domingo, 29 de octubre de 2017

El negociador efectivo; Comunicación persuasiva con técnicas de mindfulness

Estimad@s amig@s

Sinopsis
La vida que tenemos no es el resultado de la casualidad o del esfuerzo, sino de lo que hemos sabido negociar. Con el fin de aprender a alcanzar el éxito en cualquier proceso de negociación, Merche Costa escribe una guía práctica para que los negociadores sepan hacer de su presencia ante los interlocutores una herramienta eficaz en dicho proceso. «El conocimiento y aplicación de estas técnicas es de gran utilidad para ejercer un control efectivo sobre los pensamientos y actitudes, aumentando así su percepción de eficacia y autoestima », explica.
Para ello la autora entra en los elementos emocionales, comunicativos e interpersonales de los que depende, en gran parte, el resultado y el balance coste/ beneficio que la negociación tiene para cada uno de los implicados. Además incorpora los métodos más novedosos y de reconocida eficacia, con especial atención al mindfulness y a las sugerentes líneas marcadas por el aikido en su aplicación al diálogo entre los implicados. También incluye los últimos avances para afrontar situaciones estresantes.

«Leemos para saber que no estamos solos»
C. S. Lewis

Prólogo
(…) cuando la vocinglería, las posverdades, el mercadeo y la publicidad, pueden convencer a algunos de que negociar es robar la cartera, engañar, acogotar y salir corriendo, es un gusto que alguien nos diga que concordar es juntar los corazones, las voluntades y los humores. Que la desarticulación de las sociedades y de los sujetos, causante de tantos quebrantos y dolorosas reflexiones, tiene un hilo de sutura que puede recomponer lo desmembrado y descosido. Y ese hilo es que todo se reordene en la escala de los valores.

(…) Leedlo para aprender a comportarnos con más decencia humana y socialmente, y así, no seguir oyendo con hastío nuestras propias quejas que son inútiles y generadoras de culpa.
José María Fidalgo

«Prepara bien esta negociación porque nos jugamos mucho»

Cooperar para establecer las reglas. Esa es la clave para una negociación eficiente donde todos podamos salir ganadores, eso puede beneficiar una relación de largo plazo. Si alguno de los dos bandos se cree perdedor, intentara romper la negociación a las primeras de cambio, o si el otro bando hace demasiadas alharacas de vencedor, puede llevar al traste la negociación aunque la hayamos dado por cerrada.

La recomendación es buscar siempre un ganar-ganar e intentar mostrar al interlocutor que está consiguiendo pequeñas victorias, si se confía y baja la guardia probablemente te sea más fácil reconducir el proceso.

«Cuando conocemos a alguien nos hacemos dos preguntas al instante: “¿puedo confiar en esa persona?” y “si merece mi respeto”»

«Pero ¿cómo has dicho eso? ¿No te dabas cuenta de que dar esa información nos perjudica? Además, los habíamos hablado. Te habías preparado y ¡sabías que eran datos estratégicos que ellos no debían conocer! ¿Qué es lo que ha pasado?».

¿Por qué hay algunos negociadores de los que nos fiamos casi de manera inmediata y otros nos provocan, también a primera vista, inquietud y dudas? ¿Qué nos lleva a aceptar una propuesta y sentirnos satisfechos al cerrar un acuerdo, y en otras ocasiones nos mantenemos a la defensiva y rechazamos una oferta tras otra? (…)

Triste, nervioso, alegre, sereno, enfadado, asustado (…) según te sientas, así te verán. Podemos fingir, podemos ejercer un control férreo sobre lo que estamos sintiendo, pero de una u otra forma el estado de ánimo en el que nos encontramos hará acto de presencia (nunca mejor dicho) en nuestros gestos y palabras conformando nuestra imagen ante el otro.

Significado total = 7% impacto verbal + 38% impacto sonoro + 55% impacto facial

«La cara es el espejo del alma», «la mirada no engaña», «tu voz te refleja». Estas y otras frases que todos hemos dicho alguna vez indican la importancia que atribuimos a esas formas de comunicación que no se sirven de las palabras, pero que tienen un indudable peso en nuestras relaciones y en la manera en que nos mostramos y nos damos a conocer.

«Al comunicar no puedo no afirmar mi ser y, por tanto, no situarme en relación con el otro (…) la finalidad de la comunicación es crear la identidad de uno mismo respecto a otro, a través de un acto de relación»



Link de interés

« (…) mediante la comunicación aprendemos con quien hemos de confrontarnos y a qué posiciones debemos razonablemente aspirar»

Recibid un cordial saludo

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