Sinopsis
Dado que como decía Gandhi:
«un minuto que pasa es irrecuperable»
y que sin embargo malgastamos mucho tiempo de nuestras vidas en el trabajo este
libro pretende ser una “colleja” al
mundo empresarial, político e institucional que prefiere el presencialismo frente a la optimización del tiempo y trabajadores infelices frente a personas felices. El que seamos líderes europeos en baja natalidad, separaciones matrimoniales y fracaso
escolar tiene una gran relación con nuestros horarios. Con dejemos de perder el tiempo se quiere cambiar de mentalidad respecto a la utilización del tiempo. Todos diariamente
tenemos el mismo. Aquí se habla de la jornada
laboral adecuada, de las ventajas de la flexibilidad horaria, de los llamados almuerzos de trabajo, del prime time de las televisiones, de
las reuniones,… Si de las reuniones,
y de la reunionitis. Tener claro los objetivos: fijar su duración,
convocarlas anticipadamente, prepararlas (…)
« La mayoría de las personas gastan más tiempo
y energía en hablar de
los problemas que en afrontarlos»
Henry Ford
Optimizar los horarios
beneficia a empresas, trabajadores, familias, y en general a todos, pero será porque
todos nos beneficiamos que no nos ponemos de acuerdo en la necesidad perentoria
que tenemos de racionalizarlos.
¡Dejemos de perder el tiempo! Lo
podemos reconocer o lo podemos ocultar por aquello de la vergüenza ajena, todos lo perdemos, y lo peor es que
no somos conscientes del coste que
suponemos a las empresas, a la familia, a los hijos, al descanso, ocio, deporte o a lo que quieras dedicarlo.
Si fuésemos capaces de
optimizar nuestro tiempo, las empresas de remunerar en base a productividad, y
las televisiones adaptar los horarios de prime time, ¿cómo sería nuestra jornada laboral? Probablemente más productiva, acabaría
a una hora razonable, y podríamos conciliar nuestra vida.
«El trabajo más
practico es el que sale de las manos
de un hombre contento»
Victor Pauchet
Cirujano
(…) falta una organización
eficiente del día a día y con frecuencia los horarios de directivos y
trabajadores no son racionales ni flexibles (…)
Se trata de trabajar por objetivos y resultados, y no de premiar la presencia, porque ésta no garantiza un buen
rendimiento. La cultura del presentismo (…) debe ser sustituida por la cultura
de la eficiencia (…)
El humanismo empresarial es el único camino que garantiza unos
beneficios económicos sostenibles (…)
Las empresas comprometidas con la excelencia
en la gestión del tiempo
obtienen una fuente de ventaja competitiva sostenida a medio y largo plazo (…)
Las empresas han de valorar a sus colaboradores por los resultados que consiguen y no por el esfuerzo presencial, primando el trabajo
efectivo, bien hecho y terminado en los plazos fijados (…)
Un Plan Integral de Conciliación ha de tener en cuenta:
● Conciliar es un asunto
personal en continuo proceso de cambio...
● La conciliación no ha de
ser solo entre trabajo y familia, sino también entre trabajo y persona…
● La conciliación es
necesaria tanto para los hombres como para las mujeres.
● Conciliar no es solo un
problema de falta de tiempo, sino también de gestión del mismo…
El correo electrónico es
la herramienta por excelencia de los primeros años del siglo XXI. Es necesario
y urgente desarrollar una cultura
profesional sobre el adecuado uso
del email.
Decálogo
de medidas para gestionar el tiempo desde la perspectiva de la empresa
1. Liderar
desde la confianza y el entusiasmo.
2. Dirigir
por objetivos.
3. Gestionar
el desempeño.
4. Crear
una cultura corporativa del eficiente uso del tiempo.
5. Facilitar
una estructura adecuada de horarios y de acceso al teletrabajo.
6. Dar
valor al tiempo de las reuniones.
7. Formar
a los colaboradores en el buen uso del tiempo.
8. Adoptar
un plan integral de conciliación.
9. Instaurar
la figura del responsable de conciliación.
10.
Evolucionar al ritmo de los trabajadores y
de la empresa.
Decálogo
de medidas para gestionar el tiempo desde la perspectiva del colaborador
1. Entrar
y salir a la hora.
2. Planificar
y priorizar.
3. Organizarse.
4. Comprometerse
e ilusionarse.
5. Aumentar
el ratio de productividad por tiempo de trabajo.
6. Hay
que saber decir «no», y decirlo cuantas veces sea necesario.
7. Utilizar
racionalmente las tecnologías.
8. Desconectar.
9. Emplear
menos tiempo en las comidas.
10.
Dejar un espacio a la familia y a uno
mismo.
«¿Quiénes son ustedes
para decirme a qué hora debo acostarme»
«La puntualidad ha de
constituir para todos
una irrenunciable
exigencia ética»
Ignacio Buqueras
Jorge Cagigas
No hay comentarios:
Publicar un comentario