jueves, 16 de noviembre de 2017

La burbuja emprendedora; La verdad detrás del mito del emprendimiento para todos

Estimad@s amig@s

Sinopsis
Desde la gran crisis del 2008 a escala internacional se ha producido un fenómeno que aunque ya se venía gestando desde hacía unos años atrás, terminó por inflarse. De un día para otro, la pócima mágica para resolver todos los males de la economía y del trabajo era que la gente se generara su propio sustento. Es decir: emprender.
Ahora resulta que el fracaso es una medicina para hacerte más fuerte y aprender; que estar fuera de ‘tu zona de confort’ es algo súper importante para innovar y emprender; y que hay que poner en la descripción de tu perfil de redes sociales palabras como entrepreneur, emprendedor en serie, inversor, experto, coach, design thinking, y por supuesto, Lean, mucho Lean… aunque lean poco.
Este fenómeno explosivo por el emprendimiento no ha sido un sello español, en exclusiva, ya que hay periodistas hablando de la burbuja del emprendimiento en Chile, Argentina o Colombia. Hasta en la India, Australia o Berlín. No hay país que se precie que no busque crear unicornios (jóvenes empresas que puedan llegar a valor más de 1.000 millones de dólares).
La pregunta es: ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de palabrería? ¿Quién gana y quién pierde en estos escenarios de burbuja? Ese libro trata de separar el grano de la paja. Y lo hace con ejemplos reales combinando fundamentos financieros y empresariales necesarios en todo proceso de creación de empresas. ¿Quieres emprender o quieres invertir en jóvenes empresas? Lee este libro antes de que te entre la fiebre del oro.

«El producto no lo es todo,
pero sin producto no eres nadie (…)»

Prólogo
Hay que aprender a crear empresas con la menor deuda que se pueda. Que sea el cliente el que alimente la caja lo antes posible. Hay que contratar personas «cuando duela». Pero cuando contrates, que sea diferencial, un talento al servicio de todo el proyecto. Hay que ser capaz de resistir sin agua y adaptarse. No hay que desperdiciar agua en oficinas lujosas o cosas innecesarias (…) controlar el ego y la ambición que suele caracterizarnos a los que fundamos empresas (…) entrega, paciencia, profesionalidad y uso productivo al máximo de nuestra energía y recursos (…)

« (…) No dejes de ser valiente y demostrar de lo que eres capaz (…)»
Martín Varsavsky

¿Hay burbuja emprendedora? Pues sí que la hay para qué nos vamos a engañar. Todos queremos ser emprendedores, mentores, inversores, advisor y demás hierbas que crecen en torno a la burbuja emprendedora.

Para desmontar la burbuja pensemos en negocio, ¿dónde está el negocio? Ese es el principal error, no saber dónde está el negocio. Dejemos de pensar en ideas y power point, de esos están los cementerios llenos. Piensa en cómo vas a satisfacer las necesidades de los clientes (ojo, ten en cuenta que llamamos clientes al que paga por nuestras soluciones, lo demás son usuarios).

Piensa en el equipo, cómo atraer a los mejores, en la caja, no la busques de ronda en ronda como si fueras Tarzán de liana en liana (la caja se llena gracias a las ventas), ni en los concursos de emprendedores, que lo único que ayudan es a engordar el ego del CEO.  

La burbuja emprendedora es una lectura obligatoria para todos los que estamos inmersos en el ecosistema emprendedor. Javier García y Enrique González desgranan con mucho sentido constructivo y útil como emprender de manera sostenible.

«Cuando todo el mundo gana pasta,
nadie mira el cómo,
ni se preocupa por los detalles y las cosas básicas,
¡es fácil engañarse o dejarse engañar!»

(…) lo primero que se aprende siempre en este tipo de situaciones es un mínimo argot que te haga sentir parte de la tribu (…)

(…) ¿Son unicornios o son burbujas? Da igual, todo el mundo habla de ellas. Es una maquinaria imparable de expectativas, de historias, de éxito, de cosas que salen bien en medio de la mediocridad del sistema financiero, de los monopolios y de la vieja economía. Todo ello es una historia de (…) potencial ¿Quién va a dejar de comprarla?

El éxito surge de cosas que utilizamos todos los días (…)

(…) los eventos para emprendedores marcan ya la agenda de los países (…)

Los negocios en tiempos de complejidad y caos son relativamente distintos. Emprender en los contextos actuales supone ir más allá de tener ideas que se puedan convertir en empresas. Supone tener capacidades para aprender, adaptarse, mucha agilidad combinada con una ejecución muy precisa. Hay que saber crear empresas caminando por la cuerda de la fragilidad.

(…) competir en nichos desatendidos (…) son los puntos débiles de las grandes compañías (…) centradas en la escala, en el volumen, la automatización y la homogeneidad del producto que dejan mucha singularidad sin atender (…) aprovechar el caos para ganar ventajas donde otros ven problemas (…)

¡Las ideas no valen nada!

(…) ¿Tú conoces algún sitio donde puedas comprar un par de ideas? ¿Crees que alguien compra una idea de negocio dejando fuera cualquier otro aspecto de cómo llevarla a la práctica y saber si de verdad esa idea es o no factible y pueda ser rentable?

En un mundo tan digitalizado y en constante transformación, las ideas si ejecución son pura ensoñación. No se valoran (…) la ejecución supone que el riesgo lo tiene que asumir quien ha pensado esa idea para convertirla en realidad (…)

(…) las ideas que generan impacto cada vez son más difíciles de crear de forma aislada y sin acceso a mentes interconectadas y altamente especializadas.

(…) Las buenas ideas no son nada si no hay un talento muy especializado que las pueda materializar (…)

«Siempre hay, en algún lugar, dos tipos en un garaje planeando tu desaparición. O vas por delante de ellos, o lo lograrán»
Guy Kawasaki

«Se puede ser invisible por lejano (como una galaxia), por pequeño (como un átomo), por rápido (como el estallido de una pompa de jabón), por lento (como el crecimiento de un árbol), por transparente (como el aire), por opaco (como el cuerpo humano), y se puede ser invisible simplemente por complejo (como un ecosistema»
Jorge Wagensberg

(…) confundimos mucho lo que es emprender. Emprender no es igual a crear una empresa, o no es solo eso. Es un estilo de vida, es una actitud hacia el aprendizaje, hacia los retos, hacia querer sumar y aportar, pensar y diseñar cosas nuevas, hacerlas, arrancarlas.

(...) «Si hubieras invertido 10.000 euros en 1998 en #Apple cuando Jobs presento el iMac, hoy tendrías 1.306.000 euros» (…) en el cementerio hay muchas empresas excelentes, que han muerto con buenos equipos, ideas, recursos y supuestamente, todo lo que las iba a hacer grandes, pero no lo lograron.

«EL MPV debería redefinirse por Mínimo Producto Rentable, ¿qué puedo construir que pueda ser autosostenible?»
Jason Fried

(...) las peleas de gallos, perdón de socios, matan a las empresas antes, durante y después de consolidar en proyecto (…)

Malos equipos dan lugar a malas empresas. Equipos sin formación y altas capacidades en el negocio que se está creando son un coctel mortal (…) la gestión de equipos, de egos, de expectativas y de penurias económicas es todo un reto (…)

Tenemos un problema cuando se puede cruzar un país de punta a punta entre aceleradoras, incubadoras, mentores, consultores, formadores o conferenciantes dedicados al mundo del emprendimiento (…)

(…) acabas creyendo que contar bien tu proyecto, tener mentores cerca que te presenten a personas «influyentes» y estar de sarao en sarao es tu trabajo como persona emprendedora que eres. Parece que si no estás en esa rueda no eres nadie ni lograrás nada (…)  todo este show te aleja de tu objetivo (…)

«Si por la boca muere el pez,
 por la caja muere la startups»

(…) emprender en contextos de alto riesgo: «No tengo nada que me impida largarme de cualquier lugar en menos de diez minutos si la poli me pisa los talones». Cuanta más flexibilidad, grados de libertad, menores costes hundidos y más posibilidad de virar el rumbo cuando cambie el aire, mayores tu posibilidades para sortear el Valle de la Muerte (…)

«El éxito de una empresa no debería medirse por las rondas de financiación que logra, sino por como una la caja»

«teneis que saber cómo hacer dinero, tenéis que tener un negocio. Vuestro producto tiene que crear valor […]. No busquéis conseguir financiación de los inversores, buscad haced dinero»
Gary Vaynerchuk

«Lo duro no es soñar con algo grande, lo duro es despertarse en mitad de la noche cubierto de sudor frio cuando el sueño se convierte en una pesadilla»
Ben Horowitz

(…) distinción entre CEO en tiempos de paz y CEO en tiempos de guerra. Los tiempos de paz en un negocio son aquellos en los que la empresa tiene una gran ventaja sobre la competencia en un mercado principal, cuando el mercado crece. En tiempos de guerra, la empresa se enfrenta a una amenaza existencial inminente. Este es el escenario al que toda startups, toda persona que emprende, debe enfrentarse al ponerse en marcha y actuar (…)

«El problema es que todo el mundo aprende a ser CEO siendo un CEO. Lo único que te prepara para llevar una compañía es llevar una compañía. Todo es difícil cuando no sabes lo que estás haciendo»
Ben Horowitz

(…) vivir en la amenaza constante de vender, generar caja, enfrentarse a una competencia que te quiere desayunar y mantenerte fresco y atractivo en el mercado es una tarea llena de oportunidades y apasionante (…)

«Si no te gusta elegir entre horrible y catastrófico,
no seas CEO»
Ben Horowitz

Negocios invertibles no implica necesariamente negocios rentables (…)

«En esencia, estás valorando cosas que aún no han ocurrido, y la probabilidad de que el CEO y el equipo sean capaces de hacer que ocurran».
Marc Andreesseen

«Una startups no es una versión en pequeño de una compañía.»
«Una startups es una organización “temporal” en busca de un modelo de negocio escalable, repetible y rentable».

(…) el negocio de un inversor está tanto en invertir como, sobre todo, en desinvertir. El cómo sale, cuando y a qué precio es la clave del negocio.

Tipos de inversores

Tipo 1: el que se inmola ―> invierte en personas, no en proyectos.

Tipo 2: el que se valora mucho ―> bien porque ha creado una o varias empresas antes; bien porque sabe mucho de un tema o porque se cree en potestad de ayudar y aportar su sapiencia (…) aporta su conocimiento y trabajo (…) cobra en acciones (…)

Tipo 3: el que explora ―> (…) oportunidad, ya sea para aprender, para rentabilizar su dinero o para explorar nuevas oportunidades en este mundo complejo y turbulento (…)

Tipo 4: el que ha visto todo ―> (…) «profesional» (…) lleva mucho tiempo en el sector, ha perdido mucho dinero, pero también lo ha ganado.

(…) comprar barato para vender caro, da igual que sean sellos, tulipanes, oro o café, es el negocio más antiguo del mundo, pero no necesariamente el que más valor y riqueza crea como sociedad.

«Los peores hombres dan los mejores consejos»
Philip J Bailey

(…) emprendedores (…) están enamorados de su idea (…) les impide (…) escuchar el entorno y lograr que madure (…)

(…) emprendedores que son «inasesorables» porque solo buscan un refuerzo de sus convicciones. No buscan un asesor o consejero sino un «palmero» que les diga qué buenos son (…)
«Si eres emprendedor tu misión principal es vender»

(…) un buen equipo bien liderado encontrará la forma de sobreponerse a una mala idea, pero lo contrario es imposible (…)

(…) hay que diferenciar la validación de la tecnología de la validación del modelo de negocio (…)
«Los buenos comerciales son los que saben hacer las preguntas y escuchar»

(…) mi obsesión, más que ese primer contrato era gestionar un modelo de negocio que nos permitiera una buena gestión de nuestra caja.

(…) si tu modelo de gestión de caja es sólido tu modelo de negocio puede escalar y crear un gran valor.

(…) Las personas son claves para conseguir cerrar contratos con propuestas de alto valor añadido (…)
«Mejor hecho que perfecto»
(Better done than perfect)

(…) yo era bueno en muchas de estas cosas a título individual, pero cuando lideras una empresa, hay que reaprender todos estos verbos para saberlos conjugar… en equipo.
«Yo vendo lo que puedo asegurar que voy a tener pero aún no tengo (…) si vendiera lo que ya tengo estaría vendiendo algo anticuado (…)»

« (…) ningún pacto de socios evita un gran problema: la tozudez humana (…) Los problemas empiezan casi siempre por la falta de comunicación entre socios, que hace que las situaciones se [pudran]»

(…) a la hora de analizar los proyectos disruptivos (…) asumes que es una necesidad que actualmente no existe (…) lo que siempre hacemos al analizar estos proyectos es «estresar» el modelo de negocio tanto en ventas como en maduración (…) intentando ver su resistencia (…)
« (…) La valoración es un punto de partida y la resolución de una ecuación matemática (…)»
Eduardo Cubiles

Hemos comprado, yo el primero, un modelo de creación de empresas basado en estereotipos; el garaje de Apple, la sudadera de Zuckerberg, cantidades ingentes de dinero sobre la mesa para comprar mi magnífica idea y ayuda mareantes concedidas con poco rigor en muchos de los casos ¿Cómo no vamos a querer ser emprendedores tecnológicos? (…)

(…) Los que no superan el Valle de la Muerte, se suelen consolar con frases recurrentes, del estilo «La idea era magnifica hoy triunfaría en el mercado pero llegamos demasiado pronto», «el inversor nos ahogó al no querer seguir metiendo dinero justo cuando íbamos a tener ya beneficios positivos»

Los fundadores deben bajar a «oler el mercado», muchas veces para darse cuenta de que su magnífica idea no cubre una necesidad, ni crea un valor añadido para los clientes. La humildad y el saber escuchar al cliente son las claves del éxito (…)

(…) el CEO vela por su hijo, los directivos por su bonus, el fondo por vender con suculentas ganancias o quedarse con la empresa en una ampliación a donde no lleguen los fundadores y nadie gestiona demasiado (…)

¿Cuándo crees que es el momento de decir «aquí me bajo» de un proyecto?

● Cuando no «aportas»
● Cuando no estás «alineado»
● Cuando estás «agotado», o el proyecto se está agotando
« (…) antes de desarrollar una idea en solitario, hazlo con tu cliente (…)»
Carlos J. Gutiérrez



Link de interés

«El primer pájaro se come el gusano,
pero es el segundo ratón el que se come el queso»
Claus Weyrich

Recibid un cordial saludo

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