Estimad@s amig@s
Sinopsis
Charles
de Gaulle (1890-1970), "el más ilustre de los
franceses" como a veces se le llama, fue un hombre cuya talla y valía
se agrandan con el paso del tiempo y los estudios que se le dedican. Militar
por vocación y, a la vez, pensador sistemático y riguroso,
fue un hombre de acción que nutrió sus decisiones en el atento examen de
las circunstancias, las personas y sus raíces históricas. Eso le permitió ser
protagonista de hechos difíciles de compaginar, como criticar la mala dirección
de la guerra sin perder su fe en el ejército, colaborar con el héroe más
valorado de su tiempo y disentir de él, pensar la política de defensa en contra
de la corriente dominante y, lo más pasmoso: declararse el auténtico
representante de Francia frente a su Gobierno cuando este decidió rendirse a
los ejércitos de Hitler en 1940. Ese acto de rebeldía, que tuvo éxito
contra todo pronóstico, marcó toda su vida, pero no fue una excepción. De
Gaulle fue un gran inconformista, un permanente
crítico en busca de nuevas soluciones. Su decepción por la marcha de la
política tras la Segunda Guerra Mundial le llevó a formular propuestas
alternativas cuando Francia volvió a estar al borde de la guerra civil en 1958
a causa de Argelia. Él volvió a ser la solución que evitó una nueva derrota,
esta vez de la convivencia, y se convirtió en el modelador y primer presidente
de la Vª República hoy vigente.
Nunca le faltaron opositores y críticos.
Hombre de profundos convencimientos, elaborados paciente y
apasionadamente, de Gaulle luchó continuamente por convencer a
los demás de aquello que a él le había convencido. Su vida fue una lección de rebeldía,
de amor a su país y sus gentes, un ejemplo de qué significa hacer
Política con mayúsculas, lejos de la mediocridad, como un soñador
realista.
«Nuestros padecimientos son
nuestras lecciones.
Cuando sufrimos,
aprendemos»
Ejemplos de liderazgo buscamos
continuamente, desgraciadamente nos tenemos que retrotraer y tirar de
personajes que ya no están con nosotros y que a pesar del paso de los años
siguen estando de actualidad sus enseñanzas.
Estadista rebelde, persona
con fuertes valores, con una gran capacidad de reflexión, estratega,
intelectual, incansable al desaliento, capacidad de sacrificio, visionario, dotado de independencia
de criterio, defendía sus ideas sin miedo a las represalias de sus superiores, hombre
de una soberana rectitud, estudioso de la historia lo que le permitía hacer diagnósticos
muy acertados.
Sin entrar en política,
modestamente creo que Pablo Pérez López ha sido capaz de plasmar en Charles
de Galle el estadista rebelde
una obra donde glosa sobre liderazgo, valores, personas, desarrollo competencial,
sentido de estado, y ante todo la humanidad que muestra con su hija Anne.
«Nada grande se logrará sin grandes
hombres,
y los hombres son grandes
solo si están decididos a serlo»
Un proyecto y sus dificultades (1890-1940)
(…) la vida en la Academia militar
le mereció un juicio más bien negativo, no le gustaron los instructores, que le
parecían poco capaces, ni los métodos (…) su disgusto no afecto a su vocación
castrense. Lo que le había contrariado, pensó, era un buen motivo para ponerse
a trabajar con objeto de cambiarlo.
(…) nunca permitió que el
prestigio de nadie se interpusiera a su capacidad de pensar los problemas y
buscar soluciones con independencia de juicio (…) demostró una gran capacidad
de análisis de los acontecimientos —de contacto estrecho con la realidad (…)
afición por el estudio de la historia y su conocimiento del presente.
(…) no solo estudia y juzga
la superficie de las cosas, su apariencia, el “qué pasa”, sino sus causas, el
“por qué pasa” (…)
(…) la infantería era el
arma clave, las ametralladoras y la artillería, los ingenios protagonistas (…)
(…) tácticas, aparatos
bélicos, tendencias políticas, estrategias… todo atraía su interés para
conocerlo en profundidad y desentrañar sus posibilidades (…)
«No hay peor
estado para un oficial francés
que el de ser prisionero»
Cuando
Francia se hundió (1940-1944)
¿Pero
se ha dicho la última palabra? ¿Debe desaparecer la esperanza? ¿Es definitiva, la
derrota? ¡No!
(…)
el gaullismo fue (…) primariamente un movimiento bélico, un esfuerzo por
crear una fuerza armada francesa capaz de actuar en guerra (…)
(…) no
es el momento de hablar de emoción. Lo que el país espera de nosotros detrás
del frente es que continuéis el combate… Nuestro grito, ahora como siempre, es
el grito del combate (…) Combatiremos al lado de los Aliados, con los Aliados,
como un aliado…
(…)
fue un hombre que gobernó tanto con las palabras como con los gestos y los
hechos (…)
«La victoria
militar y la derrota
son
cuestiones morales»
La política y los políticos (1944-1958)
(…) le gustaba hacer
política (…) política con mayúsculas, gran política (…)
(…) el 20 de enero de 1946, de
Gaulle dio la sorpresa: presento su dimisión. No estaba dispuesto a
gobernar condicionado por ningún partido. La decisión sorprendió incluso a los
ministros. Uno de ellos le recrimino que dejara el poder por ese motivo (…) “el
juego parlamentario es como es, y usted debe atenderse a esas reglas, negociar,
transigir, pactar, conforme al juego de los partidos (…)
He cometido al menos un
error político en mi vida: mi marcha en enero de 1946… Creía que los franceses
reclamarían muy pronto mi vuelta… Por no haberlo hecho, Francia ha perdido
años…
«En política es
necesario traicionar
al país o al electorado.
Prefiero
traicionar al electorado»
El país cambia de piel (1958-1970)
(…) “¡Os he comprendido!”.
Unos segundos de silencio se apoderaron de la multitud, desconcertada inicialmente
(…) eran las palabras justas para exaltar y emborrachar, para crear una gran
unión entre la multitud y él, que le permitiría conducirlos hacia donde él
deseaba (…)
(…) su discurso fue (…) una
pieza maestra de oratoria política de masas (…) calculada ambigüedad y su llamada
a la unión, a la reconciliación, al perdón y a la construcción de un futuro
marcado por la fraternidad dentro del espíritu de la República (…)
(…) El distanciamiento
del poder había transformado su carácter. Todo lo que era antes en él defensa
agresiva había dejado paso a una abierta sociabilidad. Tenía menos prisa
por decidir, estaba más abierto a los consejos, buscaba con mayor afán la
opinión ajena para encontrar luces, era más tolerante ante las objeciones, al
mismo tiempo que se advertía como un gran engrandecimiento de la talla humana.
(…) no concebía la política francesa
sin grandeza, y grandeza significa proyección política hacia el exterior (…)
(…) buscó rodearse de hombres
competentes, capaces de pensar y de contrastar sus ideas con él (…)
(…) por mucho que conozcamos
el pasado y el presente, del futuro solo nos cabe esperar… lo inesperado (…)
(…) había ejecutado una
maniobra de distracción que llevó a fijar en él de nuevo la mirada y a colocar ante
una grave alternativa al país: o el caos o él, “la maniobra antisubversiva por
excelencia, colocando sutilmente [al país] ante el vacío de su desaparición” (…)
(…) ha sido definido como un
hombre que redactaba la historia la víspera, y al día siguiente actuaba de
forma que se convirtiera en realidad (…)
«Toda idea,
pequeña
o grande,
debe
concentrase en hechos»
Link de interés
•
El enemigo, dividido
•
Charles de Gaulle, el estadista
rebelde
• Por
qué Charles De Gaulle sigue siendo ejemplo de liderazgo
«Siempre elige la forma más
difícil,
en ella no encontrarás oponentes»
Charles de Gaulle
Recibid
un cordial saludo
1 comentario:
Excelente apreciación, muchas gracias por el resumen.
Publicar un comentario