Estimad@s amig@s
Sinopsis
Start-up Nation responde a la pregunta de un billón de dólares: ¿cómo
es posible que Israel - un país de 7,1 millones, 60 años, rodeado de enemigos,
en un constante estado de guerra desde su fundación, sin recursos naturales -
produzca más start-ups que naciones
grandes, pacíficas y estables como Japón, China, India, Corea, Canadá y el
Reino Unido?
Con
la sagacidad de expertos en política exterior, Senor y Singer
examinan las lecciones de un país impulsado por la cultura de la adversidad,
que reduce las jerarquías y aumenta la espontaneidad
- todo ello avalado por las políticas del gobierno centradas en la innovación.
En
un mundo donde economías tan diversas como Irlanda, Singapur y Dubái han
intentado recrear el efecto Israel, hay lecciones empresariales que bien
merece la pena destacar. A medida que los EEUU relanzan su economía y el
espíritu de puede hacerse, este es el mejor momento para volver la vista
hacia esta notable y resistente nación para obtener algunas impresionantes y
sorprendentes claves.
«Un buen
capitalista de riesgo ayuda los emprendedores a crear sus empresas»
Prólogo
El kibutz se convirtió en
una incubadora y el agricultor en un científico. La alta tecnologia en Israel
nació con la agricultura aunque disponía de poca tierra y casi nada de agua,
Israel se convirtió en un líder agrícola. La agricultura es considerada el
paradigma de la “baja” tecnologia (…) el 95% del secreto de la increíble
productividad agrícola de Israel reside en la tecnologia.
(…) la única opción que
tenía Israel era buscar la calidad
basada en la creatividad (…)
Para convertirse en un experto del futuro es necesario tener más
visión que experiencia.
«Lo más
prudente es atreverse»
Simon Peres
Introducción
(…) Israel, el país del mundo, con mayor
porcentaje de ingenieros y el gasto
más alto en investigación y desarrollo
(…)
(…) la innovación es la única forma que tienen
las economías para crecer de manera estable, sobre todo si
la innovación surge en compañías start-ups (…)
(…) cuando [los emprendedores] tienen éxito, revolucionan los mercados.
Cuando fracasan, se siguen manteniendo bajo la presión de la competición y así
estimulan el progreso (…)
«Interesante
discurso,
pero…
¿qué es lo que vas a
hacer?»
Simon Peres
Israel es el país con la tasa
más alta de start-ups del mundo, además de contar con más compañías en el Nasdaq
que todo el continente europeo. Estos dos datos son necesarios para poder hacer
reflexiones ¿qué tiene Israel que no tengan otros países?
Los autores hacen mucho
hincapié por ejemplo en el paso por el ejército, la mentalidad contestataria,
el poco “respeto” a los galones, la capacidad de hacer autocrítica y de
aprender de los errores. El clúster,
la unión, la búsqueda de sinergias entre emprendedores, start-ups, la suma de recursos-capital público privado…
En mi más modesta opinión sobre
la construcción de un ecosistema prospero, duradero, coherente, y que sea capaz
de ofrecer tracción a las start-ups, este libro que nos ocupa, es una lectura
necesaria y creo que se pueden sacar muchas enseñanzas sobre cómo podemos cada
uno de nosotros sumar a ese “clúster”
que haga prosperar el tejido emprendedor de nuestro país.
« (…) Cuando
aprenden a luchar juntos, empiezan a
confiar y creer los unos en los otros (…)»
Goh
(…) en algún momento de
sus vidas ─ya sea en casa, en la escuela o en el ejército─ los israelíes
aprenden que lo normal es tener
seguridad en uno mismo y que la
reticencia no te deja avanzar.
(…) el ejército israelí
tiende a considerar que cualquier
actuación ─ya sea en la fase de entrenamiento y simulaciones o incluso en
el campo de batalla─ tiene un “valor neutral”, haya salido bien o mal. Mientras
los riesgos hayan sido asumidos de manera inteligente, y no imprudente, siempre hay algo que aprender.
«Hay que tener en cuenta que
el miedo a perder es más fuerte que la esperanza de ganar»
Dov Frohman
(...) innovación táctica (…) inventar, adoptar y propagar tácticas a
tiempo real (…)
«La llave del liderazgo es
la confianza de los soldados en su comandante»
Yaalon
(…) ser asertivo o
indolente; tener el pensamiento crítico e independiente o insubordinado;
mostrar ambición y visión o arrogancia; las palabras se eligen según la
perspectiva, pero todas juntas describen al típico emprendedor israelí.
«Llega lejos,
tomate tu tiempo,
mira a tu alrededor»
Revista Outside
(…) los jefes de personal
de las empresas se fijan en qué unidad militar ha servido el candidato a un
puesto de trabajo; con esa información saben qué tipo de proceso de selección
atravesó, cuáles son sus habilidades y qué experiencia relevante puede tener.
(…) enseñar a la gente a ser buena haciendo muchas cosas antes que ser
excelente en una sola.
« (…) innovar significa
encontrar ideas»
Shainberg
(...) en las unidades de elite de Israel, cada día
es un experimento. Y cada día termina con una sesión agotadora en la que toda
la unidad –todos los rangos- se sientan juntos para analizar lo que ha pasado durante la jornada, pase lo que pase
en ese momento en el campo de batalla o en cualquier otro lugar del mundo (…)
En estos informes de grupo
se espera total sinceridad, además de autocrítica,
para que todo el mundo aprenda de cada error, ya sean compañeros, superiores o subordinados.
« (…) si has
metido la pata, tu trabajo es
demostrar que has aprendido la lección. No se aprende nada de alguien que se pone a la defensiva»
Keinan
Los israelíes han
convertido su economía y su reputación en los negocios en una cuestión
de orgullo nacional.
«Los
inmigrantes no son reacios a volver a empezar. Son, por definición, personas
arriesgadas. Una nación de
inmigrantes es una nación de emprendedores»
Gidi Grinstein
Los emprendedores
israelíes tuvieron que pensar en el mercado global desde el principio, creando
productos para clientes en países a miles de kilómetros y con varias zonas
horarias de diferencia (…) ¿Cómo se
adaptaban los productos a las
necesidades de esos clientes? ¿Cómo se fabricaban, se comercializaban y se distribuían productos para clientes que estaban
tan lejos de las costas del Mediterráneo?
En aquella época los grandes empresarios judíos de la
diáspora no invertían en Israel.
Consideraban la filantropía y los negocios como dos cosas muy distintas. Podían aportar grandes
sumas de dinero a organizaciones sin ánimo de lucro que beneficiaran a Israel,
pero se resistían a invertir en proyectos tecnológicos israelíes.
(…) ¿Dónde está el Google
europeo? Buena pregunta. ¿Qué
pasaría si en los próximos diez años el Google
europeo se desarrollara aquí con talento irlandés y europeo y capital
estadounidense?
La mentalidad multitarea crea un ambiente
de trabajo en el que nadie da demasiada importancia a los cargos o a la
compartimentación que crean (…)
(...) un mashup
más revolucionario nace de la combinación
de tecnologías y disciplinas completamente distintas.
Las empresas israelíes en
las que el mashup es más común son las de los sectores de biotecnología y equipamientos médicos (…) una start-up que ha diseñado una
pastilla «PillCam» que transmite imágenes
desde el intestino usando la misma tecnología óptica que las ojivas de los misiles.
¿Cuál es entonces la
respuesta a la pregunta fundamental de este libro: Qué
hace de Israel un país tan innovador y emprendedor? (…) la confluencia de excelentes universidades, grandes compañías, start-ups, y el ecosistema que las conecta –incluyendo
los proveedores, el talento tecnológico o el capital riesgo (…)
(…) Israel tiene algo que
anhelan otros países (…) lo que le falta a otros países es una cultura común solida construida a
partir de una mezcla explosiva de agresividad
y trabajo en grupo, de aislamiento y conectividad, de ser pequeño
y pensar a lo grande.
(…) esperamos que Israel
se convierta en un “país beta” (…)
que se enfrente a retos
aparentemente insuperables en los campos de la educación, alimentación,
energía, agua y sanidad (…)
Convertir una buena idea en una empresa viable
requiere de una cantidad enorme de tiempo,
energía y trabajo duro. La mayoría de las start-ups fracasa (…) la innovación tiene que ver con el origen
de esa determinación y aceptación del riesgo.
«Olvidaos de las industrias
de antes. En el futuro, serán cinco
las grandes industrias. Las nuevas
energías, el agua, la biotecnología, los dispositivos, para el aprendizaje
(…) y la seguridad (…)»
Simon Peres
Link de interes
«Dudar y
argumentar: este es el síndrome de
la civilización judía y del Israel de hoy»
Amoz Oz
Recibid un cordial saludo
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