Estimad@s amig@s
Sinopsis
La
industria roja no conoce fronteras. Por toda la superficie del globo terráqueo
circulan contenedores llenos de barriles de concentrado de tomate. Esta
investigación rastrea la historia poco divulgada de una mercancía universal
¿Qué es
lo que comemos cuando consumimos derivados industriales del tomate, ya sea en forma de kétchup, de condimento
a un plato de pasta o como ingrediente de una pizza? Es tomate, ciertamente. Y al mismo tiempo
no lo es: es tomate de industria. Un producto que ha sufrido enormes
transformaciones en las últimas décadas, con la entrada de China en el mercado mundial,
y que llega a nuestra mesa tras procesos de transformación y empaquetado
que hacen imposible que el consumidor
pueda comprobar su verdadera composición u origen.
Para
seguir el rastro de este producto, cuya hegemonía no es comparable con ninguna
otra en la era capitalista ―se cultiva
en 170 países, mueve 38 millones de toneladas al año y su
consumo no para de crecer― Jean-Baptiste
Malet se ha embarcado
en una investigación de dos años que le ha llevado a entrevistar a comerciantes, recolectores, agricultores,
genetistas, fabricantes de maquinaria y hasta militares, en países como China,
Italia, Estados Unidos y Ghana.
Lo
que ha descubierto revela que el comercio de concentrado de tomate, un ingrediente indispensable en
todas las dietas y presente en casi todos los recetarios del mundo, no solo
tiene una enjundia insospechada y fuertes conexiones mafiosas, sino que su
historia puede hacer tambalear el relato sabido de la industrialización e incluso la forma en que contemplamos el funcionamiento
del mercado global.
«El mundo es nuestro campo»
Henry John Heinz
Hoy hablamos
del tomate de industria, pero mañana
podemos hablar del aceite de oliva,
la ropa, tecnología. La globalización nos trajo el acceso a grandes factorías como puede ser el
ejemplo de los países asiáticos, pero también lleva unida la explotación infantil, el enriquecimiento ilícito, las mafias,
cárteles, etc.
El
imperio del oro rojo es fruto de una investigación llevada a
cabo por Jean-Baptiste Malet. No
es un libro para conocer más sobre el cultivo, está orientado a arrojar
luz sobre una industria global, poco
conocida, y que necesita de transparencia y ética.
«No escuchéis a este impostor
[el
propietario de las tierras];
¡estáis
perdidos si olvidáis que los frutos son de todos
y
la tierra no es de nadie!»
Jean-Jacques Rousseau
(…) Cofco
era la única empresa estatal china autorizada a importar y exportar productos
agrícolas (…) es además uno de los mayores productores del mundo de puré de
albaricoque.
El
gigante chino procesa anualmente 1.8
millones de toneladas de tomates frescos para producir 250.000 toneladas de concentrado de tomate (…)
(…)
la agroindustria china (…) sector estratégico, pensado como tal
desde principios de la década de 1980 por los dirigentes chinos, cuyo asombroso
éxito económico casi no se ha publicitado.
China (…) tiene que alimentar a más del 20% de
la población mundial con solo el 9% de las tierras cultivables del planeta. Su sector agrícola moviliza a un
tercio de su población activa y representa el 10% de su PIB (…)
(…) China es el primer productor
mundial de trigo, arroz y patatas; y el segundo en
cuanto a maíz y al tomate de industria (…) es el primer
exportador de zumo de manzana concentrado, de hierbas aromáticas, de setas
secas y miel (…) ha pasado en treinta años de un modelo tradicional, basado en
granjas y mercados locales, a un sistema industrial de agricultura intensiva estructurado en torno a auténticos gigantes
(…)
Un tomate de industria contiene un 5-6% de materia seca y un 94-95% de
agua (…)
(…) la industria
agroalimentaria utiliza anualmente 12.000 millones de envases de productos que
contienen tomate procesado (…)
(…) transformar concentrado chino en concentrado italiano con un simple golpe de varita mágica.
(…) legislación europea (…) añadir un poco de agua y sal al triple concentrado de tomate chino es procesar
el producto.
(…) Túnez es uno de los países del mundo que más concentrado consume por habitante (…)
(…) África (…) el mercado solo es una cuestión de precio, la calidad no es un
criterio (…)
Los capos están presentes en todas las ramas del negocio agrario
italiano. Desde la mozzarella a la charcutería (…)
(…) Cuando los jueces italianos
antimafia confiscan bienes a los clanes el 23% de los mismos son tierras agrícolas
(…)
.
«El tomate tal vez sea el único condimento alimenticio
auténticamente
universal,
para
todas las épocas,
todos
los climas y todos los países»
Federación
Nacional Fascista de Conservas Alimenticias
Link
de interés
«El sol no es sino una estrella de la mañana»
Henry
David Thoreau
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