viernes, 10 de enero de 2025

Mis días con Benedicto XVI

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Sinopsis

ALFRED XUEREB nació en Gozo (Malta) el 14 de octubre de 1958. Fue ordenado presbítero para esa misma diócesis el 26 de mayo de 1984. Ha obtenido la Licenciatura y el Doctorado en Teología con especialización en espiritualidad en el Pontificio Instituto Teresianum. De 1991 a 1995 ha sido oficial en la secretaría privada del Rector Magnífico de la Pontificia Universidad Lateranense. Desde 1995 hasta el año 2000 fue oficial de la Secretaría de Estado en la Primera Sección. Fue designado prelado de honor de su Santidad en el 2003. Desempeñó el oficio de Prelado de Antecámara de su Santidad hasta el año 2007. El 11 de septiembre de 2007 comenzó su servicio en la Secretaría Privada del Papa Benedicto XVI hasta el 15 de marzo de 2013. El Papa Francisco lo designó ese mismo mes como su secretario privado, confiándole también el cargo de delegado para las comisiones relativas al estudio y dirección de las organizaciones de la estructura económico-administrativa de la Santa Sede (COSEA) y el Instituto para las Obras de Religión (CIOR). El 3 de marzo de 2014 fue nombrado Prelado secretario general de la Secretaría de Economía. El 26 de febrero de 2018, el papa Francisco lo designó Nuncio Apostólico en Corea y Mongolia, lo ordenó obispo el 19 de marzo de 2018, otorgándole la sede titular de Amantea con dignidad de arzobispo. Mons. Alfred Xuereb ha sido «segundo» secretario privado de Benedicto XVI durante cinco años y medio (11 de septiembre de 2007 (15 de marzo de 2013). Persona muy discreta, ha formado parte de la llamada «familia pontificia», acompañando al Papa especialmente en el contexto de su vida cotidiana, menos conocida por el público en general. El presente «diario» en el que don Alfred comparte con nosotros sus recuerdos personales de aquel período, emotivamente intensos, es el fruto de estos años. Las Misas de la mañana celebradas por el papa Benedicto en la capilla del Palacio Apostólico, a veces enriquecidas con bellísimas homilías, los paseos por los jardines vaticanos y en los de Castel Gandolfo, los viajes al exterior, las grandes celebraciones, los momentos de oración y de descanso, los encuentros con Monseñor Georg, su amadísimo hermano; el clima durante la Vigilia de Navidad, con cantos y recuerdos de la infancia del papa Benedicto, su amor por los animales... No faltan páginas en las que don Alfred relata su participación en los momentos difíciles de trabajo y de sufrimiento al servicio de Benedicto XVI. Los gestos discretos al disminuir la fuerza del Papa, las páginas sobre la renuncia al pontificado están llenas de emoción a la vez grande y contenida. Un diario con contenidos personales que ahora también se convierte, a su manera, en un libro de historia tras la partida de Benedicto XVI a la casa del Padre.

 

«El Papa Benedicto es mi maestro»[i]

 

Prefacio[ii]

(…) el “segundo” (…) persona muy discreta, siempre se mantuvo intencionadamente en una discreta posición para no aparecer más de lo estrictamente necesario en el desempeño de su trabajo (…) una de las personas que más cerca ha estado del Papa Benedicto durante la mayor parte de su pontificado, acompañándolo sobre todo en las dimensiones de su vida cotidiana menos conocidas por el gran público porque están lejos de los focos y las grabaciones de televisión.

 

(…) al final de la lectura no habremos descubierto informaciones reservadas que incidan en la historiografía de su pontificado, pero habremos entendido mejor la sensibilidad y el trato (…) el alma de un Pontífice (…)

(…) relación de espontanea sintonía entre dos personas unidas por una actitud natural de discreción, podríamos decir también de un cierto pudor y timidez (…)

 

(…) un diario particular, emotivamente intenso, en el que las “pequeñas cosas” cotidianas son más significativas que las “grandes” (…) importan los detalles de las conversaciones en la mesa los días normales, las delicadas atenciones hacia los más cercanos en los distintos momentos de la jornada (…)

 

(…) se percibe bien que el autor elige bien los temas y los matices que más le han tocado (…)

 

«No hay amor más grande

que dar la vida por los amigos»[iii]

 

Un helicóptero blanco[iv]

(…) quiere que la elección de renunciar al pontificado aparezca iluminada con la luz correcta (…) ha sido un acto de amor a la iglesia (…) él conoce el heroísmo de la decisión-

Durante mucho tiempo, el fiel secretario, como su delicado papel le imponía, ha permanecido en silencio, cerca del Santo Padre, pero al mismo tiempo escondido, casi invisible. Eso ha sido lo correcto, y él nunca ha querido aparecer (…)

 

(…) “Aquí está, este es el hombre que tuve el privilegio de conocer”.

 

«Todo está claro en su mente

porque todo está claro en su corazón»[v]

 

¿Qué podemos aprender de Benedicto XVI de la mano de su vicesecretario Alfred Xuereb? Sencillez, humanidad y el ejemplo de la persona vértice.  

 

¿Qué podemos aprender de Alfred Xuereb? Humildad, espíritu de servicio, entrega, renuncia, trato a la persona…

 

En momentos de crisis de valores como los que estamos viviendo, es importante poder encontrar personas de las que aprender ―tener referencia―. Mis días con Benedicto XVI es el segundo libro que leo sobre este Papa, el anterior estaba escrito por su secretario Georg Gänswein, sin animo de polemizar libros muy diferentes, por enfoque e incluso me atrevo a decir por la persona que lo escribe. En la obra que nos ocupa el foco está en la persona a la que se sirve, y como se cuidan los detalles tanto del que sirve como del que es servido.

 

Xuereb nos ayuda a entender cómo el líder cuida detalles que le permiten conocer más a su equipo, estar pendiente de sus necesidades, desasosiegos, ser cercano. Parece una obviedad pero debemos preguntarnos muchas veces ¿Soy accesible para mis colaboradores? ¿Estoy cuando me necesitan? ¿Si tienen un problema me pueden preguntar?

 

El papel del secretario es de gran importancia, al igual que su invisibilidad muchas veces, tiene que estar pero no se le debe ver. El foco es para el líder, nunca para él. Debe ser una persona de grandes conocimientos, habilidades, muy discreta, lo que ve tu mano derecha nunca lo puede contar tu izquierda.

 

No dejemos de buscar referentes que nos ayuden a mejorar y crecer cada día.

 

«Desde el inicio de mi vida

(…) mi hermano ha sido siempre para mí no solo compañero,

 sino además guía fiable»[vi]

 

2007

(…) permanecer atento a las necesidades de las personas y ejercer tanta humanidad (…) cercano a todos para acercar a todos a Cristo[vii].

 

(…) me admira su habilidad para hacer actuales personajes y enseñanzas del pasado (…)

 

(…) su ejemplo y sus palabras nos ayudan a mantener vivo el clima de caridad y fraternidad. Tener al Papa cerca con nosotros nos hace comprender que nunca debemos caer en discursos fútiles o faltos de caridad (…)

 

En los momentos de prueba me fortalecen las palabras de un sacerdote[viii] (…)

 

(…) a pesar de los muchos pensamientos relacionados con los mil compromisos de su ministerio, logra recordar las pequeñas cosas de sus colaboradores[ix] (…)

 

2008

(…) me he quedado muy impresionado por la grandeza de este Papa teólogo, gran conocedor de las Escrituras, que no ha tenido miedo en admitir que estaba equivocado y de corregirse a sí mismo delante de todos[x].

 

(…) se entrega con extrema generosidad y utiliza toda su sabiduría para construirnos[xi] espiritualmente y aumentar nuestro conocimiento.

 

(…) no se aparta nunca cuando se trata de involucrase en los sucesos de las personas de las que le hablan, incluso a distancia. No ha habido una vez en que lo haya visto distante, ocupado exclusivamente por los deberes del cargo y sus preocupaciones (…) para todos nosotros es un ejemplo[xii] de apertura y disponibilidad.

 

(…) el Santo Padre se da a las personas que van a saludarlo (…) aceptó dar una palabra a cada uno de los fieles que se le presentaron al final de la audiencia (…) estaba cansado (…) acogió a todos con una sonrisa y mucha cordialidad. Vive esa disponibilidad[xiii] no como una cosa menor o como un añadido, sino como una parte integral de su ministerio.

 

(…) ¿Qué dejareis vosotros a la próxima generación? ¿Estáis construyendo vuestras vidas sobre bases sólidas? ¿Estáis construyendo algo que durará?[xiv] (…)

 

2009

(…) Benedicto XVI cita a san Pablo en la carta a los gálatas “Y si os mordéis y os mordéis unos a otros y devoráis unos a otros, mirad que acabareis por destruiros”[xv] (…)

 

2010

(…) cuando tenia que tomar una decisión difícil, Wojryla primero preguntaba a sus interlocutores si habían escuchado la opinión de Ratzinger[xvi] (…)

 

2011

(…) ¿Qué sentido damos a nuestros días? (…) ¿Qué sentido damos a los días de fatiga y dolor? Esta es una pregunta que atraviesa la historia, más aún, el corazón de cada generación y de cada ser humano (…)

 

2012

(…) ¿La desobediencia es verdaderamente el camino? (…)

 

(…) incluso cuando tratamos de ser un poco “livianos”, Benedicto encuentra la manera de enseñarnos algo[xvii].

 

(…) la música es armonía de las diferencias, como acontece cada vez que se inicia un concierto, con el “rito” de afinar las cuerdas. Con los múltiples timbres de los distintos instrumentos que puede formar una sintonía. Pero esto no sucede de forma mágica ni automática. Se realiza solo gracias al empeño del director y de cada uno de los músicos. El empeño paciente, fatigoso, que requiere tiempo y sacrificios, con el esfuerzo de escucharse mutuamente, evitando excesivos protagonismos y privilegiando el mejor éxito del conjunto.

 

2013

(…) la llamada telefónica que el nuevo Papa ha hecho a Benedicto (…) le agradezco, Santo Padre (…) y le prometo desde ahora mi obediencia y mi oración (…)

 

«No es fácil encontrar un profesor

que sea al mismo tiempo inteligente y humilde»[xviii]

 

Epilogo

Bávaro, más que alemán

(…) algunos pueden pensar que, al aceptar ponerme al servicio del Papa, renuncié a todo,  y en cierto sentido así fue, pero a cambio recibí muchísimo (…)

 

«Intento seguir sus huellas

y continuar cuanto comenzó»[xix]

 

Mis días con Benedicto XVI

Alfred Xuereb

Palabra


Link de interés

Nada más que la verdad: Mi vida al lado de Benedicto XVI

Polanco: El humanismo de los jesuitas (Burgos 1517 ─ Roma 1576)

El desarrollo humano integral: Comentarios interdisciplinares a la encíclica Caritas in veritate de Benedicto XVI

Jefe de gabinete: Manual de instrucciones para gobernar

El Secretario del Consejo de Administración

• Sabino Fernández Campo: La sombra del Rey

Íñigo de Loyola, líder y maestro

 

«Yo no hui»[xx]

 

ABRAZOTES


[iii] Jn 15, 13

[iv] Aldo María Valli

[v] Alfred Xuereb

[vi] Benedicto XVI hablando de su hermano Monseñor Georg Ratzinger

Ø  ¿Cuánto tenemos que agradecerle a un hermano, a ese ser querido, a una persona clave en nuestro desarrollo profesional /personal?

[vii] La cercanía a la que se refiere el autor es una de las principales características de una persona vértice.

[viii] En este caso podríamos sustituir la palabra de un sacerdote, por las de un coach, mentor u otra persona que nos acompañe en momentos de desasosiego.

[ix] Esa cercanía demuestra que escucha y se interesa por su equipo.

[x] Cuánta falta nos hace la humildad y qué poco uso hacemos de esta gran virtud

[xi] Hacer crecer al equipo.

[xii] El ejemplo del líder, y como arrastra a las personas con ése hacer.

[xiii] ¿Estamos disponibles para el equipo?

Ø  ¿Lo hacemos como una obligación del cargo o con espíritu de servicio?

[xiv] Estas preguntas que formulaba el Papa Benedicto XVI en un encuentro de la JMJ, ¿no son algunas de las que se plantean las Empresas Familiares cuando piensan en relevo generacional, legado, propósito, etc.?

[xv] ¿Cuánto daño nos hacemos sin pensar en la destrucción de valor en las disputas empresariales?

Ø  ¿Cómo las podríamos evitar?

[xvi] Cuando tenemos que tomar una decisión difícil ¿quién es nuestra persona de confianza?

Ø  ¿qué nos aporta?

[xvii] “El maestro aparece cuando el alumno está listo. Pero cuando el alumno realmente está listo, el maestro desaparece”, Lao Tzu

[xviii] Benedicto XVI

[xix] Ídem

[xx] Ídem 

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