domingo, 22 de octubre de 2017

Ciencia versus y o pero negocio; Crónica de una visita a Businesslandia

Estimad@s amig@s
Sinopsis
«Publicar en una revista científica como Nature requiere completitud y consistencia, pero para hacer una patente basta con un buen cerdo que cante». Con esta y otras muchas afirmaciones sorprendentes, el autor de este estimulante texto, el Dr. Luis Ruiz, nos lleva de la mano por el complejo mundo de la transferencia del conocimiento científico al negocio de la biomedicina, y por el camino nos arranca, cuando menos, una sonrisa de complicidad.
En el pasado, la investigación académica se consideraba una actividad pura que no debía ser contaminada por el mercantilismo de la sociedad. Los científicos que, como el autor, se han pasado a la industria, lo que el autor llama «el lado oscuro de la fuerza», son aún peces fuera del agua, han colgado la bata de laboratorio para anudarse la corbata y, para no morir ahogados en el intento, se han visto obligados a aprender el negocio de la biomedicina, sus reglas y sus máximas, a abandonar la consistencia de las observaciones con valor estadístico para abrazar la levedad de anomalías como cerdos que cantan. A través del relato de los errores vividos en propia carne, el Dr. Luis Ruiz nos propone una visita a Businesslandia, un paraíso de cerdos cantores, pájaros azules y monos economistas..., y nos espera al otro lado del espejo.

«No lo fuerces,
busca un martillo más grande»
Ley de Anthony

Prólogo
El de la biotecnología es un sector de expectativas y de datos. El capital internacional se ha dado cuenta de la importancia del clúster biotec de nuestro entorno y está cruzando ya las fronteras de manera muy relevante. Tenemos «semillas» de gran calidad (nuestras compañías biotecnológicas), y entre todos debemos cuidar también nuestro ecosistema, «la maceta», para dar a estas compañías biotec el impulso que se merecen.

El nuestro es un sector de grandes éxitos y de grandes fracasos, del todo o nada, en muchas ocasiones, y donde el retorno no es exclusivamente económico (…) SROI [Social Return on Investment] (…)

Como inversor, recibo varios cientos de planes de negocio cada año, entre los que seleccionamos solo cuatro o cinco para invertir (…) en el camino (…) he aprendido muchas cosas (…) la más importante, seguramente, es que para estas compañías es esencial tener un buen CEO (en todas sus dimensiones, no solo la científica), lo más importante con diferencia. Y en esa línea debemos esforzarnos todos, en formar adecuadamente a todos los líderes de proyectos, formarlos en ambición, gestión y conocimiento de «la cocina», en su relación con los inversores.

Una de mis peleas más frecuentes con los fundadores científicos de compañías biotecnológicas (…) lo importante es querer saber lo necesario para el éxito, y no querer saberlo todo. Un científico tiende por naturaleza a querer saberlo todo, todo y todo, y eso nos hace grandes. Pero en un entorno con recursos escasos y necesidades económicas extraordinarias hay de escoger muy bien qué queremos saber.
Luis Pareras, MD, PhD
Director Healthequity SCR

«Cuando el sabio señala la luna,
el necio se fija en el dedo»
 Confucio

Trabajar mentorizandoasesorando, proyectos de personas académicamente brillantes, tiene muchas recompensas desde el punto de vista del aprendizaje que puedes obtener de esos equipos. Pero tiene la otra parte no tan grata, parafraseando a Confucio, cuando el sabio (académico emprendedor) señala su investigación hipótesis, el necio (inversor, mentor, advisor de negocio) señala la cuenta de resultados.

Luis Ruiz Ávila pone a nuestra disposición un libro, corto para muestra desgracia, donde ha sido capaz de compilar todo el aprendizaje como emprendedor biotec. Es una lectura recomendable para todos aquellos académicos que quieran escalar su spìnoff, hacerla crecer, salir al mercado, negociar con inversores, buscar equipo, asesores, consultores, incluso vender la empresa. Siempre hay que estar dispuesto a aprender y este libro sin duda nos brinda una gran oportunidad de hacerlo, no la dejes pasar.

(…) «Los científicos brillantes que han dedicado años de trabajo a su investigación, a veces toda su carrera, suelen reforzar su apuesta con este argumento [estoy dispuesto a poner una vida de investigación en el tema] (…) saber mucho de algo es un argumento débil para crear una empresa (…) no es suficiente para que el equipo sea creíble (…)» el equipo emprendedor ha de generar compromiso. ¿Está el equipo científico dispuesto a asumir el rol de cerdo?[i]

Recuerda: los inversores y los socios no tecnológicos por lo general no buscan gallinas, buscan cerdos.

« (…) en los fracasos reside a menudo la oportunidad de aprender»

(…) trasladar conocimiento científico fresco a productos tangibles es muy difícil, y por eso cuesta tanto cambiar la percepción social de la actividad científica (…)


(…) es muy frecuente encontrar científicos que descubren e inventan tecnologías prometedoras y acaban reconvertidos en gestores o empresarios sin tener ni idea (…)

(…) quienes mejor se adaptan al nuevo entorno entienden que la principal lección aprendida de la reconversión de científico básico militante a gestor/ empresario de la innovación (…) es que para transformar el conocimiento en valor económico (…) indispensable crear un modelo de negocio sostenible (…)

(…) como ocurre con cualquier tecnología inmadura, era más importante la expectativa que fuésemos capaces de generar que los resultados concretos obtenidos hasta el momento (…)

(…) la mayor parte de las empresas biotec (…) venden intangibles: patentes, tecnologías revolucionarias pero por industrializar, promesas de una cura para una determinada enfermedad con una elevadísima probabilidad de fracaso técnico (…)

(…) cuando eres responsable del proyecto el miedo al fracaso se acentúa, no te deja dormir, te puede llegar a quemar (…)

(…) cuando una empresa basa su expectativa en un proyecto que pasa por sucesivos hitos de desarrollo, que requieren inversiones crecientes, la estrategia típica para gestionar el riesgo técnico es avanzar buscando inversores tramo a tramo (…)

(…) no le pidamos a quien es por naturaleza un explorador que ejerza de contable (…)

«El gran dilema es decidir cuándo cambiar,
o si jugar al todo o nada»

(…) cuando estamos hablando de nuevos mercados, nuevos nichos y nuevas tecnologías que ni siquiera están validadas, los planes de negocio no son más que una hoja de ruta para saber qué terreno hemos estado pisando y por dónde comenzar a introducir cambios (…)

(…) encontrar el equilibrio entre el mínimo equipo necesario para cumplir un objetivo y un tamaño excesivo que comprometa la viabilidad del proyecto (…)

(…) los cuatro jinetes de la apocalipsis del riesgo empresarial:

1.   Riesgo legal: patentes, regulación cambiante, responsabilidad civil.
2.   Riesgo financiero: coste infinito.
3.   Riesgo técnico: impredecibilidad de la manipulación de la biología.
4.   Riesgo comercial: competencia, mercado muy regulado (…)

(…) en las empresas basadas en innovaciones de alto riesgo técnico impulsadas por científicos la adecuada gestión de la incertidumbre es un factor de riesgo clave (…)

(…) es bastante habitual en las biotec que la misma persona que ejerce de Director General haga también de Director Científico, Director Médico, responsable de Desarrollo de Negocio, etc.

«La gacela y el león podrán yacer juntos,
pero la gacela no dormirá del todo tranquila»

Sobrevivir en la selva del mercado implica correr más que nuestros competidores, con independencia del tamaño del depredador de turno.

(…) sin una buena gestión de equipos no hay leyes que valgan ni tecnología disruptiva que llegue a ningún sitio (…)

La creación y el desarrollo de una empresa desde el conocimiento científico pasa básicamente por tener un proyecto que sea:

1.   Creíble
2.   Con un equipo comprometido
3.   Con un modelo de negocio bien definido, reconocible
4.   Con una estrategia bien definida, pero adaptable a un entorno incierto
5.   Apoyado en un plan de trabajo creíble y solido
6.   En un entorno organizativo eficiente
7.   Capaz de generar buena propiedad industrial
8.   Con una visión clara y comunicable
9.   Con accionistas con objetivos bien alineados
10.              Orientado al mercado

«Para quedarse en el mismo sitio hay que correr.
Si lo que se pretende es avanzar,
lo que hay que hacer es correr dos veces más rápido»
Lewis Carroll



Link de interes

«La suerte favorece a las mentes preparadas»
Pasteur

Recibid un cordial saludo


[i] Diferencia entre cerdos y gallinas. Estás comprometido con el equipo o solo estás implicado 

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