Estimad@s amig@s
Sinopsis
Hay muchos factores que
pueden llevar a una empresa a la mediocridad: la pérdida de atractivo, la incapacidad
de satisfacer al cliente, de inspirar
o de innovar, o la imposibilidad de gestionar el talento de sus trabajadores. La rápida tecnologización
de la sociedad, junto con la aparición de nuevos modelos de negocio y agilidad
estrategica, fuerzan a las organizaciones
y a sus líderes a desplegar un nuevo management capaz de enfrentar la complejidad.
Consciente de los retos
que afrontan las empresas hoy en día, Xavier
Marcet presenta en esta obra
reflexiones nacidas de muchas horas de entrevistas, reuniones, sesiones de
trabajo con empresas y universidades. Es la crónica de un esfuerzo por llenar de sentido
y autenticidad las agendas profesionales. Esto permite
percibir desde una óptica distinta la innovación,
la gestión de la complejidad, la transformación cultural o la comunicación.
Este libro
ofrece pensamientos inspiradores que
surgen del deseo de transformar
organizaciones y convertirlas en algo que valga la pena, algo que esquive la mediocridad.
«Una empresa es mediocre cuando
sus líderes son
mediocres»
Introducción
(…) debemos saber
gestionar los problemas de lo complicado y enfrentar los dilemas y las
paradojas de un mundo complejo
(…) esquivar la
mediocridad es un reto cotidiano.
(…) respetar a la gente
que nos ayuda a desaprender. Para poder
aprender hay que desaprender.
(…) autocomplacencia vive en él y del pasado. La humildad nos prepara mejor para el futuro, es más inteligente.
(…) aportar valor a mis clientes es muy difícil, uno tiene delante a
personas con talento y equipos muy preparados. Ayudarlos es difícil, implica
pensar mucho, y la única forma de saber si pensamos y qué pensamos es
escribirlo (…)
«Aprender es no desfallecer.
La vida profesional la
escogemos nosotros»
El entorno VUCA en el que
estamos inmersos lo vuelve todo de una gran complejidad. La estrategia
está viva, los planes estratégicos
no aguantan a la velocidad que van las empresas, la necesidad de innovar es más palpable que nunca.
Necesitamos aprender cosas nuevas, pero para ello
es necesario desaprender lo que ya
no nos sirve, y ello ocasiona fricciones no solo con nuestro equipo, sino con
nosotros mismos. No nos atrevemos a juzgar esa falta de nuevo aprendizaje,
la soberbia nos ciega, nos vuelve mediocres.
¿Qué
me van a enseñar éstos, que yo no haya vivido ya a lo largo de mi carrera
profesional? Es una respuesta de un directivo prepotente, falto de empatía, lejos de la realidad.
No pasa nada por ser humildes, pero
ser humildes de verdad, no de escaparate. Cualquier persona puede aprender de otra, solo es cuestión de voluntad.
«Liderar sin empatía
es liderar sin
sustancia,
es carisma fatuo»
(…) la meritocracia desempeña un papel fundamental en las organizaciones y, una vez más, la
meritocracia empieza en nosotros mismos.
(…) un líder que predique una cosa y haga
otra, por bien que hable, tiene un déficit de autenticidad que lo
disminuye: es un mediocre.
(…) para que la gente aprenda de los lideres estos deben mantener
la humildad y la disciplina de aprender y de desaprender.
Liderar es servir (…)
(…) ya no es suficiente la
planificación estrategica porque el
mundo cambia más rápido que nuestra capacidad de planificar (…)
«Ahora toca ejecutar y aprender al mismo
tiempo,
no
dejar de pensar, de cuestionar, de innovar»
Los jefes menguan porque
no desaprenden (…) no les hacía falta aprender nada. ¿Quién podría enseñarles nada?
(…) lo sensato es aprender
a innovar cuando las cosas permiten equivocarse y aprender (…) tomar riesgos cuando es posible asumir
fracasos.
El director de innovación debe pensar en grande para no matar las
ideas cuando son todavía pequeñas (…)
Lo
difícil no es aprender. Lo difícil es desaprender (…)
(…) para desaprender hace
falta humildad, desterrar la arrogancia de los éxitos pasados (…)
Desaprender
exige apertura, sensibilidad hacia
las nuevas hibridaciones, atención a las innovaciones (…) aceptar que hay
nuevos agentes de los que podemos
aprender (…)
«Se quiere innovar,
pero no se quiere arriesgar»
«Las personas no son recordadas
por el número de veces
que fracasan,
sino por el número de
veces que tienen éxito»
Edison
Link de interés
«Hay que aprender a compatibilizar calidad y agilidad.
Hay que saber ser
ambidiestro:
explotar y explorar»
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