viernes, 21 de febrero de 2025

El arte de la guerra

Estimad@s amig@s

Sinopsis

El arte de la guerra, el tratado militar más antiguo de la historia ha servido como guía a todo tipo de gobernantes, directivos y comunicadores. Sus valiosos consejos sobre estrategia, liderazgo, negociación y resolución de conflictos se han aplicado a infinidad de oficios, saberes, situaciones y disciplinas.

Pero ¿Qué dice realmente? ¿Cómo debemos entender sus enseñanzas y su filosofía en el mundo de hoy? ¿Todavía son aplicables sus consejos en el ámbito de la geoestrategia, la política o las tácticas militares actuales? ¿Cómo se relaciona con las gestas de los héroes mitológicos o los grandes héroes de la historia? ¿Y cómo ha influido en el mundo de la literatura o el cine?

Hay mil lecturas de El arte de la guerra, pero pocas personas tan preparadas como el teniente general Francisco Gan Pampols para entenderlo en todos sus matices. Curtido en misiones de paz experto en estrategia y dirección de equipos y con una vastísima cultura fruto de su amor por la lectura, sus comentarios al texto de Sun Tzu nos regalan una visión que, más allá de sus conocimientos militares, incluye también inspiradoras referencias literarias y cinematográficas, sorprenden conexiones con mitos y leyendas y profundas reflexiones filosóficas.

Pero, sobre todo, la prosa de Gan, sus explicaciones y aclaraciones, facilitan un acercamiento directo y actual al texto original. Gracias a él podemos disfrutar de una lectura amena y entretenida, que no ofrece una nueva mirada, acorde a nuestro tiempo, sobre un clásico de la literatura.  

 

«La excelencia no es un meta,

es un hábito,

el hábito del general (…)»[i]

 

Prólogo

Lecciones para el siglo XXI

(…) no se trata de un prólogo al uso sino, más bien, un conjunto de claves para poder comprender mejor un pensamiento formulado en un entorno definido, un período histórico concreto y con una finalidad esencialmente dialéctica, de parecido propósito y contenido a los llamados espejos de príncipes (…) de la edad media.

No deja de ser paradójico que la guerra, su preparación, desencadenamiento, dirección y resultado, siga siendo veinticinco siglos después el motor geopolítico que impulsa cambios vertiginosos en una realidad que se antoja inapreciable. Alianzas, posicionamiento, seducción y amenazas continúan estando a la orden del día  (…) la violencia ―cuya máxima expresión es la guerra― fue y sigue siendo “la partera de la Historia”, la reconfiguración cruel y traumática de una realidad que se forja a golpes de determinación para hacer cierta una visión utilizando todos los medios disponibles. La guerra ahora es total, es permanente, y se desarrolla a lo largo del conocido como espectro del conflicto, que se inicia en la llamada zona gris (…) y acaba en el conflicto de alta intensidad (…)

(…) la guerra a pesar de los esfuerzos por evitarla (…) sigue siendo la “última ratio” para imponer la voluntad del adversario (…)

El lector se preguntará: ¿por qué es así?, ¿Qué tiene que ofrecer un libro de más de dos mil quinientos años al pensamiento estratégico moderno, desde la ilustración hasta el actual basado en el big data, los generadores automáticos de escenarios y la inteligencia artificial aplicada a la decisión? (…) el ser humano es contradictorio y paradójico, es a esas “ineficiencias” a las que hay que atender y entender para afrontarlas adecuadamente (…)

El arte de la guerra es un compendio de reflexiones acerca de la naturaleza humana, las pasiones, los conflictos y la capacidad necesaria para alcanzar los fines que uno se propone (…) el general /CEO debe obrar con sabiduría, nobleza, astucia, determinación… debe ser flexible en lo posible, adaptativo en lo necesario y siempre, siempre, debe prever escenarios futuros, elegir el que más le conviene y alterar el presente para alcanzar ese futuro, sin perder de vista el resultado final deseado.

El general ve lo que todo el mundo ve y deduce lo que nadie más es capaz de entrever, se anticipa al adversario, le conduce dónde y cómo quiere, es concienzudo en la preparación y meticuloso en los detalles. Es paciente, permitiendo que las situaciones se desenvuelvan tal y como tiene planeado, ayudando al desarrollo del proceso cuando es necesario. Elige el terreno (…) lo modifica en función de sus intereses (…) su principal herramienta es introspección “profunda”, no se engaña jamás sobre quién es y qué quiere, y es un generador de ilusión y esperanza que explota en beneficio del conjunto y de lo que persigue. Es un comunicador excepcional que transmite propósito y proporciona guía y referencia para la toma de acciones. Es un profundo conocedor de la naturaleza humana, y combina sabiamente las distintas capacidades de aquellos sobre los que ejerce el poder y que le reconocen la autoridad por su prestigio[ii], competencia y ejemplo[iii].

El general /CEO, el verdadero estratega, utiliza la fuerza únicamente cuando no hay otro remedio, prefiere la disuasión al enfrentamiento, la acción indirecta a la directa, el coche menor al mayor, y la pacificación a la destrucción. Sus actitudes se combinan sabiamente en función de la situación, no adopta posturas rígidas (…) sabe leer el presente (…) sabe diseñar caminos que conducen a uno de los múltiples escenarios que ha concebido como caso de éxito. Es un verdadero artista en el modelado del factor humano, gana lealtades, aúna voluntades, corrige con mesura y contundencia cuando hace falta, guía sin agobiar y es referente para el comportamiento y la acción. Está donde es necesario, acude donde es más útil, guarda las distanciadas y, sin embargo, es próximo y asequible (…)

(…) no es el mejor de todos sus guerreros, es el mejor para todos los suyos (…) el general no compite jamás con sus subordinados, los dirige, los impulsa y los recompensa o sanciona, pero jamás se compara con ellos.

 

«Los aficionados hablan sobre tácticas,

 los profesionales estudian logística»[iv]

 

He tenido la suerte de leer el arte de la guerra en versión original. Años después leí El nuevo arte de la guerra: Teoría, orígenes y futuro de los conflictos bélicos y hoy toca conversar esta nueva versión comentada por el teniente general Gan. De las tres se puede aprender, con las tres se debe reflexionar, buscar puntos de mejora, extrapolar sus enseñanzas a nuestro campo de batalla empresarial.

 

El general puede ser el Chairman y sus Consejeros (el estado mayor) o el CEO y su comité de dirección. Hay que tomar perspectiva leyendo el libro, buscar similitudes, explorar con la mente abierta.

 

En uno de los pasajes el autor nos señala la importancia del tiempo o clima, con ejemplos como el frente ruso, la guerra de Corea (el número de bajas por congelación excedió a los caídos en combate), las tormentas de arena en la guerra del golfo, o los vuelos huracanados que impiden el vuelo de aeronaves o los lanzamientos de paracaidistas. Encontré la similitud en los problemas de las empresas de última milla los días de lluvia, el rendimiento de los bikers se resiente, si el trafic manager no tiene la climatología en cuenta a la hora de asignar los recursos tendrá un grave problema de nivel de servicio.

 

Otro párrafo que me llamó la atención es; nadie combate aislado, ninguna estructura compleja se sostiene sobre un solo pilar (…) lo asimilo a cuando hablamos sobre el papel del Lobo solitario en las startups, no me gusta, y no lo defenderé nunca.

 

El arte de la guerra es un gran libro, léelo despacio, subraya párrafos, pon pos-it, te serán de utilidad a medida que avanzas en la lectura para volver atrás y hacer escenarios, repensar afirmaciones…

 

«Los grandes generales logran sus fines descubriendo todos los artificios del enemigo,

haciendo abortar todos sus proyectos»[v]

 

(…) si deseamos que la gloria y el éxito acompañen nuestras armas, no debemos perder jamás de vista: la Doctrina[vi], el Tiempo, el Espacio, el Mando[vii] y la Disciplina[viii].

 

(…) existen dos tipos de personas: las que se han perdido y las que se perderán (…)

Para saber emplear el terreno (…) lo primero y principal es saberse ubicar sobre él, dónde estamos, dónde queremos ir[ix], qué itinerario es el más ventajoso, protegido, difícil o peligroso (…)

 

El oficio, el saber hacer y el hacer bien las cosas es esencial (…) confía en quien sabe y demuestra que sabe (…)

 

(…) hay que buscar siempre un equilibrio entre lo deseable y lo posible, lo que me gustaría tener y lo que puedo cargar (…)

 

(…) la improvisación es la antesala del caos solo la planificación rigurosa y ordenada permite optar al éxito (…) ni optimismo ni premura, realismo y paciencia estratégica.

 

(…) saber elegir a sus subordinados por sus capacidades y confiar en ellos y su buen juicio (…)

 

• Resultará vencedor quien sepa cuándo combatir y cuándo no: OPORTUNIDAD (…)

• Resultará vencedor quien sepa dirigir tanto un grupo reducido de hombres como un gran número de ellos. LIDERAZGO EFECTIVO[x] (…)

• Se trabaja con, y se lidera, a personas; las que son, no las que te gustaría que fueran (…)

• Resultará vencedor quien sea capaz de unificar la voluntad de superiores e inferiores. DETERMINACIÓN Y COMUNICACIÓN (…)

• Resultará vencedor quien afronte preparado un enemigo que no lo esté. INFORMACIÓN Y PREVISIÓN (…) “Temo más a cien corderos mandados por un león que a cien leones mandados por un cordero”[xi].

• Resultará vencedor quien disponga de un estratega competente y de un soberano que no interfiera en los asuntos militares. TRABAJO EN EQUIPO[xii] (…)

 

(…) no hay nada más ventajoso para quien tiene que dirigir un enfrentamiento que confundir al oponente haciéndole errar sobre nuestro propósito, objetivo y tempo (…) hay que debilitar sus certezas, fortalecer las dudas, alimentar sus sesgos y dirigirle hacia el error a través de trampantojos que no hagan más que corroborar sus hipótesis.

 

Rasgos para mandar bien

• La autoridad ― Marco Aurelio

• La fortaleza ― Alejandro Magno

• La prudenciaRommel

• La templanzaPatton

• La velocidad en la ejecución ― Napoleón

• El carisma[xiii]

 

(…) sin que lo vean, ve; oye sin que lo oigan; actúa sin ruido y dispone como le place de la suerte de sus enemigos.

 

(…) la excesiva cantidad de personas[xiv] es a menudo más dañina que útil (…)

 

(…) medir continuamente la “temperatura” de la acción, hay que entender la realidad, no solo vivirla. Hay que tomar distancia para ver en perspectiva lo que acontece [xv](…) la lejanía produce desconexión; la inmediatez, turbación (…)

 

Sin valores, sin disciplina y sin honor, una unidad no es más que una pandilla que sobrevive unida por el mido al castigo y la ansiedad por la recompensa (…)

 

(…) cuando quieras atacar al enemigo debes elegir, para hacerlo con ventaja, el momento en que creas que sus soldados están débiles o fatigados [xvi](…)

 

(…) busca siempre el parecer de sus mando subordinados[xvii], escucha primero y decide después. Es justo y equitativo en la recompensa, firme y determinado cuando se requiere, y flexible cuando es necesario (…)

 

(…) lo audaces “fabrican” esa suerte que les protege, en caso contrario no son audaces, sino temerarios.

(…) ser prudente (…) no se puede disponer de todos los recursos que idealmente se desean y hay que priorizar siempre aquello que se puede “cargar” [xviii](…)

 

(…) un buen estratega es el que sabe renunciar a un objetivo que se revela inalcanzable[xix] y lo sustituye por otro posible y asumible (…)

 

(…) la disciplina que define el maestro no es ciega, no exige el “no piense” (…) busca la iniciativa de cada cual y su cooperación inteligente (…)

 

(…) “Hay que hacer que vean lo que necesitan ver” [xx](…)

 

(…) un buen general debe conocer todos los lugares[xxi] que son o pueden ser el teatro de la guerra[xxii] tan claramente como se conoce todos los rincones y recovecos de los patios y jardines de su propia casa.

 

El general ideal (…) está en todo, lo ve todo, de todo entiende[xxiii] y sobre todo decide [xxiv](…)

 

(…)  Gengis Kan (…) nunca permitió que le sorprendieran; siempre se rodeó de personas leales, inteligentes y valientes; instauro la meritocracia en su ejército, y llego a conquistar el imperio continental más grande de la historia.

 

(…) ¿De qué te serviría la posición ventajosa si no supieras sacar partido de tu posición? ¿De qué sirve la bravura sin la prudencia, el valor sin la astucia? 

 

Si no conoces todos los caminos, si no tienes cuidado de proveerte de guías seguros y fieles para guiarte en las rutas que ignoras, no llegarás al termino que te propones, serás victima de los enemigos; no mereces mandar[xxv].

 

(…) capacidad de persuasión de su jefe y su prestigio, si arrastra o no a su gente cuando lo tiene todo en contra (…) sin lealtad es imposible la confianza (…)

 

Mantén espías[xxvi] en todas parte, entérate de todo, no descuides nada que puedas llegar a conocer; pero, cuanto te hayas enterado de algo, no lo confíes indiscriminadamente a todos los que se te aproximan.

 

(…) cuándo un general se pone en movimiento, su enemigo ya está vencido, porque la inteligencia que le ha proporcionado su servicio le ha permitido desequilibrar a su adversario y negarle por anticipado toda posibilidad de éxito.

 

«Hay que subyugar al enemigo

 sin presentar batalla»[xxvii]

 

Epílogo

(…) ¿De qué jefe hablamos hoy? Tomando la distancia con el título, la guerra ―el arte de librarla― es el mismo arte que desarrollamos todos los días para lidiar con lo cotidiano, lo extraordinario y lo impensable. Son aptitudes que hay que trabajar y desarrollar. Son actitudes que hay que entrenar una y otra vez para hacer de ellas un hábito ―la excelencia― con las que transmitir la esencia de lo que somos y de lo que queremos. Son obras, acciones que transforman en hechos, a la postres, lo que se percibe de nosotros.

¿Quién querría que fuese mi jefe? (…)

Siempre he querido un jefe que me exigiera, me dirigiera, me dejara iniciativa, corrigiera mis defectos y me apoyara cuando las cosas se ponían difíciles.

 

Tenía que ser detallista y observador, justo y equitativo, inteligente, trabajador y práctico, muy práctico.

Preocupado por sus subordinados, pero sin excederse; tenía que ver “crecer la hierba”, anticiparse a lo que estaba por venir, apretar cuando las cosas se ponen difíciles, siendo ejemplar en la determinación y el sacrificio.

Honrado más allá de cualquier duda, y generoso, muy generoso en la recompensa, que distribuía de forma oportuna y equitativa.

Y un buen comunicador en primera persona, simple, directo y medido.

(…) nada había que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad. Firme siempre en el mando y último baluarte de los subordinados (…) humilde sin parecer anodino (…) resistente como un bloque de granito ante los embates del exterior (…)

 

«Hay que hacer de las batallas maniobras sangrientas,

y de las maniobras,

guerras incruentas para ganar una guerra»[xxviii]

 

El arte de la guerra

Sun Tzu

Francisco Gan Pampols

Plataforma editorial


Link de interés

El príncipe

El poder del carisma: Como ser irremplazable (e inolvidable) en la era de la IA

Alejandro Magno: Conquistador del mundo

De la guerra

El gran capitán

Pathfinder, el guía del desfiladero

Generando sinergias: Creando valor en fusiones y adquisiciones

• La gestión del crecimiento en la empresa

El arte de la prudencia

• La inteligencia como herramienta anticipativa Prospectiva: Del campo de batalla a la empresa

• Inteligencia competitiva: ¿Espías?¿Oráculos?¿Estrategas?

El Conquistador del Mundo: vida de Gengis Kan

Rommel, El zorro del desierto

Napoleón: Enfoque estratégico en la empresa actual

• Lecciones de estrategia con El Padrino

• Corleone Business School

• Las 50 leyes del poder en El Padrino

• Repensando el liderazgo estratégico

• Estrategia: Una historia

Buena estrategia /Mala estrategia: Cómo definir y ejecutar una estrategia de éxito en el mundo real

Las leyes de la competición

• Aprender a pensar como un gurú: Las 10 fuerzas del pensamiento crítico

• El cisne negro: El impacto de lo altamente improbable

• Lecciones de liderazgo: Las 10 estrategias de Shackleton en su gran expedición antártica

• El manual del estratega: Los cinco estilos de hacer estrategia

• Pensar estratégicamente: Modelos, conceptos y reflexiones

Gestionar estratégicamente: Claves para tomar decisiones en la era de la incertidumbre

• Jugar para ganar: Cómo funciona realmente la estrategia de empresa

• Como implementar la estrategia

El arte de mandar bien: Querer, poder, saber

Piensa estratégicamente

 

«No hay que atribuir a las maldad

lo que puede explicarse por la estupidez»[xxix]

 

ABRAZOTES


[i]

[ii] Auctoritas

[iii] (…) no hay mejor ejemplo de liderazgo que liderar con el ejemplo (…)

(…) “¡Soldados! Vosotros podéis abandonar esas mochilas, que son vuestras; pero no podéis abandonar esa bandera que es de la Patria. Yo voy a meterme con ella en las filas enemigas… ¿Permitiréis que caiga en manos de los moros? ¿Dejaréis morir a vuestro general?

[iv] Robert H. Barrow

[v]

[vi] La Doctrina hace nacer la unidad de pensamiento.

(…) nos inspira una misma manera de vivir y morir y nos hace intrépidos e inconmovibles en las desdichas de la muerte (…) competencia y compromiso generan confianza (…)

[vii] (…) conocer es saber; ser creíble es saber hacer u hacer bien lo que se tiene que hacer (…)

[viii] La Disciplina. Dominar el arte de ordenar a las tropas; no ignorar ninguna de las leyes de la subordinación y hacerlas observar con rigor; estar instruido en los deberes particulares de cada uno nuestros subalternos; conocer los diferentes caminos por los cuales se puede llegar a un mismo fin (…)

[ix] ¿Qué camino debo coger? Alicia en el país de las maravillas

“No hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto va”, Séneca

[x] No basta con hacer las cosas bien, hay que hacer las cosas correctas, correctamente, Peter F. Drucker

[xi] El mando, su calidad, competencia, y ejemplo son un valor supremo.

[xii] Trabajo en equipo: es la habilidad del líder para conseguir que cada uno haga lo que mejor sabe hacer y lo lleve a cabo de forma entusiasta y coordinada con el resto para conseguir el resultado común mediante un esfuerzo unificado (…) nadie combate aislado, ninguna estructura compleja se sostiene sobre un solo pilar (…)

[xiii] Gladiator: “Lo que hacemos en esta vida se refleja en la Eternidad”. Es el ejemplo del líder carismático

[xv] ¿Qué necesitan nuestros clientes?

Ø  ¿Qué les preocupa?

Ø  ¿Cómo les podemos ayudar?

“Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cien batallas. Si te conoces a ti mismo, pero no al enemigo, por cada victoria obtenida también sufrirás una derrota. Si no sabes nada ni del enemigo ni de ti mismo, sucumbirás en todas las batallas”.

[xvi] El tiburón ataca cuando ve y /o huele la sangre

[xvii] ¿Consultamos con nuestro equipo?

Ø  ¿Por qué?

[xviii] (…) los legionarios (..) “las mulas de Mario” (…) capaces de cargar hasta cuarenta kilos y caminar noventa kilómetros para sorprender a un adversario que estaba en un campamento de descanso (…)

[xix] Saber renunciar a un objetivo inalcanzable es un síntoma de madurez, no de indecisión ni de cobardía (…)

[xx] ¿Qué hacemos para que nuestros stackeholders vean lo que necesitan ver?

[xxi] (…) conoce el terreno, conoce tu tiempo (…)

[xxii] ¿Qué conocemos de nuestros competidores y pasados, presente y futuros?

Ø  ¿Qué deberíamos conocer?

o   Fortalezas, debilidades, oportunidades de mejora, equipo humano, precios, posicionamiento…

[xxiii] (…) la importancia del conocimiento del entorno para poder triunfar fue Henry Ford y su idea de la producción en cadena. Ford se inspiro en las plantas empaquetadoras de carne de Chicago y en una cinta transportadora de un molino de granos que había visitado (…)

[xxiv] (…) el general tiene que saber exigir, recompensar y sopesar (…)

[xxv] “No quieras comprobar, lo que no has sabido mandar”.

Ø  Un general que deja rienda suelta a su cólera, y deseo de venganza entre sus tropas y permite semejantes salvajadas es indigno de ejercer el mando (…)

[xxvi] (…) crear un sistema de inteligencia y contrainteligencia (…)

Ø  “Un ejército sin agentes secretos es un hombre sin ojos ni oídos”

[xxvii]

[xxviii] Julio César

[xxix]

No hay comentarios: