Estimad@s amig@s
Sinopsis
Este libro es
más que la historia de la empresa que destruyó la industria del taxi en buena
parte del mundo, es también la de una startup que comenzó en 2010 con un
capital de algo más de un millón de dólares y llegó a estar valorada en casi
setenta mil millones de dólares tan solo siete años después. Uber prometió una
revolución en la manera en que las personas y las mercancías se desplazan.
Parecía que le estaba reservado un lugar en el Olimpo de los grandes gigantes
tecnológicos junto a Amazon, Google, Apple o Facebook, pero lo que con el
tiempo emergió, y este libro describe, es su obscena práctica empresarial.
Su fundador, Travis Kalanick, entendió que Uber no podría
tener éxito solo creciendo más rápido que sus competidores, sino que debía
expulsarlos del mercado. Y no permitió que nada se interpusiera en su camino:
ni las leyes o normativas de las ciudades en las que operaba ni la justa
retribución de sus conductores o el bienestar de sus empleados, ni siquiera las
propias reglas de Apple, a quien también engañó sobre la privacidad de sus
clientes.
Uber espió a sus
trabajadores, a sus rivales y a los legisladores que se oponían a sus
prácticas; sobornó a gobernantes, rastreó los teléfonos de los usuarios tras
bajarse del coche para conocer sus movimientos; consintió una cultura
empresarial machista y, en ocasiones, racista, y se erigió, para muchos, en el
símbolo de lo peor de la cultura tech, de las plataformas de la economía
colaborativa y del Silicon Valley de su momento. Nada menos que un
auténtico compendio de gestión empresarial inmoral que acabó culminando con la
caída de su ambicioso e iluminado fundador e hizo perder miles de millones de
dólares de cotización bursátil a sus inversores.
«Estar superpumped[i]
nos da superpoderes,
los problemas más
difíciles
en oportunidades
increíbles
para hacer algo
grandioso»
Travis
Kalanick
Prólogo
(…) desde 2009 la empresa se
había enfrentado a legisladores, oficiales de policía, conductores y
propietarios de taxis, y sindicatos de transporte. A ojos de Travis Kalanick,
cofundador y director ejecutivo de UBER, todo el sistema estaba amañado en
contra de startups como la suya (…)
(…) el tono del discurso que
había adoptado Uber (…) era inteligente y tenía cierto aire populista. El
servicio era una forma de que las personas ganaran dinero conduciendo sus
propios coches, en sus propios términos, estableciendo su propio horario (…)
El director ejecutivo, de 38
años, siempre marcaba el paso (…) era él quien estaba a la cabeza (…)
(…) pista circular interior
(…) pasaba a través de filas de escritorios y mesas de salas de conferencias
(…) la pista era para “caminatas y conversaciones[ii]”
(…) durante el transcurso de una semana cualquiera de sus caminatas y sus conversaciones
le llevaban a dar 160 vueltas alrededor de la pista, el equivalente a 64
kilómetros.
(…) el problema era UberX, un
modelo ambicioso y de bajo coste que convertía a casi cualquier persona que
tenía un coche bien cuidado y podía demostrar que no tenía antecedentes en un
conductor de la compañía (…)
(…) cada vez que se
implantaba en una nueva ciudad, la compañía usaba el mismo método de confianza:
alguien de la sede de Uber viajaba a la nueva ciudad y contrataba a un
“director general” local (…) veinteañero entusiasmado o tal alguien con una
beligerante mentalidad de startup (…) Uber solo esperaba que el nuevo personal de
operaciones de campo tuviera ambición, la capacidad de trabajar 12 o 14 horas
al día y una inclinación a saltarse las reglas, incluso las leyes, cuando fuera
necesario.
(…) cultura toxica de la
startup fue el resultado de un joven líder rodeado de acólitos y aduladores, que
recibió recursos financieros casi ilimitados y que operaba sin una supervisión
ética o legal seria. En guerra con lo que viniera de fuera y entre ellos, la
compañía se enredaba en espionajes, chismorreos y litigios mientras luchaba por
el poder y la supremacía en un imperio millonario.
«Crecer o morir»
Una
ambición desenfrenada es el subtítulo del libro escrito por Mike
Isaac sobre Uber. La pregunta que podemos hacernos sería ¿Es buena o
mala la ambición del CEO? Podría ser cualquiera de las dos variables, dependiendo como la
manejemos.
Si vinculamos esa ambición —visión
a construir una gran compañía, atractiva para el talento, con foco en dar un
servicio excelente, con unas políticas de compliance rigurosas, bienvenida
sea la ambición.
Por el contrario si
vinculamos la ambición —visión hacia una compañía que quiera crecer a base de
destruir a los competidores, no cuidar a su equipo humano, crecer en base a políticas
cortoplacistas y edulcoradas con grandes variables —entregas de paquetes de phantom
shares, prefiero dejar pasar la oportunidad.
«Hay dos maneras de
combatir:
una es con las leyes,
la otra, la fuerza.
La primera es
distinta del hombre;
la segunda, de la
bestia.
Pero como a menudo la
primera no basta,
es necesario tener la capacidad de recurrir a
la segunda»
Nicolas
de Maquiavelo
(…) Kalanick aportó una
mentalidad hacker a la forma en que se construyó y dirigió su empresa.
Nadie quería perderse la oportunidad de entrar desde el inicio en la siguiente Google
o Facebook.
Los reclutadores sabían
exactamente como venderlo, avivando el FOMO[iii]
de ingenieros ambiciosos. “No querrán perderse este cohete”, decían los
cazatalentos (…)
Unirse a Uber en aquellos
días era una declaración, como conducir un Tesla o usar un Rolex. La
ambigüedad, el estrés y la jornada de doce horas valdrían la pena. Todos
llenarían los bolsillos.
(…) el “culto al fundador[iv]”
significaba celebrar la estrategia del fundador a toda costa, una devoción
esclava hacia el CEO simplemente por serlo (…)
(…) un toque de terquedad
puede ser a menudo una virtud para los fundadores y CEO de startups,
pero solo cuando la idea funciona. Si lo hace entonces un CEO terco y
agresivo deja de parecer “exigente” y “visionario” y se vuelve “difícil”.
(…) un trabajo en Uber no
era solo un trabajo: era una misión, una vocación. Si no estabas preparado para
quedarte hasta tarde en la oficina y trabajar de noche y los fines de semana,
no debías trabajar en Uber (…)
En el mundo de los negocios no
hay lugar para los sentimientos. Ser despiadado es una cualidad que un CEO
debería celebrar, no ocultar (…)
(…) creían que una startup
atractiva necesitaba a un pez gordo que le ayudara a conseguir la atención de Hollywood.
(…) todos en Silicon
Valley querían a Oprah[v]
en su junta (…)
(…) Cada nueva noticia
negativa en la prensa mellaba la valoración de la compañía, lo que empañaba la
increíble apuesta (…) y en última instancia, se traducía en menos dinero para
los accionistas.
(…) “listo para llevar la
valoración de Uber a cero” antes de plantearse dejar el timón (…)
¿Qué hace un fundador cuando
ha sido despedido de su propia empresa? (…) la pelea había terminado
y él había perdido. Ahora, ¿qué?
«En la guerra,
el camino es ignorar
lo que es fuerte
y atacar aquello que
es débil»
Sun
Tzu
Epílogo
Arreglar la imagen y las
relaciones públicas no eran tareas pequeñas (…) tenia un desafío mucho más
grande y espinoso (…) controlar el gasto despilfarrador de Uber y crear un
camino hacia la rentabilidad (…)
(…) “¿Será Uber un Amazon,
una empresa que domina en todos los sectores en los que se ramifica?, ¿O
vamos a ser otro eBay?”.
«Dejen a los
constructores
construir»
Link de interés
• La farsa de las startups:
La cara oculta del mito emprendedor
• Mala sangre:
Secretos y mentiras de una startups en Silicon Valley
• Organizaciones
Exponenciales
• Amazon desatado: Jeff
Bezos y la invención de un imperio global
• Elon Musk: El
empresario que anticipa el futuro
• Moonshot Thinking: Transforma la
innovación disruptiva en una oportunidad
«Cuando llevas adelante una empresa
siempre hay fuerzas a tu alrededor…
que están deseando echarte»
Travis kalanick
Recibid un cordial saludo
[i] Se podría traducir como «estar con la motivación a tope» [N. de la T.]
[ii] Paseos peripatéticos
[iii] Acrónimo de Fear of missing out
(“miedo a perdérselo”) [N. de la T.]
[iv] El “culto al fundador” dictaba que,
fuera cual fuera, la decisión que tomara el director ejecutivo sería
seguramente la adecuada, en primer lugar porque él era el hombre adecuado.
[v] Oprah Winfrey
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