Estimad@s amig@s
Sinopsis
Este libro es un libro arriesgado. En un momento
histórico en el que el «mantra» de
la civilización occidental es el «cambio»,
reivindicar que no cambiemos, que les pidamos a los amigos o a nuestras parejas
que no intenten cambiarnos, que nos
dejen ser como somos, es más, que
nosotros nos aceptemos como somos y
que ellos nos acepten tal cual somos, es cuanto menos una postura valiente, cuando no provocadora.
Pero no es que estemos
predestinados a ser como somos, es
que nuestra genética hace que tengamos unas características biológicas que
facilitan que aprendamos unas cosas con mayor facilidad que otras y que
adquiramos y consolidemos unos hábitos
de comportamiento con mayor
comodidad, configurando todo ello lo que llamamos «personalidad» comportamiento
«fluya» con nuestra personalidad.
«Millones de personas vieron
una manzana caer;
Newton fue el único que
se preguntó por qué»
Bernard M. Baruch
Prólogo
Cambiar
nuestra personalidad es muy difícil; es más, resulta
prácticamente imposible. Eso no ocurre con el comportamiento. Podemos cambiarlo
–aunque no resulta fácil– (…) Pero el comportamiento que queremos sustituir por
otro no es una pieza de recambio más; debe estar relacionado con nuestro modo
de ser. Para cambiar un comportamiento debemos saber cómo somos, conocernos
a nosotros mismos y hacer que ese nuevo comportamiento «fluya» con nuestra
personalidad (…)
(…) «Conócete a ti mismo» (…)
Manuel
de Juan Espinosa
«Nadie es mejor ni
peor, solo diferente.
Si en cada área de
nuestra vida (educación, trabajo,
salud, amor…) hubiese
un mayor conocimiento y
sensibilidad hacia
cada particular manera de estar
en el mundo, sería
posible crear, desde el respeto a
esa diversidad
individual, entornos más adaptados
a cada uno, y, por
tanto, organizaciones más eficientes
y personas más
felices, sanas y productivas.
Un mundo adaptado a
cada persona»
VipScan Predicting
Behaviour
¿Cambiar
para qué?
Es una pregunta que
debemos de hacernos antes de plantearnos cualquier cambio en nuestra vida. ¿Estamos seguros de cambiar? ¿Lo hacemos
forzados por la sociedad?
Conócete
a ti mismo, se consiente de tus puntos fuertes, minimiza
tus debilidades, conócete, dedica tiempo a visualizar
ese cambio que tienes en la cabeza y como te afectara. Interioriza si realmente
es necesario y como te afectara tanto a ti como a las personas que te rodean.
Hay una gran «burbuja» en torno a la necesidad de cambiar y estamos haciendo
a más personas infelices de la cuenta,
ya que cuando conseguimos que cambien, son más desdichadas que antes.
Mi consejo conócete, dedica tiempo a ello, acéptate
y puede ser que no tengas que cambiar tanto como a priori creías.
«Perdona por pedirte
peras,
no sabía que eras un
olmo»
Ajo
Desde
que naces te piden que cambies. Cualquier aspecto de tu
forma de ser que la sociedad en la que vives no considere «normal», serás invitado
(en el mejor de los casos), instigado, presionado… a lo cambies. Y si no lo haces serás reprendido, castigado, juzgado.
En las empresas se dan por
«perdidos» a los empleados que, a pesar de haber sido formados y ascendidos ─y culpabilizados
al final─, no acaban de dar lo que se espera de ellos (…) sus carencias para
ejercer un determinado puesto fueron suplidas con una formación que no dio
resultados esperados.
Es
cierto que somos, en
gran parte, producto de todo lo
vivido, y por suerte o desgracia,
del ambiente que nos ha rodeado.
La personalidad es «nuestra
forma de ser». Es el mejor predictor
de nuestro comportamiento. Hace que
ante una situación nos comportemos más probablemente de una forma que de otra.
Todos
tenemos una personalidad, más
o menos adaptativa, pero todos
tenemos una que nos hace ser seres únicos. Aceptémosla, cuidémosla y vivámosla.
Cuando hablamos de fracaso escolar se observa que es
siempre el alumno el que fracasa. En ningún momento se pone en duda un mal planteamiento del sistema (…)
(…) las escuelas platónicas (s. IV a.C.),
espacios de reflexión, conversación y experimentación libre (…)
En Esparta (s VI a.C.), la formación se dirigía hacia una instrucción militar
obligatoria basada fundamentalmente en el castigo y en la selección de los
aptos para la guerra (los niños considerados no aptos eran sacrificados).
«Cada alumno toca su
instrumento, no vale la pena ir contra eso. Lo delicado es conocer bien a nuestros
músicos y encontrar la armonía. Una buena clase no es un regimiento marcando el
paso, es una orquesta que trabaja la misma sinfonía. Y si has heredado el
pequeño triángulo…»
Daniel Pennac
(…) No todos nacemos para líderes, y a muchos esto ni nos interesa. Se ha
asociado el liderazgo al éxito y el éxito a la felicidad (…)
«En la jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su máximo
nivel de incompetencia»
L. J. Peter
El
que hace algo diferente, si
es bueno, lo convertirá en costumbre.
Link de interes
«Se puede enseñar a un
pavo a trepar a un árbol, pero es más fácil contratar
a una ardilla»
Alain Mitrani
Recibid un cordial saludo
No hay comentarios:
Publicar un comentario