roma demuestra que el éxito no está garantizado. Incluso el estado más poderoso puede arruinarse rápidamente si no adapta sus estrategias a medida que cambian los retos a los que se enfrenta. Roma se erige en faro de lo que es imposible cuando un estado acierta en su estrategia, así como en cruda advertencia de las consecuencias de no hacerlo.

 

«Romano,

recuerda con tu fuerza gobernar a los pueblos de la Tierra»[viii]

 

Roma

Estrategia de un Imperio

James Lace

Esfera de los libros


Link de interés

El arte de mandar bien: Querer, poder, saber

• El manual del estratega: Los cinco estilos de hacer estrategia

• Estrategia: Una historia

• Estrategia competitiva

• Gestionar estratégicamente: Claves para tomar decisiones en la era de la incertidumbre

• Pensar estratégicamente: Modelos, conceptos y reflexiones

Como implementar la estrategia

Jugar para ganar: Cómo funciona realmente la estrategia de empresa

Cómo utilizar el cuadro de mando integral: "The Strategy Focused Organization" Para implementar y gestionar su estrategia

La inteligencia como herramienta anticipativa Prospectiva: Del campo de batalla a la empresa

Inteligencia competitiva: ¿Espías?, ¿Oráculos?, ¿Estrategas?

Emperador de Roma

 

«Tú, romano, piensa en gobernar bajo tu poder a los pueblos

 ―estas serán tus artes―,

 y a la paz ponerle normas,

 perdonar a los sometidos y abatir a los soberbios»[ix]

 

ABRAZOTES


[i] James Lace

[ii] Augusto

[iii] Gestionar la incertidumbre, Bartolomé Alarcón, Rocio Reina

[iv] César

[v] “Por muchos que mates, nunca podrás matar a tu sucesor”, Séneca

[vii]Non auro, sed ferro, recuperanda est patria”, Vegecio

[viii] Virgilio

[ix] Ídem

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