Estimad@s amig@s
Sinopsis
Dirigir una empresa es una
responsabilidad y un desafío. Las personas
vértice asumen un trabajo que exige lo mejor de cada uno de
nosotros. El trabajo del director general es extraordinario, pero a la vez, es
un itinerario de contrastes, donde se sortean dificultades, diferencias, noches
de desvelo, momentos dubitativos, satisfacciones y alegrías.
Personas
vértice es una recapitulación de ideas, reflexiones y
aprendizajes personales del autor acerca de la labor del director general.
Plantea diez retos para enriquecer a quienes ejercen o ejercerán una de las
labores empresariales más valiosas: liderar a una comunidad de personas hacia
un propósito común y valioso.
«Nadie es capaz de
todo,
ni incapaz de nada»
Carlos
Llano
Prólogo
(…) el contraste entre la apariencia
que guarda un líder, quien debe aparecer siempre infalible, incluso ante la
realidad de organizaciones y entornos de una enorme complejidad e incertidumbre,
particularmente en un contexto como el que trajo la pandemia.
Esa disonancia, muchas veces
implica un camino que se navega en solitario. No
es fácil para el líder mostrar sus dudas y reconocer sus fallas de manera
constructiva, es complejo mantener la ecuanimidad frente al aplauso constante y
las cajas de resonancia. Es más difícil aún, mantener la armonía familiar y
cumplir al mismo tiempo con las demandas constantes que hoy exige una posición
de liderazgo de alto nivel.
(…) su autor, que advierte
de la importancia de contener el vértigo, de administrar el tiempo y la soledad
de liderar. Como bien lo define la dirección general: “No es una superioridad
que se deriva de la estructura, en todo caso, es la responsabilidad de tener el
encargo en su completitud”.
La perspectiva (…) es clave
para mantener a raya al ego y encontrar espejos que disminuyan los puntos
ciegos, sobre todo para identificar, sabiamente, cuando ha llegado el momento
de dar el paso más difícil, el de dejar de ser director general.
«Mantener la calma,
pero con sentido de crisis»
…
Es difícil provocar tantas
reflexiones sobre el papel del director general en tan pocas páginas. Rafael Gomez Nava en Personas vértice
lo consigue de manera magistral.
Dirigir una compañía es un desafío
constante, continuamente se están gestionando recursos, personas, expectativas, retornos,
aprendiendo, desaprendiendo, creciendo, haciendo crecer.
Te veras identificado en muchos
pasajes de la obra, otros con suerte no los habrás vivido aún, pero seguro que serás
capaz de extractar conocimiento real y aplicable en tú desempeño.
«En la crisis,
si bien de una manera
diferente,
todos crecimos como
profesionales y como personas»
Dirigir una empresa es una
responsabilidad y un desafío; un trabajo que exige lo mejor de cada uno de
nosotros. El trabajo del director general es extraordinario, pero a la vez, es
un itinerario de contrastes, donde se sortean dificultades, diferencias, noches
de desvelo, momentos dubitativos, satisfacciones y alegrías.
Mi mayor reto fue mantener
objetividad y esperanza de manera simultánea. La objetividad con la crudeza de
los hechos nos habría desalentado (…) si el capitán del barco no da un sentido
de esperanza, implicaba que el equipo interpretaría que la batalla estaba de
inicio perdida (…) esperanza sin realismo, nos habría comprometido la
visibilidad para el futuro; la situación era critica (…) un realismo
esperanzador. La realidad es que cada director enfatiza más una que otra. yo
opte, con algunas consecuencias, por dar mayor importancia a la esperanza
La crisis, en retrospectiva
y por difícil que ésta sea, con a la vez una extraordinaria oportunidad para
reflexionar la estrategia, para reafirmar los valores, para acomodar o
reacomodar las prioridades, eliminar lo superfluo, las holguras innecesarias y
para proponer al equipo directivo y a la organización aspectos que en un
escenario normal difícilmente se propondría.
10 retos para las personas vértice
1. Tus primeros 90 días: a dónde ir, cómo ir y con quién ir
Los primeros 90 días son una
oportunidad única para que puedas interactuar con las personas clave de la
organización, escucharlos en formato libre, conversar, preguntarles, darte
cuenta de lo que están enfrentando en sus diferentes áreas de responsabilidad,
conocer sus inquietudes y sus propuestas.
(…) responder a tres preguntas fundamentales: ¿a dónde dirigir la organización?, ¿Cómo lo hare(mos)? Y ¿Quiénes serán parte de tu equipo de trabajo?[i]
2. Nadie te conoce como tú: tu FODA personal
El mejor diagnostico será el
que hagas tú de ti mismo (…) identifica tus fortalezas, tus debilidades, tus
oportunidades y amenazas (…) toma una radiografía de ti mismo, con la mayor
crudeza posible, con objetividad y sin sabotearte. Auto conocerte es uno de los
procesos más relevantes para un director general, en ocasiones es útil apoyarte
en otras personas para identificar lo que uno mismo es incapaz de hacer.
(…) apalancarte en tus fortalezas y rodearte de personas que te ayuden en tus debilidades (…) tendrás que dirigir con tus virtudes y con todos tus defectos.
3. Sueños con propósito: sin magnanimidad no hay líder
Debes de soñar[ii],
por algo valioso, por algo que te haga ser mejor persona, que impulse a todos
en tu empresa a perfeccionarse en la labor del trabajo diario (…)
No basta con un propósito
valioso, tiene que ser magnánimo (…)
Ante cualquier decisión relevante no dejes de preguntarte: ¿Esto suma o destruye el propósito?, ¿Nos permite seguir avanzando o es un retroceso?, ¿Podremos explicar a la organización las decisiones tomadas acorde con lo que hemos comunicado como propósito? (…)
4. Desvelos que quitan el aire: vértice, bisagra, desarmador, pegamento
Dirigir, es más arte que
ciencia (…) es más convicción constante que talento prodigioso.
Ser vértice implica que
darás la cara en las buenas y en las no tan buenas, pero especialmente, en las
malas y en las terribles. Ser vértice te exigirá dar la cara y ponerte enfrente
por tu equipo de trabajo y por los resultados de tu empresa (…) siempre al
frente, eres el vértice, nunca lo olvides.
El rol del vértice implica mantener
la talla profesional y humana en todo momento (…)
(…) la función de vértice implica saber acompañar al equipo, marcar el ritmo de ejecución, impulsar a los rezagados y tener el pulso para saber hasta dónde estirar las capacidades y la carga de trabajo en las personas. Ser vértice es hacer, en todo momento, labor de síntesis con la visión de conjunto que solo tú tienes de la empresa.
5. Si tu equipo no te reta, mal equipo: juicio autentico
Lo que esperas de tu equipo es que te enriquezcan. Si un miembro de tu equipo no participa, no aporta, no dice lo que piensa y no te reta, seguramente no ha entendido su labor, o no se la has explicado suficientemente, pero no estará cumpliendo su misión.
6. Escuchar, debatir, hacer síntesis, decidir, aprender: en ese orden
Cada decisión es fuente de
desafío; no hay decisión perfecta, siempre hay un efecto secundario, en contra
y una posible manifestación no contemplada de manera anticipada (…)
(…) si no se escucha, el debate será pobre, si no se debate la síntesis será incompleta, si no se sintetiza la decisión será parcial y si no se decide adecuadamente, el aprendizaje será cuesta arriba.
7. Más solo que nunca: saberse acompañar y cuidar tus pensamientos
Mientras más acompañado te
sientas, más solo estarás. La soledad del director general es avasalladora. Será
imposible elegir con quien hablar, pensar, transparentar inquietudes, problemas
y temores, seguramente con contadas personas, no con cualquiera.
(…) prever con quien compartirás, qué tipo de asuntos, cuáles no, con qué profundidad, y con qué objetivo (…)
8. Las joyas de la corona: tiempo para pensar, para tu familia y para ti
Debes tener tiempo para
pensar (…) hacer que tu mente “rumee” las idea (…) fluyan las situaciones que
enfrentas y para que des espacio a nuevas formas de enfrentar la realidad (…)
Si no tienes tiempo para pensar estás haciendo mal tu labor (…)
9. Hacer posible lo imposible: el valor de la anormalidad
(…) cada año se disciernen
los caminos para crecer: ¿Con qué productos?, ¿A qué mercados?, ¿A
qué ritmo?, ¿Con qué capital económico y talento humano? (…)
(…) ¿Realmente la
fortaleza de una empresa la determina su ritmo de crecimiento?
(...) en ocasiones crecer, empequeñece la empresa.
10. Tus últimos 90 días[iii]: la empresa no eres tú, eres efímero; mucho por delante
Tu ultimo éxito en la
empresa radica en que cuando tú no estés al mando las cosas funcionen, y
funcionen muy bien. Que te alegre el éxito de tu sucesor, que sea él quien, con
su estilo y personalidad, tome la conducción de la empresa.
Que te recuerden por tus
cualidades humanas, por tu vocación de servicio, por tu autentico interés por hacer las
cosas bien y por tu congruencia de valores (…)
La dirección general debió
haber sido un medio y no un fin. Un medio para servir y para perfeccionarte
como ejecutivo y como ser humano (…)
«Quien no sabe
escuchar,
no sirve para dirigir»
Memorias
de Adriano
Una última reflexión:
aprender de mis errores y tropiezos
(…) aprendido a aprender de
mis errores (…)
• Atreve a dejar huella, pero
que no se convierta en una obsesión en tu vida.
• Cree mucho en ti, pero cree
más en tu equipo para sacar las cosas adelante.
• Se prudente, pero no dejes
de decir lo que piensas; ser autentico es
un deber.
• Da retroalimentación,
pero antes solicita que te den retroalimentación a ti.
• Por mucho éxito que
alcances, no dejes de escuchar a las personas que te recuerdan que deber ser humilde: ojalá
que se atrevan a decírtelo.
En momentos de crisis se
pone a prueba todo: la propuesta de valor de la empresa, nuestros
diferenciadores en el mercado, el modelo de negocio, la fidelidad de los
clientes, el vinculo con los proveedores, el compromiso de los colaboradores, la
unidad del management, pero, ante todo, la fortaleza y la virtud de la
esperanza en la persona del Director General.
«Haz lo que debes
y está en lo que
haces»
San
Josemaría
Sueños, desvelos, aprendizajes
y alegrías
Reflexiones de un director
general
Link de interés
• CEO, carrera y
sucesión: Escalando hacia la cima
• Política de
empresa: El gobierno de la empresa de negocios
• El segundo de a
bordo: El rol del Chief Operating Officer
• ¿Hay que ser un
cabrón para llegar a director general? Ser o no ser, esa es la cuestión
• Good to Great: ¿Por qué algunas
compañías dan el salto a la excelencia y otras no?
• El quehacer del
director: Reflexiones sobre la dirección estratégica de organizaciones
• El cisne negro:
El impacto de lo altamente improbable
• Ser ejemplo:
Pequeños grandes lideres
• El hombre en
busca de sentido
• Dirección por
misiones: Conectando a las personas con la estrategia a través del propósito
• Liderazgo ético:
La sabiduría de decidir bien
• La empresa de
negocios y la alta dirección: Procedimientos políticos de gobierno
«Cuando estemos solos, cuidemos
nuestra voz interior,
Cuando estemos con los demás, cuidemos nuestra
lengua,
Cuando estemos irritados, cuidemos
nuestro temperamento,
Cuando estemos enojados, cuidemos
nuestras emociones,
Cuando todo nos salga bien, cuidemos
nuestra vanidad.»
Marian
Rojas
ABRAZOTES
[i] “Tienes que decidir a dónde vas, cómo
llegarás y quién te acompañara”, Jim Collins
[ii] Soñar y os quedareis cortos, Pedro
Casciaro
[iii] Memento Mori (recuerda que morirás): cuando un general, de la Antigua Roma, desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras él un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el finde impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese ser un dios omnipresente.
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