viernes, 18 de agosto de 2023

Cinco litros de sangre: Memorias de un cirujano y empresario de la medicina privada

Estimad@s amig@s

Sinopsis

Cuando un cirujano se confiesa a corazón abierto y por escrito, surgen unas memorias como las del doctor Juan Abarca Campal que diseccionan el tiempo para sacar las enseñanzas de la vida. El bisturí hace brotar la sangre del recuerdo en su lucha a favor de la vida en las situaciones límite cuando el enfermo pelea contra toda esperanza. Si ese mismo médico llega a ser el empresario más destacado de la sanidad privada en nuestro país, entonces sus vivencias se convierten en el análisis más crítico e inteligente sobre cómo debe llevarse un hospital y cómo gestionar la sanidad pública. El doctor Abarca Campal dona en estas páginas sus memorias para conseguir una sanidad más viva y a favor del ciudadano.

 

«Un cirujano siempre está

en el descansillo del miedo»[i]

 

Un minuto de pensamiento

Como persona, tengo la mano izquierda en el corazón y la derecha en el cerebro, y soy tan confiado que he llegado a exponerme excesivamente en la parte económica, y como profesional, me considero un cirujano “peculiar” tuve gran respeto a la sangre. Nunca operé por dinero, sino por vocación y por el deseo de ser un experto (…) valoró más la libertad y la autonomía que el prestigio o el reconocimiento social (…)

 

(…) sí he tenido siempre claro ha sido mi obligación de ser, sobre todas las cosas, un buen cirujano (…) me he dejado guiar por unas premisas o valores que considero fundamentales para mantenerme libre en el ejercicio de esta profesión tan apasionante.

 

 «La tragedia de los inteligentes

 es la incomprensión»[ii]

 

Cinco litros de sangre es el título que el Doctor Juan Abarca Campal pone a sus memorias. No sabes en qué momento estás leyendo sobre la vida de un cirujano, un empresario del sector de la salud, fundador de una empresa familiar, o una persona idealista. Lo importante es un libro que aporta no solo desde la parte del management tambien desde la parte humana que tanta falta nos hace.

 

Estamos ante una obra de cuatrocientas páginas que se lee y no quieres que acabe. A través de capítulos cortos va desgranando hitos de su vida, formación, amigos, hospitales, empresas, sociedades, puede parecer que en vez de leer un libro estas conversando con tu mentor.

 

«La corazonada es al hombre sensible

lo que el duende es al artista»[iii]

 

Una intervención quirúrgica debe ser tan difícil y dura

para el cirujano como facil para el enfermo

 

(…) la medicina no es solo una ciencia, exacta y objetiva, sino tambien un arte, una práctica que solo puede avanzar cuando se enfrenta a problemas o dificultades que, en apariencia, son insuperables (…)

 

(…) no se puede estar en la empresa y en el patrimonio particular (…)

 

(…) la mentalidad propia de un empresario en la que siempre piensa a largo plazo, mientras que la de un negociante, que sólo está interesada en el beneficio inmediato. Uno mira a lo lejos y el otro sólo veo lo que tiene delante de sus narices (…)

 

(…) los honorarios que deben cobrar los cirujanos a los enfermos privados pienso que tendrían que ajustarse en función de su prestigio y categoría, y de lo que les dicte su conciencia según la economía del paciente (…)

 

(…) el médico no debería sufrir por el enfermo aunque no lo pueda evitar, porque eso es un grave error. Tiene que sufrir por sí mismo, por sus problemas y dificultades, porque de esa manera el egoísmo positivo es una garantía de eficacia y un beneficio para el enfermo. Si el médico se implicara personalmente en el sufrimiento de cada enfermo, perdería objetividad para considerar cada caso, aparte de que no podría soportar mucho tiempo semejante situación. Otra cosa muy distinta puede ser mantener una relación cercana, próxima a sus problemas humanos (…)

 

(…) sin miedo, la audacia se convierte en algo peligroso. Sin audacia, el temor paraliza (…) una combinación difícil de mantener en equilibrio (…)

 

Un buen empresario, como un buen

cirujano, no tiene que dejar un cabo suelto

 

(…) lo útil que sería, en los casos en los que un paciente reacciona mal tras una intervención quirúrgica, o no responde a un tratamiento, conocer cuál es su entorno, y cuál ha sido su vida familiar anterior (…)

 

La incultura y la lealtad inquebrantable

a tu médico te pueden conducir a la muerte

 

Siempre estoy un escalón por debajo

 de mi interlocutor.

Él no puede saber si me ha convencido

 o estoy cogiendo fuerzas para responderle

 

(…) médico-empresario (…) invertir en tecnología sin tener en cuenta cálculos económicos y economicistas. Cuando hay que hacer muchos números para hacer rentable una máquina, el beneficio saldrá del enfermo (…) cuando un hospital compra tecnología de ultima generación, si no se amortiza en un tiempo rentable, al menos el enfermo se beneficia de su aportación científica, y el médico, en su tiempo libre, se ocupa de la investigación en la máquina. Y cuando se amortiza, nos beneficiamos todos (…)

 

La libertad en las ideas te puede conducir a la soledad;

la empresarial, a la ruina; la política, al ostracismo

 

(…) “con la enseñanza el profesor mantiene actualizado su saber y trabaja para superarse a sí mismo” (…)

 

(…) pienso que a los médicos y el personal sanitario que sufren se les debe hacer accionistas de la empresa (…)

 

(…) me considero más un hombre cultivado que un hombre de cultura (…) ir siempre hacia la claridad y la eficacia (…)

 

(…) “los propietarios y los gestores de los hospitales asumirán que algunos servicios son imprescindibles aunque no sean rentables” (…)

 

(…) costumbre de pensar al hablar (…) escoger a las personas más inteligentes para el diálogo, y aclarar conceptos (…)

 

• Tener consejeros críticos y no aduladores para no bajar la guardia.

 

Somos hijos de nuestras obras

 

Sólo del dialogo y la discusión sale la verdad

 

Cuando uno no es profesional de la empresa, pero sí responsable de ella, siempre tiene que haber un asesor o consejero crítico que haga pensar a los demás, pues de lo contrario los resultados pueden ser funestos para todos (…)

 

Lo más importante es crear, creer,

querer, pensar, esperar y aguantar

 

(…) “solo hay una buena Sanidad, sin apellidos, que lo mismo resuelve las listas de espera que da solución hospitalaria a los enfermos crónicos” (…)

 

El decálogo es el faro o guía que tiene

 más importancia que los hospitales

 

«En la vida como en la enfermedad lo importante es llegar a tiempo;

 los enfermos suelen llegar tarde,

los sanos, pronto»[iv]

 

Cinco litros de sangre

Memorias de un cirujano y empresario de la medicina privada

Juan Abarca Campal

 

Link de interés

Un modelo de hospital

El sistema sanitario español: De sus orígenes hasta nuestros días

Propuestas de un modelo sanitario viable

Ante todo no hagas daño

Confesiones

Al final, asuntos de vida o muerte

La enfermedad del olvido: El mal del Alzheimer y la persona

Grupo hm hospitales

Fundación de investigación hm hospitales  

 

«La verdad es la amante

 más cara y peligrosa»[v]

 

ABRAZOTES


[ii] Ídem

[iii] Ídem

[iv] Ídem

[v] Ídem

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