Estimad@s amig@s
Sinopsis
Un demonio ya anciano escribe a uno joven para enseñarle el oficio de tentar a los humanos. A
través de esas cartas se plantean
importantes cuestiones donde el lector podrá reconocerse con facilidad.
Astuta representación de
la vida y las debilidades humanas
desde el punto de vista de Escrutopo,
el asistente de alto rango de “Nuestro
Padre de Abajo”.
(…) “Creed
esto,
no porque sea cierto,
sino por alguna otra
razón” (…).
Prefacio
Me gustan mucho más los murciélagos
que los burócratas. Vivo en la era del Dirigismo,
en un mundo dirigido por la Administración (…)
(…) “Mi corazón –no necesito
de otro- me mostro la maldad de los impíos”.
Llegue a Cartas del diablo a su sobrino gracias
a un post del profesor Antonio Argandoña “Lo inmediato vs lo importante”. Me
parecía que podía ser un libro que conjugase por un lado una parte de lectura
de evasión necesaria (por lo menos para mí) en esta época del año, pero a la
vez me permitiera extractar algo para mejorar en el quehacer diario.
¿El
cielo o el infierno? Cada uno tendremos que elegir dónde
queremos estar. Lo que tendremos que sopesar es pros y contras de nuestra
elección y después ser consecuente con la misma. Muchas veces nuestra inexperiencia -juventud- nos hace tomar caminos que no son los idóneos tanto en lo
profesional como en lo personal. De ahí la figura de Escrutopo, tío del joven Orugario.
Escrutopo
hace la labor de mentor y a través
treinta y una cartas va guiando la labor de su joven mentorizado. Se pueden extraer enseñanzas de su lectura y como, el maestro va enseñando a través de la palabra,
la persuasión, la invitación a la reflexión, el uso de la mentira, las ideas preconcebidas, los perjuicios,
las terceras personas más maleables y por tanto más dispuestas a ser vencidas por la tentación.
Leer a los clásicos
siempre es bueno y si además consigues evadirte, pues aún mejor. ¿Qué te
diviertes? Otro pasó más, y si ya eres capaz de sacar conclusiones o palancas que te sirvan de ayuda en tu
trabajo, eso es de sobresaliente.
"Hasta el
diablo es capaz de defenderse
citando las sagradas
escrituras".
Antonio en El mercader de Venecia
William Shakespeare
(…) La jerga, no la
argumentación, es tu mejor aliado en la labor de mantenerle apartado de la
iglesia (…)
(…) lo mejor es no dejarle
leer libros científicos, sino darle la sensación general que sabe todo, y que
todo lo que haya pescado es conversaciones o lecturas es “el resultado de las
últimas investigaciones”. Acuérdate de que estas
ahí para embarullarle; por cómo habláis algunos demonios jóvenes, cualquiera creería que nuestro trabajo
consiste en enseñar.
(…) no le permitas que
llegue a preguntarse cómo esperaba que fuese (…) mantén sus ideas vagas y
confusas, y tendrás toda la eternidad para divertirte, provocando en el esa
peculiar especie de lucidez que proporciona el inferno.
(…) Fomenta esa actitud; mantén
su pensamiento lejos de las obligaciones más elementales (…) acentúa la más
sutil de las características humanas, el horror a lo obvio (…) debes conducirle
a un estado en el que pueda practicar el autoanálisis durante una hora, sin
descubrir ninguno de aquellos rasgos suyos que son evidentes para cualquiera
que haya vivido alguna vez en la misma casa, o haya trabajado en la misma
oficina.
(…) Te podías haber
ahorrado el comentario de que mi consejo referente a las oraciones de tu
paciente por su madre “tuvo resultados particularmente desdichados”. Ese no es
el género de cosas que un sobrino debiera escribirle a su tío… ni un tentador
subalterno al subsecretario de un Departamento. Revela, además, un desagradable
afán de eludir responsabilidades; debes
a prender a pagar tus propias meteduras de pata.
Es un poquito
decepcionante esperar un informe detallado de tu trabajo y recibir, en cambio,
una tan vaga rapsodia
como tu última carta (…) Por primera vez en tu carrera has probado ese vino que
es la recompensa de todos nuestros esfuerzos –la angustia y el desconcierto de
un alma humana-, y se te ha subido a la cabeza (…) No espero encontrar cabezas viejas sobre hombros jóvenes (…)
(...) No hay nada como el “suspense” y la ansiedad para parapetar el alma de
un humano contra el Enemigo (…)
(…) Me alaga especialmente
saber que sus dos nuevos amigos ya le han presentado al nuevo grupo. Todos ellos,
según he averiguado por el archivo, son individuos de absoluta confianza; frívolos
y mundanos constantes y consumados que, sin necesidad de cometer crímenes espectaculares,
avanzan tranquila y cómodamente hacia la casa de Nuestro Padre (…)
(…) estás haciendo espléndidos
progresos. Mi único temor es que, al intentar meter prisa al paciente, le
despiertes y se dé cuenta de su verdadera situación (…)
Me parece que necesitas
demasiadas paginas para contar una historia muy simple (…) has dejado que ese
hombre se te escurra entre los dedos de la mano. La situación es muy grave, y
realmente no veo motivo alguno por el que debiera tratar de protegerte de las
consecuencias de tu ineficiencia (…)
(…) Como dijo uno de los
humanos, los hábitos activos se refuerzan por la repetición, pero los pasivos
se debilitan. Cuanto más a menudo sienta sin actuar, menos capaz será de llegar
a actuar alguna vez, y, a la larga, menos capaz será de sentir.
(…) Tu paciente se ha
hecho humilde: ¿le has llamando la atención
sobre ese hecho? Todas las virtudes
son menos formidables para nosotros una vez que el hombre es consciente de que
las tiene, pero esto es particularmente cierto de la humildad. Cógele en el momento en el que se a realmente pobre de espíritu, y métele de
contrabando en la cabeza la gratificadora reflexión: “¡Caramba, estoy siendo
humilde!”, y casi inmediatamente el orgullo –orgullo de su humildad- aparecerá (…)
(…) El hombre no puede ni
hacer ni retener un instante de tiempo; todo el tiempo es un puro regalo; con
el mismo motivo podría considerar el sol y la luna como enseres suyos (…)
(…) Puede interesarte
saber que el pequeño malentendido con la Policía Secreta que trataste de
suscitar a propósito de ciertas expresiones incautas en algunas de mis cartas, ha sido
aclarado. Si contabas con eso para asegúrate mis buenos oficios, descubrirás que
estás muy equivocado. Pagarás por eso, igual que por tus restantes
equivocaciones. Mientras tanto, te envío un folleto, recién aparecido sobre el nuevo Correccional de Tentadores Incompetentes. Esta profusamente
ilustrado, y no hallarás en él una página aburrida.
(…) Hemos sustituido el
adjetivo “inalterado” por el adjetivo emocional “estancado”. Le hemos enseñado
a pensar en el futuro como una tierra prometida que alcanzan los héroes privilegiados,
no como algo que alcanza todo el mundo al ritmo de sesenta minutos por hora,
haga lo que haga, sea quien sea.
(…) Y puesto que no podemos engañar continuamente a toda
la raza humana, resulta de la máxima importancia aislar así a cada generación de
las demás; porque cuando el conocimiento circula libremente entre
unas épocas y otras, existe siempre el peligro de que los errores característicos de una puedan ser corregidos por las verdades características
de otra (…) los grandes sabios están ahora tan poco nutridos por el pasado como
el más ignorante mecánico que mantienen que la “historia es un absurdo”.
(…) “la experiencia es la madre de la virtud” (…)
“La mejor forma de
expulsar al diablo,
si no se rinde ante el
texto de las
Escrituras, es mofarse
y no hacerle caso,
porque no puede
soportar el desprecio”.
Lutero
“El diablo… es espíritu orgulloso…
no puede aguantar
que se mofen de él”.
Tomás Moro
(…) “Ninguna
pasión es tal seria como la lujuria” (…)
Recibid un cordial saludo
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