miércoles, 6 de enero de 2021

Liderar en un mundo imperfecto


 Estimad@s amig@s

Sinopsis

Vivimos en un entorno defectuoso con estructuras, colaboradores, proveedores y clientes imperfectos. A todo ello se suman nuestras limitaciones personales. Quien aspira a trabajar en una organización o con personas irreprochables pronto se frustra. El sendero hacia el éxito profesional y personal transita por aprender a enfrentarse a la realidad tal como es.

Javier Fernández Aguado diseñó, a comienzos del siglo XXI, un método de diagnóstico organizativo al que denominó Gestión de lo Imperfecto con el que ha ayudado a instituciones públicas y privadas de numerosos países en todo el mundo a descubrir sus imperfecciones y a transformarlas en palancas que ayuden a ganar competitividad. En este libro, además, proporciona las claves que todo directivo debe poseer para encaminarse hacia la perfección: prudencia, justicia, moderación y fortaleza

En los anexos se recogen testimonios de organizaciones que han empleado con éxito esta metodología de diagnóstico y transformación con la que han logrado definir las coordenadas claras para el desarrollo efectivo como personas y equipos.

 

«Nada en el mundo es más peligroso

que la ignorancia sincera

y la estupidez concienzuda»

Martin Luther King

 

Prólogo

Solo hay que asomarse a la ventana del mundo para ser consciente de que vivimos en una época de conflictos, tensiones y pérdida de valores.

 

Estamos empezando a asistir a la configuración de una nueva forma de pensar y hacer las cosas en el mundo de las organizaciones empresariales: una cultura que está descartado el antiguo supuesto de que solo unos pocos en la cima de la organización tengan el conocimiento y la energía emocional suficiente para diseñar y poner en práctica eficazmente las estrategias de supervivencia y desarrollo de la empresa (…)

 

(…) las organizaciones deben cuestionarse permanentemente lo que están haciendo. Hago mucho énfasis en cuestionarse y no digo cambiar por cambiar.

 

(…) lo importante es comprender que las necesidades, expectativas de valor y prioridades de las personas y organizaciones que compramos y consumimos diariamente bienes y servicios se han vuelto más complejas (…) nuestros modelos de entendimiento de los consumidores y compradores resultan imperfectos para los nuevos tiempos.

 

(…) tenemos que encontrar el equilibrio entre la rapidez en la toma de decisiones y, por supuesto, el acierto, lo que he denominado saber incierto, decisiones acertadas.

 

Trabajar de manera adaptativa requiere dejar de lado las certezas y la perfección de los modelos que hemos desarrollado y aplicado para solucionar problemas en el pasado (…) requiere (…) generar espacios de conversación para que miembros de distinto perfil aporten nuevas ideas sobre la manera de enfrentarse a los problemas y a la incertidumbre de un futuro cada vez más esquivo.

 

(…) ejercer la oportunidad de liderazgo que todos tenemos por delante requiere atreverse a tomar una bandera y movilizar a otros sobre la base de la necesidad de cambio, pero también de la incertidumbre de los resultados de dicho proceso (…)

 

La gestión de lo imperfecto requiere reconocer que las reglas del pasado ya no sirven, que el entorno y los recursos empresariales son más complejos y dinámicos; que la información para tomar decisiones tendrá una comprensión cada vez más esquiva (…)

 

El futuro es para quienes piensan diferente y hacen de ello una táctica para el éxito; el futuro es para los out-thinkers.

 

(…) ¿Qué es un out-thinkers? Es una persona que se adelanta al futuro y por ende a los movimientos de su competencia: los grandes maestros de ajedrez tienen una capacidad mental superior al resto, lo que les permite visualizar la jugada del contrincante y superarlo fácilmente.

Marcos Urarte

 

«No existe una ciudad acabada,

ni un organización concluida»

 

Introducción

(…) la formación es un activo importante para cualquier directivo o empresario (…)

 

(…) el buen dirigente ha de contar con personalidad armónica (…)

 

(…) formar directivos reclama montar guardia contra el desaliento (…)

 

(…) la inclusión de materias de carácter humanista en las Escuelas de Negocios (…) la prudencia reclama formación profunda y no pelada acumulación de datos (…)  

 

(…) no basta con el presente. El pasado siempre ofrece claves. No tomar notas de ellas es de necios.

 

«Quien nunca sometió su cerviz a normas ajenas,

a duras penas conocerá los intríngulis del buen gobierno»

 

Todos somos conscientes de que estamos metidos de lleno en un entorno VUCA, además deberíamos de añadir que vivimos en un mundo imperfecto.

 

Debemos trabajar sin descanso en mejorar nuestras competencias directivas. Javier Fernández Aguado pone el foco en: prudencia, justicia moderación y fortaleza, pero si nos paramos a conocernos mejor, pedimos ayuda a un coach y ponemos el foco en trabajar sobre nuestras fortalezas, seguro que encontraremos puntos de mejora que nos ayudaran a mejorar nuestro desempeño y por ende el de las compañías en las que trabajamos.

 

«Al joven le falta prudencia,

al viejo le faltan fuerzas.

Junta a los dos y tendrás las dos en cada uno»

Ignacio de Loyola

 

Cada uno forja su personalidad: somos el objeto y el fruto de nuestra propia lucha. Cuando nos conquistamos, ardua lucha que lleva toda una vida de victorias y derrotas, entendemos mejor a los demás (…)

 

Liderar es en buena medida descubrir y promover el equilibrio entre los objetivos de la organización y la maximización de las capacidades de los recursos humanos (…)

 

No es suficiente que los valores estén ante nosotros. Es preciso que sean asumidos, que sean valores y no eslóganes (…)

 

(…) quienes tienen responsabilidades de gobierno no deben dejarse implicar excesivamente por la celeridad desmedida, a la vez que han de entender que quienes están en las trincheras harían mal en tomarse con excesiva parsimonia el decidir.

 

La serenidad permite decidir con método. Exige fortaleza para no precipitarse (…)

 

«En cada rostro humano se refleja su historia,

su odio y su amor;

su ser intimo se manifiesta a la luz.

Sin embargo,

no todos pueden leerlo,

ni comprenderlo»

Bodenstadt

 

La mayor perfección de la persona es ser capaz de individualizar con precisión las propias limitaciones, las de los demás, las del entorno, las de los clientes y las de la comunicación interna y externa y ser capaz de ofrecer mejoras realizables en esas circunstancias.

 

«Pase junto al campo del hombre perezoso, junto a la viña del hombre insensato; y he aquí que en todo habían crecido ortigas, los cardos habían cubierto el suelo y el muro de piedras se había derrumbado.

 

»Vi aquello y reflexioné y,

de cuanto contemplé,

saque está lección: un poco de dormir,

un poco adormecerse,

un poco cruzar los brazos descansando: y,

como vagabundo,

te viene la miseria y la indigencia como ladrón»

Libro de los Proverbios

 

Los hábitos positivos cuentan con tres características fundamentales:

1.   Estimulan,

2.   No son repeticiones carentes de orientación,

3.   Se potencian unos a otros,

 

(…) practicando la justicia nos hacemos justos; con la moderación, templados; y con la fortaleza, fuertes (…) convertir en hábitos operativos determinados actos exige obrar, saber y saborear.

 

Consolidar hábitos demanda tiempo, constancia, motivación y animo para no considerar inalcanzable el objetivo. E incluso sacrificios (…)  

 

«Lo que mueve el mundo no son

los potentes brazos de los héroes,

sino la suma de los pequeños empujones

 de cada trabajador honrado»

Helen Keller

 

El hábito operativo de la prudencia marca la diferencia entre una dirección quebradiza y un gobierno riguroso. La prudencia asume la visión global de los problemas y la aportación de soluciones puntuales (…)

 

(…) como gobernar hace referencia a los demás, justicia y dirección de personas han de ir de la mano. De otra forma, aflora el des-gobierno.

 

El directivo justo se acerca al liderazgo porque, aunque lo que arbitre no coincida con el gusto de los subordinados, su actuación será siempre respetada (…) quien se comporta de forma injusta siembra la desconfianza entre colaboradores y subordinados, que sospecharan sistemáticamente de las indicaciones que procedan de una dirección ocupada por personajes ayunos de ecuanimidad.

 

«Tu estilo no es el de estos tiempos,

en el que nadie suda sino para encumbrarse y,

tras lograrlo,

terminar su servicio en ese mismo instante»

Shakespeare

 

La falta de moderación en el carácter es uno de los aspectos que más daña en las organizaciones (…)

 

Quien es dueño de sí mismo, y exclusivamente este, podrá gobernar bien. Quien no se posee, aunque crea que domina el mundo, se encuentra perdido dentro de sí mismo.

 

«Quien no se gobierna

 no gobierna»

 

La fortaleza no implica la mera superación de dificultades, sino obrar el bien cueste lo que cueste (…)

 

«¿Queréis conocer el fondo de un hombre? Dadle un gran poder»[i]. Gestionar a otros implica el riesgo de desestabilizar el frágil equilibrio en el que la persona consiste. «Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza»[ii] (…)

 

«No es el sufrimiento el que hace grandes a los hombres,

sino el motivo por el que arrostran esas dificultades,

incluida en algunos casos la misma muerte»

San Agustín

 

En la nueva economía continúan siendo válidas las cuestiones que cualquier emprendedor de bricks-and-mortar debe responder antes de lanzarse a la aventura (…) «¿qué vendo?, ¿a quién se lo vendo?, ¿durante cuánto tiempo?, ¿por qué me compra? y ¿cuánto gano?».

 

Frente a quienes se especializan en incumplir compromisos, deberíamos empeñarnos en repetir actos dirigidos a incorporar hábitos que nos permitan gestionar la imperfección (…)

 

«El loco más peligroso no es el que ha perdido la razón,

sino quien ha perdido todo menos la razón»

G.K. Chesterton

 

Epílogo

(…) muchas de las cosas que hoy creemos únicas se han repetido a lo largo de la historia (…) hace tiempo que lo tenemos asumido. Quizá y en esto seguro que todos estamos de acuerdo, lo que nos desorienta es la velocidad de los cambios. Pero ¿esto es un problema o una oportunidad?

Josep Capell

 

«Demoler es sencillo;

Construir reclama inteligencia»

 

Liderar en un mundo imperfecto

Javier Fernández Aguado

LID editorial

 

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«El insensato juzga recto su propio camino,

pero quien escucha los avisos es el sabio»

Libro de los Proverbios

 

Recibid un cordial saludo


[i] Pitaco

[ii] Julio Cesar

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