Estimados amig@s:
“Todos somos incompetentes porque somos mejorables, porque estamos siempre en proceso de aprendizaje...”
Sinopsis:
Puede que esté empezando a leer este texto porque piensa que vive rodeado de incompetentes. Y seguro que es cierto. Pero tenga también presente desde el inicio que en esta historia usted es el incompetente principal. Si considera que más del 20% de las personas que le rodean son incompetentes, usted seguramente lo sea más. Pero no se asuste, porque todos somos, poco o mucho, incompetentes.
Este libro reflexiona sobre la incompetencia como elemento central en la gestión de personas. Cómo diagnosticarla y cómo tratarla, en los empleados y en los jefes. En una época de crisis social y empresarial como la que vivi¬mos, aprender a tratar la incompetencia, empezando por admitirla, es una necesidad y una obligación.
En un estilo muy ameno, Gabriel Ginebra explica sus experiencias como profesor y consultor en el campo de la gestión de personas, y facilita al lector unas herramientas fáciles, comprensibles y rápidas de usar.
"… A largo plazo no triunfan los brillantes, sino los talentos medios que venzan la pereza habitualmente...”
Prólogo:El libro que el lector tiene entre sus manos contiene, esto sí, mucho de heterodoxo. Entre otros motivos, por la combinación que conjuga de elementos académicos con anécdotas, experiencias vitales e incluso noticias de prensa.
Empuja el autor a que todos empleemos un buen espejo para contemplar nuestro comportamiento antes de dedicarnos a juzgar inmisericordemente a los demás…
Bien se explica en el texto que la dirección de personas es una ciencia que tiene también mucho de arte. Quien se limite sólo a los elementos artísticos nunca podrá gobernar bien, pues hay técnicas que han de conocerse y aplicarse para que puedan hablarse con pleno sentido de un buen gobierno. Pero la acumulación de técnicas de poco serviría si falta humanidad y sentido común.
Se ha dicho que son los poetas los encargados de convertir prados en patrias. Quienes dirigen personas no deberían olvidar nunca que el componente de ilusión, de entusiasmo…, forma parte de la preparación ineludible con la que debe contar quien aspire a dirigir personas sin limitarse a exigir destempladamente comportamientos, que –así reclamados- acaban por tornarse rutinarios.Javier Fernández Aguado
“… Un competente es un incompetente insuficientemente diagnosticado…”
Introducción:
Elogio a la incompetenciaTenemos un concepto deformado del directivo. Nos lo imaginamos joven, guapo y esbelto, luciendo un traje impecable. Hablando por el móvil en ingles, en una terminal de aeropuerto. Tiene carrera universitaria y MBA. Sabe marketing y finanzas, y construye gráficos en PowerPoint para su próxima reunión. Es extremadamente competente.
Volvamos ahora la mirada hacia quienes nos rodean cada día en la oficina, hacia los jefes de carne y hueso que hemos tenido, y hacia nosotros mismos ¿Nos acercamos a la imagen descrita o quedamos a mucha distancia?
Gestionar personas cómo cienciaVivimos en la empresa una absoluta falta de rigor cuando analizamos su activo más importante: las personas. Aquí todo vale y todo el mundo piensa que sabe. La buena actitud y la comunicación se presentan como la aspirina que resolverá cualquier dificultad que pueda presentarse.
Una persona puede fallar por falta de orientación o por falta de recursos, por poco entrenamiento, por incapacidad… o por agotamiento.
La incompetencia puede estar delante de nosotros, pero sobre todo está en nuestro interior. El problema siempre somos nosotros. Hay que asumirlo. Sin coartadas. Cambia tú mismo y habrá un sinvergüenza menos en tu empresa.
“… Pero un incompetente es también un alto potencial insuficientemente diagnosticado...”
Gestión de incompetentes, es una obra escrita de la mano maestra de Gabriel Ginebra. Es un libro que deben leer muchos directivos, pero no solo por el hecho de decir, “me he leído un libro”, sino por la mejora personal y profesional de este, de las personas bajo su responsabilidad, de la organización, etc...
Desde ya os digo que si buscáis un libro de autoayuda, este no lo es, pero si es reflexivo. Sobre el modelo de gestión de personas que llevamos a cabo en nuestra empresa, es de gran ayuda los minitest de reflexión que os iréis encontrando durante la lectura. También la lista de películas (25), que vienen al final. ¡Cuánto podemos aprender de personas y de frases, de utilización inmediata en nuestra tarea de jefes!
“Todos somos incompetentes porque somos mejorables, porque estamos siempre en proceso de aprendizaje...”
Sinopsis:
Puede que esté empezando a leer este texto porque piensa que vive rodeado de incompetentes. Y seguro que es cierto. Pero tenga también presente desde el inicio que en esta historia usted es el incompetente principal. Si considera que más del 20% de las personas que le rodean son incompetentes, usted seguramente lo sea más. Pero no se asuste, porque todos somos, poco o mucho, incompetentes.
Este libro reflexiona sobre la incompetencia como elemento central en la gestión de personas. Cómo diagnosticarla y cómo tratarla, en los empleados y en los jefes. En una época de crisis social y empresarial como la que vivi¬mos, aprender a tratar la incompetencia, empezando por admitirla, es una necesidad y una obligación.
En un estilo muy ameno, Gabriel Ginebra explica sus experiencias como profesor y consultor en el campo de la gestión de personas, y facilita al lector unas herramientas fáciles, comprensibles y rápidas de usar.
"… A largo plazo no triunfan los brillantes, sino los talentos medios que venzan la pereza habitualmente...”
Prólogo:El libro que el lector tiene entre sus manos contiene, esto sí, mucho de heterodoxo. Entre otros motivos, por la combinación que conjuga de elementos académicos con anécdotas, experiencias vitales e incluso noticias de prensa.
Empuja el autor a que todos empleemos un buen espejo para contemplar nuestro comportamiento antes de dedicarnos a juzgar inmisericordemente a los demás…
Bien se explica en el texto que la dirección de personas es una ciencia que tiene también mucho de arte. Quien se limite sólo a los elementos artísticos nunca podrá gobernar bien, pues hay técnicas que han de conocerse y aplicarse para que puedan hablarse con pleno sentido de un buen gobierno. Pero la acumulación de técnicas de poco serviría si falta humanidad y sentido común.
Se ha dicho que son los poetas los encargados de convertir prados en patrias. Quienes dirigen personas no deberían olvidar nunca que el componente de ilusión, de entusiasmo…, forma parte de la preparación ineludible con la que debe contar quien aspire a dirigir personas sin limitarse a exigir destempladamente comportamientos, que –así reclamados- acaban por tornarse rutinarios.Javier Fernández Aguado
“… Un competente es un incompetente insuficientemente diagnosticado…”
Introducción:
Elogio a la incompetenciaTenemos un concepto deformado del directivo. Nos lo imaginamos joven, guapo y esbelto, luciendo un traje impecable. Hablando por el móvil en ingles, en una terminal de aeropuerto. Tiene carrera universitaria y MBA. Sabe marketing y finanzas, y construye gráficos en PowerPoint para su próxima reunión. Es extremadamente competente.
Volvamos ahora la mirada hacia quienes nos rodean cada día en la oficina, hacia los jefes de carne y hueso que hemos tenido, y hacia nosotros mismos ¿Nos acercamos a la imagen descrita o quedamos a mucha distancia?
Gestionar personas cómo cienciaVivimos en la empresa una absoluta falta de rigor cuando analizamos su activo más importante: las personas. Aquí todo vale y todo el mundo piensa que sabe. La buena actitud y la comunicación se presentan como la aspirina que resolverá cualquier dificultad que pueda presentarse.
Una persona puede fallar por falta de orientación o por falta de recursos, por poco entrenamiento, por incapacidad… o por agotamiento.
La incompetencia puede estar delante de nosotros, pero sobre todo está en nuestro interior. El problema siempre somos nosotros. Hay que asumirlo. Sin coartadas. Cambia tú mismo y habrá un sinvergüenza menos en tu empresa.
“… Pero un incompetente es también un alto potencial insuficientemente diagnosticado...”
Gestión de incompetentes, es una obra escrita de la mano maestra de Gabriel Ginebra. Es un libro que deben leer muchos directivos, pero no solo por el hecho de decir, “me he leído un libro”, sino por la mejora personal y profesional de este, de las personas bajo su responsabilidad, de la organización, etc...
Desde ya os digo que si buscáis un libro de autoayuda, este no lo es, pero si es reflexivo. Sobre el modelo de gestión de personas que llevamos a cabo en nuestra empresa, es de gran ayuda los minitest de reflexión que os iréis encontrando durante la lectura. También la lista de películas (25), que vienen al final. ¡Cuánto podemos aprender de personas y de frases, de utilización inmediata en nuestra tarea de jefes!
El orgullo nos hace vulnerables, mientras que el reconocimiento de la propia incompetencia nos haría más fuertes.
Talento directivo = Talento que se tiene / Talento que se cree que se tiene
“Todo buen directivo debe ser un maestro, en el doble sentido de la expresión: maestro como alguien que sabe y maestro como alguien que sabe enseñar.”
GESTIÓN DE INCOMPETENTES
Un enfoque innovador de la gestión de personas
Gabriel Ginebra
Libros de Cabecera
Link de interes:http://gestiondeincompetentes.wordpress.com/
“Todo buen directivo debe ser un maestro, en el doble sentido de la expresión: maestro como alguien que sabe y maestro como alguien que sabe enseñar.”
GESTIÓN DE INCOMPETENTES
Un enfoque innovador de la gestión de personas
Gabriel Ginebra
Libros de Cabecera
Link de interes:http://gestiondeincompetentes.wordpress.com/
b.- libros:Mis sentencias ejemplares
El factor humano
"Los directivos destacados son los que se reconocen incompetentes,
mientras quienes se consideran excelentes son de los más vulgar."
Recibid un cordial saludo
"Los directivos destacados son los que se reconocen incompetentes,
mientras quienes se consideran excelentes son de los más vulgar."
Recibid un cordial saludo
2 comentarios:
Somos incompetentes porque estamos en proceso de aprendizaje, de crecimiento...
Creo que es la actitud correcta
... a la lista de la compra
Gracias Javier
Gracias por tu comentario, José Luis
UN FUERTE ABRAZO
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